FOTO: TUMIN: DINERO TOTONACA: MONEDA PROPIA: TRUEQUE 2012

Crean en el estado de Veracruz su propia moneda

Se trata de una red de trueque paralela al sistema de pago en pesos mexicanos. La llaman túmin y está basada en la confianza
Abraham Nava/ Enviado

VERACRUZ, Ver. 26 de febrero.- En los últimos años especialistas y organismos financieros se han dedicado a buscar soluciones a complejos panoramas económicos en distintos países. Lejos de ese lenguaje bursátil y competitivo, un pequeño pueblo mexicano ha aprendido a reactivar su mercado a través del túmin, una moneda comunitaria respaldada por un solo valor: la confianza.

El túmin son vales que se canjean por servicios o productos entre un grupo de “socios”. Existen cuatro denominaciones: de uno, cinco, 10 y 20 túmin.

En palabras de Juan Castro, ex profesor de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) y uno de los principales promotores del proyecto, es “un instrumento de intercambio que nosotros hemos implementado aquí en la región del Totonacapan, más concretamente en el Espinal, con el objetivo de que fluyan las mercancías que hay aquí y podamos utilizarlas, la gente las tiene ahí en sus locales, en sus puestos, ahí están echándose a perder porque no tenemos con qué comprarlas”.

Para acceder a este grupo basta con solicitar su inscripción, tras la cual el interesado recibía 500 túmin; hoy la cantidad se ha reducido a 50.

Espinal es un municipio ubicado en la zona central de Veracruz, cuenta con 24 mil 823 habitantes. Actualmente 117 familias forman parte de este círculo de confianza, a través del cual han conseguido un mayor movimiento económico entre ellos. “Aquí, por ejemplo, tenemos la hora de internet en ocho pesos, recibimos tres túmin y cinco pesos de moneda nacional”, explica Víctor Manuel Andrade, dueño de un local a la entrada del pueblo.

La labor de integración comenzó desde los últimos meses de 2010.

Excélsior pudo constatar a través de un recorrido que los productores se encuentran muy cerca unos de otros y se identifican a través de pósters con la leyenda “Aquí se recibe túmin”.

“Si voy allá a la carnicería donde vale 45 el pollo me reciben cinco pesos en túmin y pago los 40 pesos en dinero”, dice doña Candelaria, mientras muele maíz en su molino para producir masa, por la cual también acepta un túmin por cada kilo de compra.

“Lo que generamos es una red de intercambio, una red de multitrueque, entonces facilita el trueque entre muchos, porque si yo te ofrezco a ti un solo producto y tú me ofreces a mí uno solo y yo no estoy interesado en tu producto y tú no estás interesado en el mío, no podríamos hacer el truque”, detalla Óscar Espino, abogado y profesor de la UVI.

Es poco el dinero que necesitan para seguir funcionando, los recursos son obtenidos de las ventas en una tienda cuyos productos son entregados por los socios, además de aportaciones voluntarias. Por ejemplo, la impresión de los pósters que se reparten entre los establecimientos afiliados fue de unos cuatro mil pesos. En ningún momento es requisito para integrarse entregar ninguna cantidad de dinero.

Pero la moneda comunitaria es sólo punta de lanza de un proyecto más amplio: “El Mercado Alternativo de Economía Solidaria y Autogestión; no es sólo un proyecto económico, es un proyecto de ciudadanos conscientes que deciden generar una alternativa a la situación de crisis y a la situación de inestabilidad económica, pero también a la situación de identidad”, aclara Espino. Hoy la mayoría en el Espinal sabe cómo funciona este sistema. Sin embargo, han debido enfrentarse a problemas de logística y comunicación que han ido resolviendo en el camino. De igual forma, sus promotores y socios son objeto de una investigación ordenada por el Banco de México para conocer los alcances de lo que parece una competencia directa con el peso.

“El Banco de México lo único que hizo fue interponer una denuncia de hechos ante la PGR. No acusa de algún delito a los socios del túmin, lo que pasa es que para ellos es desconocido este mecanismo, dicen cómo que están haciendo dinero, cómo que hay una moneda distinta al peso, cómo es que alguien está usurpando las funciones del Banco de México. No estamos usurpando funciones de ninguno, no estamos generando una moneda de curso legal de uso corriente entre toda la población, ni siquiera del Espinal”, refiere el abogado Espino sobre dicha investigación.

Mientras tanto, el proyecto no se detiene. Ellos siguen pensando en el futuro. Juan Castro invitó a Excélsior a conocer el nuevo local donde venderán los productos que los ayudan a sostener el túmin. “Habrá que hacerle adecuaciones, pero ya es un local más grande”, dice mientras recorre lo que antes era un restaurante. También adelantó que en breve se emitirá una segunda edición de vales que incluirán imágenes más cercanas a los pobladores, como los voladores de Papantla.

El entusiasmo y constancia de los habitantes del pueblo han terminado por contagiar a comunidades cercanas como Papantla o Poza Rica, donde algunos locales ya exhiben también los característicos carteles que invitan a usar el túmin. En México es un caso excepcional, pues aunque existen otras monedas comunitarias no todas son permanentes. A nivel internacional se pueden contar varios ejemplos que operan en condiciones similares a este mercado solidario. “¿Qué respalda el valor del túmin? No los pesos, ni el dólar, ni un almacén de oro que tengamos aquí para respaldar su valor, como dicen que el dinero lo tiene, que además no lo tiene, ni el interés que te va a generar el usarlo, tampoco, lo único que respalda y que es una lógica totalmente distinta es la confianza que tenemos entre socios”, remata Óscar Espino.

2012-02-26 04:02:00
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