Se manifestaron cuando el autor tocó el capítulo en donde el ex jefe de Gobierno presuntamente admitió su derrota el día de la elección presidencial
Jorge Octavio Ochoa El Universal Ciudad de México Miércoles 07 de marzo de 2007 07:42
Los lujosos salones del hotel Nikko, enclavado en una de las zonas más caras del país, se convirtieron anoche en arena de la confrontación política. Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador irrumpieron durante la presentación del libro 2 de julio, la crónica minuto a minuto de Carlos Tello Díaz, y obligaron a suspender el evento cuando llevaba menos de una hora de iniciado. El autor del libro, así como el ex presidente del IFE, José Woldenberg y el ex canciller de Fox, Jorge Castañeda, tuvieron que salir apresuradamente, rodeados por elementos de seguridad del hotel, luego de que éste último hiciera nuevas y delicadas revelaciones sobre las presiones ejercidas por el ex presidente para contrarrestar la popularidad que empezaba a tomar la imagen de López Obrador. Castañeda reveló que el ex presidente Vicente Fox muchas veces habló con el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, y le pidió expresamente que quitara a Andrés Manuel López Obrador del canal 2 y lo pasara al canal 4. También dijo que “importantes actores de la vida política se fueron con la finta de las encuestas” y creyeron que López Obrador ganaría la Presidencia. Entre estos mencionó a la propia empresa Televisa –“que durante cinco años tuvo un comportamiento extraordinariamente favorable” con el ex jefe de Gobierno- y al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente, “lo cual no tendría nada de malo, pero no es lo que se esperaría de la persona encargada de una institución autónoma”, sentenció. “Fue un tema que el ex presidente Fox habló muchas veces; no una,
¡Muchas veces!, con Emilio Azcárraga y con Bernardo Gómez. Quítenlo del 2, pásenlo en el 4; trátenlo como lo que es: alcalde de la Ciudad de México. Sus noticias, en el canal de la ciudad de México”. Sin embargo, según Castañeda, las peticiones del ex Mandatario fracasaron. “¡Pues no! ¡No una semana, no un mes, no tres meses... cinco años!. Era alcalde de la ciudad de México. No era más que eso. No era el líder, no era el Mesías”. Televisa lo hizo porque creía que López Obrador iba a ganar, basados en las encuestas. Televisa se equivocó doblemente: “quedaron mal con él (López Obrador) y con el país”. Por su parte, Carlos Tello reveló que el escritor Carlos Fuentes, el empresario Carlos Slim y Juan Ramón de la Fuente tuvieron una cena -en un salón adjunto al palco del rector, en la sala Nezahualcóyotl de la UNAM- la noche del 1 de Julio del 2006, en la que se habló y "hubo simpatías” sobre la idea de anular la elección y nombrar un gobierno interino. Sin embargo no aclaró –tampoco lo hace en su libro- como es que se tocó dicho tema un día antes de los comicios. Según Tello, López Obrador supo desde las 9:55 de la noche del 2 de julio, que había perdido las elecciones e incluso recibió un reporte de Ana Cristina Covarrubias que lo colocaba casi un punto abajo de Felipe Calderón, pero aún así se dijo ganador con una ventaja de 500 mil votos y al otro día mantuvo esa postura. Castañeda dejó entrever que el gobierno de Estados Unidos tuvo un trato preferencial con López Obrador como candidato.
Citó versiones de que en mayo del 2000 Manuel Camacho Solís se reunió con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice mientras que Fox, como candidato, sólo pudo llegar hasta “el tercer nivel” del poder en ese país, con el zar antidrogas, Barry McCafrey. Al iniciar la sesión de preguntas del público, un grupo de poco más de 20 personas empezó a vociferar: "¡Mentiroso, mentiroso!"; "¡Nosotros ganamos la Presidencia!". Sacaron cartelones y mantas con la leyenda: “Mentiroso, lengua viperina” y rodearon la mesa del presidium hasta que los obligaron a retirarse mientras les lanzaban rosas. Una mujer se enfrentó al ex titular del IFE, José Woldenberg, y cara a cara le gritó “¡Mentiroso!” mientras otro sujeto detrás de él le susurraba: “Maestro Woldenberg, ya no se junte con cualquiera”. Todos ellos tuvieron que salir por una puerta trasera del salón Pegaso. Sin embargo, pasado el incidente, Carlos Tello bajó a otro salón del lujoso hotel oriental, para brindar por la publicación de su libro.
Jorge Octavio Ochoa El Universal Ciudad de México Miércoles 07 de marzo de 2007 07:42
Los lujosos salones del hotel Nikko, enclavado en una de las zonas más caras del país, se convirtieron anoche en arena de la confrontación política. Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador irrumpieron durante la presentación del libro 2 de julio, la crónica minuto a minuto de Carlos Tello Díaz, y obligaron a suspender el evento cuando llevaba menos de una hora de iniciado. El autor del libro, así como el ex presidente del IFE, José Woldenberg y el ex canciller de Fox, Jorge Castañeda, tuvieron que salir apresuradamente, rodeados por elementos de seguridad del hotel, luego de que éste último hiciera nuevas y delicadas revelaciones sobre las presiones ejercidas por el ex presidente para contrarrestar la popularidad que empezaba a tomar la imagen de López Obrador. Castañeda reveló que el ex presidente Vicente Fox muchas veces habló con el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, y le pidió expresamente que quitara a Andrés Manuel López Obrador del canal 2 y lo pasara al canal 4. También dijo que “importantes actores de la vida política se fueron con la finta de las encuestas” y creyeron que López Obrador ganaría la Presidencia. Entre estos mencionó a la propia empresa Televisa –“que durante cinco años tuvo un comportamiento extraordinariamente favorable” con el ex jefe de Gobierno- y al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente, “lo cual no tendría nada de malo, pero no es lo que se esperaría de la persona encargada de una institución autónoma”, sentenció. “Fue un tema que el ex presidente Fox habló muchas veces; no una,
¡Muchas veces!, con Emilio Azcárraga y con Bernardo Gómez. Quítenlo del 2, pásenlo en el 4; trátenlo como lo que es: alcalde de la Ciudad de México. Sus noticias, en el canal de la ciudad de México”. Sin embargo, según Castañeda, las peticiones del ex Mandatario fracasaron. “¡Pues no! ¡No una semana, no un mes, no tres meses... cinco años!. Era alcalde de la ciudad de México. No era más que eso. No era el líder, no era el Mesías”. Televisa lo hizo porque creía que López Obrador iba a ganar, basados en las encuestas. Televisa se equivocó doblemente: “quedaron mal con él (López Obrador) y con el país”. Por su parte, Carlos Tello reveló que el escritor Carlos Fuentes, el empresario Carlos Slim y Juan Ramón de la Fuente tuvieron una cena -en un salón adjunto al palco del rector, en la sala Nezahualcóyotl de la UNAM- la noche del 1 de Julio del 2006, en la que se habló y "hubo simpatías” sobre la idea de anular la elección y nombrar un gobierno interino. Sin embargo no aclaró –tampoco lo hace en su libro- como es que se tocó dicho tema un día antes de los comicios. Según Tello, López Obrador supo desde las 9:55 de la noche del 2 de julio, que había perdido las elecciones e incluso recibió un reporte de Ana Cristina Covarrubias que lo colocaba casi un punto abajo de Felipe Calderón, pero aún así se dijo ganador con una ventaja de 500 mil votos y al otro día mantuvo esa postura. Castañeda dejó entrever que el gobierno de Estados Unidos tuvo un trato preferencial con López Obrador como candidato.
Citó versiones de que en mayo del 2000 Manuel Camacho Solís se reunió con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice mientras que Fox, como candidato, sólo pudo llegar hasta “el tercer nivel” del poder en ese país, con el zar antidrogas, Barry McCafrey. Al iniciar la sesión de preguntas del público, un grupo de poco más de 20 personas empezó a vociferar: "¡Mentiroso, mentiroso!"; "¡Nosotros ganamos la Presidencia!". Sacaron cartelones y mantas con la leyenda: “Mentiroso, lengua viperina” y rodearon la mesa del presidium hasta que los obligaron a retirarse mientras les lanzaban rosas. Una mujer se enfrentó al ex titular del IFE, José Woldenberg, y cara a cara le gritó “¡Mentiroso!” mientras otro sujeto detrás de él le susurraba: “Maestro Woldenberg, ya no se junte con cualquiera”. Todos ellos tuvieron que salir por una puerta trasera del salón Pegaso. Sin embargo, pasado el incidente, Carlos Tello bajó a otro salón del lujoso hotel oriental, para brindar por la publicación de su libro.
Protesta de seguidores de AMLO obliga a suspender presentación del libro 2 de julio
"¡Mentiroso!", reclaman a Carlos Tello
GEORGINA SALDIERNA
Miembros de la agrupación Resistencia Civil Pacífica se manifestaron ayer durante la presentación del libro 2 de julio, cuyo autor, Carlos Tello, aparece en la imagen con saco a cuadros; a la derecha, José Woldenberg, ex presidente del Instituto Federal Electoral, y Jorge Castañeda, quien fue canciller en la primera etapa del gobierno de Vicente Fox. Miembros de la agrupación Resistencia Civil Pacífica se manifestaron ayer durante la presentación del libro 2 de julio, cuyo autor, Carlos Tello, aparece en la imagen con saco a cuadros; a la derecha, José Woldenberg, ex presidente del Instituto Federal Electoral, y Jorge Castañeda, quien fue canciller en la primera etapa del gobierno de Vicente Fox Foto: Isaac Esquivel /Cuartoscuro
Como se preveía, la presentación del controvertido libro 2 de julio, "la crónica minuto a minuto del día más importante de nuestra historia contemporánea", se suspendió anoche, luego de que simpatizantes del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador lanzaron consignas contra Carlos Tello, autor del texto, por las "mentiras y contradicciones" de su trabajo. Citada para las 19:30 horas en un lujoso hotel de la zona de Polanco, la presentación se inició sin contratiempos. Los comentaristas y el escritor pudieron hacer su primera intervención sin ningún problema. Tello volvió a caer en contradicciones: esta vez fue por la referencia a una cena en la que estuvieron el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, el empresario Carlos Slim y el escritor Carlos Fuentes, entre otras personas. El autor de 2 de julio dijo que en el libro mencionó que hubo una cena en casa del rector, pero anoche lo desmintió, al destacar que en realidad el encuentro había sido en un salón adjunto a la sala Nezahualcóyotl; que éste se había efectuado la noche del primero de julio -24 horas antes de los comicios- y que ahí hubo "simpatía" con la idea de anular las elecciones e impulsar un gobierno interino. Ante decenas de personas, aseguró no estar arrepentido de haber incluido en su texto el señalamiento de que López Obrador reconoció la misma noche del 2 de julio que perdió las elecciones, porque "sabiendo cuál era la fuente original, el episodio era compatible con la parte del rompecabezas que armé", explicó.
El ex canciller Jorge G. Castañeda planteó, por su lado, que el gobierno estadunidense "se fue con la finta" de las encuestas y dio a López Obrador un mejor trato al que recibió Fox en 2000. Refirió que en febrero de 2000, cuando acompañó a Vicente Fox en su visita a Washington, lo más que pudieron hacer fue entrevistarse con el general Barry McCaffrey y con funcionarios de tercer nivel. A su vez, José Woldenberg, ex presidente del IFE, criticó el hecho de que Tello no haya revelado las fuentes que le aseguraron que el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos habría reconocido su derrota la noche del domingo 2 de julio. Ello generó descalificaciones y un fuerte golpe a la credibilidad del escritor, enfatizó. Cuando ya habían terminado las primeras intervenciones, alrededor de 40 personas se levantaron de sus asientos, se dirigieron hacia el presídium y, una vez ahí, desplegaron cartelones en contra del escritor. Todo ello en medio de gritos y consignas.
"¡Mentiroso!, ¡mentiroso!, ¡mentiroso!", se escuchaba, mientras Leo Zuckerman, en su papel de moderador, trataba de continuar con la presentación. Nervioso, pidió a los manifestantes actuar con respeto y civilidad, pero nadie le hacía caso. Los simpatizantes de López Obrador desplegaron una gran fotografía del ex candidato y varios cartelones en los que se podía leer: "Tello leguleyo, hablador. Al fin sangre de dictador"; o bien: "Tello inmoral, mentiroso, lengua viperina", al tiempo que referían en improvisadas entrevistas las "contradicciones y mentiras" del libro. Junto a las consignas de protesta se mezclaron otras de apoyo al perredista. "Es un honor estar con López Obrador", gritaron. Zuckerman no aguantó la presión y tuvo que suspender el acto. Los integrantes de la mesa salieron del salón en medio de empujones y resguardados por personal de seguridad del hotel, para refugiarse en otra sala del inmueble. Ahí esperaron por varios minutos hasta que los manifestantes se retiraron. Mientras, aprovecharon para dar entrevistas, expresar su enojo y asegurar que les aventaron botellas y las flores que estaban en el presídium. Zuckerman, de plano, calificó a quienes protestaron de fascistas. El hecho de que no dejen hablar demuestra su intolerancia, subrayó. Castañeda enfatizó la negativa de estos a dejar que el público se expresara. ¿Qué habría pasado si ganan las elecciones?, interrogó, en tanto Carlos Tello calificó de error la actitud de estas personas, pues lo correcto habría sido dialogar y debatir, subrayó.
Como se preveía, la presentación del controvertido libro 2 de julio, "la crónica minuto a minuto del día más importante de nuestra historia contemporánea", se suspendió anoche, luego de que simpatizantes del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador lanzaron consignas contra Carlos Tello, autor del texto, por las "mentiras y contradicciones" de su trabajo. Citada para las 19:30 horas en un lujoso hotel de la zona de Polanco, la presentación se inició sin contratiempos. Los comentaristas y el escritor pudieron hacer su primera intervención sin ningún problema. Tello volvió a caer en contradicciones: esta vez fue por la referencia a una cena en la que estuvieron el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, el empresario Carlos Slim y el escritor Carlos Fuentes, entre otras personas. El autor de 2 de julio dijo que en el libro mencionó que hubo una cena en casa del rector, pero anoche lo desmintió, al destacar que en realidad el encuentro había sido en un salón adjunto a la sala Nezahualcóyotl; que éste se había efectuado la noche del primero de julio -24 horas antes de los comicios- y que ahí hubo "simpatía" con la idea de anular las elecciones e impulsar un gobierno interino. Ante decenas de personas, aseguró no estar arrepentido de haber incluido en su texto el señalamiento de que López Obrador reconoció la misma noche del 2 de julio que perdió las elecciones, porque "sabiendo cuál era la fuente original, el episodio era compatible con la parte del rompecabezas que armé", explicó.
El ex canciller Jorge G. Castañeda planteó, por su lado, que el gobierno estadunidense "se fue con la finta" de las encuestas y dio a López Obrador un mejor trato al que recibió Fox en 2000. Refirió que en febrero de 2000, cuando acompañó a Vicente Fox en su visita a Washington, lo más que pudieron hacer fue entrevistarse con el general Barry McCaffrey y con funcionarios de tercer nivel. A su vez, José Woldenberg, ex presidente del IFE, criticó el hecho de que Tello no haya revelado las fuentes que le aseguraron que el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos habría reconocido su derrota la noche del domingo 2 de julio. Ello generó descalificaciones y un fuerte golpe a la credibilidad del escritor, enfatizó. Cuando ya habían terminado las primeras intervenciones, alrededor de 40 personas se levantaron de sus asientos, se dirigieron hacia el presídium y, una vez ahí, desplegaron cartelones en contra del escritor. Todo ello en medio de gritos y consignas.
"¡Mentiroso!, ¡mentiroso!, ¡mentiroso!", se escuchaba, mientras Leo Zuckerman, en su papel de moderador, trataba de continuar con la presentación. Nervioso, pidió a los manifestantes actuar con respeto y civilidad, pero nadie le hacía caso. Los simpatizantes de López Obrador desplegaron una gran fotografía del ex candidato y varios cartelones en los que se podía leer: "Tello leguleyo, hablador. Al fin sangre de dictador"; o bien: "Tello inmoral, mentiroso, lengua viperina", al tiempo que referían en improvisadas entrevistas las "contradicciones y mentiras" del libro. Junto a las consignas de protesta se mezclaron otras de apoyo al perredista. "Es un honor estar con López Obrador", gritaron. Zuckerman no aguantó la presión y tuvo que suspender el acto. Los integrantes de la mesa salieron del salón en medio de empujones y resguardados por personal de seguridad del hotel, para refugiarse en otra sala del inmueble. Ahí esperaron por varios minutos hasta que los manifestantes se retiraron. Mientras, aprovecharon para dar entrevistas, expresar su enojo y asegurar que les aventaron botellas y las flores que estaban en el presídium. Zuckerman, de plano, calificó a quienes protestaron de fascistas. El hecho de que no dejen hablar demuestra su intolerancia, subrayó. Castañeda enfatizó la negativa de estos a dejar que el público se expresara. ¿Qué habría pasado si ganan las elecciones?, interrogó, en tanto Carlos Tello calificó de error la actitud de estas personas, pues lo correcto habría sido dialogar y debatir, subrayó.
Como dice el monero palomo, el calentamiento "global", está cañón, ¡la gente esta que arde!Para mi primo Israel: si estas pensando que fui yo " la seño" que armó el guateque ¡Pos no! estaba abogando por la chiquilla de 3 años con la directora de la escuela, pa´que no me la saquen de la idem... je je ¿quieres saber cómo se reconocen a las brujas? bien fácil, se reproducen, ¡¡sólo hijas tienen!! bien orgullosa que estoy de la escuincla.
Kikka Roja
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