Calderón miente: Asociación del Rifle
El empresario conservador sostiene que los cárteles se pertrechan en otros países, y a lo mucho 10% de sus arsenales lo obtienen de las armerías de EU; “no permitiremos que sean violentados nuestros derechos, y menos por Obama”, advierte en entrevista con MILENIO.
2009-05-17•Política
John Sigler afirmó que poseer armas es parte de una cultura donde el gobierno confía en sus ciudadanos . Foto: Christian Petersen /AFP
A los mexicanos se les está mintiendo y a nosotros se nos está culpando. Que quede claro: ¡las armas de sus cárteles vienen de otros países!”, aseguró John Sigler, presidente de la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA por sus siglas en inglés), posiblemente la organización de lobby económico y político más poderosa de Estados Unidos. La dirigencia de la NRA, el brazo armado del Partido Republicano, refutó este sábado las acusaciones de la administración del presidente Felipe Calderón en el sentido de que 90 por ciento de las armas empleadas por los cárteles de la droga en México provienen de EU.
“No es cierto que la mayoría de las armas que se usa la delincuencia en México sean de EU. Eso simplemente es falso”, subrayó el empresario conservador, en una jornada en la que desde la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, hasta el presidente del Partido Republicano, Michael Steele, lanzaron críticas a la Casa Blanca y al gobierno mexicano por buscar “lucrar políticamente” con la violencia del narcotráfico. En entrevista con MILENIO, Sigler recalcó que los cálculos de la administración Calderón “son erróneos, en el mejor de los casos, y falsos, en el peor”, ya que “difícilmente” 10 por ciento de las armas utilizadas en México vienen de las armerías estadunidenses.
“Seamos muy claros: la NRA está al ciento por ciento, sin duda alguna, por la idea de enjuiciar a los criminales que están llevando armas de Estados Unidos a México. Nos oponemos a cualquier actividad criminal. Pero nos oponemos a que cualquiera, sea el país que sea, interfiera con nuestro derecho constitucional a portar armas para ciudadanos con propósitos legales”, dijo.
—Pero hasta el gobierno estadunidense dice que 90 por ciento de las armas del narco en México vienen de Estados Unidos.
—No, no, eso no es lo que dicen. Eso es erróneo. Dicen que 90 por ciento de las armas que les son referidas para rastreo por el gobierno mexicano vienen de Estados Unidos. Ésa es una cifra muy diferente. Esa cifra de 90 por ciento es tan errónea, que sólo está maquillando el verdadero problema.
—Bajo esa lógica, ¿por qué culpar a Estados Unidos?
—No tengo idea, pregúntele a los que lo están haciendo.
Sigler respondió a las advertencias hechas por el presidente Calderón sobre el peligro que representa para ambos países el tráfico de armas y reclamó al gobierno mexicano no inmiscuirse en la política interna de EU, sobre todo en un tema tan sensible como la Segunda Enmienda de la Constitución estadunidense, la cual permite a sus ciudadanos portar y tener armas libremente.
Revolcón de datos
“Es extremadamente injusto que se tome un poquito de datos, se les dé la vuelta y culpar al estadunidense que disfruta de sus armas de un problema que no es suyo, especialmente cuando los datos son erróneos y el total de las armas —si se ve de dónde vienen— se darán cuenta ustedes los mexicanos de que los datos que les han sido proporcionados, son falsos”, sostuvo. Sigler añadió: “Es injusto para los mexicanos que se les engañe como se les está engañando. Si es intencional o no, no tengo forma de saberlo. Pero los dueños estadunidenses de armas no van a permitir que ni el presidente Obama ni nadie nos quite nuestro derecho constitucional a tener armas. Así de sencillo”. Enfatizó que la NRA rechazará cualquier modificación a la Segunda Enmienda y sobre todo una prohibición a la venta de rifles de asalto.
Y prometió que en Estados Unidos se seguirán vendiendo armas, simple y sencillamente porque las acusaciones sobre el abastecimiento a los cárteles de la droga “son falsas”. “Sospecho que muchas de esas armas vienen de otros países, que las están exportando de forma ilegal a México. Es fácil echarle la culpa a Estados Unidos porque somos un país fronterizo. Y lo repito: la NRA, nuestros miembros, los 90 0 100 millones de dueños de armas de EU, no permitirán que sus derechos sean violentados”, advirtió.
—¿Por qué ese amorío de Estados Unidos con sus armas, esa cultura de balas y pistolas?
—No sé a qué se refiere con ese término. Pero en Estados Unidos tenemos el derecho constitucional a tener y llevar armas en términos legales. Según nuestra Suprema Corte, ese derecho preexiste a la fundación de nuestro país. No es necesariamente una cultura del arma, como usted usa ese término peyorativo. Es una cultura de la libertad, una cultura donde el gobierno confía a su pueblo la idea de tener y mantener armas. Un gobierno que confía en que su pueblo tenga armas puede ser confiado. Un gobierno que no le permite a su pueblo tener armas, entonces tengo dudas de que pueda se confiable.
México, el centro de la agenda
En el segundo día de la 139 Asamblea Anual de la NRA quedó claro que México se ha movido al centro de la agenda de la Asociación Nacional del Rifle, al ser la violencia ligada al narcotráfico en el país uno de los principales argumentos de la Casa Blanca para tratar de reactivar la prohibición a la venta de armas de asalto semiautomáticas. Distintas figuras ligadas al bloque proarmas desestimaron los llamados del gobierno mexicano a cerrar el flujo de armas de norte a sur y definieron que los datos proporcionados a Washington sobre el origen de las armas confiscadas a los cárteles de la droga son “manipulados”. No hubo retórica antimexicana, pero la molestia fue evidente hacia la Casa Blanca por ligar la guerra contra el narcotráfico con un tema tan polarizador como la tenencia de armas. La gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, llamó a los miembros de la NRA a resistir cualquier intento de reducir las libertades a portar armas.
“Se está haciendo el argumento de que para detener la violencia en la frontera con México se tiene que hacer algo con las armas. ¡Pues la verdad, ésa no me la creo!”, exclamó, ante unas 15 mil personas, la mayoría cazadores, ex militares, ex policías, veteranos y rancheros.
Phoenix, Arizona • Víctor Hugo Michel
“No es cierto que la mayoría de las armas que se usa la delincuencia en México sean de EU. Eso simplemente es falso”, subrayó el empresario conservador, en una jornada en la que desde la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, hasta el presidente del Partido Republicano, Michael Steele, lanzaron críticas a la Casa Blanca y al gobierno mexicano por buscar “lucrar políticamente” con la violencia del narcotráfico. En entrevista con MILENIO, Sigler recalcó que los cálculos de la administración Calderón “son erróneos, en el mejor de los casos, y falsos, en el peor”, ya que “difícilmente” 10 por ciento de las armas utilizadas en México vienen de las armerías estadunidenses.
“Seamos muy claros: la NRA está al ciento por ciento, sin duda alguna, por la idea de enjuiciar a los criminales que están llevando armas de Estados Unidos a México. Nos oponemos a cualquier actividad criminal. Pero nos oponemos a que cualquiera, sea el país que sea, interfiera con nuestro derecho constitucional a portar armas para ciudadanos con propósitos legales”, dijo.
—Pero hasta el gobierno estadunidense dice que 90 por ciento de las armas del narco en México vienen de Estados Unidos.
—No, no, eso no es lo que dicen. Eso es erróneo. Dicen que 90 por ciento de las armas que les son referidas para rastreo por el gobierno mexicano vienen de Estados Unidos. Ésa es una cifra muy diferente. Esa cifra de 90 por ciento es tan errónea, que sólo está maquillando el verdadero problema.
—Bajo esa lógica, ¿por qué culpar a Estados Unidos?
—No tengo idea, pregúntele a los que lo están haciendo.
Sigler respondió a las advertencias hechas por el presidente Calderón sobre el peligro que representa para ambos países el tráfico de armas y reclamó al gobierno mexicano no inmiscuirse en la política interna de EU, sobre todo en un tema tan sensible como la Segunda Enmienda de la Constitución estadunidense, la cual permite a sus ciudadanos portar y tener armas libremente.
Revolcón de datos
“Es extremadamente injusto que se tome un poquito de datos, se les dé la vuelta y culpar al estadunidense que disfruta de sus armas de un problema que no es suyo, especialmente cuando los datos son erróneos y el total de las armas —si se ve de dónde vienen— se darán cuenta ustedes los mexicanos de que los datos que les han sido proporcionados, son falsos”, sostuvo. Sigler añadió: “Es injusto para los mexicanos que se les engañe como se les está engañando. Si es intencional o no, no tengo forma de saberlo. Pero los dueños estadunidenses de armas no van a permitir que ni el presidente Obama ni nadie nos quite nuestro derecho constitucional a tener armas. Así de sencillo”. Enfatizó que la NRA rechazará cualquier modificación a la Segunda Enmienda y sobre todo una prohibición a la venta de rifles de asalto.
Y prometió que en Estados Unidos se seguirán vendiendo armas, simple y sencillamente porque las acusaciones sobre el abastecimiento a los cárteles de la droga “son falsas”. “Sospecho que muchas de esas armas vienen de otros países, que las están exportando de forma ilegal a México. Es fácil echarle la culpa a Estados Unidos porque somos un país fronterizo. Y lo repito: la NRA, nuestros miembros, los 90 0 100 millones de dueños de armas de EU, no permitirán que sus derechos sean violentados”, advirtió.
—¿Por qué ese amorío de Estados Unidos con sus armas, esa cultura de balas y pistolas?
—No sé a qué se refiere con ese término. Pero en Estados Unidos tenemos el derecho constitucional a tener y llevar armas en términos legales. Según nuestra Suprema Corte, ese derecho preexiste a la fundación de nuestro país. No es necesariamente una cultura del arma, como usted usa ese término peyorativo. Es una cultura de la libertad, una cultura donde el gobierno confía a su pueblo la idea de tener y mantener armas. Un gobierno que confía en que su pueblo tenga armas puede ser confiado. Un gobierno que no le permite a su pueblo tener armas, entonces tengo dudas de que pueda se confiable.
México, el centro de la agenda
En el segundo día de la 139 Asamblea Anual de la NRA quedó claro que México se ha movido al centro de la agenda de la Asociación Nacional del Rifle, al ser la violencia ligada al narcotráfico en el país uno de los principales argumentos de la Casa Blanca para tratar de reactivar la prohibición a la venta de armas de asalto semiautomáticas. Distintas figuras ligadas al bloque proarmas desestimaron los llamados del gobierno mexicano a cerrar el flujo de armas de norte a sur y definieron que los datos proporcionados a Washington sobre el origen de las armas confiscadas a los cárteles de la droga son “manipulados”. No hubo retórica antimexicana, pero la molestia fue evidente hacia la Casa Blanca por ligar la guerra contra el narcotráfico con un tema tan polarizador como la tenencia de armas. La gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, llamó a los miembros de la NRA a resistir cualquier intento de reducir las libertades a portar armas.
“Se está haciendo el argumento de que para detener la violencia en la frontera con México se tiene que hacer algo con las armas. ¡Pues la verdad, ésa no me la creo!”, exclamó, ante unas 15 mil personas, la mayoría cazadores, ex militares, ex policías, veteranos y rancheros.
Phoenix, Arizona • Víctor Hugo Michel
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