Aunque no reveló nombres y apellidos, Carstens ya señaló hacia los grandes especuladores como los culpables de la desestabilización económica y del serio maltrato que ha recibido el peso cuando el catarrito se transformó en dispepsia disminorreica. La plutocracia siempre al servicio de la patria, le jugaron al mago en el teibol dance de la bolsa y de las transacciones financieras para hincharse de lana. Lo suyo es la conjugación del verbo: yo especulo, tú especulas, nosotros especulamos, ustedes especulan, vosotros especuléis. Aunque no sea ilegal, por lo pronto no sería mala idea que den nombres de estos maleantes de cuello blanco para aplicarles mandarlos con La Familia o Los Zetas y que nos los eduquen.
La especulación, en cualquiera de sus formatos, no puede ser buena para la salud.
Ahí están los que especularon, quién sabe con qué oscuras intenciones, que esa gran benefactora, Elba Esther Gordillo, había dispuesto la repartición de Hummers entre los líderes seccionales del sindicato que tan atinada y profesionalmente dirige. Sabemos que la Maestra es generosa, qué digo generosa, generosísima, pero de ninguna manera se podría haber prestado a un acto de esa naturaleza, no sólo faraónico sino peligroso. Es decir, obsequiarle a cualquiera –-charro sindical o no— un automóvil de esas características pone en serios predicamentos el sentido del gusto de quien lo maneja (no se sabe qué es más naco, tener una Hummer de nuevo rico o agregarle la S a los verbos pretéritos de la segunda persona del singular) y, de manera automática, lo coloca en la mira del hampa organizada: o te secuestran o te confunden con narco y te acribillan.
Antes al contrario, todos sabemos que tan distinguida dama siempre ha sido una vigorosa catapulta para la educación y la cultura en México que, como bien sabemos, son vanguardia en el mundo civilizado.
Por supuesto, las Hummers de marras, ya quedó aclarado, no son para consolidar el corporativismo ni para mantener apaciguadas las almas rebeldes de los agremiados, sino para rifarlas y con esos recursos dejar rechinando de limpio algunas escuelas en avanzado estado de putrefacción.
Ahí sí, pobres de lo que se saquen la rifa de la Hummer que será como la del tigre. Debido a su naturaleza nada humilde, les puede pasar lo que a Fox, cuya afición a las naves 4X4 lo puso en graves predicamentos. Imagínense, hasta lo acusaron de enriquecimiento inexplicable.
Ya ven cómo son los cuentachiles, que son peores que los especuleeerooosss.
jairo.calixto@milenio.comLa especulación, en cualquiera de sus formatos, no puede ser buena para la salud.
Ahí están los que especularon, quién sabe con qué oscuras intenciones, que esa gran benefactora, Elba Esther Gordillo, había dispuesto la repartición de Hummers entre los líderes seccionales del sindicato que tan atinada y profesionalmente dirige. Sabemos que la Maestra es generosa, qué digo generosa, generosísima, pero de ninguna manera se podría haber prestado a un acto de esa naturaleza, no sólo faraónico sino peligroso. Es decir, obsequiarle a cualquiera –-charro sindical o no— un automóvil de esas características pone en serios predicamentos el sentido del gusto de quien lo maneja (no se sabe qué es más naco, tener una Hummer de nuevo rico o agregarle la S a los verbos pretéritos de la segunda persona del singular) y, de manera automática, lo coloca en la mira del hampa organizada: o te secuestran o te confunden con narco y te acribillan.
Antes al contrario, todos sabemos que tan distinguida dama siempre ha sido una vigorosa catapulta para la educación y la cultura en México que, como bien sabemos, son vanguardia en el mundo civilizado.
Por supuesto, las Hummers de marras, ya quedó aclarado, no son para consolidar el corporativismo ni para mantener apaciguadas las almas rebeldes de los agremiados, sino para rifarlas y con esos recursos dejar rechinando de limpio algunas escuelas en avanzado estado de putrefacción.
Ahí sí, pobres de lo que se saquen la rifa de la Hummer que será como la del tigre. Debido a su naturaleza nada humilde, les puede pasar lo que a Fox, cuya afición a las naves 4X4 lo puso en graves predicamentos. Imagínense, hasta lo acusaron de enriquecimiento inexplicable.
Ya ven cómo son los cuentachiles, que son peores que los especuleeerooosss.
Kikka Roja
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