Las 4 variedades del capitalismo de Estado: petroestados, China, Brasil y el Kremlin
Alfredo Jalife-Rahme
Una compradora selecciona verduras en un supermercado de Shanghai, ChinaFoto Ap
A juicio de The Economist (ver Bajo la Lupa, 25/1/12), portavoz del neoliberalismo global, el capitalismo de Estado exhibe un tema con variaciones idiosincráticas.
Adrian Wooldridge considera que lo más sorprendente de las empresas estatales es su pleno poder colectivo en el mundo emergente, que las ha hechomás ricas que en la década pasada: las 121 principales empresas estatales de China aumentaron sus activos totales de 360 mil millones de dólares en 2002 a casi 3 billones de dólares en 2010. Un año después a la crisis de 2008, 85 por ciento de 1.4 billones de dólares de préstamos bancarios fueron para las empresas estatales. No es por nada, pero es mi hipótesis sobre el éxito poco auscultado de China y Brasil, quienes conservaron su banca estatal (a diferencia de la mediocridad del México neoliberal: ver Bajo la Lupa, 18 y 20/1/12).
Aduce que los gobiernos se han vuelto más sofisticados y prefieren ejercer el control a través de la propiedad de sus acciones y a veces poseen todas las acciones (v.gr. Petronas de Malasia).
Alfredo Jalife-Rahme
Una compradora selecciona verduras en un supermercado de Shanghai, ChinaFoto Ap
A juicio de The Economist (ver Bajo la Lupa, 25/1/12), portavoz del neoliberalismo global, el capitalismo de Estado exhibe un tema con variaciones idiosincráticas.
Adrian Wooldridge considera que lo más sorprendente de las empresas estatales es su pleno poder colectivo en el mundo emergente, que las ha hechomás ricas que en la década pasada: las 121 principales empresas estatales de China aumentaron sus activos totales de 360 mil millones de dólares en 2002 a casi 3 billones de dólares en 2010. Un año después a la crisis de 2008, 85 por ciento de 1.4 billones de dólares de préstamos bancarios fueron para las empresas estatales. No es por nada, pero es mi hipótesis sobre el éxito poco auscultado de China y Brasil, quienes conservaron su banca estatal (a diferencia de la mediocridad del México neoliberal: ver Bajo la Lupa, 18 y 20/1/12).
Aduce que los gobiernos se han vuelto más sofisticados y prefieren ejercer el control a través de la propiedad de sus acciones y a veces poseen todas las acciones (v.gr. Petronas de Malasia).