Peña Nieto y Vázquez Mota, gerentes de la oligarquía
No habrá otra oportunidad para recomponer a la nación por la vía pacífica
Por fin comienzan las campañas, y con éstas el enfrentamiento con la realidad de parte de los contendientes por la primera magistratura. Muy pronto, la población se dará cuenta de que la verdad dista mucho de las encuestas, al ir conociendo la verdadera capacidad de los candidatos, y quedar al descubierto los intereses que verdaderamente están atrás de ellos. Quedará en evidencia la calidad de simples “gerentes” de la oligarquía de Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, pues no tienen libertad para nombrar su gabinete, mucho menos para tomar cualquier decisión que fuera en contra de sus verdaderos patrocinadores.
Se la pasarán haciendo promesas, al fin y al cabo una vez en Los Pinos no importará incumplirlas, tal como así lo hizo Felipe Calderón durante su malhadada “administración”, quien se vio forzado a traicionar sus convicciones elitistas para poder cerrarles el paso a los políticos progresistas, como Marcelo Ebrard, quien ha seguido sembrando la semilla del desarrollo social en la capital del país, proceso que fue iniciado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y ampliado eficazmente por Andrés Manuel López Obrador. Así que lo bueno que hizo Calderón durante su mandato, la población beneficiada se lo debe a la izquierda. Esto debe quedar muy claro.
No habrá otra oportunidad para recomponer a la nación por la vía pacífica
Por fin comienzan las campañas, y con éstas el enfrentamiento con la realidad de parte de los contendientes por la primera magistratura. Muy pronto, la población se dará cuenta de que la verdad dista mucho de las encuestas, al ir conociendo la verdadera capacidad de los candidatos, y quedar al descubierto los intereses que verdaderamente están atrás de ellos. Quedará en evidencia la calidad de simples “gerentes” de la oligarquía de Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, pues no tienen libertad para nombrar su gabinete, mucho menos para tomar cualquier decisión que fuera en contra de sus verdaderos patrocinadores.
Se la pasarán haciendo promesas, al fin y al cabo una vez en Los Pinos no importará incumplirlas, tal como así lo hizo Felipe Calderón durante su malhadada “administración”, quien se vio forzado a traicionar sus convicciones elitistas para poder cerrarles el paso a los políticos progresistas, como Marcelo Ebrard, quien ha seguido sembrando la semilla del desarrollo social en la capital del país, proceso que fue iniciado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y ampliado eficazmente por Andrés Manuel López Obrador. Así que lo bueno que hizo Calderón durante su mandato, la población beneficiada se lo debe a la izquierda. Esto debe quedar muy claro.