A LA OPINIÓN PÚBLICA:
El Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo reitera su compromiso:
1. Proseguimos en la lucha en defensa de la soberanía en materia energética, que ampliamos para incluir la defensa de la economía popular y los derechos humanos. No pertenecemos a ninguna corriente política específica, coincidimos con varias en un número importante de actitudes y pronunciamientos, en especial con el Frente Amplio Progresista.
2. Nuestra decisión de contribuir a la investigación y el examen de un buen número de las realidades actuales, no implica la búsqueda de la unanimidad. Nos une y nos seguirá uniendo lo esencial, la defensa de la racionalidad democrática y de la resistencia civil ante el saqueo de los recursos nacionales, pero reconocemos y le damos su debido valor a las diferencias de percepción y análisis, en el sentido en que se expresó la votación dividida sobre la reforma energética (Hemiciclo a Juárez). Queremos promover el debate ejerciéndolo en el ámbito de nuestra participación colegiada. Por eso, nos parece consustancial al trabajo de los especialista e intelectuales, la confrontación de diversos puntos de vista. La unidad, en buen número de casos, no es la unanimidad y el mismo debate interno favorece la coherencia y legitimidad populares.
3. Hay unidad con las naturales diferencias de enfoques en varios temas: el desventurado manejo de la economía por parte del gobierno federal y los gobiernos locales y estatales, la falta de seguridad, las represiones atroces (en Oaxaca, Chiapas, Atenco y Morelos, por ejemplo), la impunidad favorecida y aprovechada por las autoridades, el desastre agrario, las políticas apenas esbozadas (y mal) en el combate contra la delincuencia y el narcotráfico, el desastre educativo, las violaciones a los derechos humanos, la destrucción de los ecosistemas, y en la resistencia al saqueo y dilapidación de los recursos nacionales (petróleo, agua, bosques y selvas, biodiversidad, maíz, etcétera).
Ahora, la versión mexicana de la crisis internacional entra en una fase de gran deterioro que, de seguro, se profundizará. Al respecto, como la contribución posible a nuestro alcance, insistiremos en el análisis y la investigación. Nuestro desempeño exige el debate, y el debate fortalece y afina nuestras convicciones fundamentales.
Atentamente
COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO
Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Antonio Gershenson, Margo Glantz, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Luis Linares Zapata, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Roberto Morales, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Víctor Manuel Toledo, Héctor Vasconcelos y Javier Wimer
2. Nuestra decisión de contribuir a la investigación y el examen de un buen número de las realidades actuales, no implica la búsqueda de la unanimidad. Nos une y nos seguirá uniendo lo esencial, la defensa de la racionalidad democrática y de la resistencia civil ante el saqueo de los recursos nacionales, pero reconocemos y le damos su debido valor a las diferencias de percepción y análisis, en el sentido en que se expresó la votación dividida sobre la reforma energética (Hemiciclo a Juárez). Queremos promover el debate ejerciéndolo en el ámbito de nuestra participación colegiada. Por eso, nos parece consustancial al trabajo de los especialista e intelectuales, la confrontación de diversos puntos de vista. La unidad, en buen número de casos, no es la unanimidad y el mismo debate interno favorece la coherencia y legitimidad populares.
3. Hay unidad con las naturales diferencias de enfoques en varios temas: el desventurado manejo de la economía por parte del gobierno federal y los gobiernos locales y estatales, la falta de seguridad, las represiones atroces (en Oaxaca, Chiapas, Atenco y Morelos, por ejemplo), la impunidad favorecida y aprovechada por las autoridades, el desastre agrario, las políticas apenas esbozadas (y mal) en el combate contra la delincuencia y el narcotráfico, el desastre educativo, las violaciones a los derechos humanos, la destrucción de los ecosistemas, y en la resistencia al saqueo y dilapidación de los recursos nacionales (petróleo, agua, bosques y selvas, biodiversidad, maíz, etcétera).
Ahora, la versión mexicana de la crisis internacional entra en una fase de gran deterioro que, de seguro, se profundizará. Al respecto, como la contribución posible a nuestro alcance, insistiremos en el análisis y la investigación. Nuestro desempeño exige el debate, y el debate fortalece y afina nuestras convicciones fundamentales.
Atentamente
COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO
Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Antonio Gershenson, Margo Glantz, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Luis Linares Zapata, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Roberto Morales, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Víctor Manuel Toledo, Héctor Vasconcelos y Javier Wimer
Kikka Roja
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