¿LEY DE CAUSA Y EFECTO? Si se merecía el golpazo, nada más que la derecha fusila a sus gobernados. A ver como le va a Massimo Tartaglia
Está hospitalizado con fractura de nariz; detienen al atacante
Agresión a Berlusconi en Milán
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Imágenes del golpe en el rostro con una réplica metálica de la catedral de Milán que sufrió ayer el premier italiano Silvio Berlusconi por Massimo Tartaglia (parte inferior), quien al parecer padece trastornos mentalesFoto Ap
Reuters y Afp
El primer ministro italiano fue golpeado en la cara por Massimo Tartaglia, un sujeto de 42 años (en el recuadro) que le lanzó a bocajarro una reproducción metálica de la catedral de Milán cuando el político salía de un mitin de su partido, Pueblo de la Libertad. Las imágenes de video mostraron su cara empavorecida y ensangrentada al momento de ser auxiliado y llevado a un vehículo para trasladarlo al hospital. Las primeras versiones señalan que tiene fractura del tabique nasal y al menos un diente roto. Según la prensa, Tartaglia ha estado bajo tratamiento siquiátrico durante 10 años Foto Ap y Reuters
Periódico La Jornada
Lunes 14 de diciembre de 2009, p. 27
Milán, 13 de diciembre. El presidente del consejo de ministros de Italia, Silvio Berlusconi, fue agredido este domingo en la cara por un hombre de 42 años que le lanzó a bocajarro una reproducción metálica de la catedral de Milán. El político derechista, de 73 años, fue internado en un hospital de ésta su ciudad natal, hasta ahora un bastión político de las fuerzas de derecha que lo llevaron al poder en mayo de 2008.
La agresión ocurrió alrededor de las 18:25 de la tarde, cuando el jefe de gobierno salía de un mitin del partido que fundó en noviembre de 2007, Pueblo de la Libertad, en el que fue interpelado por un grupo de opositores que le recriminaron sus ataques a las organizaciones políticas de izquierda y a los magistrados del Tribunal Constitucional, que el mes pasado decidieron retirar la inmunidad judicial a los altos funcionarios del Estado, incluido el presidente del consejo de ministros. Las primeras versiones de sus allegados indicaron que Berlusconi tiene fractura en la nariz y al menos un diente roto, pero hasta el cierre de la edición no hubo reporte oficial que lo confirmara.
Testigos y policías que rodeaban al magnate de los medios de comunicación en el momento del ataque dijeron que tras el golpe, cayó al piso y palideció. Imágenes de video que circularon en Internet la tarde de este domingo mostraron el rostro ensangrentado de Berlusconi, y el momento en que el agresor lanzó el objeto en un pasillo de la plaza comercial y cultural conocida como el Domo, que sirve igualmente para denominar al templo católico milanés. El político conservador caminaba lentamente entre decenas de personas que trataban de saludarlo y, justo cuando estiraba el brazo para estrechar la mano de un simpatizante, el objeto lo impactó en el lado izquierdo del rostro.
Paciente siquiátrico
Los agentes de seguridad auxiliaron a Berlusconi y detuvieron al agresor, quien fue identificado como Massimo Tartaglia, profesionista de 42 años que según la prensa local ha estado en tratamiento siquiátrico los últimos diez años por "perturbaciones mentales", pero no tiene antecedentes penales.
Algunas personas trataron de golpear al sujeto en represalia, pero los policías impidieron que la reacción creciera. Según el sitio en Internet del diario milanés Corriere della Sera, Tartaglia, residente de la periferia de Milán, fue acusado de "lesiones personales agravadas por la calidad de la persona ofendida y por la premeditación". En medio de la multitud agolpada en la plaza comercial –donde venden las miniaturas de la catedral por unos cuantos euros–, Berlusconi fue llevado hacia un automóvil oficial, en un traslado que tomó alrededor de cinco minutos.
"Estoy bien, estoy bien", dijo Berlusconi, según testimonios del personal médico del hospital San Rafael de Milán, donde deberá permanecer en observación entre 24 y 48 horas. Ésta es la segunda agresión que padece Berlusconi en los últimos cinco años. El 31 de diciembre de 2004 fue golpeado en Roma, en la cabeza, por un obrero que arremetió con un tripié, pero la herida fue de menores consecuencias.
El gobierno no ha hecho declaraciones sobre esta falla en la seguridad del gobernante.
El ataque de este domingo provocó reacciones de solidaridad de la clase política italiana. Varios ministros y dirigentes políticos concurrieron al nosocomio a enterarse de primera mano de la situación de Berlusconi. "Lo que le han hecho es un acto de terrorismo", afirmó el jefe de la Liga Norte, Umberto Bossi, aliado del primer ministro. "Éste es un mal día para Italia, y es deber de todas las fuerzas políticas asegurar que el país no vuelva a los años de la violencia", dijo, en alusión a la década de los 70, cuando ocurrieron varios asesinatos políticos y atentados en este país.
"Su comportamiento instiga a la violencia": opositor
Pese al rechazo generalizado a la agresión, el centroizquierdista Antonio Di Pietro, del partido Italia de los Valores, y ex fiscal en casos de corrupción, advirtió que "Berlusconi, con su comportamiento, instiga a la violencia". Durante el discurso que pronunció en un salón de la plaza Domo, Berlusconi ratificó sus declaraciones de esta semana en Bonn, donde dijo que los magistrados del Tribunal Constitucional se conducen bajo criterios políticos, no legales.
También declaró en Alemania que la gente lo apoya en su país porque es un "superministro con güevos".
Esta vez, ante sus correligionarios del partido del Pueblo de la Libertad, Berlusconi dijo que algunos "me describen como un monstruo, pero no creo serlo, porque soy bello y porque soy lo que se dice un chamaco bravo". La gente que lo escuchó en la ceremonia –dedicada a promover la filiación a la organización política, de cara a los comicios regionales en marzo próximo– aplaudió su declaración. Sin embargo, cuando se refirió a los magistrados fue increpado por un grupo que lo acusó de corrupto, a lo cual respondió: "¡que vergüenza, vergüenza, vergüenza...!" y a continuación dijo que la izquierda que lo critica sólo busca el poder y no tiene interés verdadero en el pueblo. Berlusconi llegó por tercera vez al poder el año pasado, en remplazo del centroizquierdista Romano Prodi. Los dos anteriores gobiernos del político fueron de 1994 a 1995 y de 2001 a 2006.
A raíz de la decisión del Tribunal Constitucional, Berlusconi se vio obligado a responder en dos juicios por corrupción en los años en que forjaba su emporio editorial y de televisión, Mediaset.
La agresión ocurrió alrededor de las 18:25 de la tarde, cuando el jefe de gobierno salía de un mitin del partido que fundó en noviembre de 2007, Pueblo de la Libertad, en el que fue interpelado por un grupo de opositores que le recriminaron sus ataques a las organizaciones políticas de izquierda y a los magistrados del Tribunal Constitucional, que el mes pasado decidieron retirar la inmunidad judicial a los altos funcionarios del Estado, incluido el presidente del consejo de ministros. Las primeras versiones de sus allegados indicaron que Berlusconi tiene fractura en la nariz y al menos un diente roto, pero hasta el cierre de la edición no hubo reporte oficial que lo confirmara.
Testigos y policías que rodeaban al magnate de los medios de comunicación en el momento del ataque dijeron que tras el golpe, cayó al piso y palideció. Imágenes de video que circularon en Internet la tarde de este domingo mostraron el rostro ensangrentado de Berlusconi, y el momento en que el agresor lanzó el objeto en un pasillo de la plaza comercial y cultural conocida como el Domo, que sirve igualmente para denominar al templo católico milanés. El político conservador caminaba lentamente entre decenas de personas que trataban de saludarlo y, justo cuando estiraba el brazo para estrechar la mano de un simpatizante, el objeto lo impactó en el lado izquierdo del rostro.
Paciente siquiátrico
Los agentes de seguridad auxiliaron a Berlusconi y detuvieron al agresor, quien fue identificado como Massimo Tartaglia, profesionista de 42 años que según la prensa local ha estado en tratamiento siquiátrico los últimos diez años por "perturbaciones mentales", pero no tiene antecedentes penales.
Algunas personas trataron de golpear al sujeto en represalia, pero los policías impidieron que la reacción creciera. Según el sitio en Internet del diario milanés Corriere della Sera, Tartaglia, residente de la periferia de Milán, fue acusado de "lesiones personales agravadas por la calidad de la persona ofendida y por la premeditación". En medio de la multitud agolpada en la plaza comercial –donde venden las miniaturas de la catedral por unos cuantos euros–, Berlusconi fue llevado hacia un automóvil oficial, en un traslado que tomó alrededor de cinco minutos.
"Estoy bien, estoy bien", dijo Berlusconi, según testimonios del personal médico del hospital San Rafael de Milán, donde deberá permanecer en observación entre 24 y 48 horas. Ésta es la segunda agresión que padece Berlusconi en los últimos cinco años. El 31 de diciembre de 2004 fue golpeado en Roma, en la cabeza, por un obrero que arremetió con un tripié, pero la herida fue de menores consecuencias.
El gobierno no ha hecho declaraciones sobre esta falla en la seguridad del gobernante.
El ataque de este domingo provocó reacciones de solidaridad de la clase política italiana. Varios ministros y dirigentes políticos concurrieron al nosocomio a enterarse de primera mano de la situación de Berlusconi. "Lo que le han hecho es un acto de terrorismo", afirmó el jefe de la Liga Norte, Umberto Bossi, aliado del primer ministro. "Éste es un mal día para Italia, y es deber de todas las fuerzas políticas asegurar que el país no vuelva a los años de la violencia", dijo, en alusión a la década de los 70, cuando ocurrieron varios asesinatos políticos y atentados en este país.
"Su comportamiento instiga a la violencia": opositor
Pese al rechazo generalizado a la agresión, el centroizquierdista Antonio Di Pietro, del partido Italia de los Valores, y ex fiscal en casos de corrupción, advirtió que "Berlusconi, con su comportamiento, instiga a la violencia". Durante el discurso que pronunció en un salón de la plaza Domo, Berlusconi ratificó sus declaraciones de esta semana en Bonn, donde dijo que los magistrados del Tribunal Constitucional se conducen bajo criterios políticos, no legales.
También declaró en Alemania que la gente lo apoya en su país porque es un "superministro con güevos".
Esta vez, ante sus correligionarios del partido del Pueblo de la Libertad, Berlusconi dijo que algunos "me describen como un monstruo, pero no creo serlo, porque soy bello y porque soy lo que se dice un chamaco bravo". La gente que lo escuchó en la ceremonia –dedicada a promover la filiación a la organización política, de cara a los comicios regionales en marzo próximo– aplaudió su declaración. Sin embargo, cuando se refirió a los magistrados fue increpado por un grupo que lo acusó de corrupto, a lo cual respondió: "¡que vergüenza, vergüenza, vergüenza...!" y a continuación dijo que la izquierda que lo critica sólo busca el poder y no tiene interés verdadero en el pueblo. Berlusconi llegó por tercera vez al poder el año pasado, en remplazo del centroizquierdista Romano Prodi. Los dos anteriores gobiernos del político fueron de 1994 a 1995 y de 2001 a 2006.
A raíz de la decisión del Tribunal Constitucional, Berlusconi se vio obligado a responder en dos juicios por corrupción en los años en que forjaba su emporio editorial y de televisión, Mediaset.
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