“El Coqueto” y la fuga de credibilidad
MÉXICO, D.F. (apro).- La noche del lunes 5, diez minutos ininterrumpidos en el noticiero estelar de Televisa, en Canal 2, divulgaron a escala nacional el testimonio de un sujeto con collarín en el rostro, moretones y hablar pausado, que se presentó como Armando Librado Legorreta, El Coqueto, ahora mejor conocido como El Fugado, presunto feminicida serial responsable de la muerte de seis jovencitas y la violación de otras tantas.
Con la exhibición de este testimonio, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) pretendió enmendar el ridículo mayúsculo de la fuga de Librado Legorreta la madrugada del 28 de febrero, así como darle credibilidad a la versión oficial de su huída, digna de un guión de Annibal Lecter o de pastelazo policiaco al estilo Scooby Doo.
En la pantalla comercial no hubo otra noticia más importante que defender la imagen de la Procuraduría mexiquense, en especial, la de su titular Alfredo del Castillo, el mismo personaje que durante la administración de Enrique Peña Nieto se ocupó de la increíble historia de la niña Paulette, que supuestamente murió en su propia cama, momificada involuntariamente como para que nadie se diera cuenta después de múltiples visitas a ese sitio.
No sólo el prestigio de Del Castillo está en juego. También la credibilidad del gobierno de la entidad más poblada del país, herencia directa del actual aspirante presidencial del PRI, que no se caracterizó por su compromiso en la lucha contra los feminicidas y, menos, en atender a las cientos de mujeres agredidas sexualmente.
Sin embargo, algo se ha salido de este guión fantástico. En la mañana de este martes 6, un denunciante anónimo indicó en el noticiario radiofónico de Carmen Aristegui, en MVS, que El Coqueto no se fugó por ser un gran imitador de Houdini, sino porque tenía la complicidad de una funcionaria de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), su tía María del Rocío Legorreta.
Horas después, en rueda de prensa, la actual oficial secretaria de la fiscalía norte de la PGJDF, negó rotundamente ser cómplice de la fuga de El Coqueto. “Yo no pedí ser la tía del Coqueto y yo no tengo nada qué ver con él”, señaló la funcionaria ministerial.
Los indicios de una complicidad mucho más amplia que la de un policía que se quedó dormido y dos que descuidaron al peligroso delincuente, comienzan a entorpecer el thriller armado por las autoridades ministeriales del Estado de México.
Amparo Vargas, madre de una de las víctimas de Librado Legorreta, afirmó que no confía en que el hombre señalado por la PGJEM y presentado en cadena nacional televisiva sea El Coqueto.
“Necesito ir a verlo para checar que sí sea el mismo y que no estén poniendo a otro en su lugar”, afirmó en conferencia de prensa, en Tlalnepantla, a una distancia muy corta de donde desapareció otra de las víctimas.
La burra no era arisca, así la hicieron. Lo mismo ha sucedido con los “chivos expiatorios” atrapados en Ciudad Juárez, Chihuahua, para acallar el reclamo de las madres de las víctimas ante el feminicidio serial e impune en esta ciudad fronteriza. Ahora resulta que una de las madres desconfía y cree que El Coqueto puede ser una especie de Mario Aburto bis.
El episodio de El Coqueto no ha dejado bien paradas a las autoridades ministeriales mexiquenses. Por más que el gobernador Eruviel Avila insistiera esta tarde en que al frente de la Procuraduría seguirá Alfredo del Castillo, debido a que las autoridades ministeriales demostraron su agilidad y capacidad para volver a atrapar al presunto feminicida.
El procurador Alfredo Castillo informó este lunes 5 que no fueron tres sino un policía el que custodiaba a El Coqueto. Explicó que los otros dos responsables de cuidar al detenido acordaron dividirse y relevar la guardia. El único oficial a su cargo se quedó dormido… o algo peor.
Según el relato fantástico de Del Castillo, El Coqueto logró quitarse la esposa de la mano, siguió con las que lo sujetaban los pies, para lo cual se quitó los calcetines y dobló los pies en forma de punta, hasta lograr zafarse.
“Acto seguido –prosiguió Del Castillo en rueda de prensa–, utilizó cables de computadora y teléfonos para improvisar una cuerda para poder descender”.
Luego saltó por la ventana, cayó del tercer piso de manera abrupta, resultó con fractura en un pie y en las vértebras lumbares. Aún así, logró cruzar una amplia explanada de 800 metros cuadrados y bajar 120 escalones del edificio de la Procuraduría mexiquense. ¡Sin que nadie lo viera!
Cojo y fracturado, El Coqueto avanzó 200 metros hasta la vía López Portillo, donde consiguió que una persona lo trasladara a la casa de su medio hermano, según la versión de las mismas autoridades mexiquenses.
El orgullo herido de las instancias ministeriales mexiquenses obligó a la movilización de 800 efectivos –300 de la Policía Ministerial y 500 de la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana– para dar con un “coqueto” que resultó más astuto que homicida.
El sábado 3 lo hallaron en la colonia La Malinche, en la abrupta orografía de la delegación capitalina Magdalena Contreras, del Distrito Federal.
El gobernador Eruviel Avila fue el primero en confirmar públicamente la detención de El Coqueto. Esto escribió en su cuenta de Twitter @Eruviel_avila:
“La @PGJEM_Oficial acaba de detener a César Armando Librado Legorreta, alias ‘El Coqueto’. En breve, la procuraduría dará más detalles”.
Como no hubo más detalles, Eruviel Avila volvió a lanzar otro mensaje:
“Les comparto este videomensaje sobre la detención de César Armando Librado, para quien pido prisión vitalicia”.
De golpe, Eruviel Avila también presumía la aplicación de una pena máxima, aprobada por el Congreso mexiquense el 11 de noviembre de 2011. Aún falta saber si el proceso en contra de El Coqueto no resulta ser una revictimización de las mujeres asesinadas. En este pequeño detalle aún no han pensado las autoridades presurosas por convertir a Librado Legorreta en el villano favorito de la temporada.
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MÉXICO, D.F. (apro).- La noche del lunes 5, diez minutos ininterrumpidos en el noticiero estelar de Televisa, en Canal 2, divulgaron a escala nacional el testimonio de un sujeto con collarín en el rostro, moretones y hablar pausado, que se presentó como Armando Librado Legorreta, El Coqueto, ahora mejor conocido como El Fugado, presunto feminicida serial responsable de la muerte de seis jovencitas y la violación de otras tantas.
Con la exhibición de este testimonio, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) pretendió enmendar el ridículo mayúsculo de la fuga de Librado Legorreta la madrugada del 28 de febrero, así como darle credibilidad a la versión oficial de su huída, digna de un guión de Annibal Lecter o de pastelazo policiaco al estilo Scooby Doo.
En la pantalla comercial no hubo otra noticia más importante que defender la imagen de la Procuraduría mexiquense, en especial, la de su titular Alfredo del Castillo, el mismo personaje que durante la administración de Enrique Peña Nieto se ocupó de la increíble historia de la niña Paulette, que supuestamente murió en su propia cama, momificada involuntariamente como para que nadie se diera cuenta después de múltiples visitas a ese sitio.
No sólo el prestigio de Del Castillo está en juego. También la credibilidad del gobierno de la entidad más poblada del país, herencia directa del actual aspirante presidencial del PRI, que no se caracterizó por su compromiso en la lucha contra los feminicidas y, menos, en atender a las cientos de mujeres agredidas sexualmente.
Sin embargo, algo se ha salido de este guión fantástico. En la mañana de este martes 6, un denunciante anónimo indicó en el noticiario radiofónico de Carmen Aristegui, en MVS, que El Coqueto no se fugó por ser un gran imitador de Houdini, sino porque tenía la complicidad de una funcionaria de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), su tía María del Rocío Legorreta.
Horas después, en rueda de prensa, la actual oficial secretaria de la fiscalía norte de la PGJDF, negó rotundamente ser cómplice de la fuga de El Coqueto. “Yo no pedí ser la tía del Coqueto y yo no tengo nada qué ver con él”, señaló la funcionaria ministerial.
Los indicios de una complicidad mucho más amplia que la de un policía que se quedó dormido y dos que descuidaron al peligroso delincuente, comienzan a entorpecer el thriller armado por las autoridades ministeriales del Estado de México.
Amparo Vargas, madre de una de las víctimas de Librado Legorreta, afirmó que no confía en que el hombre señalado por la PGJEM y presentado en cadena nacional televisiva sea El Coqueto.
“Necesito ir a verlo para checar que sí sea el mismo y que no estén poniendo a otro en su lugar”, afirmó en conferencia de prensa, en Tlalnepantla, a una distancia muy corta de donde desapareció otra de las víctimas.
La burra no era arisca, así la hicieron. Lo mismo ha sucedido con los “chivos expiatorios” atrapados en Ciudad Juárez, Chihuahua, para acallar el reclamo de las madres de las víctimas ante el feminicidio serial e impune en esta ciudad fronteriza. Ahora resulta que una de las madres desconfía y cree que El Coqueto puede ser una especie de Mario Aburto bis.
El episodio de El Coqueto no ha dejado bien paradas a las autoridades ministeriales mexiquenses. Por más que el gobernador Eruviel Avila insistiera esta tarde en que al frente de la Procuraduría seguirá Alfredo del Castillo, debido a que las autoridades ministeriales demostraron su agilidad y capacidad para volver a atrapar al presunto feminicida.
El procurador Alfredo Castillo informó este lunes 5 que no fueron tres sino un policía el que custodiaba a El Coqueto. Explicó que los otros dos responsables de cuidar al detenido acordaron dividirse y relevar la guardia. El único oficial a su cargo se quedó dormido… o algo peor.
Según el relato fantástico de Del Castillo, El Coqueto logró quitarse la esposa de la mano, siguió con las que lo sujetaban los pies, para lo cual se quitó los calcetines y dobló los pies en forma de punta, hasta lograr zafarse.
“Acto seguido –prosiguió Del Castillo en rueda de prensa–, utilizó cables de computadora y teléfonos para improvisar una cuerda para poder descender”.
Luego saltó por la ventana, cayó del tercer piso de manera abrupta, resultó con fractura en un pie y en las vértebras lumbares. Aún así, logró cruzar una amplia explanada de 800 metros cuadrados y bajar 120 escalones del edificio de la Procuraduría mexiquense. ¡Sin que nadie lo viera!
Cojo y fracturado, El Coqueto avanzó 200 metros hasta la vía López Portillo, donde consiguió que una persona lo trasladara a la casa de su medio hermano, según la versión de las mismas autoridades mexiquenses.
El orgullo herido de las instancias ministeriales mexiquenses obligó a la movilización de 800 efectivos –300 de la Policía Ministerial y 500 de la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana– para dar con un “coqueto” que resultó más astuto que homicida.
El sábado 3 lo hallaron en la colonia La Malinche, en la abrupta orografía de la delegación capitalina Magdalena Contreras, del Distrito Federal.
El gobernador Eruviel Avila fue el primero en confirmar públicamente la detención de El Coqueto. Esto escribió en su cuenta de Twitter @Eruviel_avila:
“La @PGJEM_Oficial acaba de detener a César Armando Librado Legorreta, alias ‘El Coqueto’. En breve, la procuraduría dará más detalles”.
Como no hubo más detalles, Eruviel Avila volvió a lanzar otro mensaje:
“Les comparto este videomensaje sobre la detención de César Armando Librado, para quien pido prisión vitalicia”.
De golpe, Eruviel Avila también presumía la aplicación de una pena máxima, aprobada por el Congreso mexiquense el 11 de noviembre de 2011. Aún falta saber si el proceso en contra de El Coqueto no resulta ser una revictimización de las mujeres asesinadas. En este pequeño detalle aún no han pensado las autoridades presurosas por convertir a Librado Legorreta en el villano favorito de la temporada.
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