nota
La masa de maíz envuelta en una hoja de árbol de plátano forma, al parecer, sólo un tamal oaxaqueño, pero para sus creadoras representa la identidad de su pueblo, de su México, y la herencia inmortal de sus ancestros. Azucena Galindo se dice defeña de nacimiento pero oaxaqueña de corazón, ella representará al estado que vio nacer a su abuela y a su padre, Oaxaca, en la segunda feria de este platillo en la delegación Coyoacán. Aunque asegura que no sólo presentará en esta exposición a los “muy conocidos” tamales oaxaqueños envueltos en hoja de plátano, sino también otros que señala, “casi no se conocen en el DF”. Esta exposición del tamal, contará con la participación de 31 productores que expondrán al menos 200 tipos diferentes de tamales; no sólo nacionales sino también de países como Honduras, El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador. (Josué Huerta)
Habrá más de 140 variedades de tamales en Feria del Tamal en Cenart
NOTA 2
Un total de 32 expositores mostrarán más de 140 variedades de tamales de nueve países, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), los días 1, 2 y 3 de febrero, en la Feria Latinoamericana del Tamal.
El objetivo de esta feria es promover y difundir las cocinas regionales de América Latina, donde la gastronomía se transforma en un arte, ya que permitirá tener contacto con los sabores y las texturas de la rica cocina latinoamericana. Se encontrarán modalidades poco conocidas, como el tamal de chicatanas, a base de hormiga voladora, rico en proteínas y ácido fólico, de Oaxaca; el tamal antioqueño, originario de Antioquia, capital de Medellín, Colombia; o el catracho, preparado con maíz blanco y relleno de arroz, papas, aceitunas, carne de res, tradicional de Honduras. Para un buen tamal habrá una buena bebida, como el atole de limón, cacao, cajeta, chocolate o piña; la mistela caribeña de piña, coco, canela o frutas; las aguas frescas de horchata, jamaica, limón o tamarindo. El café y el chocolate, señaló Conaculta en un comunicado.
Entre los participantes nacionales se contará con la presencia de los estados de Coahuila, Chiapas, Distrito Federal, México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Centro y Sudamérica serán dignamente representados por Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Honduras y Nicaragua. De acuerdo con el antropólogo Aarón Mejía, organizador de la Feria Latinoamericana del Tamal del Cenart, "el tamalli, del vocablo náhuatl (envuelto cuidadoso), tiene su origen en la América prehispánica, su elaboración y consumo estaban muy relacionados con ceremonias y rituales.
A partir de la Conquista se incorporaron ingredientes europeos que enriquecieron la variedad de tamales.
Fray Bernardino de Sahagún, en su Historia general de las cosas de la Nueva España, señala que el tamal era un elemento importante en las ofrendas que hacían los indígenas a sus deidades durante las festividades de su calendario ritual. Los mexicas celebraban las fiestas a los tlaloques en honor de Tláloc, dios de la lluvia. Dichas festividades marcaban el inicio del ciclo agrícola. La llegada de los españoles y sus costumbres hizo que coincidiera con la del 2 de febrero o Día de la Candelaria, que conmemora la Purificación de la Virgen María y la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Actualmente -destacó el antropólogo- nuestros tamales mesoamericanos se consumen desde los Estados Unidos hasta la Patagonia.
Es un producto que se comercializa en calles, mercados e incluso en establecimientos especializados y son disfrutados por poblaciones urbanas y rurales de todos los estratos sociales. Tan sólo en México existen de 800 a mil variedades de tamales que se pueden clasificar según su relleno (carnes, pescados, vegetales, hongos, dulces, entre otros). Además de su envoltorio (hojas de maíz, plátano, platanillo, acelga, chaya...) e incluso por acontecimientos o celebraciones específicas (Cuaresma, Día de muertos, Año Nuevo, bautizos, bodas y, por supuesto, en la Fiesta de la Candelaria).
El 2 de febrero, Día de la Candelaria, al tiempo que se cumple con el ritual católico de llevar a bendecir las imágenes del Niño Jesús, se organizan 'tamalizas' en el seno familiar o por grupos de amigos o de trabajo, regularmente patrocinadas por aquellos afortunados que el 6 de enero encontraron al "niño" en la Rosca de Reyes. Asimismo, en algunas poblaciones se realizan en esta fecha bailes populares, procesiones, ferias, representaciones teatrales, danzas y, desde luego, la preparación de tamales.
La masa de maíz envuelta en una hoja de árbol de plátano forma, al parecer, sólo un tamal oaxaqueño, pero para sus creadoras representa la identidad de su pueblo, de su México, y la herencia inmortal de sus ancestros. Azucena Galindo se dice defeña de nacimiento pero oaxaqueña de corazón, ella representará al estado que vio nacer a su abuela y a su padre, Oaxaca, en la segunda feria de este platillo en la delegación Coyoacán. Aunque asegura que no sólo presentará en esta exposición a los “muy conocidos” tamales oaxaqueños envueltos en hoja de plátano, sino también otros que señala, “casi no se conocen en el DF”. Esta exposición del tamal, contará con la participación de 31 productores que expondrán al menos 200 tipos diferentes de tamales; no sólo nacionales sino también de países como Honduras, El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador. (Josué Huerta)
Habrá más de 140 variedades de tamales en Feria del Tamal en Cenart
NOTA 2
Un total de 32 expositores mostrarán más de 140 variedades de tamales de nueve países, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), los días 1, 2 y 3 de febrero, en la Feria Latinoamericana del Tamal.
El objetivo de esta feria es promover y difundir las cocinas regionales de América Latina, donde la gastronomía se transforma en un arte, ya que permitirá tener contacto con los sabores y las texturas de la rica cocina latinoamericana. Se encontrarán modalidades poco conocidas, como el tamal de chicatanas, a base de hormiga voladora, rico en proteínas y ácido fólico, de Oaxaca; el tamal antioqueño, originario de Antioquia, capital de Medellín, Colombia; o el catracho, preparado con maíz blanco y relleno de arroz, papas, aceitunas, carne de res, tradicional de Honduras. Para un buen tamal habrá una buena bebida, como el atole de limón, cacao, cajeta, chocolate o piña; la mistela caribeña de piña, coco, canela o frutas; las aguas frescas de horchata, jamaica, limón o tamarindo. El café y el chocolate, señaló Conaculta en un comunicado.
Entre los participantes nacionales se contará con la presencia de los estados de Coahuila, Chiapas, Distrito Federal, México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Centro y Sudamérica serán dignamente representados por Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Honduras y Nicaragua. De acuerdo con el antropólogo Aarón Mejía, organizador de la Feria Latinoamericana del Tamal del Cenart, "el tamalli, del vocablo náhuatl (envuelto cuidadoso), tiene su origen en la América prehispánica, su elaboración y consumo estaban muy relacionados con ceremonias y rituales.
A partir de la Conquista se incorporaron ingredientes europeos que enriquecieron la variedad de tamales.
Fray Bernardino de Sahagún, en su Historia general de las cosas de la Nueva España, señala que el tamal era un elemento importante en las ofrendas que hacían los indígenas a sus deidades durante las festividades de su calendario ritual. Los mexicas celebraban las fiestas a los tlaloques en honor de Tláloc, dios de la lluvia. Dichas festividades marcaban el inicio del ciclo agrícola. La llegada de los españoles y sus costumbres hizo que coincidiera con la del 2 de febrero o Día de la Candelaria, que conmemora la Purificación de la Virgen María y la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Actualmente -destacó el antropólogo- nuestros tamales mesoamericanos se consumen desde los Estados Unidos hasta la Patagonia.
Es un producto que se comercializa en calles, mercados e incluso en establecimientos especializados y son disfrutados por poblaciones urbanas y rurales de todos los estratos sociales. Tan sólo en México existen de 800 a mil variedades de tamales que se pueden clasificar según su relleno (carnes, pescados, vegetales, hongos, dulces, entre otros). Además de su envoltorio (hojas de maíz, plátano, platanillo, acelga, chaya...) e incluso por acontecimientos o celebraciones específicas (Cuaresma, Día de muertos, Año Nuevo, bautizos, bodas y, por supuesto, en la Fiesta de la Candelaria).
El 2 de febrero, Día de la Candelaria, al tiempo que se cumple con el ritual católico de llevar a bendecir las imágenes del Niño Jesús, se organizan 'tamalizas' en el seno familiar o por grupos de amigos o de trabajo, regularmente patrocinadas por aquellos afortunados que el 6 de enero encontraron al "niño" en la Rosca de Reyes. Asimismo, en algunas poblaciones se realizan en esta fecha bailes populares, procesiones, ferias, representaciones teatrales, danzas y, desde luego, la preparación de tamales.
Kikka Roja
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