Fraudes hipotecarios, industria en auge
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Anuncio de venta de una casa en Miami BeachFoto Reuters
Reuters Periódico La Jornada
Domingo 25 de octubre de 2009, p. 26
Los Angeles, 24 de octubre. Una industria estadunidense está en auge en medio de la recesión y el desempleo: rescates hipotecarios fraudulentos que se aprovechan de propietarios de casas en problemas. Los estafadores ofrecen refinanciamiento y un detallado conocimiento del mercado, y muchos aprendieron sus trucos durante el auge del sector de la vivienda, cuando solían ofrecer hipotecas de alto riesgo hace unos años.
Expertos dicen que estas prácticas prosperarán en la medida en que la nación siga sumida en su peor crisis desde la Gran Depresión, que tiene a millones de estadunidenses imposibilitados de pagar sus hipotecas. Los rescates fraudulentos son el verdadero crecimiento de la industria, explicó Keith Slotter, jefe de la oficina de San Diego de la FBI.
A semanas de asumir su cargo, el presidente Barack Obama salió al rescate de los propietarios de casas resignados a la ruina financiera. Obama, quien se encuentra lidiando con la peor crisis inmobiliaria en Estados Unidos desde la Gran Depresión, prometió ayudar a 9 millones de familias a conservar sus casas mediante el refinanciamiento de sus hipotecas.
Ocho meses más tarde, el plan está plagado de retrasos, trámites burocráticos y, según dicen algunos críticos, por una renuencia de los bancos a hacer lo que les corresponde. Sólo se han refinanciado los préstamos y reducido los pagos mensuales de 17 por ciento de los prestamistas calificados. Casi ninguno ha recibido una reducción en la cantidad adeudada sobre casas que ahora valen menos.
Sobre los fraudes a deudores, el jefe de la oficina del FBI en San Diego explicó que todo lo que se necesita es una computadora y el conocimiento para crear un sitio web. Estos grupos pueden crearse rápido, apuntar a personas en varios estados, cerrar sus operaciones y mudarse antes de ser detectados, indicó.
Ahora, los rescates fraudulentos están costando dinero a propietarios de casas y desperdiciando meses valiosos, cuando las personas podrían estar hablando con sus prestamistas para salvar sus casas y evitar prolongar más la crisis.
Hay muchos más a los que podríamos ayudar si no fuera por los rescates fraudulentos. Esto podría terminar obstruyendo cualquier recuperación potencial, indicó Melinda Opperman, de la agencia de bienes raíces Springboard en Riverside, California.
Desesperados por aferrarse a su porción del sueño americano, parejas como Salvador y Blanca Jiménez, en Los Angeles, resultan presas fáciles.
La pareja compró su primera casa en 2005 por 430 mil dólares con una hipoteca a tasa ajustable. Cuando su cuota mensual saltó de 800 dólares a 2 mil 691 dólares a principios de 2008, los ingresos de Salvador se vieron exigidos al límite. Apenas podíamos cubrir las cuotas, precisó Salvador.
Después de un pago con retraso, recibió una carta de una firma llamada Direct Lending ofreciendo un refinanciamiento con una cuota mensual más baja, por una tarifa de 3 mil 995 dólares. La pareja fue recibida en las oficinas de Direct Lender por personal amigable y bien vestido de habla hispana.
Cuando nos explicaron en español cómo iban a salvar nuestra casa, nos sentimos reconfortados, informó Salvador, de 46 años, por medio de un intérprete. Les creímos, agregó. La pareja dejó de pagar su hipoteca y comenzó en cambio a pagarle a Direct Lender. Tiempo después, recibió una notificación de su banco exigiéndoles el pago.
“Llamé al banco y dije que Direct Lender estaba haciéndose cargo de todo y el banco añadió que nunca supo de esta tercera parte.
Salvador y Blanca acudieron al Centro de Ley y Justicia de Los Angeles, que da servicios legales gratuitos para familias de bajos ingresos.
kikka-roja.blogspot.com/
Expertos dicen que estas prácticas prosperarán en la medida en que la nación siga sumida en su peor crisis desde la Gran Depresión, que tiene a millones de estadunidenses imposibilitados de pagar sus hipotecas. Los rescates fraudulentos son el verdadero crecimiento de la industria, explicó Keith Slotter, jefe de la oficina de San Diego de la FBI.
A semanas de asumir su cargo, el presidente Barack Obama salió al rescate de los propietarios de casas resignados a la ruina financiera. Obama, quien se encuentra lidiando con la peor crisis inmobiliaria en Estados Unidos desde la Gran Depresión, prometió ayudar a 9 millones de familias a conservar sus casas mediante el refinanciamiento de sus hipotecas.
Ocho meses más tarde, el plan está plagado de retrasos, trámites burocráticos y, según dicen algunos críticos, por una renuencia de los bancos a hacer lo que les corresponde. Sólo se han refinanciado los préstamos y reducido los pagos mensuales de 17 por ciento de los prestamistas calificados. Casi ninguno ha recibido una reducción en la cantidad adeudada sobre casas que ahora valen menos.
Sobre los fraudes a deudores, el jefe de la oficina del FBI en San Diego explicó que todo lo que se necesita es una computadora y el conocimiento para crear un sitio web. Estos grupos pueden crearse rápido, apuntar a personas en varios estados, cerrar sus operaciones y mudarse antes de ser detectados, indicó.
Ahora, los rescates fraudulentos están costando dinero a propietarios de casas y desperdiciando meses valiosos, cuando las personas podrían estar hablando con sus prestamistas para salvar sus casas y evitar prolongar más la crisis.
Hay muchos más a los que podríamos ayudar si no fuera por los rescates fraudulentos. Esto podría terminar obstruyendo cualquier recuperación potencial, indicó Melinda Opperman, de la agencia de bienes raíces Springboard en Riverside, California.
Desesperados por aferrarse a su porción del sueño americano, parejas como Salvador y Blanca Jiménez, en Los Angeles, resultan presas fáciles.
La pareja compró su primera casa en 2005 por 430 mil dólares con una hipoteca a tasa ajustable. Cuando su cuota mensual saltó de 800 dólares a 2 mil 691 dólares a principios de 2008, los ingresos de Salvador se vieron exigidos al límite. Apenas podíamos cubrir las cuotas, precisó Salvador.
Después de un pago con retraso, recibió una carta de una firma llamada Direct Lending ofreciendo un refinanciamiento con una cuota mensual más baja, por una tarifa de 3 mil 995 dólares. La pareja fue recibida en las oficinas de Direct Lender por personal amigable y bien vestido de habla hispana.
Cuando nos explicaron en español cómo iban a salvar nuestra casa, nos sentimos reconfortados, informó Salvador, de 46 años, por medio de un intérprete. Les creímos, agregó. La pareja dejó de pagar su hipoteca y comenzó en cambio a pagarle a Direct Lender. Tiempo después, recibió una notificación de su banco exigiéndoles el pago.
“Llamé al banco y dije que Direct Lender estaba haciéndose cargo de todo y el banco añadió que nunca supo de esta tercera parte.
Salvador y Blanca acudieron al Centro de Ley y Justicia de Los Angeles, que da servicios legales gratuitos para familias de bajos ingresos.
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