Felipe, Manuel y el crucifijo Viernes, 16 Enero, 2009 gomezalce@aol.com • ¿Y los divorcios del drink team, apá? • La vorágine de la devaluación La retórica sin lógica, mi estimado, es como un árbol con hojas pero sin raíces. Cardiaco cierre de semana con el baile peligroso de nuestra devaluada moneda frente al dólar que, de entrar en la arena de los 15 pesos… la escalada devaluatoria que ya es irreversible, entrará todavía más a la vorágine de contextos económicos muy complicados. Pero eso, my friend, no parece ser uno de los epicentros de los delicados problemas sino que ahora nos salió Felipe con la bendita lindura de que la organizada delincuencia y sus divertidas redes están donde están y son lo que son producto del divorcio. ¡¡Chingón!! Si la iluminada tesis del inquilino de Los Pinos resulta cierta, exacta y puntual, el sonriente respetable respira aliviado al saber que finalmente Calderón, después de tantas piruetas mediáticas, gasto excesivo, planes bélicos, tácticas de guerra y pendejadas federales ya tiene el diagnóstico del flagelo que… está infiltrado hasta la médula de su (des)gobierno. Y ya que anda tan persignado y de simulado moralino con los hombres de las faldas largas, que por cierto siguen tolerando la pederastia (so they will burn in hell), Felipe debería comenzar por darle un vistazo a lo que ocurre con su favorito inner circle en Los Pinos, donde para divorcios… estos profanos panistas se pintan solos así que para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. Es más, amable lector, por placentera diversión mental habría que recordarle a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús (¡!) hoy que olvida lo que es el Estado laico y que simula ser un católico sacrificado y virtuoso, aquella notoria anécdota —que ooopppssss… llegó hasta el Vaticano– con Manuel Espino, hoy blanco de sus grotescos ataques, cuando en un conocido restaurante del sur de la ciudad donde al Gymboree o mejor aún, al drink team presidencial le encanta(ba) hacer sus fiestas, hubo simpático intercambio de palabras entre el primer católico de México (o sea, Felipe) y Manuel, entonces digno presidente de Acción Nacional, días después de que Santiago Creel perdiera la candidatura. Listo para poner cara de what?! Ahí le va. Con la novedad de que mientras platicaban sobre las piedritas del acalorado proceso interno en el cual Calderón ganó sin el apoyo de la prozaica parejita presidencial, Espino tomó de su bolsillo su crucifijo y se lo entregó al flamante candidato del PAN en señal de esperanza y fortaleza para los accidentados tiempos que ya se pronosticaban. Como un humilde oasis de oración para las dudas en momentos de dificultad... Que evidentemente Felipe desdeñó. Sí. Con un rudo ademán y mueca que haría palidecer a los santísimo curas, aventó de regreso el crucifijo señalando que él no necesitaba de “eso” (holy mother of God!). El primer católico del país, el gran persignado que ahora da cátedra de… moral, mandó al nabo sin escalas uno de los símbolos del catolicismo. Sírvase sólo como bendita anécdota de las constantes simulaciones presidenciales que, junto a los chisguetes, ya son el sello sexenal. Por eso no sorprende la mohína, la tan cacareada mezquindad y lo aldeano de los ataques azules a Espino Barrientos quien, desde que decidió regresar a la escena política blanquiazul del CEN, es incómodo a los intereses de Felipe y su desdibujado títere Germán Martínez, ambos impulsores de las mañas que tanto criticaron del partido tricolor. La lucha por la lista de candidaturas para este aciago 2009, en donde el gran dedito (de la mano limpia, of course) quiere el control a través de Germán pisoteando las diversas estructuras estatales y sus dirigencias (Nuevo León es un exquisito ejemplo), ha desatado a los demonios azules y the usual spin doctors para darle flit a Manuel, quien gana cada vez más credibilidad en el interior de Acción Nacional. Pero más allá del espléndido ambientito que ya se gesta para la próxima carnicería azul, perdón, Consejo Nacional, lo que a muchos se les olvida es el leverage de Manuel, quien ya le recordó, nuevamente a Felipe que… les debe la Presidencia. Para que nadie se ande equivocando estirando, digamos, de más la cuerdita, yes? Para que nadie se sienta envalentonado e indestructible. Porque si los actuales misiles detonados por las circunstancias domésticas en los rubros de seguridad, económico y social son de emocionante adversidad… lo menos que necesita el PAN de Felipe & gang, es la revelación del little black book electoral. Así que compre sus palomitas, sea paciente, my friend, y disfrute su fin de semana… ¡Adiós! |
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