“¡Cállate pendejo!”, increpa policía a Emilio cuando hablaba de seguridad
El gobernador pidió a los medios no hacer amarillismo de la lucha contra el narcotráfico
“Que esta guerra no sea sólo de las corporaciones policiacas, sino de todos”, añadió
MAURICIO FERRER
Ayer fue ejecutada una persona en la colonia La Estancia Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
“¡Cállate pendejo!”, le gritó ayer un policía investigador de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al gobernador Emilio González Márquez en el homenaje que por la mañana se rindió a los tres uniformados muertos el viernes pasado cuando se disponían a ejecutar una orden de aprehensión contra un individuo acusado de homicidio, en el municipio de Zapopan. El grito se camufló entre las 300 personas que se reunieron ayer por la mañana en las instalaciones de la Procuraduría estatal, luego que el gobernador preguntara y respondiera: “¿cuánta es la cuota de sangre? Ojalá que ninguno”. Y es que, anterior a esas palabras, un policía le había cuestionado al mandatario “¿cuál es la cuota de sangre que tenemos que cubrir en la Procuraduría?”.
El homenaje para los policías investigadores Guillermo Reyes Valdez, Marcelino Negrete Rodríguez y Ramiro Lagunas Andrade, estuvo lleno de reclamos hacia González Márquez y hacia el procurador de Jalisco, Tomás Coronado Olmos. Y siempre fueron en el sentido de por qué los agentes no traían consigo chalecos antibalas cuando fueron acribillados el viernes 17 de octubre mientras trabajaban de manera encubierta para aprehender a un sujeto acusado de haber cometido un homicidio durante un asalto a una tienda en Sonora.
“Que esta guerra no sea sólo de las corporaciones policiacas, que la sangre de nuestros hermanos caídos sirva para que se reconozca que el problema tiene que ser enfrentado por todos”, fue el inicio del discurso de González Márquez. El titular del Ejecutivo estatal pidió no hacer amarillismo de estos hechos en clara alusión a un diario local cuyo titular de ayer fue: “Hampa 8-Policías 0”, en referencia a los policías muertos durante las últimas dos semanas a manos de la delincuencia organizada. En sus frases, González Márquez reconoció la corrupción que existe en el sistema judicial estatal: expedientes con deficiencias, que los jueces no liberen a delincuentes por temor o por dinero, fueron escenarios planteados por quien fue electo en 2006 para salvaguardar la integridad de los jaliscienses.
“Nuestro sacrificio tiene que servir para dar el mensaje que en Jalisco queremos vivir dentro de la ley”, expresó. Tras dar a conocer que los deudos de los agentes caídos recibirán “de por vida” un salario actualizado conforme a “la inflación” para que éstos tengan “tranquilidad”, el mandatario solicitó a los presentes “no aplaudan” mientras los reclamos empezaban a escucharse en uno de los patios de la Procuraduría del Estado.
“Ven y dímelo”, le dijo el gobernador a una mujer. La mujer y un policía le cuestionaron sobre el equipamiento de sus familiares, ausentes en sus labores. Ella le reprochó la falta de equipo para los policías, parque, capacitación: “¿dónde están nuestros impuestos?”, le preguntó al panista. Una niña, al acercarse a González Márquez no le cuestionó la falta de recursos para el trabajo de los que resguardan la seguridad de los habitantes de este estado. Su pregunta no tuvo respuesta por parte del mandatario: “¿y mi padre?”. Un trago amargo ante tal cuestionamiento fue el de González Márquez. Y luego, tras otras frases del gobernador, vino el enojo de un asistente con la orden de que se callara que, según testimonios de los ahí presentes, fue el grito de desesperanza de un policía. Posteriormente, un grupo de policías de la PGJE sostuvo un diálogo con el gobernador y con el procurador del estado, Tomás Coronado Olmos, quien, tras unas dos horas, salió para dar una conferencia de prensa en la que todo giró en torno a que “hay coincidencias” y que se entablará una mesa de trabajo para la próxima semana.
Otro
ejecutado
Mientras tanto, en la colonia La Estancia, al poniente de la ciudad, policías municipales de Zapopan así como de la Dirección de Seguridad Pública del Estado, encontraban a un ejecutado más en la calle Piziano, a la altura de Millet de dicha zona residencial. Según fuentes policiales, en el lugar se encontraron nueve casquillos de armas de 9 milímetros y de calibre 38.
El homenaje para los policías investigadores Guillermo Reyes Valdez, Marcelino Negrete Rodríguez y Ramiro Lagunas Andrade, estuvo lleno de reclamos hacia González Márquez y hacia el procurador de Jalisco, Tomás Coronado Olmos. Y siempre fueron en el sentido de por qué los agentes no traían consigo chalecos antibalas cuando fueron acribillados el viernes 17 de octubre mientras trabajaban de manera encubierta para aprehender a un sujeto acusado de haber cometido un homicidio durante un asalto a una tienda en Sonora.
“Que esta guerra no sea sólo de las corporaciones policiacas, que la sangre de nuestros hermanos caídos sirva para que se reconozca que el problema tiene que ser enfrentado por todos”, fue el inicio del discurso de González Márquez. El titular del Ejecutivo estatal pidió no hacer amarillismo de estos hechos en clara alusión a un diario local cuyo titular de ayer fue: “Hampa 8-Policías 0”, en referencia a los policías muertos durante las últimas dos semanas a manos de la delincuencia organizada. En sus frases, González Márquez reconoció la corrupción que existe en el sistema judicial estatal: expedientes con deficiencias, que los jueces no liberen a delincuentes por temor o por dinero, fueron escenarios planteados por quien fue electo en 2006 para salvaguardar la integridad de los jaliscienses.
“Nuestro sacrificio tiene que servir para dar el mensaje que en Jalisco queremos vivir dentro de la ley”, expresó. Tras dar a conocer que los deudos de los agentes caídos recibirán “de por vida” un salario actualizado conforme a “la inflación” para que éstos tengan “tranquilidad”, el mandatario solicitó a los presentes “no aplaudan” mientras los reclamos empezaban a escucharse en uno de los patios de la Procuraduría del Estado.
“Ven y dímelo”, le dijo el gobernador a una mujer. La mujer y un policía le cuestionaron sobre el equipamiento de sus familiares, ausentes en sus labores. Ella le reprochó la falta de equipo para los policías, parque, capacitación: “¿dónde están nuestros impuestos?”, le preguntó al panista. Una niña, al acercarse a González Márquez no le cuestionó la falta de recursos para el trabajo de los que resguardan la seguridad de los habitantes de este estado. Su pregunta no tuvo respuesta por parte del mandatario: “¿y mi padre?”. Un trago amargo ante tal cuestionamiento fue el de González Márquez. Y luego, tras otras frases del gobernador, vino el enojo de un asistente con la orden de que se callara que, según testimonios de los ahí presentes, fue el grito de desesperanza de un policía. Posteriormente, un grupo de policías de la PGJE sostuvo un diálogo con el gobernador y con el procurador del estado, Tomás Coronado Olmos, quien, tras unas dos horas, salió para dar una conferencia de prensa en la que todo giró en torno a que “hay coincidencias” y que se entablará una mesa de trabajo para la próxima semana.
Otro
ejecutado
Mientras tanto, en la colonia La Estancia, al poniente de la ciudad, policías municipales de Zapopan así como de la Dirección de Seguridad Pública del Estado, encontraban a un ejecutado más en la calle Piziano, a la altura de Millet de dicha zona residencial. Según fuentes policiales, en el lugar se encontraron nueve casquillos de armas de 9 milímetros y de calibre 38.
AL QUE LE DEBERÍAN TAMBIÉN RECLAMAR ES A FECAL, POR EL ENORME CINISMO CON SU FRASE, "SE PERDERÁN VIDAS" .. EL GOBIERNO SE PELEA Y EL PUEBLO MUERE, POLICAS Y NARCOS SON LO MISMO.
Kikka Roja
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