Politica Mexicana, ¡pero se rien! ¿eh?

OPCIONES PARA VIVIR CON 2 PRESIDENTES

Como un servicio más a la comunidad de lectores de emeequis, aquí les ofrecemos este textito que hizo su aparición la semana pasada en algunas bandejas de entrada, proponiendo soluciones para afrontar con estoicismo y practicidad el espeso galimatías con que nuestro envidiado y globalmente famoso surrealismo nacional (o nacional-surrealismo, como prefieran) se ha servido ahora recetarnos. Provecho.

Opción 1) Instaurar legalmente la figura presidential roll. Cada uno de los candidatos autoproclamados presidentes podrá gobernar un mes, alternándose. Así, Andrés Manuel López Obrador podrá ser, con estricto apego al estado de derecho, nuestro presidente durante los meses impares del calendario (enero, marzo, mayo...) y Felipe Calderón contará con la absoluta libertad de desgobernarnos en los pares (febrero, abril, junio...). Por cuestiones de ahorro (de la paciencia) se obviarán las ceremonias mensuales de juramento del cargo y cambio y recambio de la banda presidencial.

Opción 2) Recurrir a la ingeniería genética y extraer DNA de los dos prepresidentes. Así se podrá crear un presidente ideal llamado Felipe Andrés Manuel López Calderón, el cual será católico y, al mismo tiempo, liberal; líder de masas, pero sumamente atractivo ante el sector empresarial; comprometido con los pobres y un expertazo en macroeconomía. Sensible a la realidad social de la cuadra del país en que se encuentre. Se sabrá todos los códigos postales de la República (esto quizás no sirva para nada, pero apantalla). Tendrá muy poco pelo, pero el que conserve será varonilmente cano. Padecerá algunos problemas de bipolaridad, pero ninguno tan grave como para no poder resolverlo vía terapia de electrochoques. Además, Felipe Andrés Manuel López Calderón hablará inglés al puro centavo, pero con acento tropical.

Opción 3) Dividir la República. Se podría trazar una línea al territorio nacional —teniendo como referencia la ciudad de Toluca—, y formar dos nuevos países. De la línea para arriba el país podría llamarse “Estados Pontificios y Empresariales de México, Santos por la Gracia del Señor y los cuñados”, y su capital podría ser San Francisco del Rincón, Guanajuato. De la línea para abajo se conformaría el país llamado “República Revolucionaria del México del Sur y del Pueblo que se Cansa de Tanta Pinche Transa”, y su capital se ubicaría, sin lugar a dudas, en Macuspana, Tabasco.

Si nada de esto funciona, aquí les dejamos la Opción 4) (U opción opcional, vulgar y mediterráneamente conocida como la disesperatta). Dejar a los dos de presidentes. Y esperar que cada ciudadano, de acuerdo con el sentido de su voto, decida a quién hacerle caso. Y si dentro de seis años aún hay país que gobernar, convocar a nuevas elecciones. Tan tan.
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SOLO QUE NOSOTROS YA TENEMOS PRESIDENTE, ES EL NIÑO DE MACUSPANA, PEJEMANUEL, EL SEÑOR LICENCIADO PEJE, ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, Y NADIE MAS.