- Busca GDF incluir materia de salud en primarias y secundarias
- Anuncian creación de clínica para atender obesidad morbosa
- Comenzará a funcionar en febrero en el hospital Rubén Leñero
¿Y LAS MAMÁS? ¿CUANDO TENDRÁN UN TRABAJO BIEN REMUNERADO Y TIEMPO PARA ATENDER A LOS HIJOS?Laura Gómez Flores
¿O HAY QUE PAGAR UN SUELDO PARA QUE ALGUIEN CUIDE A LOS NIÑOS?
¿QUE NO SON PARTE DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS, TENER MAMÁ?
CUIDEN A SUS HIJOS Y SEAN CARIÑOSOS CON ELLOS, NADA LES CUESTA.
En febrero empezará a funcionar la primera clínica de atención a pacientes con obesidad morbosa, donde ya existe una lista de espera de 60 personas que solicitan su evaluación, anunció el secretario de Salud, Armando Ahued Ortega, al informar que solicitará a la Secretaría de Educación Pública (SEP) la inclusión de la materia de salud en las escuelas primarias y secundarias.
En entrevista, señaló que el proyecto será presentado también a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Cámara de Diputados, para “frenar” el crecimiento de la obesidad entre niños y jóvenes; y la urgencia de “sembrar en los pequeños una cultura de salud, que germine durante su vida, pues la única vacuna para prevenir enfermedades y adicciones es la educación”.
De ahí la importancia de incorporar una materia de salud en el programa escolar desde el primer año, donde se destaque la importancia de la higiene personal y avanzar en los temas de acuerdo con el grado del alumno, hasta tratar problemáticas como la fármacodependencia, el alcoholismo, el tabaquismo y las drogas, así como cuestiones de salud y sexualidad; el cáncer cérvico uterino, de mama y el de próstata.
Se trata, dijo en entrevista, de que los niños y jóvenes conozcan el problema de la obesidad y lo que desencadena; lo registren y tomen las medidas adecuadas. Pero “requerimos que así como hay una clase de matemáticas, física o civismo, tengan también una materia de salud, para que haya corresponsabilidad”.
La petición formal a las autoridades de la SEP se hará en los siguientes días, para que se pueda incluir lo más pronto posible; mientras, se trabaja con el secretario de Educación del Distrito Federal, Axel Didriksson, en un proyecto integral de salud en las escuelas mediante la regulación de los alimentos que se venden en las cooperativas, para eliminar los productos chatarra.
“No se vale que se estén vendiendo tan fácilmente refrescos o alimentos que no nutren, y esta misma situación se viva en los hogares, por lo que debemos impulsar un cambio de conducta, para que se fomente el consumo de frutas y verduras de temporada y a bajo costo, para no afectar la economía de las familias capitalinas, y evitar la obesidad morbosa, que es la última etapa de este mal y requiere cirugía”, señaló.
En estos momentos, indicó, se trabaja en el primer nivel que es educación, promoción de la salud y prevención, con el programa Muévete y Métete en Cintura; y la creación de siete clínicas para tratarla junto con otras enfermedades relacionadas, como diabetes, hipertensión y problemas cardiacos.
La primera clínica ubicada en el Hospital Rubén Leñero, con una inversión de 40 millones de pesos, empezará a funcionar en febrero, con el aval de la Asociación Internacional de Clínicas de Obesidad Morbosa, para atender a alrededor de 150 pacientes que requieren tratamiento quirúrgico y no tienen recursos económicos, pero se encuentran dentro del programa de gratuidad del GDF.
Mediante la aplicación de diversos estudios se determinará cuál procedimiento es el ideal para que la absorción de grasas sea menor, su capacidad estomacal disminuya y su saciedad sea más rápida, por lo que la cirugía irá acompañada de un programa de seguimiento sicológico, nutricional y de activación física, para generar un cambio de vida del sujeto, cuya duración dependerá de que éste “pueda flotar solo”, indicó.
En entrevista, señaló que el proyecto será presentado también a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Cámara de Diputados, para “frenar” el crecimiento de la obesidad entre niños y jóvenes; y la urgencia de “sembrar en los pequeños una cultura de salud, que germine durante su vida, pues la única vacuna para prevenir enfermedades y adicciones es la educación”.
De ahí la importancia de incorporar una materia de salud en el programa escolar desde el primer año, donde se destaque la importancia de la higiene personal y avanzar en los temas de acuerdo con el grado del alumno, hasta tratar problemáticas como la fármacodependencia, el alcoholismo, el tabaquismo y las drogas, así como cuestiones de salud y sexualidad; el cáncer cérvico uterino, de mama y el de próstata.
Se trata, dijo en entrevista, de que los niños y jóvenes conozcan el problema de la obesidad y lo que desencadena; lo registren y tomen las medidas adecuadas. Pero “requerimos que así como hay una clase de matemáticas, física o civismo, tengan también una materia de salud, para que haya corresponsabilidad”.
La petición formal a las autoridades de la SEP se hará en los siguientes días, para que se pueda incluir lo más pronto posible; mientras, se trabaja con el secretario de Educación del Distrito Federal, Axel Didriksson, en un proyecto integral de salud en las escuelas mediante la regulación de los alimentos que se venden en las cooperativas, para eliminar los productos chatarra.
“No se vale que se estén vendiendo tan fácilmente refrescos o alimentos que no nutren, y esta misma situación se viva en los hogares, por lo que debemos impulsar un cambio de conducta, para que se fomente el consumo de frutas y verduras de temporada y a bajo costo, para no afectar la economía de las familias capitalinas, y evitar la obesidad morbosa, que es la última etapa de este mal y requiere cirugía”, señaló.
En estos momentos, indicó, se trabaja en el primer nivel que es educación, promoción de la salud y prevención, con el programa Muévete y Métete en Cintura; y la creación de siete clínicas para tratarla junto con otras enfermedades relacionadas, como diabetes, hipertensión y problemas cardiacos.
La primera clínica ubicada en el Hospital Rubén Leñero, con una inversión de 40 millones de pesos, empezará a funcionar en febrero, con el aval de la Asociación Internacional de Clínicas de Obesidad Morbosa, para atender a alrededor de 150 pacientes que requieren tratamiento quirúrgico y no tienen recursos económicos, pero se encuentran dentro del programa de gratuidad del GDF.
Mediante la aplicación de diversos estudios se determinará cuál procedimiento es el ideal para que la absorción de grasas sea menor, su capacidad estomacal disminuya y su saciedad sea más rápida, por lo que la cirugía irá acompañada de un programa de seguimiento sicológico, nutricional y de activación física, para generar un cambio de vida del sujeto, cuya duración dependerá de que éste “pueda flotar solo”, indicó.
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