Marcela Gomez Zalce
Lunes, 3 Noviembre, 2008
• Dos aristas del narcoiceberg
• Capturas que matan…
El temor, mi estimado, es la medida de las conductas del ánimo. Promete la semana amplio entretenimiento, sobre todo el relacionado con los infiltrados en la columna vertebral del (des)gobierno de Calderón que, muy pronto, deberá tomar simpáticas decisiones, ya que los divertidos datos duros del estercolero doméstico terminarán llegando a los más altos despachos del hoy gabinete de seguridad nacional… que no son sino los mismos que durante el gobierno del… cambio de Vicente Fox abrieron las puertas para que entraran los traviesos desarrollando una de las muchas redes que trastocaron también las puertas de la entonces cabañita acogedora.
El delicado problema de todo el volátil contexto, my friend, es que the big shit is hitting the fan derivado de presiones y/o imposiciones desencadenadas por nuestros agobiados vecinos que (mañana acuden a las estupendas urnas para elegir al próximo presidente de Estados Unidos) escandalizados por los niveles de corrupción y complicidad con the ususal suspects de Sinaloa y, por el otro lado, por la sugerente captura de Jesús Zambada García (AKA El Rey), hermano del célebre Ismael El Mayo Zambada, en un muy sugestivo acontecimiento que, sorpresas de la vida, terminó con el arresto de uno de los jefes del interesante cártel.
La primera arista del colosal iceberg del narcotráfico y sus infiltrados en el calderón sexenal proviene de las atractivas historias de dos testigos protegidos (bautizados como Felipe y Jennifer), donde básicamente jalan la cadena (del retrete) y escupen los endiablados detalles de la deliciosa sopa en la SIEDO que, aunque no lo parezca, sí termina salpicando a sus dos ex titulares y al hoy procurador (con minúsculas) Medina Mora, y que, según la agradable investigación, hace escala en aquél inédito primer video donde se involucró a altos funcionarios de la administración foxista, yes?
El culebrón que abruma con nombres, teléfonos celulares, direcciones, identificadores de Nextel y uno que otro curiosito detallín, vulneró los protocolos de seguridad de la embajada estadunidense y de sus simpáticos agentes por parte de los traviesos hermanos Beltrán Leyva, y que ha desencadenado un tsunami investigador al que después de los comicios de mañana le pondrán listón, posiblemente demócrata, en el corto plazo.
Fue así como bajo sugestivas presiones la PGR desarrolló su Operación Limpieza, cuyo polvo sigue in crescendo y donde las complicadas derivaciones para el (des)gobierno de Felipe serán de pronóstico reservado.
La segunda y más divertida arista del iceberg, mi estimado, tiene que ver con la detención del chicuelo Zambada el lunes 20 de octubre en la colonia Lindavista, la cual motivó la desafortunada incontinencia verbal del tesorito presidencial de Bucareli, Juan Camilo Mouriño, quien presume que esta captura y la del otro Doctor Arellano Félix fueron posibles gracias al compromiso federal de cara al cumplimento de los acuerdos whatever de los cien días.
Well, that´s pure bullshit.
Lo que origina una ingenua pregunta del sonriente respetable (para comenzar con la dosis adecuada de optimismo semanal), ¿alguien informó al superp... oderoso de Gobernación los pormenores de la detención de Zambada…? Porque la esquirlas de ese acontecimiento son las que están golpeando la línea de flotación de la SSP federal… o sea, no hay que confundir, amable lector, la gimnasia con la magnesia. Los traviesos detenidos… por los mAFIosos que no iban a capturarlos, no, no... sino por, digamos, un surprise fee, y en donde la negociada salió tan mal que volaron los plomazos originando el llamado de auxilio a la SSP-DF, han originado un peligroso efecto dominó en el cual los datos duros y la muy atractiva información proporcionada por estos chicuelos están poniendo en un muy peligroso aprieto al (des)gobierno de Calderón… quien parece estar, como de costumbre, malinformado o desinformado.
Las derivaciones del catarrito del colapso económico y ahora la delicada crisis que golpea las instituciones encargadas de combatir al crimen organizado auguran desastrosos finales.
Es imperativo que, más allá de sus manías e inseguridades, Felipe Calderón entienda, asimile, comprenda y analice que… está durmiendo con el enemigo… que ya desenvuelve su Plan B desarrollado y pactado un día de la semana pasada, my friend, en un muy distinguido estado.
El delicado problema de todo el volátil contexto, my friend, es que the big shit is hitting the fan derivado de presiones y/o imposiciones desencadenadas por nuestros agobiados vecinos que (mañana acuden a las estupendas urnas para elegir al próximo presidente de Estados Unidos) escandalizados por los niveles de corrupción y complicidad con the ususal suspects de Sinaloa y, por el otro lado, por la sugerente captura de Jesús Zambada García (AKA El Rey), hermano del célebre Ismael El Mayo Zambada, en un muy sugestivo acontecimiento que, sorpresas de la vida, terminó con el arresto de uno de los jefes del interesante cártel.
La primera arista del colosal iceberg del narcotráfico y sus infiltrados en el calderón sexenal proviene de las atractivas historias de dos testigos protegidos (bautizados como Felipe y Jennifer), donde básicamente jalan la cadena (del retrete) y escupen los endiablados detalles de la deliciosa sopa en la SIEDO que, aunque no lo parezca, sí termina salpicando a sus dos ex titulares y al hoy procurador (con minúsculas) Medina Mora, y que, según la agradable investigación, hace escala en aquél inédito primer video donde se involucró a altos funcionarios de la administración foxista, yes?
El culebrón que abruma con nombres, teléfonos celulares, direcciones, identificadores de Nextel y uno que otro curiosito detallín, vulneró los protocolos de seguridad de la embajada estadunidense y de sus simpáticos agentes por parte de los traviesos hermanos Beltrán Leyva, y que ha desencadenado un tsunami investigador al que después de los comicios de mañana le pondrán listón, posiblemente demócrata, en el corto plazo.
Fue así como bajo sugestivas presiones la PGR desarrolló su Operación Limpieza, cuyo polvo sigue in crescendo y donde las complicadas derivaciones para el (des)gobierno de Felipe serán de pronóstico reservado.
La segunda y más divertida arista del iceberg, mi estimado, tiene que ver con la detención del chicuelo Zambada el lunes 20 de octubre en la colonia Lindavista, la cual motivó la desafortunada incontinencia verbal del tesorito presidencial de Bucareli, Juan Camilo Mouriño, quien presume que esta captura y la del otro Doctor Arellano Félix fueron posibles gracias al compromiso federal de cara al cumplimento de los acuerdos whatever de los cien días.
Well, that´s pure bullshit.
Lo que origina una ingenua pregunta del sonriente respetable (para comenzar con la dosis adecuada de optimismo semanal), ¿alguien informó al superp... oderoso de Gobernación los pormenores de la detención de Zambada…? Porque la esquirlas de ese acontecimiento son las que están golpeando la línea de flotación de la SSP federal… o sea, no hay que confundir, amable lector, la gimnasia con la magnesia. Los traviesos detenidos… por los mAFIosos que no iban a capturarlos, no, no... sino por, digamos, un surprise fee, y en donde la negociada salió tan mal que volaron los plomazos originando el llamado de auxilio a la SSP-DF, han originado un peligroso efecto dominó en el cual los datos duros y la muy atractiva información proporcionada por estos chicuelos están poniendo en un muy peligroso aprieto al (des)gobierno de Calderón… quien parece estar, como de costumbre, malinformado o desinformado.
Las derivaciones del catarrito del colapso económico y ahora la delicada crisis que golpea las instituciones encargadas de combatir al crimen organizado auguran desastrosos finales.
Es imperativo que, más allá de sus manías e inseguridades, Felipe Calderón entienda, asimile, comprenda y analice que… está durmiendo con el enemigo… que ya desenvuelve su Plan B desarrollado y pactado un día de la semana pasada, my friend, en un muy distinguido estado.
No hay mucho tiempo…
gomezalce@aol.com
Kikka Roja
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