- Realizan feria editorial en Nueva York para buscar un paliativo a la crisis de esa industria
- El libro del futuro será más de contenido digital que impreso, estiman expertos
- El formato en papel sobrevivirá, asegura ejecutiva del sello ThingsAsian, de California
LO VENDE AMAZON.COM
Nueva York, 29 de mayo. El libro del futuro será más su contenido digital que el objeto impreso inventado por Gutenberg hace casi 600 años, según editores, libreros y autores que se dan cita en Nueva York este fin de semana en la búsqueda de un salvavidas para un sector en crisis.
¿Qué es un libro?, se pregunta Lance Fensterman, director de la ExpoBook América que concluirá este domingo en el centro de convenciones Javits, de Nueva York, que busca respuesta a una pregunta que ya no parece elemental. Libro tradicional con páginas de papel y tapa, audiolibro, libro electrónico para leer en pantalla portátil como el Kindle de Amazon o el lector de Sony: el debate está abierto, pero todos coinciden en que el mundo de la edición evoluciona cada vez más hacia el suministro de un contenido.
El formato en que se brinda el contenido es secundario en relación con éste, explica Fensterman. Los editores están evolucionando para convertirse en proveedores de contenido y ya no sólo se dedicarán a imprimir. BookExpo América es la principal feria del libro en Estados Unidos, la segunda a escala mundial después de la de Francfort (Alemania) y la más importante en lengua inglesa. Participan cerca de mil 500 editores y libreros del mundo y atrae a unos 30 mil visitantes por año, así como a cerca de mil escritores, según los organizadores.
Según Fensterman, “lo caliente es todo lo que sea digital. El soporte electrónico permite entregar el contenido por menos costo. No se necesita imprimir, ni transportar, no hay que alimentar un stock”. Según Book Industries Trend, que analiza anualmente el comportamiento del sector editorial en Estados Unidos, en 2008 se vendieron más de 3 mil millones de libros tradicionales en ese país, 1.5 por ciento menos que en 2007. Pero esas cifras todavía no reflejan el impacto real de la crisis. El grupo Borders, una de las principales cadenas de librerías del país, anunció esta semana una caída de 12 por ciento en sus ventas para el primer trimestre de 2009.
Complicada reconversión
La gran dificultad es cómo adaptar el sector a una reconversión. ¿Cómo lo logramos? ¿Cómo facturamos el nuevo producto? ¿Cómo protegemos los derechos de propiedad intelectual?, se interroga Fensterman. Rick Joyce, jefe de marketing de Perseus Books, de Nueva York, lanzó un proyecto para ilustrar la problemática. Durante la feria, los participantes podrán confeccionar en tres días ese libro del futuro, desde su contenido hasta su presentación en diferentes soportes.
Vamos a publicarlo en todos los formatos posibles, incluyendo audio, texto y digital, explicó Joyce. El libro estará listo el sábado por la tarde y su fabricación incluirá reuniones de discusión editorial y marketing. Según Nielsen BookScan, para los e-books (libro digital) para adultos como Kindle o el comercializado por Sony, la facturación en 2008 fue de 113 millones de dólares, es decir 7 por ciento más que el año anterior. Sin embargo, todos aseguran que el desarrollo del libro digital no necesariamente significa la desaparición del objeto de papel. Siempre habrá gente para consumir el contenido en su forma impresa, opinó Fensterman. La cuestión es saber qué porcentaje de la población representará, si 3 o 75 por ciento. No lo sabemos, pero como industria, tenemos que ofrecer opciones.
Janet Brown, de la editorial ThingsAsian, llegó desde California y también se plantea las mismas interrogantes, pero asegura que el libro tradicional sobrevivirá adaptándose. “El libro de tapa dura se ha vuelto tan caro que la gente está pensando en otras formas. Se puede hacer uno de tapa dura de calidad que sea más económico. Admitámoslo, no a todo mundo le gusta leer un e-book de noche en la cama, no es muy confortable”, dijo Brown.
¿Qué es un libro?, se pregunta Lance Fensterman, director de la ExpoBook América que concluirá este domingo en el centro de convenciones Javits, de Nueva York, que busca respuesta a una pregunta que ya no parece elemental. Libro tradicional con páginas de papel y tapa, audiolibro, libro electrónico para leer en pantalla portátil como el Kindle de Amazon o el lector de Sony: el debate está abierto, pero todos coinciden en que el mundo de la edición evoluciona cada vez más hacia el suministro de un contenido.
El formato en que se brinda el contenido es secundario en relación con éste, explica Fensterman. Los editores están evolucionando para convertirse en proveedores de contenido y ya no sólo se dedicarán a imprimir. BookExpo América es la principal feria del libro en Estados Unidos, la segunda a escala mundial después de la de Francfort (Alemania) y la más importante en lengua inglesa. Participan cerca de mil 500 editores y libreros del mundo y atrae a unos 30 mil visitantes por año, así como a cerca de mil escritores, según los organizadores.
Según Fensterman, “lo caliente es todo lo que sea digital. El soporte electrónico permite entregar el contenido por menos costo. No se necesita imprimir, ni transportar, no hay que alimentar un stock”. Según Book Industries Trend, que analiza anualmente el comportamiento del sector editorial en Estados Unidos, en 2008 se vendieron más de 3 mil millones de libros tradicionales en ese país, 1.5 por ciento menos que en 2007. Pero esas cifras todavía no reflejan el impacto real de la crisis. El grupo Borders, una de las principales cadenas de librerías del país, anunció esta semana una caída de 12 por ciento en sus ventas para el primer trimestre de 2009.
Complicada reconversión
La gran dificultad es cómo adaptar el sector a una reconversión. ¿Cómo lo logramos? ¿Cómo facturamos el nuevo producto? ¿Cómo protegemos los derechos de propiedad intelectual?, se interroga Fensterman. Rick Joyce, jefe de marketing de Perseus Books, de Nueva York, lanzó un proyecto para ilustrar la problemática. Durante la feria, los participantes podrán confeccionar en tres días ese libro del futuro, desde su contenido hasta su presentación en diferentes soportes.
Vamos a publicarlo en todos los formatos posibles, incluyendo audio, texto y digital, explicó Joyce. El libro estará listo el sábado por la tarde y su fabricación incluirá reuniones de discusión editorial y marketing. Según Nielsen BookScan, para los e-books (libro digital) para adultos como Kindle o el comercializado por Sony, la facturación en 2008 fue de 113 millones de dólares, es decir 7 por ciento más que el año anterior. Sin embargo, todos aseguran que el desarrollo del libro digital no necesariamente significa la desaparición del objeto de papel. Siempre habrá gente para consumir el contenido en su forma impresa, opinó Fensterman. La cuestión es saber qué porcentaje de la población representará, si 3 o 75 por ciento. No lo sabemos, pero como industria, tenemos que ofrecer opciones.
Janet Brown, de la editorial ThingsAsian, llegó desde California y también se plantea las mismas interrogantes, pero asegura que el libro tradicional sobrevivirá adaptándose. “El libro de tapa dura se ha vuelto tan caro que la gente está pensando en otras formas. Se puede hacer uno de tapa dura de calidad que sea más económico. Admitámoslo, no a todo mundo le gusta leer un e-book de noche en la cama, no es muy confortable”, dijo Brown.
kikka-roja.blogspot.com/
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