José Reveles
Una encuesta de la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas entre más de 35 países, ubica a México en el segundo lugar en corrupción -sólo por debajo de Grecia-, y en segundo lugar en el robo de automóviles, pero con la tasa más alta en el robo con violencia, inclusive por encima de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Comparte con Grecia, también, las más altas tasas de sobornos a policías y está en el último lugar en cuanto a la tasa de denuncia de delitos (16 por ciento, aunque datos locales ubican ese porcentaje en 12 por ciento, con lo que la cifra negra de no denuncia está en el 88 por ciento). Son datos corroborables científicamente, explica el analista Arturo Arango Durán del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, AC (Icesi). Al experto en estadística criminal le parece escandaloso que, si en 1997 el costo de cada averiguación previa representaba algo más de nueve mil pesos, ahora se haya quintuplicado hasta rebasar los 46 mil pesos. De todas formas, la eficiencia medida en las condenas que se obtienen es de 5.6 por ciento, pero si se añade la cifra negra apenas se llega al 1.2 por ciento.
"Esto quiere decir que el delincuente juega en una lotería en donde tiene 99 por ciento de oportunidades de no recibir castigo", expresó Arango durante el Congreso Internacional sobre el Sistema de Justicia Penal y Prevención Social del Delito que organizaron Canacintra, el Consejo de Seguridad Pública, las cámaras de Diputados y Senadores y la Asociación Nacional de la Industria de la Seguridad Privada. En ese foro el diputado César Camacho afirmó que, pese a los malabarismos verbales de los ministros de la Suprema Corte, el hecho real es que "está vigente la presunción de culpabilidad" en la Constitución, y no la de inocencia. La prueba irrefutable es el abuso de la prisión preventiva, pues hay más de 90 mil reos en esa situación dentro de los 210 mil que hay en todas las cárceles del país. "Es una sobrepoblación absurda provocada porque el auto formal y real de prisión obliga a estar a las personas retenidas durante 26 meses en promedio, aunque después venga el `usted disculpe´ porque o eran inocentes, podían salir bajo fianza o merecían cárcel de seis meses". Cuesta 15 millones de pesos diarios mantener a esa población carcelaria en límites irracionales, porque para un sistema de justicia arcaico, obsoleto, es más fácil demostrar delitos sencillos y meter en prisión a gente pobre, que hacer verdadera investigación sobre los delitos que más impactan y más dañan a la sociedad. México se gasta -en manutención de los 210 mil reos- algo más de 5 mil 500 millones de pesos al año, deploró el diputado federal.
Derrama de recursos Aquí hubo una coincidencia con Arango, pues el especialista del Icesi demostró que se han gastado unos 970 mil millones de pesos en seguridad y justicia en 12 años (desde que se estableció el Sistema Nacional de Seguridad Pública), y ya hay el doble de reos de los que había entonces, pero no hay el mínimo descenso en la criminalidad. De hecho la cifra de delitos totales en el país se mantiene sin gran variación desde entonces: alrededor de un millón y medio de delitos por año (más del 95 por ciento del orden común). Los homicidios dolosos representan menos del uno por ciento (.94 para ser exactos), pero para combatir ese rubro que tiene un gran impacto mediático se destina el grueso de los recursos federales. Apoyado en estadísticas, Arango dice que Chihuahua y Sinaloa no son -como dice la autoridad- los principales sitios de las ejecuciones, sino Guerrero y Oaxaca, y se pregunta en qué diagnóstico se basa el gobierno para su estrategia contra el crimen, porque "lo que no se conoce no se puede combatir". Y cita graves ejemplos: -Ciudad Juárez y sus feminicidios han adquirido fama mundial."
¿Qué dirían ustedes si les muestro que la tasa de asesinatos de mujeres en Juárez es de 4.3 por cada 100 mil, mientras que en Toluca es de 12.1, casi cuatro veces más? ¿Y que uno de cada cuatro se comete dentro del hogar, por lo que es altísima la tasa de violencia intrafamiliar?". -Las cifras sobre decomiso de armas y detención de quienes las portaban no cuadran, a no ser que las armas se reciclen hacia el mercado negro una vez incautadas (casi 20 mil en lo que va de este sexenio, según el presidente Felipe Calderón).
"Esto quiere decir que el delincuente juega en una lotería en donde tiene 99 por ciento de oportunidades de no recibir castigo", expresó Arango durante el Congreso Internacional sobre el Sistema de Justicia Penal y Prevención Social del Delito que organizaron Canacintra, el Consejo de Seguridad Pública, las cámaras de Diputados y Senadores y la Asociación Nacional de la Industria de la Seguridad Privada. En ese foro el diputado César Camacho afirmó que, pese a los malabarismos verbales de los ministros de la Suprema Corte, el hecho real es que "está vigente la presunción de culpabilidad" en la Constitución, y no la de inocencia. La prueba irrefutable es el abuso de la prisión preventiva, pues hay más de 90 mil reos en esa situación dentro de los 210 mil que hay en todas las cárceles del país. "Es una sobrepoblación absurda provocada porque el auto formal y real de prisión obliga a estar a las personas retenidas durante 26 meses en promedio, aunque después venga el `usted disculpe´ porque o eran inocentes, podían salir bajo fianza o merecían cárcel de seis meses". Cuesta 15 millones de pesos diarios mantener a esa población carcelaria en límites irracionales, porque para un sistema de justicia arcaico, obsoleto, es más fácil demostrar delitos sencillos y meter en prisión a gente pobre, que hacer verdadera investigación sobre los delitos que más impactan y más dañan a la sociedad. México se gasta -en manutención de los 210 mil reos- algo más de 5 mil 500 millones de pesos al año, deploró el diputado federal.
Derrama de recursos Aquí hubo una coincidencia con Arango, pues el especialista del Icesi demostró que se han gastado unos 970 mil millones de pesos en seguridad y justicia en 12 años (desde que se estableció el Sistema Nacional de Seguridad Pública), y ya hay el doble de reos de los que había entonces, pero no hay el mínimo descenso en la criminalidad. De hecho la cifra de delitos totales en el país se mantiene sin gran variación desde entonces: alrededor de un millón y medio de delitos por año (más del 95 por ciento del orden común). Los homicidios dolosos representan menos del uno por ciento (.94 para ser exactos), pero para combatir ese rubro que tiene un gran impacto mediático se destina el grueso de los recursos federales. Apoyado en estadísticas, Arango dice que Chihuahua y Sinaloa no son -como dice la autoridad- los principales sitios de las ejecuciones, sino Guerrero y Oaxaca, y se pregunta en qué diagnóstico se basa el gobierno para su estrategia contra el crimen, porque "lo que no se conoce no se puede combatir". Y cita graves ejemplos: -Ciudad Juárez y sus feminicidios han adquirido fama mundial."
¿Qué dirían ustedes si les muestro que la tasa de asesinatos de mujeres en Juárez es de 4.3 por cada 100 mil, mientras que en Toluca es de 12.1, casi cuatro veces más? ¿Y que uno de cada cuatro se comete dentro del hogar, por lo que es altísima la tasa de violencia intrafamiliar?". -Las cifras sobre decomiso de armas y detención de quienes las portaban no cuadran, a no ser que las armas se reciclen hacia el mercado negro una vez incautadas (casi 20 mil en lo que va de este sexenio, según el presidente Felipe Calderón).
...ARTICULO PARA EL PANISTA QUE VINO A LANZARME INSULTOS AL BLOG
..si "muy pendeja", pero no tengo el culo ardido ni estropeado
Kikka Roja
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