El padre de Luís Videgaray Caso, el hombre fuerte de Peña Nieto, no solo fue solo un “empleado bancario” ya que fundó el Instituto Mexicano de Valuación junto al lic Antonio Fraga Magaña, tío de Gabino Fraga Peña, el operador del Monexgate vía la empresa-pantalla Efra. Historias de un pasado y un presente que apenas comienzan a saberse.
Aunque su padre murió siendo todavía un niño, el futuro operador de Peña Nieto en Los Pinos tuvo en su progenitor Luís Videgaray Alzaga, empleado no menor de la banca pública. Un hombre que se codeó con la clase dirigente capitalina que al calor del cuerpo de abogados e ingenieros de la UNAM tomó el control de la administración pública o el estado mexicano desde la década de 1920. El 15 de octubre 1958 Luís Videgaray Alzaga fundó junto a otros tasadores de la propiedad inmobiliaria el Instituto Mexicano de Valuación. Uno de aquellos prohombres era Antonio Fraga Mañana, alto funcionario de la banca pública y hermano de Gabino Fraga Magaña, prominente jurista y magistrado de la SCJN que fue siempre destacado representante de las élites postrevolucionarias.
Antonio Fraga fue tío de Gabino Fraga Peña, el abogado que desde su despacho en Polanco construyó el falso armazón jurídico de Comercializadora Efra que trianguló millones de pesos para el financiamento ilegal del PRI. Conexiones y vínculos familiares que nos llevan al maestro de la ingeniería financiera de Peña Nieto, Luís Videgaray caso, hijo de un hombre que sirvió en las mismas ligas que la familia Fraga.
Como se señala en su página web “la constitución del Instituto Mexicano de Valuación, A.C., surge del compromiso asumido por los asistentes al IV Congreso Panamericano de Valuación, reunidos en la ciudad de Chicago, Illinois, EUA, en mayo de 1957. La invitación fue dirigida a la Comisión Nacional Bancaria, la que a su vez invitó a diversos valuadores, conformándose una delegación de 6 miembros: El Arq. Aguayo (presidente), los señores Videgaray, Fraga, Alcocer, Arvide y Cervantes”
El clan Fraga, prominente núcleo de abogados y priistas de hueso colorado, nace al calor del Gabino Fraga, jurista de la UNAM que formó parte, desde la magistratura y la academia, de una generación de licenciados -Antonio Martínez Báez, Andrés Serra Rojas, Mario de la Cueva, Antonio Gómez Robledo, Luis Garrido, Felipe Tena Ramírez, Eduardo García Máynez, Antonio Carrillo Flores, Alfonso Noriega- que tomó el control del estado mexicano durante el siglo XX dándole el país grandes logros y grandes fardos pues formaron la burguesía nacional que desde tiempos de Miguel de la Madrid desmanteló la propiedad pública y destruyó el legado de sus padres.
Pero aquellos próceres dejaron también grupos de influencia que siguen moviéndose en el corazón del poder como lo muestra el vínculo afectivo del consejero general del IFE Sergio García Ramírez con el clan Fraga, implicado en la operación de lavado de dinero vía Tarjetas Monex. Veamos sino el texto que el jurista de la UNAm dedicó en 2008 al maestro Gabino Fraga:
Retrato familiar del clan Fraga: última fila: José Roch, Jr, Teresa Iturría, y Antonio Fraga Magaña, Segunda fila: Gabino Fraga Magaña, Eustaquio Roch, Ma. Teresa Fraga Magaña, Soledad Fraga de Alanís, Esperanza Roch Fraga, Esperanza Fraga Magaña, Tolina González de Fraga y Santiago Fraga Magaña, Sentados: Renne Mouret de fraga y su pequeña hija Renne, Lic. Juan de la Torre, Gabino Fraga Iraola y José Roch, En el piso: Fernando Alanís Fraga, Antonio Fraga Mouret, Gustavo Alanís Fraga, Manuel Fraga, Mouret, Teresa Roch Fraga y Ma. Eugenia Roch Fraga (Foto: dieumsnh.qfb.umich.mx/)
El 7 de febrero de 1955, Fraga fue electo presidente del novísimo Instituto, fundado en esos días por él y por un selecto grupo de colegas movidos por estas ideas. En la sesión inaugural del Instituto, el citado Carrillo Flores aludió a los grandes objetivos de las tareas estatales y paraestatales en nuestro país: “primero, realizar las aspiraciones de justicia que la Revolución Mexicana incorporó en la Constitución de 1917 y en sus leyes reglamentarias, y después, promover el desarrollo social, cultural y económico de la nación”. Por lo que toca a la Administración Pública —señaló— los principios fundamentales del Estado democrático “se traducen en el respeto a los derechos de los particulares, en la legalidad como condición y supuesto de toda acción pública y en la división de poderes”.
Me parece relevante señalar, en tal virtud, que ese organismo nació a distancia de la pura competencia de mercado —que puede prevalecer en otras áreas o entre otros protagonistas de la docencia— y de la neutralidad aséptica, llamémosla así, que corresponde a instituciones destinadas a informar a los futuros administradores más que a formar a los funcionarios del Estado social y democrático. El Instituto establecido por Fraga y sus contemporáneos no podría ser un simple difusor de habilidades y pericias para cualquier proyecto y cualquier destino. Surgía a la mitad del siglo XX, cuando aún velaba la utopía revolucionaria. La administración pública, en el marco del Estado social, pretendía abastecer a la República con los elementos que le permitieran ir adelante en su encomienda, gobernada por principios y valores nacionales.
Sergio García Ramírez |
Así habla del patriarca del clan Fraga, un hombre como García Ramírez, alfil del PRI en el IFE y amigo de sus vástagos, quien además fue acusado de psicópata por su ex mujer. ¿Qué más sabremos al final de esta novela?
Luís Videgaray, hijo de familia.
Aunque la temprana muerte de su padre pudo alejar al Cordoba Monotoya de EPN de los círculos de poder, su entrada al ITAM verdadero semillero de la tecnocracia que rige México, se combinó con sus buenas credenciales familiares. Si conoció o no a los abogados Fraga no se sabe pero en los reducidos círculos del poder y sus familias todos terminan cruzados. En los próximos días sabremos si el colérico Videgaray tiene algo que ver con las marullerías de GAP. Cuestión de esperar.
Nos quedamos, de momento, con la descripción que Alberto Aguirre hizo del que podría ser el próximo Jefe de la Oficina de la Presidencia, el doctor Luís Videgaray Caso:
Antes de ser electo diputado federal, en el 2009, Luis Videgaray sólo había tenido una experiencia previa, en materia electoral: dos décadas antes había buscado convertirse en presidente del consejo de alumnos del Instituto Tecnológico Autónomo de México (TTAM).
En aquellos años, el muchacho que pasó muchos problemas para graduarse de la preparatoria, ya se había transformado en un estudiante dedicado, que repartía su tiempo para atenderlas clases de Economía en el ITAM, practicar fútbol (su equipo preferido es el América) y por las tardes, cursar la carrera de Derecho en la Universidad Nacional.
Videgaray tuvo una adolescencia insegura agitada. A los 11 años perdió a su padre, Luis Videgaray Alzaga, y su madre, Guadalupe Caso, se esforzó para sacar adelante a sus tres hijos (los otros dos, Eduardo y Elena).
En la UNAM, se refugió en los amigos, algunos entrañables. De ellos, sólo Félix Vélez está fuera del primer círculo del poder. En cambio, los más cercanos ya ocupan posiciones relevantes: Andrés Conesa, director general de Aeroméxico; Virgilio Andrade, ex consejero electoral; Gerónimo Gutiérrez, ex subsecretario; Florencio López de Silanes, empresario; Raúl Murrieta Cummings, secretario de Finanzas en el Estado de México; Femando Manzanilla, secretario de Gobierno en Puebla…
De todos ellos, el más cercano es José Antonio Meade Kuribreña, actual secretario de Hacienda y compañero de rnil andanzas de Videgaray desde las épocas estudiantiles.
Tarde o temprano todo termina por saberse, ¿verdad?. La maquillada biografía de Luís Videgaray, o de la pobreza al ITAM en apenas 7 años, no resistirá el paso del tiempo.
kikka-roja.blogspot.com
No sé donde consiguieron la foto del "Clan Fraga", pero no fue en la fuente que citan, ya lo verifiqué y, como parte de la familia, exijo que, al menos, pongan el dato correcto.
ResponderBorrarSiempre he estado con el PRD, desde su fundación, más no por eso acepto que pongan una foto de la familia en donde salen mi abuela, mi padre, tíos y tías..., todos menos mi tío Gabino Fraga Mouret, quien aún no nacía.
Es un acto muy bajo querer ensuciar a todas esas personas, la gran mayoría de las cuales son gente buena, honesta, recta, trabajadora y humana. ¿Por qué ponerlos a ellos y no a los presuntos implicados?
Haberlo hecho, es un acto injusto, sucio y cobarde.
¿Por qué no ponen
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