El gobierno federal ofreció a los bancos que operan en México, la mayoría de capital extranjero, poner a su disposición “toda la liquidez que sea necesaria” para no interrumpir la canalización de crédito a la actividad productiva, en un momento en que los sistemas financieros de la mayor parte del mundo enfrentan una contracción en la disponibilidad de recursos prestables. La oferta fue hecha en dos ocasiones, una, el miércoles de la semana anterior, y otra, el pasado lunes, en encuentros entre autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y los directores generales de los mayores bancos del país. “Junta de liquidez” Una de esas reuniones, conocida como “junta de liquidez”, se realizó la semana pasada en las instalaciones de BBVA Bancomer en la calle Montes Urales, en las Lomas de Chapultepec de la ciudad de México. La otra, el lunes reciente, tuvo lugar en las oficinas de la SHCP en Palacio Nacional, según confirmó a La Jornada un directivo bancario que participó en uno de esos encuentros. La semana pasada los circuitos financieros de casi todo el mundo, en especial en los países industrializados, prácticamente se paralizaron ante una total restricción de liquidez, que llevó a empresas como General Electric, una de las compañías más sólidas del mundo, a verse en la necesidad de obtener fondos para su operación diaria a plazos de uno a tres días, algo inusitado, como comentó a este diario Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, en entrevista el sábado pasado. En los encuentros con las autoridades hacendarias, según otra de las fuentes consultadas por este diario, los directores generales de los bancos aseguraron que cuentan con liquidez suficiente para mantener la oferta de crédito, aun en condiciones de restricción como las que se experimentan hoy en los mercados financieros. Sin embargo, la postura de la autoridad fue asegurar condiciones para que el crédito, especialmente a las empresas, siga fluyendo para que no se detenga la actividad productiva. Fue en ese sentido que en el encuentro el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, planteó que en caso necesario el gobierno federal utilizaría mecanismos a su alcance para asegurarse de que la banca privada contara con recursos para financiar proyectos productivos. La SHCP no confirmó ayer que Werner hubiera estado en esas reuniones. Una de las fuentes del sector bancario indicó que el funcionario representó en el encuentro del lunes al titular del ramo, Agustín Carstens, que ese día estaba en Washington, Estados Unidos, en la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. “La representación de la banca insistió en que cuenta con suficiente liquidez para hacer frente a las solicitudes de crédito para las empresas, mientras el gobierno planteó que en caso de necesidad activaría mecanismos para proveer de liquidez”, señaló la fuente bancaria. De acuerdo con los testimonios recogidos, no se puso sobre la mesa ninguna oferta específica del gobierno sobre cuánta liquidez estaría en condiciones de inyectar al sistema financiero en caso de ocurrir una interrupción del crédito. “En los últimos días no ha habido nada específico sobre financiamiento de grandes obras, pero es debido a que los proyectos de infraestructura que el gobierno federal anunció como parte de la estrategia de impulso a la economía no están listos o no han sido convocados”, dijo el directivo de un banco de origen europeo. Hasta ahora no ha ocurrido una interrupción en la oferta de crédito por parte de la banca, comentó Enrique Castillo, presidente de la Asociación de Bancos de México. “La disminución en la oferta ha sido menor en México que en otras partes”, dijo. En cuanto a los préstamos para compra de vivienda, al consumo y a la actividad empresarial, la oferta ha crecido a un ritmo incluso mayor a 15 por ciento anual, aseguró. La oferta del gobierno federal de proveer liquidez tiene que ver específicamente con el crédito para financiar actividades productivas. Políticas de este tipo se han comenzado a aplicar en otros países en desarrollo para tratar que no se interrumpa el financiamiento a la producción y, por tanto, la generación de empleos. O que la interrupción sea lo menos pronunciada posible. El lunes pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo anunció una línea de 6 mil millones de dólares, adicionales a los 12 mil millones que presta cada año, que fueron puestos a disposición de los gobiernos de la región para que, en caso de una restricción de liquidez, fueran canalizados por conducto de la banca privada a empresas. Según la información recogida por este diario, en las dos reuniones entre banqueros y autoridades hacendarias estuvieron los directores generales de los seis mayores bancos del país: Banamex, BBVA Bancomer, Santander, HSBC, Banorte y Scotiabank. También asistieron: Jaime Ruiz Sacristán, director general del banco Ve por Más, cuyo principal accionista es Antonio del Valle Ruiz; Armando Loera, presidente del consejo de administración del Bank of America en México, y Enrique Castillo, presidente de la ABM. BBVA Bancomer dijo que la reunión tuvo lugar, pero acotó que su director general, Ignacio Deschamps, no asistió por encontrarse en Madrid, España, donde se realizó la reunión del consejo de administración del consorcio.
A. Becerril, V. Ballinas, E. Méndez y R. Garduño Ampliar la imagen González Garza, del PRD, y Juan José Rodríguez Prats, del PAN, durante la sesión plenaria celebrada ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro Foto: Yazmín Ortega Cortés La Cámara de Diputados demandó ayer al presidente Felipe Calderón Hinojosa que informe al Congreso “sobre la especulación cambiaria registrada en el país, así como el destino de los dólares subastados la semana pasada de las reservas internacionales del Banco de México, y las medidas tomadas para atenuar la crisis financiera”. Por otra parte, los senadores del PAN se reunieron el martes por la noche con el secretario Agustín Carstens, a quien le manifestaron su indignación por la especulación que realizaron algunos consorcios mexicanos con la moneda. De acuerdo con versiones de legisladores presentes en ese encuentro, el funcionario les confirmó que “son entre 16 y 20 los consorcios investigados por no haber reflejado claramente los hechos relevantes en los estados financieros”. A su vez, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, exigió que se investigue y sancione a empresarios y banqueros que especularon y que, por sus desmedidas ambiciones, pusieron en riesgo la estabilidad del peso. “Necesitamos herramientas que permitan sancionar a quienes hayan actuado mal, con base en la ambición que les acompaña, y qué medidas de orden legal se podrían requerir para que en el futuro no nos pase lo mismo nuevamente”, expuso el senador sonorense. El martes, en el Club de Banqueros, los senadores del blanquiazul cenaron con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y aunque el tema para el que fueron convocados era hacer un análisis de la Ley de Ingresos 2009, con las modificaciones y nuevos criterios, los legisladores le plantearon, “unos molestos y otros indignados”, el tema de las empresas que especularon con la moneda. “Son empresarios ladrones, no se vale que con el dinero de los contribuyentes ellos adquieran a futuro. Se les debe investigar y sancionar si cometieron irregularidades; ante nuestra insistencia por conocer nombres de empresas, (Carstens) comentó uno o dos casos de los que han sido mencionados en la prensa”, indicó el panista Ramón Galindo, uno de los asistentes a la cena. En tanto, en la Cámara de Diputados, por conducto de la Junta de Coordinación Política y a instancia –por separado– de Javier González Garza y Samuel Aguilar Solís, los legisladores federales refieren que durante la semana del 6 al 10 de octubre el peso sufrió “un fuerte ataque especulativo”, que se reflejó en una reducción de 8 mil 995 millones de dólares de las reservas del Banco de México, que se vio obligado a intervenir en el mercado cambiario con la finalidad de detener la caída del peso por decisión de la Comisión de Cambio. “Toda vez que las autoridades financieras han manifestado que los fundamentos de la economía están sólidos, por lo que no hay razón para que la moneda se deprecie abruptamente por factores ajenos al país, como es la crisis de Estados Unidos, los acontecimientos de la semana pasada se explican, fundamentalmente, por la especulación de los agentes económicos. “En este sentido, el secretario de Hacienda y Crédito Público manifestó públicamente que un grupo de empresas, en coordinación con instituciones financieras, efectuaron operaciones atípicas de compraventa de divisas, cuya fuerte demanda presionó al tipo de cambio. Cabe señalar que estas operaciones atípicas no sólo debieron haberse hecho del conocimiento del mercado, por constituir hechos relevantes, sino además es obligación de las autoridades financieras y fiscales investigarlas a efecto de determinar si se hicieron conforme a disposiciones aplicables”. Sobre el particular, el secretario de la mesa directiva, José Manuel del Río Virgen, la emprendió contra Agustín Carstens, porque, “como subordinado de Francisco Gil Díaz, lo único que sabe es defender los intereses de los grandes capitales; a este funcionario no se le puede creer que meta las manos por salvaguardar el interés de la nación, creo que es el fin de su estancia al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y le buscarán acomodo al frente del Banco de México, ¡uf, que fatalidad para el país!” A su vez, el presidente de la mesa directiva, César Duarte Jáquez, demandó responsabilidad, pero sobre todo que se dé información a la sociedad: “sí, exigimos a la Secretaría de Hacienda que, con la mayor seriedad, se publiquen de manera formal los montos y las afectaciones que se dieron y la condición que generaron, al grado de poner en riesgo el sistema financiero mexicano y con ello la estabilidad económica del país”. |
Kikka Roja