El Sol de Sinaloa
2 de mayo de 2010
NO SE HAGAN GUEYES CON LA TAQUIZA, CHIN CHINGUE SU MADRE EL QUE NO LES PAGUE
http://www.youtube.com/watch?v=N45KYYY9hTw
Por Irene Medrano Villanueva
Culiacán, Sinaloa.- Entre cal, arena, andamios, varillas, alambre, vigas, bultos de cemento, los albañiles festejan mañana su día, el día en que el grito mezcla maestro calla, la cuchara y la plomada la dejan por un bote de cerveza "porque esa es la tradición".
El 3 de mayo se festeja "El Día del albañil" y es la misma fecha en que se celebra el día de la Santa Cruz con este motivo los albañiles desde el sábado empezaron a construir su cruz de los mismos desechos de la obra para colocarla hoy en la parte superior y más alta de la construcción.
Esta es una fiesta muy antigua, fiesta que conmemora a la Cruz en la que Cristo realizó su mayor sacrificio, y que además recuerda su triunfo sobre la muerte a través de su resurrección.
Sin embargo, la cruz posee también un segundo significado, puesta está relacionada con una antigua creencia indígena.
Ante la Conquista, los indígenas mesoamericanos relacionaron a la cruz con las direcciones cardinales de la cosmografía indígena norte, sur, este oeste y centro que gráficamente formaban la cruz.
Con la llegada de los españoles, se erradicó esta evocación y se sustituyo por el simbolismo religioso de la Santa Cruz.
Desde entonces se estableció la celebración de esta fiesta con la construcción de casas, iglesias, conventos, y demás edificaciones con mano de obra indígena.
Así en casi todas las obras en construcción mañana se hace una celebración a la que se invitan familiares y amigos de los albañiles, donde el padrino es el propietario de la edificación o en su defecto lo son los ingenieros o residentes de la obra. Alzados de muros, paredes y tapias colocación de cubiertas y canalizaciones de fluidos sin presión, la preparación de cemento y otras tareas de obra no especializadas, son olvidadas por un momento para darle gusto al cuerpo.
Desde temprano los trabajadores de la cuchara acuden al lugar donde entregan su mayor esfuerzo, aunque esta vez, no lo hacen para trabajar sino para festejar...
Dentro del menú de la fiesta no pueden faltar algunos de los platillos mexicanos más tradicionales y populares entre este gremio, la barbacoa, el chicharrón, las carnitas de puerco, los tamales, la carne asada y sin faltas los frijoles al albañil -frijoles con chorizo-, chile y por supuesto, montones tras montones de tortillas calientes y salsa picante, sin faltar litros de cerveza.
El albañil es un hombre que pasa desapercibido para la sociedad, pero su obra ahí está, en muchas ocasiones hemos quedado impresionados al ver tan espectacular construcción, ya sea una casa, un edificio, un puente, un centro de convenciones y es el trabajo de muchos hombres que toman la responsabilidad de construir de la nada semejante belleza con solo utilizar sus manos. La gran mayoría de los hombres de la cuchara no cuenta con una vida llena de lujos, pero lo poco que logran conseguir lo disfrutan como si fuera el todo en sus vidas, algunos no están conformes por su estilo de vida tan pesada.
Es de los trabajos que más esfuerzo físico requiere y si bien es cierto que son los constructores de modernas y elegantes residencias, su hogar, muchas veces consta de unos cuartitos construidos de lámina de cartón, uno porque ganan poco y la mas de las veces porque lo que ganan lo despilfarran en bebida, principalmente.
Es necesario en muchas ocasiones largas jornadas de trabajo bajo condiciones adversas como son temperaturas a más de 45 grados bajo un sol intenso, pero aún así la gran mayoría de las familias se sienten orgullosas del albañil, incluso, es una tradición que pasa de generación tras generación. "Pese a nuestra apariencia externa, algunos piensan que somos muy nacos y corrientes porque andamos todos mugrosos y el olor no sea del agrado de muchos, pero lo que si es cierto es que gracias a nuestro sudor y a que no andamos cuidando nuestra apariencia dizque para no ensuciarnos, muchos hemos logrado posicionarnos y buscan nuestros servicios", precisa el "maistro" Manuel Rentería.
A pesar de que de vez en cuando se echen sus cervecitas, tienen en mente el darles a sus hijos una estabilidad económica, el darles lo que a él en algún momento no le dieron, el brindarles la oportunidad de estudiar y ser unos hombres o mujeres de bien, que no tengan que trabajar en jornadas tan pesadas y con una remuneración tan diminuta como lo es el sueldo de un albañil. Lamentan que hay temporadas en las que el trabajo escasea y a pesar de todo tienen que hacer el sacrificio para sacar adelante la familia, aunque admiten que hay temporadas donde les va muy bien y pueden llegar a juntar un guardadito.}
Sin ellos, ¿quien construiría nuestras paredes, quién le chiflaría a nuestras mujeres y a quién se le pagaría la raya semanal?
kikka-roja.blogspot.com/
El 3 de mayo se festeja "El Día del albañil" y es la misma fecha en que se celebra el día de la Santa Cruz con este motivo los albañiles desde el sábado empezaron a construir su cruz de los mismos desechos de la obra para colocarla hoy en la parte superior y más alta de la construcción.
Esta es una fiesta muy antigua, fiesta que conmemora a la Cruz en la que Cristo realizó su mayor sacrificio, y que además recuerda su triunfo sobre la muerte a través de su resurrección.
Sin embargo, la cruz posee también un segundo significado, puesta está relacionada con una antigua creencia indígena.
Ante la Conquista, los indígenas mesoamericanos relacionaron a la cruz con las direcciones cardinales de la cosmografía indígena norte, sur, este oeste y centro que gráficamente formaban la cruz.
Con la llegada de los españoles, se erradicó esta evocación y se sustituyo por el simbolismo religioso de la Santa Cruz.
Desde entonces se estableció la celebración de esta fiesta con la construcción de casas, iglesias, conventos, y demás edificaciones con mano de obra indígena.
Así en casi todas las obras en construcción mañana se hace una celebración a la que se invitan familiares y amigos de los albañiles, donde el padrino es el propietario de la edificación o en su defecto lo son los ingenieros o residentes de la obra. Alzados de muros, paredes y tapias colocación de cubiertas y canalizaciones de fluidos sin presión, la preparación de cemento y otras tareas de obra no especializadas, son olvidadas por un momento para darle gusto al cuerpo.
Desde temprano los trabajadores de la cuchara acuden al lugar donde entregan su mayor esfuerzo, aunque esta vez, no lo hacen para trabajar sino para festejar...
Dentro del menú de la fiesta no pueden faltar algunos de los platillos mexicanos más tradicionales y populares entre este gremio, la barbacoa, el chicharrón, las carnitas de puerco, los tamales, la carne asada y sin faltas los frijoles al albañil -frijoles con chorizo-, chile y por supuesto, montones tras montones de tortillas calientes y salsa picante, sin faltar litros de cerveza.
El albañil es un hombre que pasa desapercibido para la sociedad, pero su obra ahí está, en muchas ocasiones hemos quedado impresionados al ver tan espectacular construcción, ya sea una casa, un edificio, un puente, un centro de convenciones y es el trabajo de muchos hombres que toman la responsabilidad de construir de la nada semejante belleza con solo utilizar sus manos. La gran mayoría de los hombres de la cuchara no cuenta con una vida llena de lujos, pero lo poco que logran conseguir lo disfrutan como si fuera el todo en sus vidas, algunos no están conformes por su estilo de vida tan pesada.
Es de los trabajos que más esfuerzo físico requiere y si bien es cierto que son los constructores de modernas y elegantes residencias, su hogar, muchas veces consta de unos cuartitos construidos de lámina de cartón, uno porque ganan poco y la mas de las veces porque lo que ganan lo despilfarran en bebida, principalmente.
Es necesario en muchas ocasiones largas jornadas de trabajo bajo condiciones adversas como son temperaturas a más de 45 grados bajo un sol intenso, pero aún así la gran mayoría de las familias se sienten orgullosas del albañil, incluso, es una tradición que pasa de generación tras generación. "Pese a nuestra apariencia externa, algunos piensan que somos muy nacos y corrientes porque andamos todos mugrosos y el olor no sea del agrado de muchos, pero lo que si es cierto es que gracias a nuestro sudor y a que no andamos cuidando nuestra apariencia dizque para no ensuciarnos, muchos hemos logrado posicionarnos y buscan nuestros servicios", precisa el "maistro" Manuel Rentería.
A pesar de que de vez en cuando se echen sus cervecitas, tienen en mente el darles a sus hijos una estabilidad económica, el darles lo que a él en algún momento no le dieron, el brindarles la oportunidad de estudiar y ser unos hombres o mujeres de bien, que no tengan que trabajar en jornadas tan pesadas y con una remuneración tan diminuta como lo es el sueldo de un albañil. Lamentan que hay temporadas en las que el trabajo escasea y a pesar de todo tienen que hacer el sacrificio para sacar adelante la familia, aunque admiten que hay temporadas donde les va muy bien y pueden llegar a juntar un guardadito.}
Sin ellos, ¿quien construiría nuestras paredes, quién le chiflaría a nuestras mujeres y a quién se le pagaría la raya semanal?