A la convención, más de 5 mil pequeños empresarios Casi 5 mil patrones participarán como delegados en la convención nacional democrática convocada por Andrés Manuel López Obrador, aseguraron Pedro Salcedo y Adán Rivera García, dirigentes en México de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme). Aclararon que quienes participen lo harán a título personal y no como afiliados de la Alampyme, pero aun así plantearán sus propuestas y demandas para que se tome más en cuenta a sus empresas a la hora de diseñar programas de desarrollo. Salcedo precisó que aproximadamente 40 mil empresarios están afiliados a la Alampyme, de los cuales casi la mitad se concentran en México, "así que al menos 5 mil de nuestros afiliados" estarán presentes en la convención del 16 de septiembre en el Zócalo, como han acudido a las asambleas y manifestaciones convocadas por la coalición Por el Bien de Todos. "Vamos a estar ahí sin perder de vista la expectativa que (la convención) pueda generar en bienestar para el sector empresarial y social. La lucha que hemos dado durante años no puede perderse por no asistir a un acto", dijo. Aclaró que en la Alampyme confluyen empresarios con diferentes tendencias o preferencias políticas, y por eso quienes apoyan a López Obrador lo harán a título individual, como otros que participaron el domingo pasado en la cadena por la paz convocada por la Confederación Patronal de la República Mexicana y varios organismos civiles. Salcedo advirtió que el hecho de que muchos de sus agremiados acudan a la convención democrática no impide ni se contradice con que trabajen con otros actores políticos, porque su propósito es que se tome en cuenta a los microempresarios para el diseño del Programa Nacional de Desarrollo y que el Estado invierta más recursos en el sector, por la importancia que tiene en la generación de empleos. Susana González G.
Hoy habrá un Zócalo tranquilo, contento y sin Fox Zozobra nocturna se torna fiesta patriótica Movimientos de la PFP inquietaron a plantonistas JAIME AVILES Las personas que participaron en la resistencia civil pacífica convocada por Andrés Manuel López Obrador, ayer levantaron el plantón, que comenzó el 30 de julio, y se trasladaron al Zócalo para festejar el 196 aniversario del inicio de la guerra de Independencia. Son las 10:30 de la noche en el Zócalo. Hace hora y media sólo había campamentos de seguidores de Andrés Manuel López Obrador, pero en un abrir y cerrar de ojos el panorama cambió por completo y, salidos de quién sabe dónde, aparecieron cientos de puestos de banderas, sombreros, camotes, elotes, fritangas, huevos llenos de confeti, botes que disparan espuma y los más diversos productos del tianguis patriótico. En menos de lo que dura un partido de futbol, la cultura popular provocó una cinematográfica metamorfosis. Hoy, 46 días después del domingo 30 de julio, se levantará el plantón de los seguidores de Andrés Manuel. Anoche nadie durmió ya en los campamentos del Zócalo, cuyos inquilinos fueron reacomodados bajo los toldos de otras calles para acelerar sin ellos los preparativos del Grito de Independencia. Pero antenoche, o más bien, ayer a las cuatro y media de la madrugada, la Plaza de la Constitución, como también se llama, era el reino de la locura. Bajo los portales de 20 de Noviembre las potentes bocinas de la famosa pero inexistente Radio Voluntad Popular "transmitían" música de salsa y decenas de parejas bailaban frente al moderno Palacio del Ayuntamiento, mientras, aquí y allá, grupos de jóvenes jugaban futbol a la luz de las estrellas, en tanto, una señora de abrigo y mascada al cuello, de espaldas a las vallas metálicas dispuestas frente a Palacio Nacional, gritaba, más que impartir, una sesuda conferencia acerca del 11 de septiembre de 2001 y sus efectos sobre los precios internacionales del petróleo, pero lo más extraño era que una docena de insomnes la escuchaba con la mayor atención.
Temor al desalojo y aprehensión. Eran, tal vez convenga repetirlo, las cuatro y media de la madrugada. Muy cerca del atrio de la Catedral Metropolitana dos hombres pesimistas y circunspectos calculaban que por las dos salidas del Metro que hay sobre la acera de Palacio Nacional, la Policía Federal Preventiva (PFP) podía efectuar un "desembarco de tropas" para recobrar el Zócalo y llevarse preso a Andrés Manuel. Su preocupación contrastaba con las fantasías de quienes "defendían" la entrada al Zócalo por la esquina de 16 de Septiembre y 5 de Febrero, roncando a pierna suelta en pequeñas pero numerosas tiendas de campaña que ostentaban letreritos con los nombres de los hoteles más caros del Distrito Federal, mientras en la esquina del Zócalo con Pino Suárez, encima de un templete del tamaño de un cuadrilátero de box, una veintena de hombres de chamarra amarilla rodeaba a un señor que a su vez pronunciaba un discurso para 40 o 50 personas más, también de chamarra amarilla, que de pie a sus pies lo aplaudían y coreaban consignas de "¡repudio/ total/ al fraude electoral!" Quizá no resulte ocioso insistir en el hecho de que eran las cuatro y media de la madrugada, ni tampoco subrayar que nadie sabía a ciencia cierta qué sucedería cuando saliera el sol. Y todo porque a las ocho de la noche, a una voz que ya era esperada, los campamentos del Paseo de la Reforma colocados a la altura del Zoológico de Chapultepec se habían mudado repentinamente al Zócalo para hacerle frente al rumor de que la PFP, allá en sus cuarteles, preparaba movimientos de grandes dotaciones de hombres a fin de colocar retenes sobre los accesos a la plaza y "quitarle" el Grito a López Obrador. A la luz de los hechos, los historiadores o, en su defecto, los periodistas deberán establecer si cuando la población civil reforzó el control del Zócalo se produjo, o ya existía y nada más se concretó, un acuerdo entre el Gobierno del Distrito Federal y las autoridades federales, porque lo cierto es que, antes de que transcurriera una hora de zozobra y confusión, los granaderos de la policía capitalina tendieron una valla metálica, de color gris, a todo lo largo de la fachada del Palacio, y detrás de ellos, vestidos de civil, los elementos del Estado Mayor Presidencial colocaron otra, de color verde y barrotes más gruesos, y elementos de una y otra corporación se pusieron a cuidar el edificio... por delante. Sí, porque por detrás, la PFP empezó a bajar camionadas de hombres equipados como robocops en todas las calles que desembocan a los costados y a las puertas posteriores del baluarte, en un rápido y silencioso despliegue que este cronista atestiguó en compañía de un pequeño grupo de periodistas independientes que recababan información gráfica para publicarla de inmediato en Internet. Todavía al filo de las seis de la mañana, después de retirarse del Zócalo una hora antes, el cronista recibió una llamada telefónica de alguien que iba por el Viaducto en dirección al centro de la ciudad y fue rebasado por un convoy de seis camiones más de la Federal Preventiva que, desde luego, no iban a participar en una gesta absurda para respaldar aquellas curiosas palabras de Vicente Fox que -semanas atrás, el ahora remoto domingo de agosto en que Andrés Manuel prometió que el titular del Ejecutivo no leería su sexto Informe ni daría el Grito este año-, respondió, con mucho empaque, como siempre, que "el gobierno federal preservará las instituciones y las celebraciones". Y no. Ayer a las tres de la tarde, mientras las pequeñas y numerosas tiendas de campaña se derretían al rayo del sol sobre el arroyo vehicular sin que la PFP hubiese brotado por las bocas del Metro para recobrar la plaza por asalto, el secretario de Gobernación, desde su palacio en Bucareli, anunció que Fox conmemoraría la gesta independentista en su natal Guanajuato porque, según versiones que circulaban con insistencia en el entorno de. López Obrador, "120 por ciento de los invitados a la fiesta del Presidente en Palacio Nacional habían cancelado su asistencia alegando compromisos de última hora de carácter impostergable". En esa atmósfera de triunfo, ayer, durante la última asamblea informativa de las siete de la noche -la de hoy será a las 11 de la mañana-, la multitud reunida frente al templete y con su equipaje listo para mudarse después de la reunión, aplaudió la entrega de diplomas a los responsables de los campamentos de los estados y del Distrito Federal, a quienes Andrés Manuel entregó sendos pergaminos que los acreditan como fundadores de la convención nacional democrática, antes de pronunciar un discurso pletórico de elogios para Alejandro Encinas, quien como jefe del gobierno capitalino dará el Grito esta noche en un Zócalo tranquilo, contento y sin Fox.
Luis Javier Garrido
La refundación
El fraude en las elecciones presidenciales de 2006, lejos de abrir la vía para el continuismo de la ultraderecha en el poder, lo que ha logrado es por un lado fortalecer un movimiento social cada vez más amplio, dispuesto a defender por todos los medios los derechos fundamentales de los mexicanos y, por el otro, hacer inviable un hipotético gobierno calderonista.
1. El escenario del México actual es inédito, porque por vez primera en nuestra historia reciente ante una tentativa brutal del gobierno de confiscarle al pueblo sus derechos políticos, éste está respondiendo de manera serena y pacífica, pero con una voluntad indeclinable, para hacerlos valer, y ello con el gobernante que eligió y que fue Andrés Manuel López Obrador. Y, al mismo tiempo, para impedir y obstaculizar las acciones de un gobierno de facto que pretende encabezar el neoliberal y ultraderechista Felipe Calderón para seguir desmantelando la nación y expoliando a los mexicanos.
2. El gobierno de Vicente Fox termina en medio de un descrédito descomunal por su fracaso histórico para enfrentar los problemas del país y por sus políticas sectarias que dividieron a los mexicanos y dejaron en ruinas al Estado, pero sobre todo por el principal legado histórico que deja al traicionar a la democracia, atentar contra los derechos políticos del pueblo e imponer el fraude con todas sus secuelas. Fox no pudo leer el día primero su sexto Informe ante el Congreso, ni podrá dar hoy por última vez de manera tradicional el Grito de Independencia y tendrá que esconderse como rata lo que resta del sexenio para evitar la ira popular, mientras que a Felipe Calderón, su presunto heredero, no le queda más que seguir día tras día a salto de mata a fin de evitar a la gente que lo repudia.
3. La preocupación de diversos sectores de la derecha ante la crítica situación no viene del desastre institucional en el que Fox deja al país, ni de que éste haya ahondado hasta límites inimaginables la miseria de la mayoría de los mexicanos, de que le haya cancelado derechos sociales básicos al pueblo o de que haya entregado recursos fundamentales de la nación a intereses del extranjero y el control de áreas estratégicas a Washington. La preocupación de esos grupos es por la insignificancia de Felipe Calderón, quien se convirtió en su heredero por una serie de circunstancias fortuitas, y que hoy aparece como un individuo incompetente para asumir el cargo, violento e intransigente, carente de ética y de principios, y entrampado en una serie de compromisos inconfesables con las mafias políticas que le ayudaron a encumbrarse por la vía del fraude electoral y que ya le están pasando la factura: desde Fox, Carlos Salinas de Gortari y la gente de El Yunque, hasta los operadores de Elba Esther Gordillo, tecnócratas salinistas y zedillistas y priístas de la más baja ralea, como los gobernadores de Puebla y Oaxaca.
4. La paradoja de lo que acontece es que los panistas y los yunquistas pretenden haber triunfado, pero nadie de ellos lo cree, pues saben bien cómo fue que el gobierno de Fox impuso el fraude para despojar a Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia de la República, que había ganado legal y legítimamente; de ahí el escenario de desazón que tienen los aparentes "ganadores", que no lo fueron, sobre todo porque es notoria la falta de apoyo a Calderón y a lo que pretende representar, como lo demostró el fracaso de la movilización panista-yunquista del domingo 10.
5. El escenario actual de México es inédito y por eso ha requerido de una respuesta inédita, y ella está siendo la convención nacional democrática, a la que convocara López Obrador para refundar a la República a partir del 16 de septiembre, impulsando las políticas que los mexicanos requieren e impidiendo que Fox y un posible gobierno de facto prosigan actuando en nombre de una minoría y despojando al pueblo de sus derechos básicos.
6. La reacción oficial ante el hecho de que lejos de decrecer la oposición nacional al fraude ha ido aumentando ha sido muy similar a la que tuvo a lo largo de todo el proceso electoral: negar la realidad de los hechos con la manipulación de los medios masivos de comunicación, denostar al movimiento y buscar su división. Y así lo ha hecho lo mismo ante el crecimiento del movimiento de resistencia civil, la fortaleza de los campamentos de Reforma, Juárez, Madero y el Zócalo, o el éxito en los preparativos de la convención, a la que integrarán en sus inicios más de un millón de mexicanos.
7. El escenario actual del país es inédito porque existe un movimiento social sin precedente que está dispuesto a recuperar sus derechos y a cambiar el estado de cosas en el país, y porque hay un dirigente político que es Andrés Manuel López Obrador, que no va a claudicar y que asumirá con toda dignidad la responsabilidad que le reconozca la convención.
8. Los esfuerzos que han llevado a cabo Fox y su gobierno con todo el peso del Estado para destruir a la oposición democrática y acallar la inconformidad creciente ante el fraude han fracasado de manera contundente, lo mismo al tratar de aislar a López Obrador que al buscar desintegrar a la coalición Por el Bien de Todos o dividir al PRD y a sus grupos parlamentarios. La carta fuerte de Fox y Calderón para crear un frente anti López Obrador "de izquierda" no ha dejado de ser el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a quien Fox diera un cargo en la Secretaría de Gobernación como coordinador de los festejos tanto del bicentenario del inicio de la Independencia como del centenario del comienzo de la Revolución Mexicana, pero la credibilidad de éste se halla muy mermada, tanto por su negativa a apoyar a López Obrador en 2004 ante los intentos de Fox por inhabilitarlo como por su oposición a él durante la campaña electoral de 2006, así como por su negativa a oponerse al fraude, de tal suerte que su fuerza política es de hecho inexistente.
9. La carta pública de Cuauhtémoc Cárdenas contra Elena Poniatowska, que éste hiciera publicar en inserción pagada a doble plana en Milenio Diario el jueves 14, molesto por las afirmaciones hechas por la escritora el día 9 en Durango, diciendo que él no había apoyado a López Obrador "por envidia", no ha logrado concitarle respaldo alguno más que de la gente del régimen, porque en ella aprovecha una vez más para lanzarse contra López Obrador y contra la convención con los mismos argumentos de Televisa, y sobre todo porque pretende ignorar la gravedad de lo que acontece.
10. El país está viviendo un momento de quiebre histórico y el error de muchos es no reconocer la trascendencia del cambio que se está impulsando desde abajo, queriendo ignorar que las largas luchas del pueblo mexicano suelen culminar de tiempo en tiempo como ahora, en que el fraude ha sido un detonador que está acelerando un proceso social que puede conducir a una nueva fase de la historia mexicana.
México SA Carlos Fernández-Vega
Innumerables y variados chistes crueles La promesa de 7% de crecimiento sólo quedó en 2.2 si bien nos va El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes, calificó acertadamente de "chiste cruel" el dicho presidencial, en sentido que Vicente Fox "deja el país en paz". El recuento de Soberanes sobre los más recientes chistoretes del inquilino de Los Pinos incluye: "el asunto de los mineros no está resuelto; el caso de Oaxaca, tampoco; el plantón de la coalición Por el Bien de Todos en la ciudad de México es una bomba de tiempo... Entonces, ¿cuál calma? Hay más de mil homicidios de parte del crimen organizado. Todos los días nos desayunamos con las noticias de que mataron a uno o a dos. Hoy (miércoles) vimos que mataron a un jefe policiaco en Nuevo León. Hay decapitados. (Fox) nos está dejando un país muy complicado... La política sin ética desciende a un cochinero... Entonces, es un chiste de mal gusto. Nos está dejando un país muy complicado". Es bueno el balance del presidente de la CNDH, pero sólo incluye las bromas más recientes, las inmediatas. Si se considera el sexenio completo, encontramos innumerables y variados chistes crueles de lo que queda de Vicente Fox Quesada (sin olvidar las aportaciones de su gabinetazo). El primero de ellos, para no ir más lejos, la autodefinición de "gobierno del cambio". Desde el comienzo de lo que él tercamente llama "mi gobierno", el inquilino de Los Pinos ha contado todo tipo de chistes crueles (uno de ellos, celebradísimo por estos días: "he actuado, en todo momento, con estricto apego a la ley y atendido puntualmente las indicaciones de las autoridades judiciales y electorales"), que algunos simplemente consideran mentiras descaradas y/o cinismo puro. Dejémoslos en chistoretes del "cambio", y entre ellos sobresalen: En materia de empleo: "tenemos cifras históricas; como nunca antes se habían generado puestos de trabajo para los mexicanos; la tasa de desempleo prácticamente no se ha movido a lo largo de mi gobierno; generaremos un millón 350 mil plazas laborales por año". El auditorio celebra la crueldad del inquilino de Los Pinos, al tiempo que recuerda que las cifras oficiales documentan exactamente lo contrario, es decir, que el desempleo abierto creció más de 150 por ciento en su administración y que sólo "cumplió" el 10 por ciento de su oferta, sin considerar que durante su administración cerca de 8 por ciento de la población económicamente activa del país emigró en busca de empleo. Siete por ciento anual de crecimiento económico "equitativo, incluyente y sustentable; no está nada mal el (ritmo) de crecimiento económico que lleva el país; ya casi llegamos a 7 por ciento". Lo cierto es que la tasa anual promedio de "crecimiento" -en el mejor de los casos- es de 2.2 por ciento, la más raquítica de los últimos cuatro sexenios, amén de que los únicos incluidos han sido los barones de siempre. El Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo proyectó una tasa de crecimiento promedio de 5.2 por ciento en 2002-2006 si se aprobaban las llamadas "reformas estructurales" (fiscal, laboral energética) y 3.4 por ciento si el Congreso no las autorizaba. Hasta 2005, dicho promedio fue de 1.8 por ciento y si en 2006 ocurren cosas extraordinarias llegará a 2.2 por ciento. La mexicana, "novena economía del mundo: les puedo decir que mi gobierno ha hecho mucho más que cualquier otro en la historia de su país": en el último quinquenio, de las cinco economías latinoamericanas más grandes, la mexicana ocupa la última posición en lo que a crecimiento se refiere (inclusive por abajo del promedio regional, 2.3 por ciento), con todo y que de ese conjunto es la que menores sobresaltos macroeconómicos ha reportado. La economía mexicana sólo creció por arriba de la haitiana, documenta la Cepal. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional advierte que durante la administración foxista la economía mexicana cayó de la novena a la decimocuarta posición en el ranking mundial. "Mejor situación (que México) presentan Rusia, Cuba, Argentina, Haití y Venezuela''. Y el Banco Mundial señala que México cayó del lugar 76 al 80 en cuanto al valor real del ingreso de sus habitantes, mientras la economía mexicana pasó de ser la décima más importante del planeta a ocupar el lugar 12. Migración: "¡¡¡bienvenidos, paisanos!!!". A lo largo del "cambio", alrededor de 8 por ciento de la población económicamente activa del país cruzó la frontera -la norteña, fundamentalmente- para buscar sustento fuera de su nación de origen. Un mexicano emigró cada minuto a lo largo del "gobierno" foxista, hasta sumar 3 millones 253 mil 663 personas. A lo anterior, súmele los chistes crueles relativos al tema de su elección: seguridad, derechos humanos, deuda pública, Fobaproa, Niños Héroes, corrupción, educación, pobreza, justicia y los que falten.
Las rebanadas del pastel: Y el chiste más reciente, ayer en Los Pinos: "jamás seré motivo de discordia en nuestro país, promotor de la división ni la causa del debilitamiento del esfuerzo de todos los mexicanos". Ja, ja, ja... Preparaos para el Grito en sensurround.
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