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jueves, 6 de septiembre de 2007

Guadalupe Loaeza

¡Cinco lustros!

Cumplimos 25 años de estar juntas. Se dice fácil veinte y cinco años, y sin embargo es un cuarto de siglo, lo que en lo personal me parece una eternidad.

Querida Sofía:
La semana pasada, tú y yo, cumplimos 25 años de estar juntas. Se dice fácil veinte y cinco años, y sin embargo es un cuarto de siglo, lo que en lo personal me parece una eternidad. Gracias a tus enfoques tan singulares en ese periodo he podido escribir muchos, muchos textos alrededor de temas sumamente diversos que iban de Las Niñas Bien hasta el Partenón del “Negro Durazo”; pasando por las más recientes primeras damas. ¿Te acuerdas del primero que escribimos juntas? Se publicó a fines de agosto de 1982 en el diario Uno más uno, con el título de: Con el Alma en un Hilo y trataba de la conversación telefónica entre dos señoras de Las Lomas que se quejaban amargamente de las devaluaciones que se habían dado durante el periodo de José López Portillo. Quiero decirte, Sofía, que tu mirada me ha sido fundamental y por ello siempre te viviré eternamente agradecida. Sin ella, yo no hubiera podido haber imaginado tantas y tantas cosas, especialmente, acerca de la burguesía mexicana. ¿Te acuerdas de todo lo que nos tachaban a causa de nuestras descripciones? De descastadas, traidoras de clase, incongruentes, arribistas, levanta falsos no nos bajaban. No obstante tú siempre me decías: “No hagas caso. Sigamos adelante. Lo que sucede es que sus más dignos representantes no soportan que los ‘balconeemos’ porque nosotras sí los conocemos bien”. Te confieso que había temporadas en que sí me dejaba caer y me preguntaba qué tan valioso era lo que escribíamos. ¿Te acuerdas que muchas veces te dije que lo mejor sería que nos dedicáramos a otra cosa? “Pongamos un negocio, Sofía. ¿Por qué no abrimos una chocolatería o una oficina de Relaciones Públicas, o una librería o un cafecito con música de nostalgia o, incluso, un cine club que proyectara puras películas viejas en blanco y negro?”, te decía, pero tú siempre te negabas. “¡Imposible! Seguro quebramos. Mejor sigamos con la escritura, con el periodismo que es un oficio tan noble. ¿Para qué entonces me elegiste como tu álter ego? Yo no quiero ser tu socia en un negocio. No se me dan los negocios. Lo que deseo es seguir siendo tu otro yo para que puedas escribir lo que te venga en gana. ¿Acaso no te he servido cuando has escrito cosas bien ‘gruesas’?, ¿cuántas barbaridades has llegado a poner en mi boca?, ¿cuántas veces no me has comprometido cuando has querido denunciar a un funcionario? ‘Como dice Sofía...’. ‘Ayer, me llamó Sofía y me comentó...’. ‘¡Ay, qué cosas se le ocurren a Sofía!...’, has escrito. Claro, tú quedas súper bien; en cambio yo paso por ser tu ‘supuesta amiga’ ignorante, cándida, chismosa, mensa y hasta por una mujer profundamente superficial. Okey. Está bien. No te reprocho nada. Ése fue nuestro acuerdo desde que empezaste a escribir. ‘Así lo convenimos’”, me decías. A pesar de ello, las crisis de inseguridad continuaban repitiéndose. “Ni un texto más a propósito de la gente bien”, te gritaba furiosa. Por otro lado, tengo la impresión que también a ti ya te había fatigado el tema. ¿Te acuerdas cuando te me perdiste durante varios meses y que no aparecías por ninguna parte? “¿Por qué ya no escribe sobre su amiga Sofía?”, me preguntaban algunos lectores. Te confieso que a veces me daba envidia que te extrañaran tanto. El hecho de que te echaran de menos, ¿quería decir que los otros temas que abordaba, y en donde tú no surgías, no interesaban? Entonces, no nada más te pedía ayuda en relación a los tópicos de “la gente bien”, sino que te empecé a incluir en donde hablaba de política. Curiosamente a veces te hacía pasar como la típica burguesa súper reaccionaria, para luego pintarte el corazón de amarillo como lo tienen las verdaderas perredistas. Ah, cómo se enojaban mis lectores a propósito de tus tendencias políticas. “No, Sofía no puede creer en ese pinche partido. Estoy segura que ella o es panista o es priista; pero jamás perredista”, me escribían en numerosos correos. Reconozco que nunca te pregunté por qué partido te inclinabas. ¿Pueden las álter egos actuar con independencia? Me temo que no, Sofía. Y así te lo di a entender. Al principio no te gustó mucho la idea. Pero después y con toda humildad te conformaste. La verdad es que no tenías de otra. ¡Pobrecita! Créeme que a veces te compadecía y me preguntaba: “¿y si yo, Guadalupe, fuera el álter ego de Sofía?, ¿qué papel me daría?”. Con todo respeto, mi querida, Sofía, no me gustaría ser tu álter ego. Temo que te vengarías muy feo y me pondrías en situaciones patéticas y muy pueriles. Sí, sí... ya sé... que yo lo he hecho contigo... y aunque no lo creas, me arrepiento. Es cierto, he abusado de ti a más no poder a lo largo de más de dos décadas. Pero por otro lado, te he hecho famosa, eres como la Claudine de Colette y el Sherlock Holmes de Conan Doyle, mis lectores no nada más te quieren, hasta te extrañan...

No, no, Sofía, no te puedes quejar. Te he incluido en cuentos, en mi primera novela, en centenas y centenas de textos y hasta en conversaciones con mis amigas. Eres, ¡la gran Sofía!, cuyo nombre además de significar “sabiduría” está nuevamente de moda. ¿No has escuchado últimamente un comercial creo que de celulares cuya protagonista se llama precisamente como tú? Lo que haré de ahora en adelante es describirte mucho más sensata y prudente. Te prometo que te haré pasar por una mujer mucho más madura y tolerante. ¿Te gusta la idea? Además, no te olvides que tenemos la misma edad y que ninguna de las dos podemos ocultar la cruz de nuestra parroquia. Es decir que aunque tú y yo lleguemos hasta los 105 años, seguiremos siendo las eternas “niñas bien”.

Bueno, Sofía, te dejo, no sin felicitarte una vez más por nuestros 25 años de convivencia profesional. Creo que tú y yo no nos vamos a separar jamás. Tenemos una relación simbiótica; estamos más unidas que un par de siamesas. No te olvides que juntas hemos crecido (ya no nos cocemos al primer hervor), hemos enfrentado muchos embates y miles de correos agresivos, pero también nos podemos sentir muy orgullosas de nuestro trabajo. Siempre, siempre hemos “dado cumplimiento”, como decían las señoras de antes; a ninguna de las dos nos gusta fallar y hemos procurado ser muy honestas y genuinas. Y una cosa más, muy importante, jamás hemos hecho concesiones. Lo que pensábamos hace 25 años, lo seguimos pensando hoy en día. Es decir, que si juntas leemos nuestro primer texto y uno de los más recientes veremos que “genio y figura hasta la sepultura”.

Gracias por todo, Sofía. GL.

gloaeza@yahoo.com
Felices 25 años !!

Kikka Roja

martes, 4 de septiembre de 2007

Guadalupe Loaeza

¡¡¡ Setenta y siete minutos !!!

Guadalupe Loaeza
He aquí una cándida adivinanza: "Pelo de ángel" y cara de diablillo de pastorela, ¿quién es? ¿No adivinan? Es un personaje político muy importante, es jalisciense, tiene una frente muy, muy pequeña (mide no más de 2 centímetros), su pelo es casi todo blanco y lo peina de una forma muy esponjadita, por momentos parece algodón de azúcar y, dado su puesto, se siente obligado a ir por el mundo con un gesto adusto. No, no es carismático, sino todo lo contrario, sobre todo, cuando miente en sus declaraciones. Él cree que no se le nota cuando dice mentiras, porque se pone muy serio y engola la voz, pero es tan obvio cuando recurre a falsedades que hasta risa da. Imagínense a este alto funcionario del gobierno calderonista declarando a la prensa cosas como: "¿Censurar a la presidenta de la Cámara, Ruth Zavaleta? De ningún modo. Fue un error técnico. Se trató de un problema de producción, todos ustedes (los reporteros) mejor que nadie los conocen. Además, ya se ofrecieron disculpas... ¿Cómo creen que íbamos a censurar, si no somos priistas? No tenemos esas mañas que tanto padecimos los panistas durante tantos años. Nosotros somos muy respetuosos de la libertad de expresión.

Entendemos perfectamente los nuevos tiempos que vive México. Eso de la censura en los medios se hacía en el siglo pasado, pero, ¿ahora? ¡Sería imposible! Les repito, fue un error técnico, que de puritita casualidad le tocó a la presidenta del Congreso, pero claro, también le pudo haber pasado al señor Presidente, pero gracias a Dios no sucedió. ¿Qué cómo supimos tan rápido que se trató de un problema técnico? Porque no los dijo el Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales (Cepropie); es un centro muy profesional, ellos se dieron cuenta de inmediato. Además, ese mismo día a las nueve de la noche repusimos, sin el menor problema, el discurso de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, señora Zavaleta, en todos los programas. Para mí que le fue mucho mejor... ¿Qué si fue un acto premeditado? De ningún modo. Es cierto que sabíamos el contenido del mensaje de la presidenta de la Mesa Directiva, pero lo que no sabíamos es que justo cuando estaba a punto de tomar la palabra vendría este error técnico; eso sí no lo sabíamos. Seríamos incapaces de cortar la señal, porque esto representaría una enorme falta de respeto para el Poder Legislativo. No, los panistas no somos tan burdos, ni tan tontos, ni tan torpes, ni tan tramposos, ni tan autoritarios, ni tan cínicos, ni tan abusivos, ni mucho menos tan mojigatos para cometer esos actos de censura. A Dios gracias, y gracias a los panistas, ya se superaron esas etapas de censura que tanto daño le hicieron a nuestra democracia. Ésos eran los típicos excesos del PRI. Eran los tiempos en que el Informe del presidente de la República podía durar hasta cinco horas, pasando a cuadro en todos los canales de televisión. El domingo apareció, efectivamente, el presidente Calderón en todos los canales de televisión, así como en todas las estaciones de radio, pero nada más ¡¡¡¡¡77 minutos!!!!! No es nada. ¿Dónde está el exceso? Malo hubiera sido si su discurso hubiera durado tres horas o más, ¿pero hablar de todo, todo lo que ha solucionado el presidente Calderón en nueve meses, en tan sólo 77 minutos? Repito, ¿dónde está el exceso? No hubo entrevistas de la familia del Presidente en Los Pinos, no hubo traslado en el vehículo descubierto en medio de vítores y de confeti, no hubo después del Informe el tradicional besamanos, y por último, gracias a Dios, no hubo ni gritos ni sombrerazos, ni máscaras de marranos, ni carteles groseros, ni tampoco interpelaciones. La verdad es que todo nos salió muy bien.

Todo el mundo quedó muy contento con el acto de Palacio Nacional. Mucha gente, al salir, me felicitaba. 'Cómo se ve que los panistas sí son personas civilizadas, que saben organizar eventos sin la asistencia de la chusma que siempre echa a perder todo...', me dijo una señora muy linda. Ahora bien, lo de la presidenta Ruth Zavaleta no tiene la menor importancia, fue peccata minuta, un simple errorcito técnico. ¿Cómo creen que hubiéramos querido censurarla nada más porque dijo 'Les comunico que procederé a retirarme de esta tribuna. No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos'? De ningún modo. Censurarla hubiera sido violar el artículo 6o. de la Constitución, así como la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Con todo respeto digo que la diputada Zavaleta está en plena libertad de pensar lo que ella quiera según sus convicciones y sus principios; pero también la Secretaría, la cual gracias a Dios represento, está en plena libertad en aclarar que el hecho de que lamentablemente se saliera del aire, se debió a un error técnico.

No se olviden que últimamente ha estado lloviendo mucho y que el huracán Dean no nada más hizo daño en los estados del sureste, sino que también afectó algunas instalaciones del Valle de México. No, los panistas no somos como los priistas, ni mucho menos como los perredistas. Nosotros sí somos respetuosos de la ley..."

¿Adivinaron? ¡Claro! "Pelo de ángel" y cara de diablillo de pastorela con una frente diminuta, es... Francisco Ramírez Acuña, secretario de Gobernación. ¿Verdad que dan risa sus declaraciones?


Kikka Roja

martes, 28 de agosto de 2007

Guadalupe Loaeza

Elvira

Guadalupe Loaeza
Dicen que los males no vienen solos... A Elvira Arellano le cayeron varios al mismo tiempo. Primero la orden de deportación, y a decir verdad se había acostumbrado ya a vivir con ella... pero luego, el año pasado, de veras la buscaron los de la migra (aunque ahora tierra adentro, ¿no que nada más estaban en la frontera?) para de veritas regresarla a México. ¿Cómo que la iban a deportar, su hijo, Saulito había nacido allá... ella había trabajado desde 1997... y eso no crea derechos? Se preguntaba una y otra vez, aunque no podía hacerse muchas preguntas porque era necesario actuar, había ayudado a muchos, ¿ahora quién la protegería? Y luego pensaba, ni modo que no, ay híjole, pues tal vez la querían echar pa' fuera por andar defendiendo a otros mexicanos, o salvadoreños, o latinos, no importa... porque para Elvira allá todos son iguales, sí, igualitos.

A Elvira no podían faltarle las críticas que le cayeron encima. Muchas veces ha escuchado a Pilar Marrero que escribe en La Opinión de Los Ángeles, que para qué se metió de activista, que eso le pasó por ir a Estados Unidos "ilegalmente" y tener un hijo de padre desconocido, que debió dejarse arrestar con su hijo y llevárselo... A ella le sucede lo que a muchas mujeres cuando deciden luchar y pararse sobre sus pies, aquí y allá la valentía de las mujeres disgusta a muchos. Pero bueno, la manifestación de protesta por su deportación en esa ciudad sin duda fue importante para Elvira, no sé si para compensar muchos sufrimientos... Elvira es un caso como miles que ocurren diariamente, muchos se ven en su espejo. ¿Por qué el castigo? Por andar de activista, por ir a Estados Unidos como lo han hecho más de 12 millones, y quedarse allá sin papeles. Que quede claro, Elvira Arellano no es una criminal, aunque así se quieran interpretar las leyes de Estados Unidos. Es una mujer trabajadora, con empuje, con iniciativa, que no se sienta a llorar su desventura, que lucha, cruza la frontera, trabaja, tiene un hijo, lo saca adelante sola, se involucra como activista a favor de otros migrantes que viven lo que ella ha vivido. Es, eso sí, una mujer sencilla y humilde, pero muy muy muy valiente. Por eso allá muchos se ven en su espejo. ¿No fue eso la manifestación de Los Ángeles? Elvira sí, trabajó con un número de Seguro Social falso y en 2002 por eso la detuvieron, pero su caso se suma a miles de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos, y también al de miles que son expulsados todos, todos los días. Esperamos que a Elvira le vaya mejor que a otros que son deportadas o deportados: unas solas o solos, otras y otros que se traen a sus hijos. Los dos casos son un infierno, porque volver a adaptarse a no tener ni siquiera el dinero para comprar los útiles para la escuela, o a ganar seis dólares al día en vez de nueve por hora en una tienda o en un restaurante, es difícil, casi imposible. La maldita asimetría, la búsqueda de oportunidades, el empleo que está allá nomás al otro lado, con todo y las dificultades endemoniadas para cruzar y los muertos también, ésos de los que habla Enriqueta Cabrera, autora y compiladora de Desafíos de la migración (editorial Planeta). Si hay un sentimiento utópico es el del poder adquisitivo, y si hay un ámbito valorativo es el de la avidez migratoria... "Nunca pensé quedarme" es muy distinto a "ya me voy", dice Carlos Monsiváis, autor del prólogo. Ahora de nuevo, ¿lavar en un lavadero de concreto? Porque la lavadora desapareció.

No, Elvira Arellano no ha perdido la batalla...

Sin pensar ni detenerse en las Elviras, los políticos envenenan el ambiente, tratan de detener la migración, que ha alcanzado cifras récord como lo recuerdan Wayne Cornelius, Denise Dresser, Rodolfo Tuirán... todos ellos escriben en Desafíos de la migración. Hoy el caso de Elvira dice mucho, porque ahí están los 500 mil indocumentados que cruzan cada año a Estados Unidos, de los cuales casi la mitad son mexicanos, arrastrando peligros y dificultades. Y ahí están también los deportados que lo intentan una y otra vez hasta lograrlo, el drama también es que ahí están los que mueren en el intento de cruzar, cerca de 500 al año... Con esas cifras, pero sobre todo con esas realidades de historias humanas, ¿cómo puede alguien pensar en "desmigratizar" la agenda bilateral con Estados Unidos? Nada más que nos digan qué tema puede ser más importante que ése que toca la vida de millones de latinos y de millones de mexicanos allá y por cierto también acá. O ya se nos olvidó lo que las remesas representan para comunidades enteras, para regiones, para estados como Michoacán o Guanajuato o Zacatecas o... ya ni me quiero acordar de tantos o... Y tenemos que plantearnos ¿qué pasa ahora para 12 millones de indocumentados, casi 7 millones de mexicanos, cuando fracasó la reforma migratoria? El caso de Elvira también forma parte de este drama: del endurecimiento de la política migratoria, de las redadas, de las persecuciones, de las deportaciones, de la acción de policías, de las familias rotas. Nomás una cifra para entender en Elvira el caso de millones de familias: entre 3 y 5 millones de niños de indocumentados nacieron en Estados Unidos y por tanto tienen derecho a la ciudadanía. ¿Y sus padres? Ellos pueden ser echados, deportados.

Elvira muestra otra cosa: que el racismo va adquiriendo carta de naturalización en el país del "melting pot" y de las "libertades y oportunidades" porque a los mexicanos o a los latinos los identifican y persiguen por el color de su piel, de su pelo, de sus ojos. Y ese racismo se plasma en leyes contra los indocumentados, sí, como lo digo, "leyes" estatales y municipales. En el legislativo federal los representantes y senadores más radicales no dejan de presentar propuestas que van desde negar la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos, hasta plantear que se otorgue licencia para disparar contra indocumentados a la Patrulla Fronteriza. La valla y la tecnología también avanzan... ¿Y qué pasa con las transculturalidades, como las llama Lourdes Arizpe, en el mismo libro citado líneas arriba? "Ninguna otra corriente de inmigración a los Estados Unidos ha mostrado el impacto cultural que la mexicana". Culturas en movimiento, eso es lo que vemos día a día. México no puede darse el lujo de seguir con "la política de no tener política" o de posponer el despliegue ambicioso de esfuerzos dirigidos a estructurar respuestas integrales, eficaces y de largo plazo, señala Rodolfo Tuirán. "La región fronteriza se ha convertido en un auténtico laboratorio de integración pero también de los fantasmas de la incomprensión de nuevas realidades", concluye Enriqueta Cabrera. ¿Acaso Elvira Arellano no es parte también de estas incomprensiones que desembocan en dramas humanos?


Kikka Roja

martes, 21 de agosto de 2007

Guadalupe Loaeza

Turandot

Guadalupe Loaeza
La princesa Turandot es extraordinariamente bella, pero terriblemente fría, a la vez. Debido a una venganza ancestral, cuando una princesa fue raptada y violada cruelmente por un bárbaro, odia a los hombres. odo aquel que pretenda casarse con Turandot, deberá responder a tres enigmas, de lo contrario, el pretendiente, correrá el riesgo de que le corten la cabeza. Noventa y nueve hombres originarios de muchas partes del mundo, han corrido con esta mala suerte al no haber sabido contestar correctamente a los tres enigmas. El pobre príncipe de Persia, totalmente enamorado de Turandot, teme morir, al no haber podido dar las respuestas correctas, sin embargo, está dispuesto a todo, con tal de obtener la mano la princesa y el trono de China. No obstante, Turandot, le pide: “no tiente la fortuna”. Pero para la sorpresa de todos, el príncipe va resolviendo, uno a uno, los tres enigmas: “Gloria, gloria, o vincitore”, le aclama las multitudes. Cuando finalmente resuelve el último enigma: la princesa suplica que no se le entregue en los brazos del extranjero”, como una “esclava, muerta de vergüenza”. He aquí, el meollo de la ópera de Puccini, las respuestas de estos tres enigmas: La Esperanza. La Sangre. Y la tercera pregunta que dice: “¿Cuál es el hielo que te inflama?” Por un momento, el príncipe Calaf duda un poco, pero en seguida responde más convencido que nunca: “¡Turandot!”. El príncipe ha triunfado. El emperador y el pueblo declaran que el juramento obliga y Turandot debe aceptarlo. No obstante la princesa, quien es más mala que Medusa, llamada también como la “princesa hielo”, protesta y pregunta al príncipe si la quiere conseguir por la fuerza a lo que él resplica que no y le ofrece, a su vez, una última oportunidad, si ella descubre su nombre antes del amanecer, él está dispuesto a morir. Finalmente, él mismo confieso su nombre, es Calaf, hijo de Timur. Ahora, si ella quiere, puede mandarlo matar. Pero para ese momento, Turandot, ya se ha dado cuenta de la pasión que le provoca su pretendiente. Dirigiéndose hacia el Emperador, su padre y a todo el pueblo, les dice que ya conoce el nombre del extranjero, es... ¡Amor!

Romántica como soy, confieso que la ópera de Giacomo Puccini, “Turandot”, me encantó. Por otro lado, confieso, que nunca la había escuchado antes, por eso durante la superproducción operística, agradecí a los organizadores y al Auditorio Nacional la monumental puesta en escena y la maravillosa voz del bajo, Ariel Cazez; así como la de la soprano argentina Paula Almerares y al tenor mexicano José Luis Duval. El vestuario de Anibal Lapiz es espléndido. La música en vivo estuvo a cargo de la Orquesta Estable del Teatro Colón, dirigida por el maestro estadounidense, Stefano Lano. Hay que decir que Turandot es una producción entre el Teatro Colón de Buenos Aires, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la empresa de entretenimiento de Ocesa. Por más costosa que pudo haber resultado, no hay duda que valió la pena la transportación de los 250 vestidos de la época, los 300 pares de zapatos y una escenografía grandiosa, cual incluyó esculturas gigantescas de guerreros chinos y un enorme bong, así como artefactos de guerra gracias a los cuales pudimos viajar hasta la China imperial. En los dos entreactos me pude percatar de la cantidad de jóvenes y de señoras de tipo de ama de casa, que tal vez no se animen ir a Bellas Artes para escuchar una ópera. Estoy segura que ellos y ellas también se sentían muy “regalados” y privilegiados de presenciar un espectáculo de tal calidad. Pero de lo que más me felicitaba es que a ésas horas, diez de la noche, no estuviera viendo las noticias en la tele, (no obstante no pude evitar de acordarme Zhenli Ye Gon y hasta me puse triste por su esposa que sigue encarcelada y que no ha podido recuperar sus joyas). Estaba contenta de que en mi país, no nada más fuéramos testigos de tantas malas noticias, sino que podíamos darnos el lujo de escuchar y admirar una ópera tan original como Turandot. Esa noche, en efecto, “el amor”, había triunfado sobre el “odio” a las eternas malas noticias, entre un público muy numeroso. Después de conocer la próxima programación del Auditorio Nacional, me felicité que tuviera una cartelera tan variada, la cual presenta artistas extranjeros y mexicanos de gran trayectoria, que van desde el género del rock hasta el pop, pasando por la trova y la música alternativa, tales como Scorpions, (la más famosa banda alemana de hard rodk y heavy), al maravilloso Caetano Veloso quien estará a partir del 23 de agosto; Enrique Guzmán, quien celebrará el 24 de agosto, sus 50 años de carrera artística; Oscar Chávez, Yahir, hasta Yuridia.

¡Qué feliz hubiera estado, Giacomo Puccini (1858-1924), esa noche del viernes en el Auditorio Nacional, ante el éxito de su opus póstumo. ¡Qué complacido hubiera estado al ver a todo ese público de pie, aplaudiendo su ópera inconclusa que terminara Franco Alfano. Dos décadas después de Madama Butterfly, Puccini volvió al Extremo Oriente- en esta ocasión, China- para desarrollar la que fuera una de sus mejores obras, Turandot. Una ópera que gozó de una gran aceptación desde su peculiar estreno en 1926, dos años después de la muerte del compositor en Bruselas debido a un cáncer en la garganta. Turandot" se estrenó en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926 con la particular anécdota de que el propio director, Arturo Toscanini, en la escena de la muerte de “Liù” una enamorada del príncipe, paró la orquesta y se dirigió a los asistentes al estreno diciéndoles que "Aquí se acaba la ópera del maestro, es en esta página cuando murió". El resto de la ópera fue compuesto, a partir de bocetos, por Franco Alfano, que respetó las ideas de Puccini.

Por último queremos imaginar cómo hubiera contestado un pretendiente mexicano postmoderno a los tres enigmas que le hubiera puesto, como prueba, la princesa Turandot. Para él, seguramente la “esperanza”, hubiera sido irse a trabajar del otro lado. La “sangre”, toda aquella que se ha derramado en Oaxaca y la que se sigue derramando a causa del crimen organizado. Y al preguntarle: “¿Y cuál es el hielo que te inflama… (pero de coraje)?” Tal vez unos hubieran contestado: “¡Elba Esther Gordillo!”. Y otros quizá hubieran respondido: “Todos aquellos periodistas culturales mexicanos que se pasan su tiempo buscando el prietito en el arroz de espectáculos tan maravillosos como el de Turantdot…”.
Jajajaaa ¡¡¡está buenísimo!!! Ahora resulta que todos los males son por una mujer fría... de tan fría que quema.
¡¡¡La foto!!!

Elba Esther Gordillo y Josefina Vázquez mota

Algo me dice que la maestra tiene miedo. Pero, ¿de qué? He allí el enigma... ¿No estará, últimamente, oyendo pasos en la azotea? “El pintor construye, el fotógrafo revela”. Susan Sontag

La veo y la vuelvo a ver. La miro de nuevo y observo detenidamente la expresión de Elba Esther Gordillo, la cual contrasta abismalmente con la de Josefina Vázquez Mota. De pronto, sonrío al recordar lo que escribió a propósito de la foto nuestro compañero Germán Dehesa: “Parecía la madrastra de Blanca Nieves, o Blue Demon, o villana interplanetaria del cine nacional...”. Respecto a lo que dice de la maestra no podía estar más de acuerdo. Tanto su rostro como su actitud dan miedo. “No, no me gustaría ser su enemiga, pero tampoco su amiga...”, me digo aterrada. “¿Qué estará pensando?”, me pregunto mientras miro la foto una y otra vez. Bien decía el actor británico Dirk Bogard: “La cámara puede fotografiar el pensamiento”. Dejo volar mi imaginación: “El hecho de que la maestra se encuentre con los brazos cruzados denota que está a la defensiva. ¿De qué o de quién se estará defendiendo? Las comisuras hacia abajo de sus labios pintados de rojo demasiado encendido muestran enojo, lo cual hace su boca parecer todavía más tirante. ¿Por qué aparece tan enojada la maestra? Es evidente que se encuentra incómoda. Hay algo en la rigidez de su cuerpo que me preocupa. ¿Se deberá a la molestia provocada por las varillas de una faja?, ¿se habrá encontrado en ese momento particularmente tensa? Observo con cuidado su saco (¿tweed?) seguramente muy fino y caro; me pregunto: ¿por qué, si ella no tiene pescuezo, usará un cuello tan alto, a tal grado que no pudo abotonárselo completamente?, ¿para darse más importancia?, ¿estará mala de las anginas? Este cuello me recuerda al de los uniformes que usaba Trujillo, el dictador de República Dominicana. Sus mangas largas, demasiado ajustadas, ocultan unos antebrazos probablemente gorditos. No hay duda, le aprieta el saco. Me concentro en su cara y me intriga la forma de sus ojos demasiado separados uno del otro. Su mirada es dura, parece muy alerta, como si estuviera buscando apoyo en otra mirada. Está maquillada seguramente por una mano profesional que sabe sacarle el mejor provecho a un rostro demasiado operado. Sus cejas están perfectamente bien delineadas y sus pómulos ligeramente pronunciados gracias al blush on en tonos ocre. La maestra se ve bien peinada; tanto el largo como el color del tinte de su pelo, la favorecen. Pero... ¡Lástima de actitud! Como diría el filósofo alemán, Ludwig Wittgenstein (1889-1951): “El cuerpo humano es el mejor retrato del alma...”. Por lo que se refiere a la maestra Elba Esther Gordillo es cierto que se trata de una mujer política con mucho “colmillo” y de una lideresa de un sindicato muy importante, pero pienso que no por ello tendría que mostrarse públicamente tan aterradora, pero sobre todo, tan retadora. ¿Qué habrá detrás de esa aparente armadura que parece protegerla de cualquier tipo de atentado? Algo me dice que la maestra tiene miedo. Pero, ¿de qué? He allí el enigma... ¿No estará, últimamente, oyendo pasos en la azotea? Quién no nos dice que en su fuero interno, Gordillo, no sufre de una enorme vulnerabilidad. A lo mejor no está tan segura de sí misma como aparenta. A lo mejor cree que está perdiendo poder o que podría perderlo de la noche a la mañana. ¿Qué tanto podrá confiar realmente en la gente que la rodea, y en sus delegados, que de dientes para afuera le dicen que sí a todo?, ¿tendrá, la maestra, la conciencia tranquila?, ¿dormirá bien por las noches?, ¿cuántos secretos conocerá? Dice la fotógrafa Diane Arbus que una fotografía es un secreto acerca de un secreto y que mientras más te dice, menos sabes. Si le dibujara un “globito” arriba de su cabeza, qué pensamientos imaginaría: “Mira, Josefina, conmigo no te metas... Porque el que me busca me encuentra... Además, el Presidente ya me dijo que no me preocupara, que porque en muy poco tiempo... habrá... cambios en el gabinete... Ya verás que quien ríe al ultimo, ríe mejor...”. Ay, qué miedo.

¿Quién dijo que no había nada más terrible que dos mujeres de poder confrontadas? Vayamos, pues, con Josefina Vázquez Mota. También ella es muy política y sabe perfectamente lo que quiere, pero sobre todo, lo que no quiere... Su estilo de hacer política es totalmente opuesto al de su “enemiga”. Ella tiene otras estrategias y otros caminos para lograr sus metas; es, en primer lugar mucho más conciliadora que la maestra y algo muy importante para una política, no tiene cola que le pisen... De allí que su expresión en la fotografía resulte mucho más relajada. Los jóvenes dirían que se ve: cool. Josefina lleva también un saco de corte muy clásico (¿Carolina Herrera?), el suyo es blanco, en “V”, lo cual hace que su cuello (un poquito tenso) luzca más largo. Su rostro y sus ojos miran hacia la maestra. Y al verla así de enojada seguramente no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa. ¿Qué querrá decir exactamente esa sonrisa?, ¿tendrá que ver con una cierta compasión por el estrés de la maestra? O bien, sonríe para relajarse. Respecto a lo que escribiría en el “globito” de Vázquez Mota imaginaría algo como: “¡Pobre mujer! Ha de estar en estos momentos con muchas presiones... ¿Por qué habrá venido a una escuela de primaria con tantos delegados? Yo creo que ni en su sindicato la quieren. Con razón inspira tanto miedo con esa actitud y con ese físico. ¡Pobre mujer!”.

Por último quiero felicitar a Gabriel Jiménez, fotógrafo de nuestro periódico, por esta foto tan reveladora, la cual supo captar, en el lapso de un instante, a dos mujeres cuyas historias personales y perspectivas en la vida son tan opuestas como el agua y el aceite. Además supo captar el lenguaje corporal de cada una de ellas, gracias al cual pudimos imaginar no nada más lo que tenían en la cabeza, sino en su alma...

Gracias al lente indiscreto de Gabriel: ¡caras vemos y corazones sí sabemos!

gloaeza@yahoo.com



Kikka Roja

miércoles, 15 de agosto de 2007

Guadalupe Loaeza

V-e-r-a-c-r-u-z
Guadalupe Loaeza
Me fui desde el miércoles de la semana pasada. La perspectiva de ir a Veracruz me daba mucha ilusión. Volver al puerto, después de haberle dedicado durante varios meses todo un capítulo completito como parte de la biografía de Agustín Lara, me provocaba una extraña emoción, estaba segura de que ya no lo vería con los mismos ojos, sino con los del músico poeta, tal como sucedió. Debo decir que en esta ocasión el motivo de mi viaje no era la nostalgia por el compositor, sino una cita muy importante con ¡mil mujeres! María de Lourdes Baez fue la que me invitó para hablarles de equidad e igualdad de género a este grupo de ciudadanas quienes además de encontrarse preocupadas por sus derechos, están muy interesadas en que el próximo 2 de septiembre gane su candidato de la alianza Fidelidad por Veracruz para la presidencia municipal del puerto jarocho.

Confieso nunca haber apoyado antes a un candidato del Partido Revolucionario Institucional, pero en tratándose de una persona como el doctor Jon Rementería Sempé, no lo dudé ni un minuto. La noche del mismo día en que llegué, Patricia Coello, su mujer, me invitó a merendar junto con otras mujeres del grupo organizador, para que pudiera conocer mejor a Jon. Cuando llegamos él todavía no había llegado, estaba en un acto de campaña. Eran cerca de las once de la noche, cuando de pronto vi llegar a un señor muy bien parecido cuyo físico me recordó al del doctor Juan Ramón de la Fuente. En seguida, lo que me llamó la atención fue que llegara con una sonrisa sumamente cálida, la cual no desapareció en prácticamente toda la noche. A esas horas, nosotras ya estábamos cenando unos deliciosos tamales de masa no cernida, como los hacen en Veracruz. Después de saludarnos a todas muy amablemente, tomó su lugar en la cabecera de la mesa. No tardé mucho tiempo para darme cuenta que Jon era un hombre de una sencillez apabullante. Por añadidura, cuenta con una cualidad muy afortunada tanto para un hombre político, como para un médico, tiene cara de gente decente, es decir que a él sí le compraría un coche usado, además de pedirle una cita para una consulta. Con toda naturalidad empezó a contarnos acerca de sus abuelos paternos, quienes habían llegado a México desde Bilbao en 1902, año en que fundaron una tienda de ropa que se llamaba El Importador y que se encontraba en la calle de Independencia, la gran calle comercial de Veracruz. Asimismo, se refirió a sus bisabuelos maternos de origen francés, nacidos en Pau, su tatarabuelo fue cónsul de Francia en Veracruz a fines del siglo XIX; de ahí que el candidato de 48 años domine tan bien la lengua de Molière. Egresado de la Facultad Miguel Alemán Valdés de la Universidad Veracruzana, realizó estudios de especialización en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán de la Ciudad de México. Nos dijo, igualmente, que había sido becado en la Universidad de Niza, Francia, y que durante dos años había sido secretario de Salud en el gobierno de Fidel Herrera. Pero cuando sus ojos brillaron más fue cuando habló de sus dos hijas: Ainara y Zuriñe. Cuando le pregunté por qué quería ser presidente municipal con toda esa trayectoria tan rica, me contestó muy convencido: "Porque yo quiero la transformación de un nuevo Veracruz, más bello, más justo, de mayor bienestar y mayores oportunidades para nuestros hijos y nuestros nietos". Se lo creí. Sentí que lo que dijo le había salido tanto del corazón, como de la cabeza.

A la mañana siguiente, antes de irnos al Club de Leones donde se llevaría a cabo la conferencia, Lulú me llevó a desayunar a La Parroquia. Había un sol espléndido. La luz era maravillosa. Y la temperatura de casi 40 grados me envolvía como si se tratara de un abrazo cálido y suave. Cuando llegamos, con lo primero que nos topamos en la banqueta fue con una marimba que tocaba Farolito. Me paré en seco. En seguida, no pude evitarlo y empecé a cantar con la mano en el corazón y mirando hacia el mar. Los músicos me miraban extrañados, no daban crédito de encontrarse frente a una señora tan romántica. Por mi parte estaba feliz de estar en el Veracruz de Agustín Lara. Quería que su canción le llegara hasta donde se encontrara y con ella decirle lo que un día escribió, en 1961, en la "Casita Blanca" (hoy museo): "Lejos de volar a mi ventana, procuro ver el mar, ese mar tranquilo y sereno de mi lindo Veracruz. Procuro tener mi sala cerrada, prolongo una oscuridad donde se baña mi emoción en este estado puro, un poco de pereza, esa pereza jarocha de infinita complacencia...". Sí, estaba tan contenta y tan emocionada que desayuné por Agustín Lara y todas sus mujeres: tomé un "lechero" riquísimo al que le sumergí una "canilla"; comí unos huevos "tirados", una "bomba" con mantequilla. Y por último me zampé una "champola" de chocolate. La digestión pasó sin la menor dificultad. Dos horas después hubiera podido pedir exactamente lo mismo.

En el salón Reynas, no había mil, sino mil 500 mujeres. Después de que leí el texto: "¿Ser o no ser sumisa?", el candidato Rementería dijo como conclusión: "La mujer es el baluarte de la familia mexicana; es ella la que tiene esa enorme responsabilidad de la formación de nuestros hijos. Lo que es fundamental es darles herramientas para que ellas puedan construir un futuro mejor para ellas y sus familias. Deben creer en ellas. Ellas pueden y se merecen un mejor presente y un futuro mucho mejor. Pero sobre todo que no sean sumisas". De lo que nunca me enteré cuando finalizó el evento fue lo que sucedió en tanto salían todas esas señoras, más convencidas que nunca de su candidato, a las puertas del Club de Leones.

Unos minutos antes de que finalizara el acto llegaron dos camionetas con gente del PAN y su candidato a la alcaldía, Julio Saldaña. Con una actitud prepotente y soez, dicen que el panista llegó gritando: "a la que vean menos fea la convencen y se la traen para acá". En seguida, sus acompañantes empezaron a distribuir publicidad a todas las mujeres que se dirigían hacia sus coches. Dicen que en esos momentos bajaron unos hombres de las camionetas con garrotes, amedrentando y asustando a las señoras ahí presentes. Dicen que se alteraron los ánimos y que casi se liaron a golpes con el chofer y el asistente de la señora Rementería. Al ver el candidato del PAN que era reconocido, emprendió la graciosa huida para entrar de sorpresa a una reunión de cristianos, que se realizaba en el mismo Club de Leones. Pero como las priistas no son sumisas, tomaron la publicidad que les habían distribuido y la llevaron al basurero.

Después de enterarme de este zafarrancho, no me queda más que decir en honor a Lara: Veracruz vibra en mi ser/ algún día hasta tus playas lejanas/ tendré que volver... al municipio gobernado por Jon, adicto también al compositor veracruzano.

gloaeza@yahoo.com

Emociones Encontradas
16 Agost 07
Soy de las que pienso que no hay nada como vivir en pareja, especialmente, a su edad y en su circunstancia.
Queridos Cristina y Germán:

Les escribo esta carta con motivo de su próximo matrimonio. Los felicito. ¡Qué bueno que finalmente decidieron casarse! Soy de las que pienso que no hay nada como vivir en pareja, especialmente, a su edad y en su circunstancia. Además, hacía 30 años que ustedes ya habían establecido una entrañable amistad; una amistad llena de complicidades y de mutuos recuerdos. ¿Acaso no solían salir en parejas y hasta viajaban juntos? Germán con Miriám y Moisés con Cristina. ¿Quién les hubiera dicho que, al quedar viudos, el destino los volvería unir?, ¿qué hubieran pensado Moi y Miriám de este reencuentro tan azaroso?, ¿qué tanto gusto le hubiera dado a Miriám que su mejor amiga se hubiera casado con su marido, ya viudo? Y, ¿qué hubiera dicho Moi que su gran amigo del alma se hubiera matrimoniado con su esposa, ya viuda?, ¿se puede ser desleal con el amigo o con la amiga, incluso después de muertos? He allí la pregunta que ambos se preguntaron varias veces, llegando a la conclusión de que finalmente tanto a Moi como a Miriám les hubiera dado mucho gusto. No obstante su relación empezó a provocarles emociones encontradas. Emociones que por momentos parecían reprimir sus sentimientos. Dicho lo anterior, el que lo tenía más claro de los dos, eras tú, Germán. De plano un buen día te presentaste al departamento de Cristina y le dijiste que te querías casar con ella. Pero con lo que no contabas era que Cristina estaba en plena mudanza, a punto de partir para Cancún, porque ya estaba harta de la ciudad, especialmente del tráfico de Polanco donde vivía. Sí, Cristina ya estaba cansada de su trabajo como diseñadora de interiores, le urgía experimentar una nueva vida. En cambio tú, Germán, no te iba tan mal en tu tienda de tapetes. Lo único que lamentabas, sin embargo, es que tu relación con tu hijo no era nada buena. Te sentías solo por eso decidiste pedirle, de rodillas, la mano a Cristina.

Créanme que su caso, aunque me conmovió, me provocó muchas dudas. ¿Qué tanto celebraría personalmente el hecho de que mi marido, yo ya muerta, le propusiera matrimonio a mi mejor amiga? Sinceramente creo que a mí me daría el soponcio... ¿Por qué?, ¿por egoísmo?, ¿por celos?, ¿por paranoia?, o, simplemente, ¿por coraje? Me temo que por todo lo anterior junto. Bueno, pero ¿por qué me importaría si yo ya estaría dos metros bajo tierra? Por eso precisamente. ¿Por qué diablos, entre todas las mujeres del mundo, mi marido ya viudo, habría escogido a mi mejor amiga, la que mejor conozco, como su futura esposa?, ¿no es acaso evidente que siempre terminarían hablando de mí? De hecho, así les sucedía a ustedes dos. En un momento dado tú, Cristina, le comentas a Germán lo que te había dicho Miriám respecto al tamaño de su “pizarrín”, bautizado con el nombre de “Pancho”. Y tú, Germán, claro te pones furioso por la indiscreción que le hizo tu mujer. He allí los riesgos que tendrán que afrentar, espero que con inteligencia, pero sobre todo con amor en su próxima vida juntos.

Seguramente su historia de amor hará pensar a mucha, mucha gente. Tú, Germán, judío, viudo de 65 años y tú, Cristina, católica, también viuda y de 60 años. Una pareja de la tercera edad que se da la oportunidad de rehacer su vida y de volver a ser felices. Les confieso que desde que los conocí de inmediato me percaté que podían formar una pareja muy pareja. Sobre todo cuando los vi bailar. Ah, qué bonito bailaban la música de los Beatles, el rock and roll, el chachachá, el mambo, el twist, el jarabe tapatío, pero especialmente el danzón. Se los juro que cuando los vi contonearse de esa forma tan sensual me dije: “este arroz ya se coció”. Bueno, bailaban con tanta coordinación que hasta mariposas sentí en el estómago... Hay que decir, Germán, que en ese momento Cristina todavía no te daba el sí. De hecho, ella era, de los dos, la que estaba más renuente con la idea de que se casaran. Moderna y libre como eres, Cristina, lo que querías era vivir tu vida sola. A pesar de ello, en un momento dado, te refieres a tu soledad: “Cuando llego a una fiesta, siento que todos me miran de una manera especial. Termina la fiesta e invariablemente tengo que pedir mi taxi para irme. Pero lo peor es cuando llego a mi casa, en ese momento es cuando me digo que estoy sola, muy sola” dices con cierta amargura. ¡Cuántas mujeres sesentonas viudas o divorciadas se han de sentir así de solas, como tú! ¿Verdad, Germán, que para los hombres que se encuentran en esta misma circunstancia la película es totalmente distinta? No digo que ustedes no puedan llegar a sentir esta misma soledad, pero basta con que sean hombres para que de inmediato encuentren la compañía que quieren. En efecto, tanto para la mujer como para el hombre de la tercera edad, hoy por hoy, la soledad provoca muchas emociones encontradas; por un lado se disfruta de cierta libertad, pero por otro, después termina una por odiarla. ¿Habrá sido por eso, Cristina, que finalmente le dijiste que sí, porque en el fondo deseabas una vida de pareja para compartirla, para bailarla, para platicarla, para jugarla y hasta para sudarla con alguien?,

¿saben a quiénes me encantó conocer, gracias a ustedes? A Rafa y a Carlos, los dos jóvenes que te ayudaban a empacar tus cosas, Cristina. ¡Qué muchachos tan simpáticos! Eso sí, un poquito entrometidos, pero muy profesionales. Sobre todo Rafa el “mudancero” más ético y sensible de todos los mudanceros.

Por último déjenme decirles, mis queridos Cristina y Germán, que su historia de amor me hizo mucho reír, llorar y pensar. Ambos me dejaron con muchas emociones encontradas. Por un lado, me felicité por su feliz unión, y por el otro, lamenté que Cristina no hubiera realizado su sueño de irse a Cancún para vivir su libertad.

Afectuosamente. GL.

Querida y querido lector, si quieren ustedes conocer en persona a Cristina y a Germán les recomiendo, de todo corazón, que vayan al Teatro Manolo Fábregas (Serapio Rendón 15) a ver Emociones Encontradas del escritor estadounidense Richard Baer (autor de Hechizada, La familia Monster y MASH). Una obra inteligente, amena, vital, emotiva y muy, muy divertida, interpretada por Julieta Egurrola en el papel de Cristina y Héctor Bonilla, en el de Germán. La espléndida dirección también es de Héctor Bonilla, junto con Jaime Matarredona. Los “mudanceros” geniales se llaman Fernando Escalona, como “Rafa” y Juan Carlos Medellín, como “Carlos”. Y los productores son: Morris Gilbert y Federico González Compeán.

No, nunca olvidaré a la entrañable pareja de Cristina y Germán.

gloaeza@yahoo.com



Kikka Roja

miércoles, 8 de agosto de 2007

Guadalupe Loaeza

Cáncer en Oaxaca

Guadalupe Loaeza
En lo que se refiere a derechos humanos, nuestro país está enfermo; padece de "un cáncer con raíces largas". Aunque las y los mexicanos ya lo sabemos, resulta muy doloroso que una organización tan importante como Amnistía Internacional (AI) (que ha ganado el Premio Nobel de la Paz) venga a confirmárnoslo en la persona de su secretaria general, Irene Khan. La activista originaria de Bangladesh reiteró que existen fallas sistemáticas en la justicia mexicana, pues en México se percibe una y otra vez la incapacidad de procurar justicia por parte de las autoridades y, por ende, se propicia la impunidad. Esto también ya lo sabemos; sabemos que nuestra impunidad también es como un cáncer que requiere ser abatido. Sabemos que ya sea en Ciudad Juárez o en Guerrero, Yucatán o Atenco, o en cualquier otro lugar de México, las historias contra los derechos humanos son muy semejantes: "el fracaso en obtener justicia por violaciones a los derechos humanos, frecuentemente una negación de parte del Estado y, en muchos casos, la colusión de las autoridades", dijo Khan, egresada de la Harvard Law School, cuya experiencia data de 1979, año en que empezó su labor como activista en la Comisión Internacional de Juristas.

Antes de que vinieran Irene Khan y la comitiva de Amnistía Internacional a nuestro país para realizar una gira de trabajo (especialmente por Oaxaca) y de que escuchara 12 testimonios de los familiares de los desaparecidos durante la "guerra sucia", así como el de la periodista Lydia Cacho, ya sabíamos de la responsabilidad que tiene el gobierno de Ulises Ruiz en relación a las violaciones cometidas a los oaxaqueños. Ya sabíamos de sus humillaciones y de lo abandonados que se encuentran respecto a las autoridades de su estado. Entonces, si ya lo sabemos, ¿por qué tenemos que esperar que Amnistía Internacional venga a recordárnoslo? ¿Por qué si existen estas violaciones a los derechos humanos documentados en Oaxaca entre julio del 2006 y abril del 2007 no sabemos de ningún tipo de averiguación seria? ¿Por qué esperar hasta que AI redacte un informe titulado "Oaxaca: Clamor por la Justicia", en donde se manifiesta que 18 personas han muerto violentamente en Oaxaca y en donde se habla de uso excesivo de la fuerza pública, detención arbitraria, malos tratos y tortura, amenazas, hostigamiento y violaciones? ¿Acaso no es evidente para todo el mundo que estas fallas del sistema tienden a afectar más a la sociedad más marginada: los pobres, los indígenas y las mujeres? ¿Por qué México tiene que pasar ante los ojos de todo el mundo como el país en donde se violan las garantías individuales sin que nadie se responsabilice? ¿Cómo se podrían impedir nuevas violaciones si la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no ha investigado todos estos abusos no obstante saben que participaron funcionarios y empleados de instituciones municipales, estatales y federales? En este aspecto, mi país me da vergüenza y me pregunto, ¿cómo diablos podríamos extirpar este terrible cáncer con raíces tan largas, si allí sigue Ulises Ruiz?

El pasado 31 de julio, Irene Khan presentó su informe a funcionarios del gobierno estatal. El patán del gobernador Ulises Ruiz no nada más llegó tarde a la cita, sino que se atrevió a decir que el reporte del organismo internacional había sido escrito por consejeros de la APPO, "Nosotros no compartimos el informe de Amnistía Internacional. Quienes escriben el informe, incluso son consejeros de la APPO... Mi impresión es que está muy parcializada la información. No hay conflicto en Oaxaca -afirmó-, éste culminó el año pasado con las negociaciones políticas y económicas con el magisterio oaxaqueño, aunque sigan con inconformes de la APPO", dijo con toda su ignorancia e irresponsabilidad. Seguramente el gobernador ignora que personal de Amnistía ha visitado Oaxaca en cuatro ocasiones, y que en ellas se ha entrevistado con sectores amplios de la población, incluyendo representantes del estado.

Es evidente que su actitud decepcionó terriblemente a Khan y lamentó que el gobernador haya tomado con tan poca seriedad el trabajo de Amnistía. "La reputación de AI habla por sí misma, nuestra organización ha ganado ya un Premio Nobel de la Paz. Queremos dejar en claro que quienes redactan nuestros informes son relatores que se encuentran en la sede de Londres", destacó.

¿Por qué se habrá puesto tan nervioso Ulises con el reporte de Khan? ¿Por qué lo habrá descalificado con esa vehemencia? ¿Será por machista? ¿De qué tendrá tanto miedo? Lo que es un hecho es que Ulises Ruiz es el cáncer de Oaxaca.

La que ciertamente no tiene un ápice de temor es Irene Khan. Hace unos días participó en un chat organizado por nuestro periódico (reforma.com) en donde la abogada consideró que la administración de Ulises Ruiz no ha hecho nada para proteger a la ciudadanía oaxaqueña. Incluso, durante la plática con los ciberlectores, se refirió a las acciones de la APPO cuando afectaron a miles de niños al no poder asistir a la escuela, al uso de armas y a la quema de edificios: "No estamos diciendo que todos los abusos han sido cometidos por las autoridades, pero la mejor manera es investigar de forma independiente e imparcial, y determinar qué es lo que está pasando... al promover los derechos humanos queremos promover la estabilidad y seguridad para todos los oaxaqueños", sostuvo.

¿Por qué los afectados por violaciones a sus derechos humanos terminan siempre acudiendo a las instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? Porque en su país se les niega la justicia, como es el caso de Aurora Cortina, a quien hace un año le fue admitido su asunto por el que fue cesada del Tribunal Fiscal que fundó su padre, Alfonso Cortina, por haber escrito un artículo en que proponía la creación de una carrera judicial y el Consejo de Judicatura. Hay que decir que estas reformas ya están incorporadas en la ley orgánica del tribunal faltando únicamente su promulgación por el presidente de la República. Si el Estado mexicano no llega a una negociación con la Comisión Interamericana para que Aurora sea reintegrada a su antiguo puesto, el gobierno de México se verá en la vergonzosa situación de que la comisión dicte una resolución en su contra. Ésta es la primera vez que un tribunal mexicano está demandado ante un tribunal internacional.

Es muy penoso que estas dos instancias internacionales, la de la Comisión Interamericana y la de Amnistía, sean las que tienen que corregir las violaciones a nuestros derechos humanos. Por eso insisto en decir que en este aspecto, mi país me da vergüenza y mucha pena por su "cáncer con raíces largas...".


¿Uno menos?

El tiempo pasa volando... Pero piensa en todo lo que has aprendido a toooooooodo lo largo de tu laaaaaaarga vida. Estás más sabía. Eres cada día más tolerante.

El domingo es tu cumpleaños... ¡¡¡Uno más…!!! No, más bien... ¡uno menos! Ese día habrás terminado una década para empezar otra. ¿Estás aterrada? Es normal... A partir de una cierta edad no hay nada que aterre más como el paso del tiempo. Y vaya que ha pasado... Últimamente sientes que vuela, por más que quieres retenerlo tienes la sensación de que se te escapa por entre los dedos. “Ya no hay tiempo, ya no hay tiempo”, te repites obsesivamente. A tu edad ese tipo de reflexiones también son normales... El tiempo, he allí un concepto que en los últimos meses te está dando muchas vueltas en la cabeza. “¿Cuánto tiempo ha pasado?, ¿qué tan rápido está pasando? Y, ¿cuánto falta por pasar?”, te preguntas mortificada. Habría que preguntarse asimismo respecto a ¿qué? Hace unos días te atreviste a preguntarle a la licenciada Borges, alta funcionaria de “Mi Casita”, ¿cuánto tiempo te faltaba por terminar de pagar la hipoteca de tu departamento? “Veinte años”, te contestó muy seria. “¿¿¿¿¿¿¿¿¿Taaaaaaaaaaaaaaanto????????? Pero si llevo pagando desde hace años”, agregaste completamente fuera de ti. “No han sido tantos, señora. Nada más lleva dos años pagando. Por cierto con bastante irregularidad”. Claro, para ti esos 24 meses te han parecido una eternidad por todos los esfuerzos que te han implicado liquidar una ínfima parte de tu enoooooorme adeudo. Pero, ¿qué representa ese pequeño lapso al lado de las dos décadas que aún te faltan por pagar? ¡Nada!, ¿te has puesto a pensar qué edad tendrás cuando finalmente termines por liquidar tu hipoteca? Es muy fácil. Sumemos, si el domingo efectivamente cumples 61, en 20, serás una respetable anciana de... ¡¡¡¡¡¡¡ochenta y un años!!!!!, ¿te das cuenta? Pues, a ver cómo le haces, querida, pero a fuerza tienes que llegar a esa edad para que finalmente te puedas sentir propietaria de tu loft. Olvídate de dejarle deudas a tu marido o a tus hijos... Lo pagas porque lo pagas... Por lo pronto, lo que puedes hacer es disfrutarlo y mucho. Recuerda que cada metro cuadrado representa muchos intereses de un patrimonio que en los próximos años puede costar el doble de lo que lo compraste. ¡Qué felices se pondrán tus herederos cuando les toque a ellos!, ¡con qué amor te recordarán cada uno de tus sacrificios! Es eso lo que tienes que privilegiar... En el bien, física y moralmente, que les heredarás.

Sí... el tiempo pasa volando, sobre todo a tu edad. “¿Cómo que tengo tantos años si soy la menor de mis hermanos?”, insistes ilusamente en preguntarte. En efecto, seguirás siendo la séptima de tu familia, pero eres la número siete ya entrada en la tercera edad. ¿Recuerdas lo que te pasó hace apenas unos meses? Un sábado por la noche te dirigiste a la taquilla de boletos del cine de arte de Polanco. El joven te preguntó que si ya habías cumplido 60 años para que te vendiera boletos de la tercera. Asentiste no sin vergüenza, y al preguntarle si quería que le mostraras tu credencial de elector, te miró, para en seguida decir: “No hace falta, señora, muchas gracias”. ¿Cómo que no hacía falta?, ¿qué quería decir con eso?, ¿qué llevabas en la cara la prueba tus seis largas décadas? “¡Qué irrespetuoso!”, tuviste ganas de decirle. Pero te contuviste. Indignada como estabas tomaste los boletos se los entregaste a tu marido y se metieron a la sala. Una vez instalados en su respectiva butaca de pronto tuviste deseos de preguntarle a cada uno de los que estaban allí presentes: “¿Verdad que no me veo de 60 años? Por favor dígame la verdad...”. Pero no lo hiciste. Te controlaste. Por un momento temiste que hubieran podido estar de acuerdo con el de la taquilla y, eso sí, no lo hubieras podido soportar. Por más que intentabas concentrarte en la película no podías, estabas tan deprimida que ni te comiste tus “palomitas”. Claro que nunca le platicaste a tu marido acerca de la impertinencia que había tenido el imbécil de la taquilla. ¿Qué tal si se hubiera reído? O, ¿qué tal si se hubiera quedado callado sin saber qué decirte? Y, ¿qué tal si le hubieras dado tanta lástima y que hubiera terminado por hacer un chiste diciendo o que el empleado estaba ciego o loco, cuando en realidad estaba de acuerdo con él? Tampoco esto lo hubieras soportado. No te preocupes. Es normal. Las personas de tu edad, por lo general, son excesivamente susceptibles.

Tienes razón... el tiempo pasa volando... Pero piensa en todo lo que has aprendido a toooooooodo lo largo de tu laaaaaaarga vida. Estás más sabía. Eres cada día más tolerante. Has madurado. Te has vuelto más respetuosa frente a los que no piensan como tú. Eres una madre y una abuela privilegiada. A pesar de tu avanzada edad, sigues enamorada de tu pareja. Eres casi dueña de tu loft... No obstante aún te falta mucho por lograr: una paz interna. Aún sigues muy dispersa, quieres hacer demasiadas cosas y esto, a tu edad, ya no es tan factible. Debes, a como de lugar, cambiar tus malos hábitos: comer con más orden, adelgazar, hacer ejercicio. No te olvides de tus divertículos, que ciertamente, no tienen nada de “divertidos”; recuerda tu mala circulación, de tu vista cada vez más cansada. Cuidado con las caídas, un mal paso a tu edad puede ser ¡nefasto! Piensa que tus huesos seguramente están enfermos de osteoporosis. Como tú, ellos también han envejecido...

Olvidémonos de tus males y permíteme regalarte, de cumpleaños, una noticia extraordinaria. ¿Por qué, ahora que has llegado a ser una respetable Persona Adulta Mayor, no te haces de una credencial de la Inapam? Créeme que gracias a ella podrás obtener muchísimos beneficios: acceso a los 118 clubes de la tercera edad en el Distrito Federal. Descuentos que van del 5 al 50% en: farmacias, ópticas, mueblerías y en restaurantes como: California, Vips, Toks, Bisquets Obregón. También con descuento podrás pagar tu predial y agua potable. Podrás renovar tu pasaporte con 50% y el transporte público limitado a dos pasajeros por viaje foráneo; además del Metro de la Ciudad de México. Los descuentos del 100% los tendrás en: museos, espectáculos y galerías de la UNAM, el INBA y el INAH, entre otros. Podrás desayunar con descuento en todos los Sanborns. Podrás comprar tu pan más barato en El Molino y tus pizzas en Papa John’s y Benedetti’s. Podrás adquirir los libros casi regalados en las librerías de Cristal, El Sótano, en el Fondo y en Porrúa. Y viajar, por una suma muy económica, en líneas aéreas como Azteca, Mexicana de Aviación y Aviacsa. Y por último... con tu tarjeta, tus familiares podrán pagar tu funeraria con casi 50% de descuento.

¡¡¡Muchas felicidades!!!

gloaeza@yahoo.com

Kikka Roja

jueves, 2 de agosto de 2007

Guadalupe Loaeza : ¿Hacerse de la vista gorda? : En manos de ¿quién?

¿Hacerse de la vista gorda?

Guadalupe Loaeza
Una cosa es que los políticos tengan el hábito de ‘tragar camote’ y de ‘obedecer’, como ha sido siempre su costumbre, y otra es que la ciudadanía se haga guaje.
No, las y los mexicanos ya no nos podemos hacer de la vista gorda respecto a la corrupción de algunos funcionarios. Hacerse de la vista gorda en relación a estos políticos corruptos es convertirse en sus cómplices, es faltarnos a nosotros mismos el respeto, es darle la espalda a la democracia, es cerrar los ojos ante la evidencia y es incurrir en un cinismo malsano. En este caso, hacerse de la vista gorda quiere decir que ya todo nos vale; que estamos dispuestos a resignarnos con cualquier gobierno por corrupto que éste sea, que no nos importa nuestro país y que nuestra capacidad de indignación se ha agotado por completo. ¡Qué fácil es hacerse de la vista gorda, qué sencillo resulta dejar pasar lo que sea con tal de que nuestro pequeño mundo individual no se altere! Una cosa es que los políticos tengan el hábito de “tragar camote” y de “obedecer”, como ha sido siempre su costumbre, y otra es que la ciudadanía se haga guaje.

¿A qué viene todo lo anterior? A la posibilidad de que alguien como el candidato Jorge Hank Rhon pueda llegar a ganar las elecciones el domingo. No hay que olvidar que el abstencionismo que existe en Baja California es el mayor de todo el país y que es en Tijuana donde se concentra el mayor número de electores, además es la ciudad más importante del estado y donde fue presidente municipal Hank Rhon. Si sumamos dinero con abstencionismo, las posibilidades de que gane el candidato por el PRI son mayúsculas. Esto lo entiendo, pero lo que no alcanzo a comprender es que los bajacalifornianos, que me merecen todos mis respetos, cuenten con un candidato de la calaña de Hank Rhon. He allí un síntoma que nos está indicando dos posibilidades muy graves: o que la política está cada vez más podrida o que la sociedad está cada vez más enferma.

He visto, escuchado y leído decenas de entrevistas de Hank Rhon y termino siempre haciéndome las mismas preguntas: “¿De qué estará hecho ese hombre cuyo rostro no tiene la mínima expresión, un hombre que parece tan rupestre y tan elemental?, ¿será así porque está totalmente traumado?, ¿cómo habrá sido su niñez, seguramente rodeada de muchos guaruras y de coches último modelo?, ¿cuáles habrán sido los consejos que le daba un padre, símbolo de la corrupción, y que sigue viendo como a un Dios?, ¿cómo lo verán sus hermanos, les dará pena ajena?, ¿por qué tiene un concepto tan pobre de la mujer e insiste en decir que es “el animal que más le gusta”? Esta última pregunta, me hace evocar una fotografía gigantesca y a todo color que solía aparecer en los noventa en la vitrina del estudio de un fotógrafo cuyo nombre se me escapa y que se encontraba al lado del restaurante La Linterna. Como si hubiera sido una tarjeta de presentación del fotógrafo era la única que aparecía sobre un atril con marco dorado de un estilo un poco barroco. Allí estaban, muy endomingados, todos los miembros de la familia Hank González: en medio, sentados en unas sillas Luis XVI, aparecían los padres, detrás de ellos, muy paraditos, los hijos, los yernos, las nueras y a sus pies una bola de nietos chimuelos muy sonrientes. De lejos, la fotografía mostraba a la típica familia numerosa mexicana, muy unida y feliz; pero si una se acercaba al aparador y veía con cuidado cada una de las expresiones de los que formaban el grupo se podían descubrir muchas cosas. De todos, la que más me llamó la atención fue la de la madre, su actitud era totalmente opuesta a la de su marido y al del resto de la familia. Vestida y arreglada de una forma sumamente modesta, se hubiera dicho que estaba completamente ajena. Como que hubiera querido desaparecer justo en el momento en que el lente hizo ¡clik! La fuerte y seductora personalidad de su marido la eclipsaba por completo. En otras palabras, Guadalupe Rhon era transparente, no existía. De todos era la única que no encajaba en el grupo...

En todas las entrevistas que le hacen a Jorge Hank Rhon presume de sus cinco esposas y de sus 19 hijos. En el programa Shalalá, conducido por Katia D’Artigues y Sabina Berman, el cual se puede ver casi en su totalidad por YouTube, el candidato por el PRI pronunció el nombre de cada uno de sus hijos. Dijo que lo que más detestaba era “lo corrupto, la mentira”; presumió de su chaleco de pene de burro; comentó que su mayor arrepentimiento era no tener un cuerpo musculoso y que si regresara a esta vida en forma de animal, sería convertido en mujer. Confieso que después de ver la entrevista, me deprimí y me pregunté, ¿en qué país estamos?

No quiero dejar de recomendarle a los bajacalifornianos, más que recomendárselos les suplicaría que leyeran el libro, antes de ir a votar (sé que lo he recomendado muchas veces, pero es que vale la pena), La Terca Memoria, de don Julio Scherer. Allí, en el capítulo dedicado a Carlos Hank González, leerán un documento fundamental de la historia del Hipódromo de Agua Caliente. Y en la página 195 aparece el capítulo titulado: Jorge Hank Rhon, en el que el autor describe su bebida favorita. “Herradura reposado con una víbora de cascabel, una cobra, un pene de león, un pene de toro y a veces cabellos finos de osos grises del Canadá. En el vaso pueden quedar residuos de esos animales que, a trasluz, se miran como minúsculos pedazos de tripas bañadas en un líquido amarillento”. Según el candidato este es el secreto de su virilidad y así se lo explica a su entrevistador:

- ¿Cómo funciona? -pregunta el periodista.

- El tequila absorbe el poder de estos animales.

- ¿Y se acaba el botellón?

- Cuando lo bajo, me lo van llenando.

“Convencido de la fuerza sexual de la bebida, lo ofrece a sus incondicionales, a sus empleados y cómplices. También invita a las señoras a que mojen sus labios y nutran su cuerpo con el hallazgo que lo enorgullece”.

Lo que me da pavor es que el domingo Jorge Hank Rhon distribuya por todo Baja California su pócima, y que gracias a sus poderes los electores terminen por votar por ese Calígula... capaz de hacer senador a uno de sus animales...

¿De verdad querrán los bajacalifornianos tener a un gobernador así? Ojalá que el 5 de agosto no se hagan de la vida gorda y que no cierren los ojos ante las evidencias tan claras de todo lo siniestro que representa Jorge Hank Rhon...

Ojalá...

gloaeza@yahoo.com

En manos de ¿quién?

Hace unos días durante el debate entre los candidatos de la Alianza para que vivas mejor (PRI) y el de la Alianza por Baja California, José Osuna Millán preguntó a los televidentes: “Este 5 de agosto, amigas y amigos, se decide no solo quien va a ser el gobernador, sino el futuro de Baja California, el futuro de tus hijos. En manos de que gobernador vas a dejar a cargo la seguridad de tus hijos, en manos de que gobernador vas a dejar a cargo la educación de tus hijos. Haz de cuenta que tuviste una emergencia y vas a dejar encargada a tu familia, la dejarías en manos del candidato del PRI, o con la familia Osuna Millán?”

No hay duda de que el símil del candidato panista ejemplifica perfectamente la enorme diferencia que seguramente existe entre un personaje tan siniestro y oscuro como Hank Rohn y su persona. Hoy, quisiera formular al aire la misma pregunta pero entre dos mujeres políticas, que como los candidatos, se encuentran igualmente, en el ojo del huracán: “En manos de quién dejarías a cargo la seguridad y la educación de tus hijos. Haz de cuenta que tuviste una emergencia y vas a dejar encargada a tu familia, la dejarías en manos de Elba Esther Gordillo, líder del SNTE o Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública?”

Es cierto que la primera es millonaria (según Zepeda Patterson, su poder asciende a 25 mil millones de dólares anuales), que es casi tan poderosa como el presidente, que quita y pone puestos a su gusto en el gobierno federal, que tiene excelentes relaciones con periodistas e intelectuales, que es íntima de Calderón, que es suegra del subsecretario de Educación Básica de la SEP, que es dueña de un partido político, y de varias propiedades además de su departamento en San Diego y que por si fuera poco tendrá chamba hasta 2012, pero ¿bastará todo eso para dejarle encargada la educación de los hijos? Por lo que a mí se refiere, preferiría dejarle la educación y la seguridad de mis hijos a Josefina Vázquez Mota.

Hace unos años, la profesora me invitó a desayunar al Balmoral. De hecho, siempre me la encontraba allí desayunando en compañía ya sea de periodistas o de funcionarios políticos de muy alto nivel. Era la época en que estaba enamorada, por lo tanto, se encontraba en una forma espléndida: se veía contenta, sonriente y llena de vida. Recuerdo que el desayuno se prolongó más de la cuenta debido a todas las interrupciones que tuvimos: persona que entraba al café, persona que venía a saludar a la maestra. No obstante, no dejaba de comentarme cuán preocupada se encontraba respecto a la falta de justicia entre los maestros y a las evidencias de un “México bronco” que podía estallar de un momento a otro. Por mi parte no dejaba de escucharla totalmente seducida por esa mujer vestida con un traje Chanel comprado seguramente en París, el cual coordinaba perfectamente bien con su bolsa de piel Ferragamo y sus accesorios de oro. Sí, la escuchaba, pero a la vez me preguntaba si era cierto todo lo que contaban acerca de la Maestra: que si al ver el salón de belleza tan lleno de gente, esa misma mañana decidió comprarlo; que si la boda de su hija había costada una millonada; que si era la única que podía paralizar al país al llevar a la huelga al sindicato más grande de América Latina; que si todo el mundo le tenía miedo; que si era sumamente ignorante; que si se había restirado la piel más de cinco veces; que si esto, que si lo otro.

Al salir del café muy amablemente me ofreció darme un “aventón” hasta mi casa. Ella misma manejaba una camioneta último modelo. No acababa de ponerme el cinturón, cuando de pronto, sonó su celular. “Buenos días, ¿cómo le va mi querido amigo?”, escuché que decía Elba Esther. Quién sabe qué le habrá dicho “su querido amigo” a propósito de quién sabe quién; que de pronto la maestra exclamó: “¡Que se vaya al carajo!” A partir de ese momento, empezó con una retahíla ensordecedora de groserías y más groserías. “¡Chín, chún, chán…!” profería con una tal naturalidad y desenfado que hasta envidia me dio. En ese momento, su peinado de salón, el rubio de su cabello, sus accesorios de oro, su traje Channel y su flamante camioneta, aparecieron ante mis ojos como cuando Cenicienta, después de la media noche, vio su carroza convertida en una calabaza y su vestimenta se transformó en andrajos. La transformación de la maestra había sido radical. Se había convertido en lo que realmente es. No sabía yo qué hacer; temía que la expresión de mi cara delatara lo que estaba pensando… Es decir, lo mismo que pienso ahora después de haber corroborado que lo que se dice de ella corresponde perfectamente a la realidad. No, ciertamente a Elba Esther Gordillo no le dejaría en sus manos la educación de mis hijos. Para aquellas personas que todavía tengan dudas en relación a la imagen y al prestigio de la profesora, les recomiendo que entren a Youtube, y pongan su nombre. Ya verán lo que pasa…

Mi opción es entonces Josefina Vazquez Mota. Hace tres semanas comí con ella. Vestida de una forma sumamente sencilla (demasiado), sin accesorios y con una cordialidad muy natural me platicó a propósito de todos sus proyectos que ha impulsado respecto a los cambios en la agenda educativa: la próxima entrega de 240 mil becas para jóvenes de escasos recursos; del concurso de oposición para la designación de los 900 directores de planteles federales de Educación Media Superior, sin necesidad de intermediarios. “Ahora, las directoras y los directores de planteles de bachillerato van a ser sujetos de una rigurosa rendición de cuentas y a revisiones anuales del cumplimiento del Programa de Desarrollo Profesional”, me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Y en tanto me contaba del nuevo libro de texto de civismo, el cual abordará temas como: la tolerancia, el respeto a los demás y a la diferencia y el respeto a los derechos humanos, de repente le entró una llamada a su celular. Por su expresión me di cuenta que le estaban planteando algún problema serio, no obstante, su reacción era mesurada. “Es muy importante lo que me está comentando, por eso tenemos que darnos el tiempo suficiente para resolverlo. Llámeme por favor en una hora y le diré qué hacer”.

Es indiscutible que el estilo de Josefina, es diferente que el de la maestra. Hablando de Educación, sinceramente prefiero los métodos de Vázquez Mota. Y usted, querido lector y lectora, frente a una emergencia, ¿con quién de las dos dejaría sus hijos?...


Kikka Roja

martes, 24 de julio de 2007

Guadalupe Loaeza

Consulta verde
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
Y el caballo en la montaña

Federico García Lorca

Guadalupe Loaeza
Nunca imaginé que doña Lola, mi madre, fuera una mujer que se preocupara por los problemas ecologistas. Esto lo pensé al leer la sexta pregunta de la “Consulta Verde” que se llevará a cabo el próximo domingo 29 de julio de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. “¿Estás de acuerdo en aumentar los espacios verdes en la ciudad y establecer la obligatoriedad de arborizar las azoteas en toda nueva construcción en el Distrito Federal?”, inquiere el pequeño folleto en donde se encuentran diez preguntas más relacionadas sobre proyectos y temas ambientales. Lo que sucede es que en la azotea de mi casa, había muchísimas macetas con todo tipo de plantas: azaleas, geranios, margaritas y nomeolvides. En cada esquina doña Lola había mandado a poner unas jardineras de hierro forjado llenos de helechos y de hiedras. La verdad es que me encantaba la azotea de mi casa, desde donde se veía buena parte de la colonia Cuauhtémoc, el Paseo de la Reforma y los últimos pisos del hotel Hilton. Durante las vacaciones escolares (nunca salíamos fuera), me iba a la azotea a tomar el sol. Instalaba en el piso de loseta una gran toalla; en una mesita ponía mi radio portátil, (siempre escuchaba 6.20) una jarra llena de agua de limón, un paquete de cacahuates japoneses, varios comics de Archi y una botellita con agua de coco con yodo. Mientras escuchaba “la música que llegó para quedarse”, enfundada con mi traje de baño con faldita y mis anteojos negros, me sentía la teen ager más moderna y afortunada de todo el planeta. Cuando sentía mucho calor, me daba, mis buenos manguerazos de chorro de agua fresca. No me faltaba nada, tenía: sol, aire puro, plantas verdes, agua y por si fuera poco, me encontraba en el cuarto piso, de una casa de cinco en el cual se encontraba el tendedero y los tinacos. Era ¡feliz!

Aunque para entonces la ciudad de México había crecido enormemente, no había contaminación, ni problemas de agua, ni de tráfico, ni mucho inseguridad, por añadidura, había estabilidad económica y el dólar estaba a 12.50 desde hacía muchos años. En esa época el Distrito Federal era una espléndida opción turística por su patrimonio cultural e histórico más importante del Continente, además estaba cercana para los norteamericanos y resultaba políticamente neutral para los europeos. De ahí que la famosa frase de Alfonso Reyes: “Viajero, has llegado a la región más transparente”, hubiera correspondido perfectamente bien a las expectativas para muchos de estos viajeros extranjeros de la época. ¿Por qué? Porque, sin duda, era una ciudad más verde. En esa época en el Distrito Federal no se realizaban 27 millones de viajes vehiculares diarios, no había 3.5 millones de autos, el transporte público no atendía el 81% de la demanda de viajes diarios, no se incorporaban más de 20 mil automóviles mensualmente y el porcentaje de vehículos con un solo ocupante no era entre 48% y el 82% de los viajes en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. ¡He aquí la realidad de casi 20 millones de delfeños! Por eso es fundamental que la ciudadanía atienda a esta Consulta Verde para que ante los problemas de esta magnitud, esté mucho más informada, más participativa, pero sobre todo, sea más responsable.

Desde hace algunos años existen muchas ciudades en el mundo empeñadas en convertirse en “Ciudad Verde” (no hay que olvidar que la mitad de la población del planeta, 3,200 millones de personas viven en ciudades). Allí están los magníficos logros de Shangai, de Londres, de Colombia y de Chicago por citar algunas ciudades. En 1989, Richard M. Daley, alcalde de Chicago, comenzó plantando árboles, miles cada año. La plantación de 250, 000 árboles ayudó a mantener más bajas las temperaturas durante el verano y a purificar el aire del entorno, mientras que más de 80 techos verdes ayudaron con lo mismo y redujeron la pérdida de agua de lluvia. Gracias a más de 160 kilómetros de bicirutas, miles de automovilistas cambiaron sus coches por bicicletas. Cientos de parques y jardines municipales y docenas de mercados de productos agrícolas ayudaron a las familias a mejorar su salud y dieta. El “Techo Verde” del City Hall, ahorró miles de dólares cada año en costos energéticos.

Fue así que Chicago se ganó el título de "la ciudad más verde". Para ello se necesitaron dos ingredientes importantes: un dirigente con la visión e influencia del alcalde Daley y la participación de la ciudadanía.

El próximo domingo, los ciudadanos de esta ciudad tenemos una cita muy importante. Por primera vez se nos consultará si queremos seguir viviendo en una ciudad “Gris” o en una “Ciudad Verde”. Para ello se colocarán 1600 módulos Verdes de Participación, instalados por ciudadanos voluntarios en plazas, parques, jardines, bosques, museos y transporte público, en el Ciclotón, en los Módulos de Seguridad y en la cadena de tiendas Oxxo. Entre los puntos que se destacan en la Consulta Verde se encuentran: el transporte público, los combustibles, el desarrollo de ciclopistas, la construcción de pozos de absorción de agua, considerar delitos graves la invasión de predios de valor ambiental, verificación de todos los vehículos diesel, revisión del programa Hoy no Círcula, y el manejo de la basura entre otros.

Lo que nos queda bien claro con este tipo de proyectos fundamentales para la salud de nuestra ciudad, es que los que aquí vivimos podemos decidir por ejemplo respecto a la quinta pregunta: “¿Para disminuir el tráfico y la contaminación, cada automóvil particular debe dejar de circular un sábado al mes?” Yo diría que sí, y que ese sábado me iría, a donde tendría que ir, en bici. Así además, de hacer ejercicio, aprovecharía de los nuevos espacios verdes. Porque como decía Oscar Niemayer, el arquitecto de Brasilia: “alrededor de las ciudades de haber siempre un cinturón verde”.

Kikka Roja

viernes, 20 de julio de 2007

Guadalupe Loaeza

Mexica

Guadalupe Loaeza
La historia tal vez no se repita pero los patrones sí. ¿Estamos asistiendo realmente a un choque de civilizaciones?, ¿cómo puede buscarse el diálogo intercultural?
La conquista de México por el imperio español está en el corazón d el nuevo libro de Norman Spinrad, Mexica, de Ediciones B ( el cual se encuentra entre los más vendidos). ¿Por qué, estimado lector, asumiendo que algún día vuestra merced pueda existir, estoy escribiendo otra historia más acerca de la heroica conquista de la Nueva España que realizó Hernando Cortés en nombre d el Rey y de la Cruz ? Se pregunta, el poeta Álvaro de Sevilla, el narrador ficticio de la obra en la primera página d el libro. Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué Norman Spinrad autor de más de 30 nov el as, dos antologías y cuatro colecciones de libros de cuentos, más conocido, como todos sabemos, como un escritor de ciencia ficción, asociado habitualmente a la Nueva Ola y habiendo sido presidente de la Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos en dos ocasiones, con pinta de neohippie quien, además de escribir, canta en un grupo de música techno, autor de guiones para t el evisión y periodista, eventualmente, cambió totalmente de género para internarse en la nov el a histórica o mejor dicho en la ficción histórica?

El choque de dos civilizaciones, como fue el caso de la Conquista , equivale, según la óptica de Norman a “un primer encuentro” de ciencia ficción. El encuentro que se dio entre el imperio de los aztecas y los conquistadores españoles fue tan ajeno y extraño como si unos “extraterrestres” aterrizaran en algún lugar de nuestro planeta. Con excepción, tal vez, de algunas vacilantes y ambiguas incursiones de los vikingos las civilizaciones de Eurasia y América durante miles de años no sabían de la existencia de unos y otros. Para Norman estos choques de civilizaciones son motivo de gran fascinación y curiosidad. Historias de primeros encuentros como la conquista de México, diría Norman, es lo que conecta de una manera muy fuerte este tipo de historia ficción a la ciencia ficción. Cuando dos civilizaciones con diferentes niv el es de desarrollo tecnológico y militar, con r el igiones diferentes, con diferentes creencias y visiones sobre el mundo se confrontan, un choque de civilizaciones es inevitable. Asimismo es inevitable una guerra de exterminación o de sobrevivencia. De eso trata La Conquista de México narrada por Álvaro de Sevilla.

¿Era de verdad abrumadora la superioridad de los españoles que les permitió dominar una región habitada por millones de seres aparentemente inferiores, incapaces y tecnológicamente retrasados para resistir a 500 europeos blancos, astutos y superiores tanto int el ectual como tecnológicamente? He aquí una de las falsas verdades que se propagaron por dos razones aparentemente contradictorias, la primera, porque en el siglo XIX se asumía que los europeos eran genéticamente superiores e invencibles (ésta era la época máxima d el imperialismo europeo). Y la segunda, se creó en México y se reforzó después de la Revolución. El caso es que crearon una mentalidad de víctima. ¿Quién es el culpable?, ¿los mexicanos o la Conquista ? Hay que decir que aparecieron muchas teorías racistas, especialmente, en el siglo XIX: “Pobres ‘indios’ cómo podrían contra esos europeos”. Me temo que es el punto de vista d el autor: “los europeos eran tan avanzados que parecían extraterrestres”. Pensamos que la realidad es mucho más sutil. Como ya se ha dicho: “ La Conquista la hicieron los indígenas y la Independencia los españoles”. Cortés y sus camaradas no tenían, necesariamente, toda la iniciativa, simplemente supieron sobrevivir la avalancha que desataron. Tenochtitlán cayó gracias a los miles de indígenas que se unieron en una especie de guerra de independencia en contra d el imperio opresor y detestado de los aztecas. Y así lo veían el los. Pensamos que la ventaja psicológica y tecnológica de los españoles ha sido tremendamente exagerada. ¿Pensaban de verdad que eran dioses? Después de haber convivido con el los, de haberlos visto comportarse como cualquier ser humano, les quedó muy claro de que no eran precisamente dioses, ni mucho menos, extraterrestres.

Según Norman Spinrad, Mexica es la verdadera historia de la muerte d el gran imperio de los aztecas y el nacimiento de una gran nación llamada México después de un choque de civilizaciones radicalmente diferentes. Se trató de una guerra de ejércitos, una guerra de r el igiones, de una guerra de liberación y la primera guerra de medios que se ha visto en el mundo. Históricamente es verdad que Hernán Cortés desembarcó en la costa de lo que ahora es México en 1519, con más o menos 500 soldados, una veintena de caballos y en dos años esta fuerza, como todos sabemos, conquistó el enorme imperio de los aztecas así como el igualmente enorme ejército d el emperador Moctezuma. Ficción es el personaje Álvaro de Sevilla, un judío secreto fugitivo de la Inquisición , confidente de Hernán Cortés y amigo de Bernal Díaz. Utilizar a un narrador judío se explica por ser una voz fuera de la cultura española así como de la mexica pero versado en ambas. Se trata de un narrador int el igente, con conocimientos sofisticados de historia y filosofía.

De acuerdo con lo escrito por Cortés en una de sus cartas, “Después de Dios, le debemos la conquista de la Nueva España a Doña Marina”, Norman Spinrad, a través de su narrador, le da todo el crédito por su importante participación en la Conquista. Malinal , cuyo nombre después cambió al de Marina fue, en efecto la lengua de Cortés, su indispensable intérprete y persona de confianza, su consejera, su amante, llegó a ser conocida como la mujer d el capitán. La asociación de Cortés con Marina fue, en efecto, muy estrecha. Según el autor, tuvieron muchos hijos.

¿Cuenta Mexica una historia de triunfo o una tragedia?

Los victoriosos escriben la historia y la conquista de México está escrita como el triunfo de la civilización europea y de la cristiandad sobre la barbarie pagana, de Cortés sobre Moctezuma y de la Nueva España sobre el imperio Azteca. Así fue. Hernán Cortés se convirtió en héroe. Moctezuma perdió un imperio que pudo haber sido salvado por sus fuerzas militares que eran superiores y los dioses en los que creía fueron destrozados. Según el autor, el triunfo de Cortés y La Malinche fue la tragedia de Moctezuma.

La historia tal vez no se repita pero los patrones sí. Hoy por hoy, ¿estamos asistiendo realmente a un choque de civilizaciones?, ¿cómo puede buscarse el diálogo intercultural? Quizá con palabras como las que dijera el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, al recibir, el lunes de manos d el rector, Juan Ramón de Fuente, el galardón Isidro Fab el a, y quien resaltara dos momentos en la r el ación y la historia de su país con México y América Latina, lanzando un “compromiso de lealtad” con ambos al afirmar que en “ el umbral d el Bicentenario de la Independencia de México y de otros países latinoamericanos, el gobierno de España quiere estar con humildad al lado de todos estos países” en los festejos.

¿Cuánta humildad habrán tenido realmente los conquistadores españoles con los aztecas?

Correo el ectrónico: gloaeza@yahoo.com


Kikka Roja

miércoles, 18 de julio de 2007

Guadalupe Loaeza

¡¡¡Lai-ci-dad!!!

Guadalupe Loaeza
¿Qué hubiera dicho don Benito Juárez respecto a las últimas declaraciones del cardenal Norberto Rivera? Seguramente se hubiera muerto de nuevo, porque lo más probable es que las hubiera encontrado totalmente descabelladas. A un hombre que siempre le tuvo verdadera aversión a todo lo que tenía ver con la intromisión de la Iglesia en asuntos de Estado, las demandas de ahora del cardenal Rivera le hubieran parecido ridículas, por decir lo menos, ya que lo que ha mantenido estable al país es precisamente la separación de la Iglesia y el Estado. Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. El pasado 7 del mes en curso, Rivera pidió reconocer los derechos políticos de los sacerdotes. Asimismo pidió permitir la educación religiosa en escuelas públicas y por si fuera poco, también solicitó que las iglesias puedan manejar medios masivos de comunicación. Oh, my God!!!!!!! Con el debido respeto, ¿verdad que parece un mal chiste? Sí, Rivera se pronunció por modificar la Ley de Asociaciones Religiosas de 1992 para eliminar las restricciones que se imponen a los ministros de culto en materia de opinión y participación política. Según el cardenal, aún falta una legislación que se adecue a la Carta Magna, "que brinda a todos los ciudadanos garantías que son inherentes a sus derechos humanos, entre ellas las de expresión y reunión".

Mañana 18 de julio, que cumple 135 años de muerto don Benito Juárez, habría que recordarle al cardenal Rivera lo que le escribiera el presidente Juárez a su yerno don Pedro Santacilia (dato extraído del espléndido texto de Héctor Vasconcelos titulado: "Laicismo y Religiosidad en Juárez", publicado en la Revista de la Universidad de México, octubre, 2006): "Supongo que Pepe y Beno están yendo a la escuela. Suplico a usted no los ponga bajo la dirección de ningún jesuita ni de ningún sectario de alguna religión; que aprendan a filosofar, esto es, que aprendan a investigar el porqué o la razón de las cosas para que en su tránsito por este mundo tengan por guía la verdad y no los errores y preocupaciones que hacen infelices y desgraciados a los hombres y a los pueblos". Ya de niño Juárez manifestaba su rechazo por la estrechez conceptual de una formación religiosa, "la instintiva repugnancia que tenía a la carrera eclesiástica". Pero al fin al cabo hombre, nunca abjuró de una fe personal. Y como bien dice Héctor Vasconcelos: "Es ahí donde estriba lo excepcional de su caso: tuvo la agudeza de percibir, cuando el hecho no era tan obvio como nos lo parece ahora, que cualquiera que fuese su credo personal, una nación moderna requería de la separación tajante del Estado y la Iglesia, del desarrollo de vigorosas instituciones estatales, de la más absoluta libertad intelectual y del florecimiento de una sociedad civil. Sin laicidad no hay modernidad, y la primera tarea de México era modernizarse".

Curiosamente, también mañana se conmemora otro aniversario, que tiene que ver precisamente con la sociedad civil. Nos referimos a una agrupación de mujeres, a la que orgullosamente pertenezco hace muchos años, y que se llama: "Mujeres en Lucha por la Democracia". En una de las tantas cartas que le escribió Juárez a su esposa, Margarita Maza, le dice que la mujer debe educarse para estar mejor preparada y así poder defender las leyes. Si don Benito Juárez se hubiera enterado que uno de los objetivos de esta agrupación es justamente el reclamo por un Estado laico, estoy segura que le hubiera dado mucho gusto que ciudadanas "educadas y preparadas" protesten contra las declaraciones del cardenal. Por eso el día de mañana, las "Mujeres en Lucha por la Democracia" estaremos haciéndole un homenaje y guardia luctuosa. Asimismo, para esta fecha tan memorable estas mujeres publicarán un cintillo en distintos diarios que dice: "Con motivo del aniversario luctuoso del Benemérito de las Américas, Presidente Benito Juárez, MLD reclama la permanencia del Estado mexicano laico y democrático que se encuentra amenazado por intereses sectarios". No les falta razón a estas mujeres, como tampoco les faltó el día que protestaron contra el fraude electoral de 1988, cuando se "cayó el sistema". Desde entonces, "Mujeres en Lucha..." inició una defensa de la legalidad democrática. Ese mismo año, las fundadoras, Ana Lilia y Elena Cepeda, Guadalupe Rivera Marín y Deborah Holtz, se convirtieron en Asociación Civil y publicaron un manifiesto firmado por 170 mexicanas de los más distintos espacios y ocupaciones. Entonces esta agrupación se planteó la urgencia de contar con una institución electoral independiente de la Secretaría de Gobernación para garantizar la transparencia y legalidad en las elecciones y que contara con la credencial con la foto del elector. También debatió internamente sobre la importancia de tener más representantes en el Congreso. Era importante que hubiera más mujeres en puestos de decisión política. En 1991, MLD invitó a varias organizaciones a convocar a la Convención Nacional de Mujeres para la Democracia. Otro de los compromisos que habían adquirido estas mujeres fue el dar talleres para educar civilmente a otras mujeres. Por ejemplo, se invitaba a futuras candidatas a diputadas, a regidoras y a esposas de funcionarios, como presidentes municipales, para enseñarles cómo armar un presupuesto, cómo dar conferencias de prensa, cómo vestirse para múltiples ocasiones, pero sobre todo, las sensibilizaban políticamente para que así pudieran transmitirles a sus hijos una mejor educación cívica. También organizaron muchos foros sobre la mujer y la democracia, sobre la participación sociopolítica de la mujer, etcétera, etcétera.

Es importante señalar que en 1999, después de 11 años de una intensa actividad política, "Mujeres en Lucha..." decidió convertirse en Agrupación Política Nacional para así cumplir con los requisitos que emanan del IFE, y poder lanzar candidatas. Por último quiero decirles a todas aquellas ciudadanas que actualmente no encuentran un cauce fácil para expresar sus inquietudes como ciudadanas, lo pueden hacer perteneciendo a "Mujeres en Lucha...". No importa de qué partido sean, tampoco importa la edad, ni mucho menos, su condición socioeconómica, ni su preparación escolar. Lo que importa son las ganas de pertenecer... sí, de pertenecer a una agrupación que defiende los principios de don Benito Juárez.

¡Qué importante es sentirse parte de México!

PD. El correo electrónico de "Mujeres en Lucha..." es: mldmx007@hotmail.com. Nos vemos mañana en el panteón de San Fernando a las 10:00 a.m. (Puente de Alvarado, esq. Guerrero).

gloaeza@yahoo.com

Kikka Roja

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