La presidenta brasileña detalla castigos infligidos por la dictadura
Las marcas de la tortura son parte de mí: Dilma Rousseff
Brasilia, 18 de junio. Cuando tenía 22 años, la ex guerrillera y hoy presidenta de Brasil Dilma Rousseff fue sometida por la dictadura militar a sesiones de tortura que incluyeron choques eléctricos y palizas que le afectaron la quijada, según un relato inédito de la mandataria divulgado por la prensa.
Rousseff contó detalles hasta ahora no conocidos públicamente sobre los tratos crueles que sufrió a manos de los militares que gobernaron Brasil entre 1964 y 1985, debido a su militancia en tres y no dos organizaciones clandestinas contra la dictadura, como se creía.
“Al inicio no había rutina. No se distinguía si era de día o de noche. El interrogatorio comenzaba. Lo usual era un choque (...) ganando intensidad, con sesiones de pau de arara (palo del loro), lo que la gente no aguanta mucho tiempo”, comentó la mandataria, de 64 años, en un testimonio ante autoridades difundido por el periódico Estado de Minas.
Las marcas de la tortura son parte de mí: Dilma Rousseff
Brasilia, 18 de junio. Cuando tenía 22 años, la ex guerrillera y hoy presidenta de Brasil Dilma Rousseff fue sometida por la dictadura militar a sesiones de tortura que incluyeron choques eléctricos y palizas que le afectaron la quijada, según un relato inédito de la mandataria divulgado por la prensa.
Rousseff contó detalles hasta ahora no conocidos públicamente sobre los tratos crueles que sufrió a manos de los militares que gobernaron Brasil entre 1964 y 1985, debido a su militancia en tres y no dos organizaciones clandestinas contra la dictadura, como se creía.
“Al inicio no había rutina. No se distinguía si era de día o de noche. El interrogatorio comenzaba. Lo usual era un choque (...) ganando intensidad, con sesiones de pau de arara (palo del loro), lo que la gente no aguanta mucho tiempo”, comentó la mandataria, de 64 años, en un testimonio ante autoridades difundido por el periódico Estado de Minas.