AUDIO Y TEXTO DE LA DECLARATORIA SOBRE EL FALLO DEL TRIFE
Rechaza AMLO el fallo del Trife y desconoce a quien pretende ostentarse como titular del Ejecutivo Palabras del candidato a la Presidencia de la República de la Coalición Por el bien de todos, Andrés Manuel López Obrador, en la Asamblea Informativa, en el Zócalo de la Ciudad de México México, Distrito Federal
Amigas, amigos:
En este día aciago, difícil para la democracia en México, pero que al mismo tiempo permite iniciar una etapa nueva, quiero expresar a ustedes, antes que nada, como acto de profesión de fe republicana, lo siguiente: Lo hago de corazón y pensando en ustedes, que es gente buena, gente ejemplar, muy representativa de nuestro pueblo, de nuestra gran Nación.
Quiero decir a ustedes que nunca voy a dejar de luchar por mis ideales y por mis convicciones. Nunca voy a dejar de luchar por una nueva economía, por una nueva forma de hacer política y por una nueva convivencia social, más justa y más humanitaria. Nunca, les digo a ustedes, me comprometo con ustedes, voy a aceptar la política tradicional: esa donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo. Nunca, les digo a ustedes, voy a transar con el hampa de la política ni con los delincuentes del cuello blanco. Nunca voy a doblegarme ante los clasistas, racistas, fascistas, que hipócritamente aparentaban ser gente de buena voluntad. Nunca voy a dejar de apoyar y de proteger a la gente humilde, a los humillados, a los desposeídos y a los pobres de México. Y nunca, jamás, voy a traicionar al pueblo de México. Vamos a continuar en esta lucha con mucha dignidad y con los principios por delante.
Esta es mi declaración ante la resolución del Tribunal del día de hoy.
Esta es mi declaración ante la resolución del Tribunal del día de hoy.
Los magistrados del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación se sometieron, no tuvieron el arrojo, la dignidad, el orgullo, la arrogancia de actuar como hombres libres. Optaron por convalidar el fraude electoral; de esta manera, se violó la voluntad popular y se fracturó el orden constitucional. Como a todos consta, como es de dominio público, tanto el candidato de la derecha como el Tribunal Electoral se negaron al recuento voto por voto, casilla por casilla. Se negaron a trasparentar la elección. Todo ello tiene una explicación sencilla que con un poco de luz en la frente se comprende a la perfección. Todo ello se explica, porque el candidato de la derecha no ganó la elección presidencial. Y nos están despojando de un triunfo legal y legítimo que nos otorgó la mayoría del pueblo de México. También ese comportamiento se explica, todo lo acontecido y de manera particular el acto del día de hoy, porque una minoría privilegiada ha tomado las instituciones y las mantiene secuestradas para su propio beneficio.
Esta realidad que tenemos que transformar es la que tiene en la ruina al país y en la pobreza de la mayoría del pueblo.
Por lo anteriormente expuesto, expreso mi decisión de rechazar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y desconozco a quien pretende ostentarse como titular del Poder Ejecutivo Federal sin tener una representación legítima y democrática. Asimismo, considero que ante este atentado a la legalidad constitucional y a la vida democrática, muchos mexicanos debemos reasumir el ejercicio de la soberanía popular y abolir de una vez y para siempre el régimen de corrupción y privilegios que impera en nuestro país. Esta decisión la asumimos hoy, en este mes de la Patria, en la convicción de que al recuperar el ejercicio de su soberanía, el pueblo se hallará en la libertad de darse las instituciones y las políticas que le lleven a hacer valer sus derechos fundamentales. El pueblo mexicano, tengamos presente, recordemos ha sabido defender sus derechos soberanos en los momentos cruciales de nuestra historia, porque como se decía en 1814, en el decreto constitucional para la libertad de la América Mexicana, el pueblo tiene derecho incontestable a establecer el gobierno que más le convenga, alterarlo, modificarlo y abolirlo totalmente cuando su felicidad lo requiere y eso es lo que vamos a hacer. Por todo esto, reitero mi propuesta de que en la Convención Nacional Democrática constituyamos un gobierno que cuente con la legitimidad necesaria para refundar la República y restablecer el orden constitucional.
Esa es la declaratoria del día de hoy.
Vamos a seguir adelante. ¿Qué es lo que sigue, porque muchos de ustedes seguramente se están preguntando, qué sigue, hacia dónde vamos? Y también tenemos que tener claro qué es lo que van a hacer nuestros adversarios. No tenemos que pensar mucho para comprender cuál es el guión que van a seguir nuestros adversarios, porque es la política de siempre, ¿qué es lo que van a seguir, cuáles son los pasos que ellos van a dar? Primero van a buscar a legitimarse en el extranjero, van a empezar a llegar los reconocimientos de los gobiernos extranjeros. Esto se hace en México desde Victoriano Huerta hasta Carlos Salinas de Gortari y van a seguir con esa misma política de buscar afuera la legitimidad que no tuvieron en el país. Candil de la calle y oscuridad de la casa. Eso es lo que van a llevar a la práctica. Lo segundo, en el guión de nuestros adversarios, que lo pudo haber hecho Salinas o antes Díaz Ordaz o antes Calles o antes Porfirio Díaz, porque es la misma política. Lo segundo, la cargada. Van a ver ustedes cómo las corporaciones empresariales y otros agrupamientos van a manifestar su adhesión a lo que popularmente se conoce como el besamanos, esa cargada se va a dar, sino es que ya se está dando a partir de ahora. Lo tercero, la subordinación de los medios de comunicación para quemarle incienso al candidato de la derecha, al presidente espurio, ilegítimo, al pelele que quieren imponer. Entrevistas especiales, y llamarle ya, le puedo decir ya licenciado: presidente electo ¿verdad?, porque el Tribunal ya lo decidió. Ponerse de tapete como siempre lo han hecho, con honrosas excepciones, porque estamos pasando una etapa también aciaga en cuanto a la libertad de expresión, sobre todo, en lo que corresponde a la falta de pluralidad y de profesionalismo, y de independencia en la mayoría de los medios de comunicación de nuestro país. El punto cuatro, golpes espectaculares, es decir haber cómo confunden a la gente, engañan a la gente de nuevo, para decir que ellos van a ser distintos y que las cosas ahora sí van a cambiar. No les va a funcionar eso porque son otros tiempos y, sobre todo, hay otra mentalidad en nuestro pueblo. No olvidemos que no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, ya cambió la mentalidad de nuestro pueblo y eso es lo más importante, porque cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo. ¿Qué otra cosa van a hacer, en el guión? El punto cinco. Van a empezar a repartir migajas para tratar de ganarse a la gente humilde, a la gente pobre, traficando con la necesidad y la pobreza del pueblo.
Aquí les digo una vez más, el pueblo no quiere limosnas, el pueblo exige justicia, por eso se está luchando.
Creen que con esas políticas de reparto de migajas van a poder mantener la política económica antipopular y entreguista, creen que repartiendo migajas van a poder mantener la política que solo beneficia a unos cuantos. Y por último, en el guión, el último punto es el de la negociación con nosotros. Van a buscar por todos los medios que haya lo que ellos llaman diálogo y negociación. Yo quiero informarles a ustedes en esta plaza que los dirigentes, los legisladores, los gobernantes electos de la Coalición y muchos ciudadanos que están en este movimiento, se han comportado a la altura de las circunstancias. Este documento que ahora acaba de leer doña Rosario Ibarra expresa la decisión de muchos legisladores y de muchos dirigentes de la Coalición de mantener la resistencia civil pacífica, de no aceptar los viejos moldes de la política mexicana. Estamos en el terreno de lo inédito, no se va actuar como siempre, no va a ser fácil que busquen la coptación, la compra disfrazada de negociación de los dirigentes de la oposición. Ya pasó el tiempo de los partidos y de los dirigentes paleros. Ahora los dirigentes, los partidos y los legisladores son verdaderos representantes del pueblo y así se van a seguir conduciendo. Esa es la estrategia de nuestros adversarios, pero cuál es la nuestra, qué vamos a hacer nosotros, qué sigue. Lo primero es la revolución de conciencia que hemos iniciado, la revolución de mentalidad, todo esto que hemos venido haciendo desde hace un mes, esta resistencia civil pacífica, este proceso de enseñanza-aprendizaje, este acompañamiento para que los asuntos públicos se atiendan y se resuelvan de manera compartida, que es lo que venimos haciendo. Y hablo de revolución de conciencia porque todos nos vamos a quitar las telarañas que nos han metido en la cabeza, hasta el extremo de obligarnos a reconocer, a aceptar, decisiones oprobiosas o instituciones que no merecen ningún respeto porque quienes están a cargo de esas instituciones, sencillamente no respetan al pueblo ni respetan el mandato constitucional.
Por eso, aunque no les guste a mis adversarios, ¡al diablo con sus instituciones!
¿Qué nos metieron en la cabeza durante mucho tiempo? Que teníamos que entrar al aro, que teníamos que hacerles el juego, que teníamos que pensar como ellos lo deciden y que teníamos que rendirles pleitesía, a pesar de la humillación y del ultraje. Eso es lo que ya se acabó, nunca más vamos a permitir la humillación de nuestro pueblo, la gente está despertando, ha dicho basta, se ha echado a andar y vamos por la transformación del país, empezando por la revolución de conciencia.
Vamos a tener una atmósfera nueva, de dignidad y de moralidad que le hace falta a nuestro país.
Esta es una renovación tajante de la vida pública nacional. Vamos hacia adelante, con rumbo a la Convención Nacional Democrática, tenemos nosotros el derecho, que quede muy claro, tenemos el derecho para ejercer nuestra soberanía, este derecho está consagrado desde la Constitución de Apatzingán, se reafirma en la Constitución de 1857 y se remacha en la Constitución de 1917, que es la Constitución vigente en nuestro país. Nos vamos a apoyar en el Articulo 39 Constitucional y, repito, ese artículo establece que el pueblo tiene en todo momento el derecho de modificar la forma de su gobierno y eso es lo que vamos a hacer, vamos a ejercer nuestra soberanía para constituir nuestro gobierno, eso es lo que va a resolver la Convención Nacional Democrática. Nos vamos a congregar aquí, el día 16 de septiembre, representantes de todos los pueblos de México, vamos a estar miles de mexicanos, que hemos dicho: ¡se acabó! y vamos a tomar un camino nuevo, porque no queremos seguir por el mismo camino trillado de siempre. Vamos a la Convención para decidir de manera democrática cuál es el rumbo que más conviene a nuestro país, para lograr una transformación de todas las instituciones de la República, hacer a una lado a la República simulada y crear una República auténtica, verdadera, hacer a un lado la farsa, hacer a un lado todo esto que ya no se soporta, porque este régimen político está podrido, es el momento de las grandes transformaciones nacionales. Y vamos a también en la Convención Nacional Democrática a decidir sobre el programa que vamos a llevar a la práctica, no somos más que nadie, pero tampoco somos menos que nadie. Que quede muy claro: que nadie se crea menos que nuestros adversarios. Al contrario, de este lado hay mucha autoridad moral. Nosotros mantenemos principios, ideales, estamos defendiendo una causa justa, tenemos que sentirnos orgullosos. Los que tienen que sentirse avergonzados son ellos, los hipócritas que decían que iban a cambiar al país y lo que hicieron fue profundizar aún más en el régimen de corrupción y de privilegios. Ustedes son ciudadanos de primera y por eso me molesta mucho, pero al mismo tiempo qué bueno que está quedando al descubierto que los que se sentían santurrones, gente de bien, ya mostró su verdadero rostro: clasista, racista, autoritario.
Esta realidad que tenemos que transformar es la que tiene en la ruina al país y en la pobreza de la mayoría del pueblo.
Por lo anteriormente expuesto, expreso mi decisión de rechazar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y desconozco a quien pretende ostentarse como titular del Poder Ejecutivo Federal sin tener una representación legítima y democrática. Asimismo, considero que ante este atentado a la legalidad constitucional y a la vida democrática, muchos mexicanos debemos reasumir el ejercicio de la soberanía popular y abolir de una vez y para siempre el régimen de corrupción y privilegios que impera en nuestro país. Esta decisión la asumimos hoy, en este mes de la Patria, en la convicción de que al recuperar el ejercicio de su soberanía, el pueblo se hallará en la libertad de darse las instituciones y las políticas que le lleven a hacer valer sus derechos fundamentales. El pueblo mexicano, tengamos presente, recordemos ha sabido defender sus derechos soberanos en los momentos cruciales de nuestra historia, porque como se decía en 1814, en el decreto constitucional para la libertad de la América Mexicana, el pueblo tiene derecho incontestable a establecer el gobierno que más le convenga, alterarlo, modificarlo y abolirlo totalmente cuando su felicidad lo requiere y eso es lo que vamos a hacer. Por todo esto, reitero mi propuesta de que en la Convención Nacional Democrática constituyamos un gobierno que cuente con la legitimidad necesaria para refundar la República y restablecer el orden constitucional.
Esa es la declaratoria del día de hoy.
Vamos a seguir adelante. ¿Qué es lo que sigue, porque muchos de ustedes seguramente se están preguntando, qué sigue, hacia dónde vamos? Y también tenemos que tener claro qué es lo que van a hacer nuestros adversarios. No tenemos que pensar mucho para comprender cuál es el guión que van a seguir nuestros adversarios, porque es la política de siempre, ¿qué es lo que van a seguir, cuáles son los pasos que ellos van a dar? Primero van a buscar a legitimarse en el extranjero, van a empezar a llegar los reconocimientos de los gobiernos extranjeros. Esto se hace en México desde Victoriano Huerta hasta Carlos Salinas de Gortari y van a seguir con esa misma política de buscar afuera la legitimidad que no tuvieron en el país. Candil de la calle y oscuridad de la casa. Eso es lo que van a llevar a la práctica. Lo segundo, en el guión de nuestros adversarios, que lo pudo haber hecho Salinas o antes Díaz Ordaz o antes Calles o antes Porfirio Díaz, porque es la misma política. Lo segundo, la cargada. Van a ver ustedes cómo las corporaciones empresariales y otros agrupamientos van a manifestar su adhesión a lo que popularmente se conoce como el besamanos, esa cargada se va a dar, sino es que ya se está dando a partir de ahora. Lo tercero, la subordinación de los medios de comunicación para quemarle incienso al candidato de la derecha, al presidente espurio, ilegítimo, al pelele que quieren imponer. Entrevistas especiales, y llamarle ya, le puedo decir ya licenciado: presidente electo ¿verdad?, porque el Tribunal ya lo decidió. Ponerse de tapete como siempre lo han hecho, con honrosas excepciones, porque estamos pasando una etapa también aciaga en cuanto a la libertad de expresión, sobre todo, en lo que corresponde a la falta de pluralidad y de profesionalismo, y de independencia en la mayoría de los medios de comunicación de nuestro país. El punto cuatro, golpes espectaculares, es decir haber cómo confunden a la gente, engañan a la gente de nuevo, para decir que ellos van a ser distintos y que las cosas ahora sí van a cambiar. No les va a funcionar eso porque son otros tiempos y, sobre todo, hay otra mentalidad en nuestro pueblo. No olvidemos que no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, ya cambió la mentalidad de nuestro pueblo y eso es lo más importante, porque cuando cambia la mentalidad del pueblo cambia todo. ¿Qué otra cosa van a hacer, en el guión? El punto cinco. Van a empezar a repartir migajas para tratar de ganarse a la gente humilde, a la gente pobre, traficando con la necesidad y la pobreza del pueblo.
Aquí les digo una vez más, el pueblo no quiere limosnas, el pueblo exige justicia, por eso se está luchando.
Creen que con esas políticas de reparto de migajas van a poder mantener la política económica antipopular y entreguista, creen que repartiendo migajas van a poder mantener la política que solo beneficia a unos cuantos. Y por último, en el guión, el último punto es el de la negociación con nosotros. Van a buscar por todos los medios que haya lo que ellos llaman diálogo y negociación. Yo quiero informarles a ustedes en esta plaza que los dirigentes, los legisladores, los gobernantes electos de la Coalición y muchos ciudadanos que están en este movimiento, se han comportado a la altura de las circunstancias. Este documento que ahora acaba de leer doña Rosario Ibarra expresa la decisión de muchos legisladores y de muchos dirigentes de la Coalición de mantener la resistencia civil pacífica, de no aceptar los viejos moldes de la política mexicana. Estamos en el terreno de lo inédito, no se va actuar como siempre, no va a ser fácil que busquen la coptación, la compra disfrazada de negociación de los dirigentes de la oposición. Ya pasó el tiempo de los partidos y de los dirigentes paleros. Ahora los dirigentes, los partidos y los legisladores son verdaderos representantes del pueblo y así se van a seguir conduciendo. Esa es la estrategia de nuestros adversarios, pero cuál es la nuestra, qué vamos a hacer nosotros, qué sigue. Lo primero es la revolución de conciencia que hemos iniciado, la revolución de mentalidad, todo esto que hemos venido haciendo desde hace un mes, esta resistencia civil pacífica, este proceso de enseñanza-aprendizaje, este acompañamiento para que los asuntos públicos se atiendan y se resuelvan de manera compartida, que es lo que venimos haciendo. Y hablo de revolución de conciencia porque todos nos vamos a quitar las telarañas que nos han metido en la cabeza, hasta el extremo de obligarnos a reconocer, a aceptar, decisiones oprobiosas o instituciones que no merecen ningún respeto porque quienes están a cargo de esas instituciones, sencillamente no respetan al pueblo ni respetan el mandato constitucional.
Por eso, aunque no les guste a mis adversarios, ¡al diablo con sus instituciones!
¿Qué nos metieron en la cabeza durante mucho tiempo? Que teníamos que entrar al aro, que teníamos que hacerles el juego, que teníamos que pensar como ellos lo deciden y que teníamos que rendirles pleitesía, a pesar de la humillación y del ultraje. Eso es lo que ya se acabó, nunca más vamos a permitir la humillación de nuestro pueblo, la gente está despertando, ha dicho basta, se ha echado a andar y vamos por la transformación del país, empezando por la revolución de conciencia.
Vamos a tener una atmósfera nueva, de dignidad y de moralidad que le hace falta a nuestro país.
Esta es una renovación tajante de la vida pública nacional. Vamos hacia adelante, con rumbo a la Convención Nacional Democrática, tenemos nosotros el derecho, que quede muy claro, tenemos el derecho para ejercer nuestra soberanía, este derecho está consagrado desde la Constitución de Apatzingán, se reafirma en la Constitución de 1857 y se remacha en la Constitución de 1917, que es la Constitución vigente en nuestro país. Nos vamos a apoyar en el Articulo 39 Constitucional y, repito, ese artículo establece que el pueblo tiene en todo momento el derecho de modificar la forma de su gobierno y eso es lo que vamos a hacer, vamos a ejercer nuestra soberanía para constituir nuestro gobierno, eso es lo que va a resolver la Convención Nacional Democrática. Nos vamos a congregar aquí, el día 16 de septiembre, representantes de todos los pueblos de México, vamos a estar miles de mexicanos, que hemos dicho: ¡se acabó! y vamos a tomar un camino nuevo, porque no queremos seguir por el mismo camino trillado de siempre. Vamos a la Convención para decidir de manera democrática cuál es el rumbo que más conviene a nuestro país, para lograr una transformación de todas las instituciones de la República, hacer a una lado a la República simulada y crear una República auténtica, verdadera, hacer a un lado la farsa, hacer a un lado todo esto que ya no se soporta, porque este régimen político está podrido, es el momento de las grandes transformaciones nacionales. Y vamos a también en la Convención Nacional Democrática a decidir sobre el programa que vamos a llevar a la práctica, no somos más que nadie, pero tampoco somos menos que nadie. Que quede muy claro: que nadie se crea menos que nuestros adversarios. Al contrario, de este lado hay mucha autoridad moral. Nosotros mantenemos principios, ideales, estamos defendiendo una causa justa, tenemos que sentirnos orgullosos. Los que tienen que sentirse avergonzados son ellos, los hipócritas que decían que iban a cambiar al país y lo que hicieron fue profundizar aún más en el régimen de corrupción y de privilegios. Ustedes son ciudadanos de primera y por eso me molesta mucho, pero al mismo tiempo qué bueno que está quedando al descubierto que los que se sentían santurrones, gente de bien, ya mostró su verdadero rostro: clasista, racista, autoritario.
Ahora las cosas están bastante claras en nuestro país. Es mejor eso que la simulación y que la hipocresía.
Vámonos hacia adelante y vamos a triunfar nosotros, sin ninguna duda.
Pregunto a ustedes: ¿Están tristes?
(La gente responde no)
Eso es. Que nadie se apachurre, vamos hacia adelante, es un timbre de orgullo estar participando en este movimiento, debemos de actuar con la frente en alto, nosotros podemos ver de frente a cualquier persona, no tenemos nada de que avergonzarnos, estamos luchando por una Patria nueva, estamos luchando por nuestros derechos y por los derechos de todos los mexicanos. Vamos a seguir adelante, con decisión, con determinación, con valor, con mucho patriotismo.
¡Viva México!
¡Viva la Convención Nacional Democrática!
¡Viva la Resistencia Civil Pacífica!
Muchas gracias.
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