Autor: Daniel Lizarraga(....) Por el contrario, para lo que han servido las variaciones encontradas y este tipo de estudios, es para dar jugosas ganancias a las compañías que fabrican kits de diagnóstico genético. Es decir, pruebas de ADN para diferentes afecciones, que analizan si el cliente –que pueda pagarlas– tiene determinadas variaciones genéticas que estarían supuestamente relacionadas con ellas. No sirven, pero eso no impide que actualmente haya más de 1000 kits de este tipo en el mercado, cuyas ventas en 2007 fueron de 730 millones de dólares y crecen a un ritmo de 20 por ciento anual. (Ver reporte de ETC
Pruebas personales de ADN y el mito de la medicina personalizada, www.etcgroup.org/es/materiales/publicaciones.html?pub_id=680 ).Salvo en el caso de las enfermedades monogénicas (determinadas por un solo gen), la composición genética no es más que una ínfima parte del surgimiento de las enfermedades. Las variaciones existen en una enorme complejidad de interacciones genéticas y bioquímicas de las que poco se sabe, y el desarrollo de enfermedades no es independiente del ambiente, incluyendo realidades alimentarias, sanitarias, económicas, ecológicas, culturales y muchas otras.
La medicina genómica es un enfoque extremadamente fragmentario, que deja fuera del ámbito de estudio la mayor parte de los elementos esenciales a tener en cuenta al pensar en salud y enfermedad.
Las enfermedades que investiga el Inmegen (asma, obesidad, cáncer y lupus), tienen un enorme peso de factores socioeconómicos y ambientales, determinados por pobreza, contaminación ambiental, mala nutrición, componentes tóxicos en alimentación y vivienda, etcétera, todos fuera de su investigación.
Si pese a estas graves condicionantes, los estudios del Inmegen derivaran en algún tipo de base para una
medicina genómica, todas las herramientas para vincular las variaciones con enfermedades y para el desarrollo de medicinas farmacogenómicas están patentadas en manos de unas pocas empresas farmacéuticas y de informática. Varias de las cuales tienen, obviamente, una estrecha relación con el Inmegen, esperando ansiosamente nuevos insumos para aumentar sus ganancias.Por tanto, los resultados de estos estudios, si no resultan completamente inútiles, estarán totalmente fuera del alcance de las poblaciones que, como los indígenas, aportan sus genes para finalmente enriquecer a las empresas de diagnóstico y a las farmacéuticas.
la-farsa-del-mapa-genomico-de-los mexicanos
*Investigadora del Grupo ETC
Fuente: Proceso
kikka-roja.blogspot.com/
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