14 de abril de 2012, “Año 53 de la Revolución”
Mensaje a mi pueblo:
Queridos compatriotas:
De regreso al mundo del absurdo tras una muy breve visita a la patria que ha suscitado en algunos las más diversas elucubraciones -muchas de un nivel de insania que sólo los detractores de nuestra sociedad pueden ejercitar- es tiempo de saldar una deuda con nuestro pueblo a través de estas palabras. No van dirigidas a quienes esperaban criticarnos anticipando que mi estancia en Cuba se convirtiera en un acto político y ahora lo hacen porque resultó en un ejemplo de discreción; ni a los que auguraban que no regresaría y ahora se buscan las más disímiles racionalizaciones porque lo hice. Se trata del elemental deber ante un pueblo que recibió como suyo el alivio que significó este paréntesis, muchos de cuyos hijos en el mejor espíritu solidario y generoso esperaban seguir mi visita. Sólo a estos últimos las debo.
Mensaje a mi pueblo:
Queridos compatriotas:
De regreso al mundo del absurdo tras una muy breve visita a la patria que ha suscitado en algunos las más diversas elucubraciones -muchas de un nivel de insania que sólo los detractores de nuestra sociedad pueden ejercitar- es tiempo de saldar una deuda con nuestro pueblo a través de estas palabras. No van dirigidas a quienes esperaban criticarnos anticipando que mi estancia en Cuba se convirtiera en un acto político y ahora lo hacen porque resultó en un ejemplo de discreción; ni a los que auguraban que no regresaría y ahora se buscan las más disímiles racionalizaciones porque lo hice. Se trata del elemental deber ante un pueblo que recibió como suyo el alivio que significó este paréntesis, muchos de cuyos hijos en el mejor espíritu solidario y generoso esperaban seguir mi visita. Sólo a estos últimos las debo.