La DEA se lanza con todo a la caza de Caro en México
Anabel Hernández
La DEA ordenó a sus mejores agentes localizar a Rafael Caro Quintero, quien presuntamente sigue en territorio de México, al tiempo que el gobierno de Estados Unidos mantiene una recompensa de 5 millones de dólares para quien aporte datos sobre su paradero. La instrucción es tajante: el prófugo sinaloense debe volver a prisión, que abandonó hace tres meses. El lunes 11, Gilbert González, quien trabajó 24 años para la agencia, organizó una conferencia en la Universidad de Texas, en El Paso, para reiterar que él tiene datos que incriminan a Caro en el secuestro, tortura y asesinato de Enrique Camarena. Pero en entrevista con Proceso alude a la corrupción que imperaba en las corporaciones policiacas de aquel entonces.
Tiene 60 años y es multimillonario. Sus conocidos le dicen El Príncipe o Rafita. Hace tres meses recuperó su libertad tras un cautiverio de 28 años, cuando el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito lo exoneró de los delitos que se le imputaban: el secuestro, tortura y homicidio del agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) Enrique Kiki Camarena Salazar.
Sin embargo, Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, vuelve a ser prófugo de la justicia, pues el miércoles 6, por mayoría, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitieron un fallo adverso al capo, por lo que debe volver a prisión (Proceso 1932).
Anabel Hernández
La DEA ordenó a sus mejores agentes localizar a Rafael Caro Quintero, quien presuntamente sigue en territorio de México, al tiempo que el gobierno de Estados Unidos mantiene una recompensa de 5 millones de dólares para quien aporte datos sobre su paradero. La instrucción es tajante: el prófugo sinaloense debe volver a prisión, que abandonó hace tres meses. El lunes 11, Gilbert González, quien trabajó 24 años para la agencia, organizó una conferencia en la Universidad de Texas, en El Paso, para reiterar que él tiene datos que incriminan a Caro en el secuestro, tortura y asesinato de Enrique Camarena. Pero en entrevista con Proceso alude a la corrupción que imperaba en las corporaciones policiacas de aquel entonces.
Tiene 60 años y es multimillonario. Sus conocidos le dicen El Príncipe o Rafita. Hace tres meses recuperó su libertad tras un cautiverio de 28 años, cuando el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito lo exoneró de los delitos que se le imputaban: el secuestro, tortura y homicidio del agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) Enrique Kiki Camarena Salazar.
Sin embargo, Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, vuelve a ser prófugo de la justicia, pues el miércoles 6, por mayoría, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitieron un fallo adverso al capo, por lo que debe volver a prisión (Proceso 1932).