ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, D.F., 18 de mayo (apro).- Hartos de engaños y arbitrariedades de los dirigentes por la imposición de un perredista como candidato a la presidencia municipal de San Mateo Atenco, Estado de México, dos militantes cumplieron hoy una semana en huelga de hambre en la sede del Partido Acción Nacional (PAN), a cuyo presidente, Germán Martínez, acusan de ordenar hostigarlos y reprimirlos de peor manera que los priistas.
"¡Actúa como un dirigente fascista!", exclama Alejandro Díaz Díaz Barriga, de 48 años de edad, quien hoy cumplió ocho días sin probar alimento, mientras que María de los Ángeles Flores Mata, de 40, sumó seis días, instalados ambos a la entrada del edificio del PAN, tapizado de cartulinas y mantas con consignas sobre la imposición en ese municipio mexiquense.
Una huelga de hambre en la sede nacional del PAN es un hecho insólito, y en los anales de ese partido no se recuerda una acción así en las décadas recientes, pero los dos militantes tomaron esa decisión después de agotar todos los recursos legales y estatutarios para "que se respete nuestra dignidad".
Pese a que el secretario general del PAN, Rogelio Carbajal, ofreció no inscribir al perredista Sergio Fuentes Vázquez como candidato del PAN a la alcaldía, porque además tiene antecedentes penales, finalmente ratificó la decisión de la dirigencia estatal.
La protesta ya hizo montar en cólera a la dirigencia nacional que encabeza Martínez: A la indiferencia de los primeros días, se pasó al hostigamiento, y la primera medida, el jueves 14, fue no permitirles el acceso a los sanitarios. Dos guardias de seguridad, que permanentemente los fotografían y videograban, les cerraron el paso.
Los dos huelguistas tienen que introducirse en las tiendas de campaña para orinar sin ser vistos por los transeúntes y automovilistas de la avenida Coyoacán. "Nos da pena, pero no podemos claudicar en nuestro movimiento", dice él.
Pero el hostigamiento ha ido escalando hasta convertirse en represión: El viernes, ya de madrugada, dos vehículos sin placas de circulación y vidrios polarizados --una Hummer negra y una Windstar gris-- se estacionaron sobre la avenida y sus tripulantes mantuvieron una actitud amenazante, y hoy lunes, muy temprano, los guardias de seguridad privada que custodian el edificio arrancaron dos grandes mantas de las rejas.
De manera inusual, también, personal de limpieza fue instruido para, con una máquina, lavar la banqueta. "Nunca lo hacemos, pero ahora nos dieron la orden de lavarla toda, hasta el Eje 8", dijo uno de los empleados.
--¿Van a lavar inclusive donde están los huelguistas?
--Nos da pena, nosotros los entendemos, pero órdenes son órdenes.
Los trabajadores procedieron a limpiar la banqueta, pero no lanzaron agua en el improvisado campamento. Tampoco hubo ningún roce.
Argucias de la delegación
Las represalias han exhibido, también, la simbiosis entre el PAN y el gobierno de la delegación Benito Juárez.
Ocho días después de iniciada la huelga de hambre, por fin apareció hoy, a las 11:40 horas, un funcionario de la delegación Benito Juárez, que gobierna el PAN. Un sujeto, que descendió de una camioneta pick up, con placas de circulación 930-TYM, se aproximó a la entrada del edificio.
Ostentándose como "encargado de Protección Civil", pidió a los huelguistas dejar libre la entrada para la "seguridad" del edificio. "Estamos en huelga de hambre, señor", le dijo él.
--¿Estás bien de salud? No te vayas a sentir mal.
--Más mal me siento por la actitud de Germán Martínez –respondió la señora.
--¿No quieres algo de comer, en buena onda?
--Oiga –terció uno de los presentes--, están en huelga de hambre.
--Ah, no sabía. Yo me estoy enterando.
Al pedirle que se identificara, el individuo ocultó una chamarra con el nombre de Rodolfo López, quien es el director general jurídico y de gobierno de la delegación, pero él dijo llamarse Rodolfo Flores-Urquiza, director de gobierno.
Después de que se le dijo que, desde el viernes, se le solicitó a la delegación un sanitario portátil, el sujeto se despidió y se fue en la camioneta blanca. Minutos después aparecieron dos vendedores de frutas y otros de tacos de canasta.
--Nos mandaron para acá –dijeron ambos.
--¿Quiénes?
--Los de la delegación. Los de la camioneta blanca.
"Están de acuerdo los del PAN y la delegación", dice Alejandro Díaz, quien dice que a veces, desde dentro del PAN, llegan olores a carne asada. "Nos quieren doblar, pero no van a poder".
--¿Hasta cuándo van a permanecer en huelga de hambre?
--Todo tiene un límite. Tenemos que cuidar nuestra salud. Lo más importante es que ya hemos dado testimonio de que se nos respete nuestra dignidad. Queremos que el PAN regrese a sus orígenes.
Engaños y arrogancia
Y es que las cartulinas y mantas colgadas en la entrada a la sede nacional del PAN muestran la furia del panismo en San Mateo Atenco, municipio zapatero que padece una severa crisis económica:
"Huelga de hambre dedicada a los panistas del estado de México. Por nuestra dignidad y militancia", "Criticamos el cochinero en el PRD, el dedazo en el PRI. En el PAN del estado de México hubo cochinero y dedazo con Juan Carlos Núñez Armas".
Otra: "Rogelio Carvajal, no cumpliste tu palabra" y una más: "Si viviera don Manuel Gómez Morín, aquí estuviera con nosotros."
Justo el día de inicio de campañas de jefes delegacionales y diputados locales en la capital del país, los dos huelguistas de hambre cuentan cómo fueron "engañados" por las dirigencias estatal y nacional, pese a cumplir con todos los ordenamientos.
Antes del registro ante las autoridades electorales del Estado de México, cuenta Díaz Díaz Barriga, Rogelio Carbajal se comprometió a resolver la situación, avisado de que habría una huelga de hambre.
"Nos atendió de buena forma y dijo que lo iba a resolver, iba a dar una resolución adecuada. Él instruyó a la senadora Adriana González Carrillo y nos dijeron que esa persona la iban a quitar por los antecedentes penales que tiene y que iban a meter panistas en la planilla."
El 29 de abril, añade, el presidente de la delegación del PAN en el Estado de México, Ulises Ramírez, los citó, pero fue la senadora González la que les dio la instrucción. "Disciplínense y trabajen."
--Pero tú quedaste de resolver que habría panistas.
--Pónganse a trabajar.
"Le dije que me iba a ir a huelga de hambre, como ya les habíamos avisado. Contestó con un tono de prepotencia: 'Pues a mí eso me tiene sin cuidado. Si ustedes se ponen en huelga de hambre o si se desnudan afuera del Comité Nacional, yo me pongo a un lado de ustedes y a ver a quién le hacen más caso: A mí como senadora o a ustedes."
--¿Con esas palabras?
--Sí, y en ese momento me puse de pie, le dije: No hay nada más que hablar.
Pero el responsable principal tiene nombre y apellido, dicen los huelguistas: "Germán Martínez. Él es el que, con los dedazos e imposiciones, nos está llevando a la derrota."
kikka-roja.blogspot.com/
"¡Actúa como un dirigente fascista!", exclama Alejandro Díaz Díaz Barriga, de 48 años de edad, quien hoy cumplió ocho días sin probar alimento, mientras que María de los Ángeles Flores Mata, de 40, sumó seis días, instalados ambos a la entrada del edificio del PAN, tapizado de cartulinas y mantas con consignas sobre la imposición en ese municipio mexiquense.
Una huelga de hambre en la sede nacional del PAN es un hecho insólito, y en los anales de ese partido no se recuerda una acción así en las décadas recientes, pero los dos militantes tomaron esa decisión después de agotar todos los recursos legales y estatutarios para "que se respete nuestra dignidad".
Pese a que el secretario general del PAN, Rogelio Carbajal, ofreció no inscribir al perredista Sergio Fuentes Vázquez como candidato del PAN a la alcaldía, porque además tiene antecedentes penales, finalmente ratificó la decisión de la dirigencia estatal.
La protesta ya hizo montar en cólera a la dirigencia nacional que encabeza Martínez: A la indiferencia de los primeros días, se pasó al hostigamiento, y la primera medida, el jueves 14, fue no permitirles el acceso a los sanitarios. Dos guardias de seguridad, que permanentemente los fotografían y videograban, les cerraron el paso.
Los dos huelguistas tienen que introducirse en las tiendas de campaña para orinar sin ser vistos por los transeúntes y automovilistas de la avenida Coyoacán. "Nos da pena, pero no podemos claudicar en nuestro movimiento", dice él.
Pero el hostigamiento ha ido escalando hasta convertirse en represión: El viernes, ya de madrugada, dos vehículos sin placas de circulación y vidrios polarizados --una Hummer negra y una Windstar gris-- se estacionaron sobre la avenida y sus tripulantes mantuvieron una actitud amenazante, y hoy lunes, muy temprano, los guardias de seguridad privada que custodian el edificio arrancaron dos grandes mantas de las rejas.
De manera inusual, también, personal de limpieza fue instruido para, con una máquina, lavar la banqueta. "Nunca lo hacemos, pero ahora nos dieron la orden de lavarla toda, hasta el Eje 8", dijo uno de los empleados.
--¿Van a lavar inclusive donde están los huelguistas?
--Nos da pena, nosotros los entendemos, pero órdenes son órdenes.
Los trabajadores procedieron a limpiar la banqueta, pero no lanzaron agua en el improvisado campamento. Tampoco hubo ningún roce.
Argucias de la delegación
Las represalias han exhibido, también, la simbiosis entre el PAN y el gobierno de la delegación Benito Juárez.
Ocho días después de iniciada la huelga de hambre, por fin apareció hoy, a las 11:40 horas, un funcionario de la delegación Benito Juárez, que gobierna el PAN. Un sujeto, que descendió de una camioneta pick up, con placas de circulación 930-TYM, se aproximó a la entrada del edificio.
Ostentándose como "encargado de Protección Civil", pidió a los huelguistas dejar libre la entrada para la "seguridad" del edificio. "Estamos en huelga de hambre, señor", le dijo él.
--¿Estás bien de salud? No te vayas a sentir mal.
--Más mal me siento por la actitud de Germán Martínez –respondió la señora.
--¿No quieres algo de comer, en buena onda?
--Oiga –terció uno de los presentes--, están en huelga de hambre.
--Ah, no sabía. Yo me estoy enterando.
Al pedirle que se identificara, el individuo ocultó una chamarra con el nombre de Rodolfo López, quien es el director general jurídico y de gobierno de la delegación, pero él dijo llamarse Rodolfo Flores-Urquiza, director de gobierno.
Después de que se le dijo que, desde el viernes, se le solicitó a la delegación un sanitario portátil, el sujeto se despidió y se fue en la camioneta blanca. Minutos después aparecieron dos vendedores de frutas y otros de tacos de canasta.
--Nos mandaron para acá –dijeron ambos.
--¿Quiénes?
--Los de la delegación. Los de la camioneta blanca.
"Están de acuerdo los del PAN y la delegación", dice Alejandro Díaz, quien dice que a veces, desde dentro del PAN, llegan olores a carne asada. "Nos quieren doblar, pero no van a poder".
--¿Hasta cuándo van a permanecer en huelga de hambre?
--Todo tiene un límite. Tenemos que cuidar nuestra salud. Lo más importante es que ya hemos dado testimonio de que se nos respete nuestra dignidad. Queremos que el PAN regrese a sus orígenes.
Engaños y arrogancia
Y es que las cartulinas y mantas colgadas en la entrada a la sede nacional del PAN muestran la furia del panismo en San Mateo Atenco, municipio zapatero que padece una severa crisis económica:
"Huelga de hambre dedicada a los panistas del estado de México. Por nuestra dignidad y militancia", "Criticamos el cochinero en el PRD, el dedazo en el PRI. En el PAN del estado de México hubo cochinero y dedazo con Juan Carlos Núñez Armas".
Otra: "Rogelio Carvajal, no cumpliste tu palabra" y una más: "Si viviera don Manuel Gómez Morín, aquí estuviera con nosotros."
Justo el día de inicio de campañas de jefes delegacionales y diputados locales en la capital del país, los dos huelguistas de hambre cuentan cómo fueron "engañados" por las dirigencias estatal y nacional, pese a cumplir con todos los ordenamientos.
Antes del registro ante las autoridades electorales del Estado de México, cuenta Díaz Díaz Barriga, Rogelio Carbajal se comprometió a resolver la situación, avisado de que habría una huelga de hambre.
"Nos atendió de buena forma y dijo que lo iba a resolver, iba a dar una resolución adecuada. Él instruyó a la senadora Adriana González Carrillo y nos dijeron que esa persona la iban a quitar por los antecedentes penales que tiene y que iban a meter panistas en la planilla."
El 29 de abril, añade, el presidente de la delegación del PAN en el Estado de México, Ulises Ramírez, los citó, pero fue la senadora González la que les dio la instrucción. "Disciplínense y trabajen."
--Pero tú quedaste de resolver que habría panistas.
--Pónganse a trabajar.
"Le dije que me iba a ir a huelga de hambre, como ya les habíamos avisado. Contestó con un tono de prepotencia: 'Pues a mí eso me tiene sin cuidado. Si ustedes se ponen en huelga de hambre o si se desnudan afuera del Comité Nacional, yo me pongo a un lado de ustedes y a ver a quién le hacen más caso: A mí como senadora o a ustedes."
--¿Con esas palabras?
--Sí, y en ese momento me puse de pie, le dije: No hay nada más que hablar.
Pero el responsable principal tiene nombre y apellido, dicen los huelguistas: "Germán Martínez. Él es el que, con los dedazos e imposiciones, nos está llevando a la derrota."