Salvador García Soto: Lázaro Cárdenas Batel a Marcelo Ebrard: “¿Estás conmigo o con Andrés Manuel?”

LOS CÁRDENAS APOYAN A LOS CHUCHOS TRAIDORES, SI MARCELO SE VENDE CON LOS CÁRDENAS, EL PUEBLO SE LO VA HCER PAGAR.
Y OTRA VEZ, AMLO VA A LA DELANTERA, ...aunque lo quieran hacer a un lado no lo van a coseguir. SUENA A QUE LOS OLIGARCAS ESTAN ASUSTADOS.

Salvador García Soto Serpientes y Escaleras 21 de marzo de 2009 Una apuesta peligrosa No voy a ser un presidente en campaña”, dijo Felipe Calderón a pregunta de esta columna en una plática en Los Pinos en diciembre pasado Así acabarán los foros: Pemex y el Presidente anunciarán la decisión que ya fue tomada el 15 de abril, dos semanas antes del arranque de campañas No voy a ser un presidente en campaña”, dijo Felipe Calderón a pregunta de esta columna en una plática en Los Pinos en diciembre pasado. Entre el dilema de ser “jefe de Estado o jefe de partido —añadía el Presidente—, prefiero ser jefe de Estado”. Algo debió cambiar en los últimos meses porque si bien Calderón no se ha puesto a hacer campaña abierta y burda por el PAN —como sí lo hizo su antecesor Fox—, las decisiones que se toman en Los Pinos, relacionadas con temas y políticas públicas, empiezan a mostrar un cierto olor a cálculos electorales. El ejemplo más claro de que en Presidencia comienzan a moverse en la lógica electoral y no en la de gobierno es el extraño anuncio de someter a “consulta” una decisión eminentemente técnica como la construcción de la nueva refinería de Pemex. Salvo los estrategas presidenciales, el PAN y los interesados gobernadores estatales, nadie más entendió bien a qué obedece la táctica presidencial de hacer foros en los que los estados interesados, a través de sus grillos mandatarios, expongan sus propuestas que, más que argumentos técnicos o prácticos, estarán enfocadas a la ambición de obtener la millonaria inversión pública y los empleos que generará la planta petrolera. Si ya a finales de febrero pasado tenían definido en Los Pinos y en Pemex —después de que expertos analizaron las propuestas de 15 estados con costos y beneficios— que la mejor decisión para ubicar la refinería era una ampliación a la planta actual de Tula, ¿qué fue lo que pasó para posponer el anuncio y alargar una decisión que no tiene muchas más opciones que esa o alguna otra que pudiera ubicarse en Tuxpan, Veracruz? Es ahí donde ocurre el viraje de Calderón, de decirse convencido o al menos aparentar no caer en la tentación de volverse el jefe de la campaña panista, al Presidente que ahora decide llevar el anuncio y el arranque de una obra de 10 mil millones de dólares, quizá la mayor que se hará en su administración, a los tiempos de las campañas para los comicios parlamentarios y la elección de gobernadores del próximo 5 de julio. Porque en eso acabará la supuesta consulta: tras un desfile de gobernadores ansiosos de que les resuelvan la vida con la obra del sexenio, Pemex y el Presidente anunciarán la decisión que ya fue tomada el 15 de abril, dos semanas antes del arranque de campañas, y las obras inaugurales de la refinería, con toda su derrama de inversión y empleos para toda una región del país y para la economía nacional en crisis, comenzarán seguramente en momentos definitivos para que los votantes indecisos se definan, por ahí del mes de junio. ¿Qué hizo cambiar de estrategia y de opinión al Presidente, si es que era verdad aquella visión de Estado? Con todas sus variaciones y márgenes de error, las encuestas han registrado en las últimas semanas un repunte del PAN en las intenciones del voto para los comicios de julio. No se sabe aún si es efecto de las acciones de gobierno, de un resurgimiento de los “negativos” del PRI o si la estridente y peleonera estrategia de Germán Martínez, que ha buscado y logrado subir al ring y en ocasiones poner contra las cuerdas a los priístas, le esté dando resultado al blanquiazul. Una encuesta de GEA-ISA, la empresa de Jesús Reyes Heroles y la misma que pronosticó el empate entre Calderón y Andrés Manuel López Obrador semanas antes de la elección de 2006, arrojó esta semana que la ventaja del PRI sobre el PAN, que en algunos sondeos ha llegado a ser hasta de 16 puntos, se ha reducido y que en este momento los priístas sólo llevarían dos puntos de ventaja sobre Acción Nacional, en un virtual empate técnico. Aun si se desconfiara de ese resultado, por los claros vínculos entre la encuestadora y la administración calderonista —además de Reyes Heroles está en el gobierno el anterior director de GEA-ISA, Guillermo Valdés, hoy director del Cisen—, un promedio de todas las encuestas publicadas recientemente sobre los próximos comicios federales podría confirmar que, efectivamente, hay una tendencia de que se estreche la brecha entre el PRI y el PAN, con un PRD que se estanca en un resignado tercer lugar. ¿Fueron esos números los que hicieron cambiar de idea a Calderón? Porque en aquella plática en diciembre, el Presidente reconocía ante varios periodistas que era “muy difícil, casi imposible” que el PAN se levantara en las encuestas y que pudiera pelear una mayoría en la Cámara de Diputados. De hecho, entonces se le veía a Calderón algo frío y distante del panismo nacional y se escuchaban quejas entre sus colaboradores cercanos como: “Estos panistas en lugar de ayudar al Presidente le complican las cosas”. Tal vez la fe en su partido le volvió al Presidente y por eso su apuesta de jugar al juego electoral con decisiones que debieran ser, en sentido estricto, técnicas y tomadas por él mismo. En esa misma apuesta, Calderón ha decidido dar “rienda suelta” a Martínez para que les tunda a los priístas, sus principales aliados de gobierno hasta ahora. Si la estrategia presidencial funciona e impiden que el PRI logre una mayoría y el PAN evite la debacle y el debilitamiento en San Lázaro, el riesgo habrá valido la pena. Pero si los cálculos fallan y con todo y refinerías, golpes judiciales a priístas y los ganchos del líder panista, y el PRI llega a obtener mayoría simple o absoluta en la Cámara, ¿cómo diablos gobernará Calderón su segundo tercio del sexenio?, ¿les dirá a los priístas “ustedes disculpen” y volvemos a ser amigos y aliados? NOTAS INDISCRETAS... En Washington, en el céntrico Café del Parque, a unas cuadras del Capitolio, desayunaban ayer viernes dos mexicanos. Marcelo Ebrard y Lázaro Cárdenas Batel conversaron largo en la capital de EU. El tema: el tiempo de definiciones que llegó en el PRD para la sucesión presidencial del 2012. Y es que después de que Marcelo soltó que “no hay candidatos naturales” en el PRD para las próximas presidenciales, las definiciones tendrán que empezar a darse en el partido de izquierda. Para eso vio Marcelo a Lázaro, que realiza actividades académicas en Washington. “¿Estás conmigo o con Andrés Manuel?”, debió ser una pregunta que cruzó esa mesa en algún punto entre el café y los waffles... Los dados se baten. Escalera y cerramos semana.

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