Bajo sus mandatos, la ex líder "tory" ganó la Guerra de las Malvinas (1982) y revitalizó la economía a costa del debilitamiento de los sindicatos, el recorte del gasto social y las privatizaciones.
EFE El Universal Londres Viernes 12 de junio de 2009.
06:57 La ex primera ministra británica Margaret Thatcher, de 83 años, fue atendida hoy en un hospital londinense tras fracturarse un brazo, informó hoy una portavoz de la "Dama de Hierro" . "Tropezó esta mañana en casa y se fracturó un hueso en la parte superior del brazo. Fue llevada al hospital de Chelsea & Westminster, pero ya ha sido dada de alta" , dijo la portavoz. La salud de la ex política conservadora se viene resintiendo desde 2002, cuando sufrió varias apoplejías y dejó de pronunciar discursos en público por recomendación médica. La baronesa Thatcher, que estuvo en el poder entre 1979 y 1990, es la única mujer que ha ocupado la jefatura del Gobierno británico. Bajo sus mandatos, la ex líder "tory" ganó la Guerra de las Malvinas (1982) y revitalizó la economía a costa del debilitamiento de los sindicatos, el recorte del gasto social y las privatizaciones.
-----------------------------------Se fractura brazo Margaret Thatcher
Margaret Thatcher, ex Primera Ministra británica, sufre demencia desde hace varios años.
Foto: AP La 'Dama de Hierro tiene 83 años y padece demencia desde hace varios años
AFP reforma.com
Londres, Inglaterra (12 junio 2009).- La ex Primera Ministra británica Margaret Thatcher fue hospitalizada hoy luego de fracturarse un brazo al caerse en su casa, dijo una portavoz de la baronesa. Thatcher, de 83 años, y que padece demencia desde hace varios años, se resbaló en su casa de Londres y fue llevada al hospital Chelsea and Westminster. En un primer momento, un asistente de la ex Primera Ministra dijo que había sido dada de alta, pero su portavoz anunció luego que los médicos habían decidido mantenerla en observación durante la noche. "Se resbaló en su casa esta mañana y se rompió un hueso en la parte superior de su brazo. El hospital decidió, sólo por precaución, mantenerla en observación", dijo. Según la página internet del diario The Daily Telegraph, fue muy sacudida por la caída. "Ustedes conocen a Lady Thatcher. Estaba ocupada en su casa y se cayó", declaró un asistente al diario. La "Dama de Hierro" ocupó el puesto de Primera Ministra durante once años a partir del 4 de mayo de 1979. Después de una serie de accidentes vasculares cerebrales menores, en 2001 y 2002, los médicos aconsejaron a Thatcher que no volviera a pronunciar discursos en público para evitar que se cansara. Su hija Carol reveló en 2008 en sus memorias que su madre padecía demencia desde hacía siete años.
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La aldea: España. EscándaloCrueldad contra inmigrante
Franns Rilles Melgar, de origen boliviano, que laboraba ilegalmente en una panadería en Valencia, perdió un brazo en una máquina, pero su empleador “lo tiró a la basura” para “evitar problemas”.
2009-06-12•La Aldea
El dueño del negocio dejó a Franns a 200 metros del hospital y le advirtió que “no dijera nada”.
El inmigrante Franns Rilles Melgar Vargas, de 33 años y origen boliviano, trabajaba más de 12 horas al día, durante seis días a la semana, sin vacaciones y sin contrato, en el horno Rovira Safor de Real de Gandía, en Valencia, por 700 euros al mes (980 dólares). El 28 de mayo, intentando salvar la producción de pan, ya que se iba a mezclar la masa de levadura con papel, el obrero metió el antebrazo izquierdo en la obsoleta máquina, que se lo amputó. “Si yo no procuro parar la máquina, esa me traga y me hace picadillo”, declaró a la cadena española Antena 3 el inmigrante, todavía hospitalizado.
Añadió que ese día el dueño del horno lo acompañó hasta 200 metros del Hospital Francesc de Borja donde lo dejo solo, chorreando sangre, y le pidió que dijera que “sólo fue un accidente”. La empresa Real de Gandía, en Valencia, fue “paralizada” por la Inspección de Trabajo al día siguiente del suceso, puesto que las condiciones técnicas estaban en “estado deficiente, sobre todo las eléctricas”, se supo ayer en España, conmocionada por el escándalo.
El sindicato español Comisiones Obreras dijo que el jefe de Franns tiró el brazo a un contenedor de basura, lo que impidió la reimplantación. Después de dejarlo en la calle, el patrón de Rilles “regresó a la panificadora, limpió la máquina, arrojó el brazo a un contenedor de la basura y volvió a trabajar”, reveló el sindicato. Ayer, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad Valenciana, Gerardo Camps, reconoció que las condiciones “deficientes” de la empresa, en la mediterránea ciudad de Valencia, “probablemente fuera una de las causas” que desencadenaron el accidente que sufrió el trabajador.
El consejero dijo que la Fiscalía “está actuando” y añadió que no se está “solo ante una falta de medidas de seguridad laboral”, sino también ante un “posible delito de omisión de auxilio y socorro” por parte del empresario. “Se trata de un accidente” en el que el empresario ha mostrado una conducta “absolutamente reprobable y condenable”, aseguró. Además, Comisiones Obreras confirmó ayer que el sindicato presentó una denuncia ante la Fiscalía de Salud Laboral a la panificadora en la que trabajaba el ciudadano boliviano desde 2007.
El sindicato anunció también que pedirá a la delegación del gobierno en la Comunidad Valenciana una autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales y razones humanitarias para el inmigrante o por arraigo temporal del empleado. La legislación dice, afirmó el sindicato, que podrán obtener una autorización “los extranjeros que acrediten la permanencia continuada en España durante un periodo mínimo de dos años”.
Otras condiciones que reúne Franns son carecer de antecedentes penales en España y en su país de origen, así como poder demostrar la existencia de relaciones laborales “cuya duración no sea inferior a un año”. El sindicato estudiará además la posibilidad de solicitar una pensión de invalidez si se reconoce la relación laboral entre el empleado, que estaba contratado en situación irregular, y la panificadora. Este suceso ha sido ampliamente recogido ayer por la prensa española, que dedicó sus portadas a Melgar Vargas y recoge declaraciones del propio trabajador y de sus familiares. “El brazo a la basura para no dejar huellas”, “Un empresario tira a la basura el brazo amputado de un trabajador ilegal” o “Explotado hasta perder el brazo” son algunos de los titulares de los principales periódicos españoles, que incluso llevan la foto del trabajador amputado en portada.
El empleado se había dirigido el día del accidente “como de costumbre a su trabajo” en una panadería industrial y mientras manipulaba la masa quedó atrapado por la máquina en movimiento. Tras lograr detenerla, se dio cuenta de que la máquina le había amputado el brazo, reportó en su página web el sindicato de las Comisiones Obreras de Valencia. Según declaró el cuñado del accidentado, Mario Azogue, los médicos “no pudieron hacer nada” por conseguir que Franns no perdiera la extremidad, ya que el brazo fue encontrado tiempo después dentro de un contenedor, “en un par de bolsas de plástico” que contenían también restos de masa de pan. Azogue agregó que “muchos” de los trabajadores de esa empresa están “en situación ilegal” al igual que Franns, que tampoco había sido dado de alta a la Seguridad Social.
La guardia civil halló el miembro amputado en un contenedor, según el sindicato, que considera lo ocurrido como una “prueba más que fehaciente de la actitud del empresario, que después de limpiar la máquina y deshacerse del contenido, continuó trabajando”, añadió el sindicato. Después de ser atendido en el centro hospitalario de Gandia, el trabajador fue trasladado a otro hospital de la ciudad de Valencia, donde fue ingresado en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI).
El sindicato ofreció de forma gratuita a la familia del joven boliviano sus servicios jurídicos.
Al narrar los hechos, el migrante dijo que en plena calle y con el hombro ensangrentado, una persona lo acompañó hasta la sala de urgencias del centro sanitario, donde, siguiendo las instrucciones de su jefe, no aclaró la causa del incidente. Pero no pudo ocultarlo mucho tiempo. Debido a la inconsistencia de su relato, los médicos llamaron a la policía y entonces explicó cómo había perdido el brazo y, sobre todo, dónde estaba, según la intención de los médicos de procurar reinsertárselo, lo cual resultó imposible.
En tanto, la empresa ha negado los hechos. Juan Rovira, propietario de la panificadora familiar en la que laboran también sus hijos, declaró que el trabajador “miente”, aunque aceptó que Franns Rilles no tenía contrato y “se encontraba ilegal”.
Agencias. ValenciaEl inmigrante Franns Rilles Melgar Vargas, de 33 años y origen boliviano, trabajaba más de 12 horas al día, durante seis días a la semana, sin vacaciones y sin contrato, en el horno Rovira Safor de Real de Gandía, en Valencia, por 700 euros al mes (980 dólares). El 28 de mayo, intentando salvar la producción de pan, ya que se iba a mezclar la masa de levadura con papel, el obrero metió el antebrazo izquierdo en la obsoleta máquina, que se lo amputó. “Si yo no procuro parar la máquina, esa me traga y me hace picadillo”, declaró a la cadena española Antena 3 el inmigrante, todavía hospitalizado.
Añadió que ese día el dueño del horno lo acompañó hasta 200 metros del Hospital Francesc de Borja donde lo dejo solo, chorreando sangre, y le pidió que dijera que “sólo fue un accidente”. La empresa Real de Gandía, en Valencia, fue “paralizada” por la Inspección de Trabajo al día siguiente del suceso, puesto que las condiciones técnicas estaban en “estado deficiente, sobre todo las eléctricas”, se supo ayer en España, conmocionada por el escándalo.
El sindicato español Comisiones Obreras dijo que el jefe de Franns tiró el brazo a un contenedor de basura, lo que impidió la reimplantación. Después de dejarlo en la calle, el patrón de Rilles “regresó a la panificadora, limpió la máquina, arrojó el brazo a un contenedor de la basura y volvió a trabajar”, reveló el sindicato. Ayer, el consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad Valenciana, Gerardo Camps, reconoció que las condiciones “deficientes” de la empresa, en la mediterránea ciudad de Valencia, “probablemente fuera una de las causas” que desencadenaron el accidente que sufrió el trabajador.
El consejero dijo que la Fiscalía “está actuando” y añadió que no se está “solo ante una falta de medidas de seguridad laboral”, sino también ante un “posible delito de omisión de auxilio y socorro” por parte del empresario. “Se trata de un accidente” en el que el empresario ha mostrado una conducta “absolutamente reprobable y condenable”, aseguró. Además, Comisiones Obreras confirmó ayer que el sindicato presentó una denuncia ante la Fiscalía de Salud Laboral a la panificadora en la que trabajaba el ciudadano boliviano desde 2007.
El sindicato anunció también que pedirá a la delegación del gobierno en la Comunidad Valenciana una autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales y razones humanitarias para el inmigrante o por arraigo temporal del empleado. La legislación dice, afirmó el sindicato, que podrán obtener una autorización “los extranjeros que acrediten la permanencia continuada en España durante un periodo mínimo de dos años”.
Otras condiciones que reúne Franns son carecer de antecedentes penales en España y en su país de origen, así como poder demostrar la existencia de relaciones laborales “cuya duración no sea inferior a un año”. El sindicato estudiará además la posibilidad de solicitar una pensión de invalidez si se reconoce la relación laboral entre el empleado, que estaba contratado en situación irregular, y la panificadora. Este suceso ha sido ampliamente recogido ayer por la prensa española, que dedicó sus portadas a Melgar Vargas y recoge declaraciones del propio trabajador y de sus familiares. “El brazo a la basura para no dejar huellas”, “Un empresario tira a la basura el brazo amputado de un trabajador ilegal” o “Explotado hasta perder el brazo” son algunos de los titulares de los principales periódicos españoles, que incluso llevan la foto del trabajador amputado en portada.
El empleado se había dirigido el día del accidente “como de costumbre a su trabajo” en una panadería industrial y mientras manipulaba la masa quedó atrapado por la máquina en movimiento. Tras lograr detenerla, se dio cuenta de que la máquina le había amputado el brazo, reportó en su página web el sindicato de las Comisiones Obreras de Valencia. Según declaró el cuñado del accidentado, Mario Azogue, los médicos “no pudieron hacer nada” por conseguir que Franns no perdiera la extremidad, ya que el brazo fue encontrado tiempo después dentro de un contenedor, “en un par de bolsas de plástico” que contenían también restos de masa de pan. Azogue agregó que “muchos” de los trabajadores de esa empresa están “en situación ilegal” al igual que Franns, que tampoco había sido dado de alta a la Seguridad Social.
La guardia civil halló el miembro amputado en un contenedor, según el sindicato, que considera lo ocurrido como una “prueba más que fehaciente de la actitud del empresario, que después de limpiar la máquina y deshacerse del contenido, continuó trabajando”, añadió el sindicato. Después de ser atendido en el centro hospitalario de Gandia, el trabajador fue trasladado a otro hospital de la ciudad de Valencia, donde fue ingresado en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI).
El sindicato ofreció de forma gratuita a la familia del joven boliviano sus servicios jurídicos.
Al narrar los hechos, el migrante dijo que en plena calle y con el hombro ensangrentado, una persona lo acompañó hasta la sala de urgencias del centro sanitario, donde, siguiendo las instrucciones de su jefe, no aclaró la causa del incidente. Pero no pudo ocultarlo mucho tiempo. Debido a la inconsistencia de su relato, los médicos llamaron a la policía y entonces explicó cómo había perdido el brazo y, sobre todo, dónde estaba, según la intención de los médicos de procurar reinsertárselo, lo cual resultó imposible.
En tanto, la empresa ha negado los hechos. Juan Rovira, propietario de la panificadora familiar en la que laboran también sus hijos, declaró que el trabajador “miente”, aunque aceptó que Franns Rilles no tenía contrato y “se encontraba ilegal”.
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