Familia de Digna Ochoa dice tener identificados a autores del homicidio
Andrés Timoteo Morales
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 23 de octubre de 2009, p. 19
Jalapa, Ver., 22 de octubre. A ocho años del asesinato de la luchadora social Digna Ochoa y Plácido, sus familiares dijeron haber localizado a tres autores materiales del homicidio, y tener identificado al autor intelectual, pero temen que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) desvirtúe las pruebas que presentarán en las próximas semanas.
Ignacio Ochoa y Plácido, hermano de la activista y presidente del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa (CDHDOYP), afirmó que las pruebas en contra de los asesinos de su hermana se hicieron con base en una pesquisa independiente del Ministerio Público, el cual cayó en omisiones, y mantuvo contra viento y marea la teoría de un suicidio, difamando la memoria de Digna. Fue un crimen, un asesinato que apunta a los intereses de caciques y empresarios explotadores de la riqueza maderera de Guerrero, consideró Ochoa y Plácido.
El pasado 18 de octubre la familia Ochoa y Plácido, junto con autoridades municipales de Misantla e integrantes del CDHDOYP, recordaron el octavo aniversario luctuoso de la defensora de los derechos humanos, asesinada el 19 de octubre de 2001.
También se conmemoró el séptimo aniversario de la fundación del Centro de Derechos Humanos creado en memoria de Digna Ochoa, con sede en Misantla, de donde era originaria.
A ocho años, el pronunciamiento y el reclamo de la familia sigue siendo el mismo: justicia para nuestra hermana. Los asesinos materiales e intelectuales andan sueltos, y pareciera que gozan de impunidad, señaló Ignacio Ochoa.
Añadió que en las próximas semanas, su hermano mayor, Jesús Ochoa y Plácido, presentará a la PGJDF un legajo de pruebas para complementar el expediente judicial, en el cual se presentan nombres de los presuntos autores materiales del crimen, así como del factible responsable intelectual.
Afirmó que la indagatoria debió hacerse a título particular, pues el Ministerio Público no sólo incurrió en omisiones graves, sino que “se dedicó a desvirtuar las evidencias, desechar pruebas periciales y obstaculizar las pesquisas.
Nosotros, la familia, tuvimos que hacer el trabajo del Ministerio Público: tenemos pruebas de criminalística, testimonios, peritajes forenses, todo lo que omitió la autoridad que tiene la obligación de investigar.
Ochoa y Plácido abundó que el paquete se ingresará a la PGJDF, aunque la familia teme que al igual que hizo con otras pruebas presentadas, las desestime o siga omisa en la procuración de justicia.
También recordó que en 2005, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió un reporte especial sobre el expediente del crimen de Ochoa y Plácido, en el cual se localizaron 50 errores y omisiones judiciales.
Hay elementos suficientes para confirmar que la muerte de mi hermana fue un homicidio, y un homicidio relacionado con su trabajo de defensoría de los derechos humanos, y seguimos sorprendidos porque la procuraduría capitalina insiste en darle carpetazo a las pesquisas, concluyó Ignacio Ochoa.
Ignacio Ochoa y Plácido, hermano de la activista y presidente del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa (CDHDOYP), afirmó que las pruebas en contra de los asesinos de su hermana se hicieron con base en una pesquisa independiente del Ministerio Público, el cual cayó en omisiones, y mantuvo contra viento y marea la teoría de un suicidio, difamando la memoria de Digna. Fue un crimen, un asesinato que apunta a los intereses de caciques y empresarios explotadores de la riqueza maderera de Guerrero, consideró Ochoa y Plácido.
El pasado 18 de octubre la familia Ochoa y Plácido, junto con autoridades municipales de Misantla e integrantes del CDHDOYP, recordaron el octavo aniversario luctuoso de la defensora de los derechos humanos, asesinada el 19 de octubre de 2001.
También se conmemoró el séptimo aniversario de la fundación del Centro de Derechos Humanos creado en memoria de Digna Ochoa, con sede en Misantla, de donde era originaria.
A ocho años, el pronunciamiento y el reclamo de la familia sigue siendo el mismo: justicia para nuestra hermana. Los asesinos materiales e intelectuales andan sueltos, y pareciera que gozan de impunidad, señaló Ignacio Ochoa.
Añadió que en las próximas semanas, su hermano mayor, Jesús Ochoa y Plácido, presentará a la PGJDF un legajo de pruebas para complementar el expediente judicial, en el cual se presentan nombres de los presuntos autores materiales del crimen, así como del factible responsable intelectual.
Afirmó que la indagatoria debió hacerse a título particular, pues el Ministerio Público no sólo incurrió en omisiones graves, sino que “se dedicó a desvirtuar las evidencias, desechar pruebas periciales y obstaculizar las pesquisas.
Nosotros, la familia, tuvimos que hacer el trabajo del Ministerio Público: tenemos pruebas de criminalística, testimonios, peritajes forenses, todo lo que omitió la autoridad que tiene la obligación de investigar.
Ochoa y Plácido abundó que el paquete se ingresará a la PGJDF, aunque la familia teme que al igual que hizo con otras pruebas presentadas, las desestime o siga omisa en la procuración de justicia.
También recordó que en 2005, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió un reporte especial sobre el expediente del crimen de Ochoa y Plácido, en el cual se localizaron 50 errores y omisiones judiciales.
Hay elementos suficientes para confirmar que la muerte de mi hermana fue un homicidio, y un homicidio relacionado con su trabajo de defensoría de los derechos humanos, y seguimos sorprendidos porque la procuraduría capitalina insiste en darle carpetazo a las pesquisas, concluyó Ignacio Ochoa.
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