Mexicanos al Norte del Bravo
La doble agenda a la que se refiere el título de esta columna es la que desarrollan algunos de los mexicanos y mexicano-americanos en Estados Unidos. Y es que por un lado se mantienen interesados y activos en los procesos políticos que tienen lugar en el país en que hoy viven -Estados Unidos- pero por otro en los que ocurren en el país de origen de ellos o sus padres. Para cualquiera de los millones de mexicanos que residen en Estados Unidos y los aún más numerosos norteamericanos de origen mexicano, la agenda política de su entorno inmediato -la norteamericana- está ya colmada de temas difíciles. Pero si a esa se le agrega la relacionada con lo que sucede en México, entonces resulta que la carga total es particularmente pesada. Obviamente el mantenerse activos simultáneamente en el frente norteamericano y mexicano no es algo que atraiga a la mayoría de los miembros de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Esa mayoría simplemente no quiere o puede invertir tiempo o recursos en hacer patente su compromiso con las causas y candidatos que hoy se disputan el derecho de encabezar la siguiente etapa política de México, pero hay algunos que sí lo hacen.
La doble agenda a la que se refiere el título de esta columna es la que desarrollan algunos de los mexicanos y mexicano-americanos en Estados Unidos. Y es que por un lado se mantienen interesados y activos en los procesos políticos que tienen lugar en el país en que hoy viven -Estados Unidos- pero por otro en los que ocurren en el país de origen de ellos o sus padres. Para cualquiera de los millones de mexicanos que residen en Estados Unidos y los aún más numerosos norteamericanos de origen mexicano, la agenda política de su entorno inmediato -la norteamericana- está ya colmada de temas difíciles. Pero si a esa se le agrega la relacionada con lo que sucede en México, entonces resulta que la carga total es particularmente pesada. Obviamente el mantenerse activos simultáneamente en el frente norteamericano y mexicano no es algo que atraiga a la mayoría de los miembros de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Esa mayoría simplemente no quiere o puede invertir tiempo o recursos en hacer patente su compromiso con las causas y candidatos que hoy se disputan el derecho de encabezar la siguiente etapa política de México, pero hay algunos que sí lo hacen.