El 15 de septiembre celebraremos el Grito de Independencia en el Zócalo y el día 16 comenzará la Convención Nacional Democrática después del desfile militar: AMLO Palabras del candidato a la Presidencia de la República de la Coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, en la Asamblea Informativa, en el Zócalo de la Ciudad de México
Amigas, amigos:Gracias a ustedes existe este movimiento y se sostiene. Gracias a ustedes, a su participación desinteresada y comprometida hemos podido sostener la resistencia civil pacífica todas estas semanas y hemos logrado mantener en alto la dignidad de nuestro pueblo. Con este comportamiento ejemplar de ustedes, vamos a triunfar. Vamos a transformar la vida pública de México. Vamos a hacer realidad la democracia y la justicia social. La felicidad del pueblo tiene que ser el fundamento de la nueva República y la razón de ser de su gobierno. En todo este tiempo de lucha nos han acompañado también mujeres y hombres que han compartido con nosotros su creatividad artística y cultural. También siempre ha estado presente el inagotable ingenio popular que con humor expresa sus ideas, sus sentimientos y las críticas contra la imposición y los abusos de los poderosos. Hoy quiero destacar en esta Asamblea que iniciamos, quiero anunciar que iniciamos los preparativos para concluir una etapa e iniciar otra de nuestro movimiento de resistencia civil pacífica. El ciclo que está por terminar comenzó a partir del 2 de julio, cuando advertimos que querían robarnos la elección presidencial y la gente empezó a organizarse para defender su voto y evitar un retroceso democrático. A partir de ese momento, las movilizaciones se multiplicaron en todo el país. Aquí en la Ciudad de México se organizaron dos grandes manifestaciones nacionales, sin precedentes en la historia política de nuestro país. Al término de una de ellas, el 30 de julio, decidimos quedarnos en campamentos y en Asamblea permanente. Hoy cumplimos precisamente 43 días en resistencia civil pacífica. De todo este esfuerzo queremos dejar constancia y hacer nuestro balance. Desde luego, sólo un resumen. Quedó de manifiesto nuestra firmeza, nuestra resolución de luchar por la democracia, la libertad y la justicia.
Nunca se había dado una resistencia civil tan intensa y prolongada como lo hemos hecho en estas semanas.
En todo este tiempo no se ha dañado un solo edificio, no se ha destruido el espacio público, no se ha roto un sólo vidrio, no hemos caído en ninguna provocación y no ha habido un solo acto de violencia. Hemos reafirmado el carácter pacífico y ciudadano de nuestro movimiento. En estos días, desde el inicio de la primera etapa de la resistencia civil, dejamos claramente definida la demanda de millones de mexicanos en favor del recuento voto por voto y casilla por casilla. Advertimos, en los primeros días de esa primera etapa, que sólo limpiando la elección, que sólo contando los votos en todas las casillas se podría encontrar una salida a la crisis política. Lo advertimos en su momento, envié incluso una carta al candidato de la derecha invitándolo a que aceptara que se limpiara la elección y que se llevara a la práctica la consigna de voto por voto, casilla por casilla. No aceptó nuestra propuesta, que también incluía el compromiso de aceptar el resultado y de dejar de movilizar al pueblo. Sin embargo, se fue por la tangente, le dio la vuelta y no aceptó la transparencia que nosotros estábamos proponiendo, de modo que no pueden culparnos a nosotros de esta crisis política. Nosotros nos estamos defendiendo legítimamente ante quienes de manera irresponsable hundieron al país en esta situación de crisis política y de confrontación. Por eso tienen nuestros adversarios, sus voceros, los intelectuales, algunos, pocos, alcahuetes del régimen, comunicadores, alcahuetes de la derecha, tienen que tomar en cuenta que nosotros no hemos desatado esta crisis política que vive nuestro país. Los que desataron esta crisis política fueron los que hicieron el fraude y se niegan a la transparencia y están violentando la Constitución y pisoteando la dignidad de nuestro pueblo.
En su momento sostuvimos que, si no se limpiaba la elección, no podría haber en México un gobierno legítimo, así, con toda claridad, si no hay democracia no puede haber un gobierno legal, legítimo, surgido del fraude, tampoco se puede contribuir, después de un agravio político, electoral, después de un fraude, a la paz social ni se puede lograr la armonía entre los mexicanos. Por eso la mejor salida era aceptar limpiar la elección y contar todos los votos casilla por casilla. Dijimos que sólo se iban a terminar las dudas sobre los resultados de las elecciones si se llevaba a cabo un proceso transparente y las autoridades electorales actuaban con rectitud y con decoro. Dijimos también que no íbamos a aceptar un gobierno ilegal, ilegítimo, un gobierno espurio. Sin embargo, nuestros adversarios rechazaron esta propuesta y optaron por entero por consumar el fraude electoral. No les importó que hubo miles de votos que fueron introducidos o sacados ilegalmente de las urnas. Y el Tribunal Electoral resolvió validar la elección a pesar de reconocer las graves violaciones a los principios constitucionales de equidad, certeza y de legalidad, que se cometieron. Con el fraude electoral, así de claro, se desconoció la voluntad popular, se quebrantó el orden constitucional y se cometió un golpe de Estado. Por eso hemos tomado el camino de convocar a la Convención Nacional Democrática, amparados en el artículo 39 de la Constitución, que establece, lo reitero una vez más, que la soberanía reside en el pueblo y que éste tiene el derecho inalienable de cambiar o modificar la forma de su gobierno. De modo que en la Convención Nacional Democrática, con la participación de todos los pueblos, comunidades, colonias, barrios de México, decidiremos sobre nuestra actuación en la vida pública de México y el rumbo de nuestro movimiento.
Les informo a ustedes que para el día de hoy calculamos ya medio millón, 500 mil ciudadanos registrados que van a participar en la Convención Nacional Democrática y estamos seguros de que vamos a llegar al millón de delegados para el día 16. En la Convención vamos a resolver si aceptamos la República simulada o declaramos la abolición del régimen de corrupción y privilegios; vamos a decidir si desconocemos al gobierno de la usurpación o lo reconocemos; si creamos un gobierno, nuestro propio gobierno legítimo o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil Pacífica; vamos a decidir también si reconocemos y ratificamos a un Presidente de México o nombramos a un titular del Ejecutivo, un Jefe de Gobierno en Resistencia o a un Coordinador de la Resistencia Civil Pacífica. También en la Convención decidiremos, entre otras cosas, si convocamos a un nuevo constituyente para la refundación de la República y la transformación radical de las instituciones. El propósito central de este acuerdo será el de iniciar el rescate de las instituciones, que hoy permanecen secuestradas por un grupo privilegiado, para liberar esas instituciones y que efectivamente sean del pueblo y para el pueblo. ¿Qué significaría en la práctica si la Convención decide constituir un gobierno? En primer término, esta decisión sería una manera de protestar, en el marco de la resistencia civil pacífica, ante el fraude y la ruptura del orden constitucional. Crear un gobierno significa protestar por la usurpación. Sería un acto permanente de desobediencia civil ante la violación a la voluntad popular y la usurpación. Sería una respuesta al hampa de la política por la falta de respeto al pueblo de México. En pocas palabras, sería un tengan para que aprendan. Un tengan para que aprendan a respetar al pueblo de México. Pero, además, un gobierno surgido de la Convención tendría toda la legitimidad necesaria para llevar a la práctica acciones de apoyo y protección a los humildes y a los pobres de México, defendería el patrimonio nacional, combatiría la impunidad y la corrupción, haría valer el derecho a la información e insistiría constantemente en la transformación democrática de las instituciones. Sí hay materia de trabajo. Serían muchas las tareas de un gobierno de la República, mucho más eficaz que lo que podría hacer el gobierno de la mafia, el gobierno del hampa de la política.
Amigas y amigos:
Estoy absolutamente convencido de que vamos por buen camino, eso es el mejor deseo. Aquí, en el Valle de México, los pueblos indígenas para despedir a alguien y desearle lo mejor tienen esa expresión: buen camino. Vamos por buen camino. Saben que vamos por buen camino porque no es fácil, no es fácil encontrar las salidas, porque nos meten en una situación muy complicada, no sólo hacen el fraude sino luego le dejan a uno la responsabilidad. Si uno lleva el movimiento al desbordamiento, si el movimiento se desborda, ahí está, violento, si uno es demasiado pasivo, no hace nada, ya se aflojó, ya se vendió, ya traicionó. Entonces, fíjense qué difícil es salir de la trampa, teniendo además encima a muchos medios de comunicación que nada más están viendo en qué nos equivocamos para lanzarse contra nosotros. Por eso ahora les digo, este domingo les digo, estoy contento porque ya encontramos la salida. Vamos por buen camino. En la actualidad, por las circunstancias, por todo esto que sacó a relucir el fraude, por todo esto que brotó, sabemos que necesitamos un cambio de fondo, de raíz, en México, y estamos en condiciones inmejorables no sólo para gobernar sino para lo que es más importante, para transformar a nuestro país. Estamos, y así nos han colocado las circunstancias, en la posibilidad de hacer historia, de llevar a cabo una renovación tajante, una verdadera purificación de la vida pública. El actual régimen está podrido, desacreditado y nuestros adversarios no tienen autoridad moral ni política. La derecha se arrancó la máscara y ha enseñado su verdadero rostro. No cabe duda de que no hay mal que por bien no venga, ya enseñaron su verdadero rostro, el rostro del clasismo, del racismo, de la intolerancia, de la antidemocracia y del autoritarismo. Han quedado al desnudo mostrando que su verdadera doctrina es la hipocresía. Para lograr nuestro objetivo de construir una patria nueva, justa, humanitaria, democrática y digna, sólo tenemos que librar cuando menos tres escollos y esto lo tenemos que tener muy en cuenta.
Primero. No caer en la violencia. Evadir el acoso y mantener nuestro movimiento siempre en el marco de la resistencia civil pacífica. Segundo. No transar, no vendernos, no caer en el juego de siempre, el de la cooptación o compra de lealtades o conciencias disfrazadas de negociación. Y tercero. Buscar romper el cerco informativo que nos han impuesto algunos medios de comunicación. No todos, y aquí lo quiero aclarar, no son todos los medios de comunicación, hay medios de comunicación que están a la altura de las circunstancias, que están cerca del pueblo y distantes del poder, del régimen, de la derecha. A lo mejor no ayuda lo que voy a decir pero es realmente ejemplar y digno de reconocimiento lo que han hecho periódicos como La Jornada. En la radio, Monitor, que todas las noches transmite nuestras asambleas. No le pagamos, lo aclaro, lo ven como información, como noticia. Para los otros medios no somos información, no somos noticia. Imagínense ustedes si no hubiésemos tomado la decisión de venirnos aquí, al corazón político de México, al Zócalo, a Reforma, no existiríamos, menos fuésemos noticia. Por eso, entre otras cosas, tomamos la decisión de estar aquí. Por eso nuestro reconocimiento a periódicos, a las radios, de manera particular a Monitor, Ricardo Rocha, Carmen Aristegui, que hace un periodismo profesional, plural, Jorge Saldaña, y yo creo que hasta ahí nada más, la revista Proceso y otros más, para que no se sientan, desde luego Radio UNAM, Radio Universidad. De todas maneras vamos a buscar romper el cerco informativo que nos han impuesto algunos medios de comunicación, para que la verdad se abra paso y llegue hasta el último rincón de nuestro país. No nos van a silenciar, se los aseguro. Aquí precisamente aprovecho para convocar a mujeres y hombres con talento que sepan y tengan algo que aportar sobre esta materia para diseñar y llevar a la práctica nuevas formas de comunicación, que podamos tener comunicación alternativa para romper el bloqueo, para evadir el cerco informativo. De boca a boca, no, que se corra la voz mejor, con volantes, con el Internet, con programas de radio, tenemos que buscar la forma y convocar a quienes saben de esta materia para que nos ayuden y elaboremos un proyecto alternativo de comunicación. En suma, tenemos que cuidar nuestro movimiento, tomando en cuenta que un gobierno repudiado, ilegítimo, débil, enclenque, sólo tendrá como salida la represión y la cooptación. Y en consecuencia, nosotros no debemos caer en la provocación y tenemos que mantener en alto nuestra dignidad. Con eso es más que suficiente, no caer en la trampa de la violencia y no dejarnos comprar, no permitir la cooptación, que no se compren conciencias, lealtades. Yo estoy seguro, no me preocupo, les digo a ustedes, por el pueblo, porque en el pueblo hay mucha dignidad. Tengo algunas dudas de que le puedan agarrar la pierna, políticamente hablando, a algún dirigente, pero tampoco va a suceder nada porque la mayoría de los dirigentes del movimiento mantiene una actitud de firmeza y de dignidad. Arriba los dirigentes de la Coalición.
Quiero, amigas y amigos, plantear a ustedes lo que haremos el 15 y el 16 de septiembre. El 15 de septiembre, que es viernes, les propongo que celebremos aquí el grito de Independencia. Hay que invitar a más gente. Con ese propósito, desde mediodía habrá un festival artístico y cultural de primer orden. Van a estar con nosotros, según me ha informado Jesusa Rodríguez, artistas de primera, de lo mejor que hay en nuestro país y de lo mejor del mundo. Aquí vamos a conmemorar esta fecha histórica que tiene mucho que ver con lo que hoy estamos defendiendo. ¿Por qué fue la lucha de Hidalgo? No sólo por la Independencia, sino por la justicia, porque no estaba de acuerdo con la esclavitud, porque no estaba de acuerdo con el sistema que imperaba de dominación de los hacendados y por eso con el pueblo más pobre, con los desarrapados, con los humildes, echó a andar el movimiento para lograr la Independencia nacional y proclamar la abolición de la esclavitud. A veces se olvida eso, se olvida que lo cuestionaban, lo criticaban, lo agredían los poderosos de esa época, con lo mismo de siempre, llamándolo alborotador del pueblo, demagogo. Por eso lo consideraron hereje, lo excomulgaron y es nuestro gran héroe de la Independencia nacional, como muchos otros. Entonces, el 15 en la noche, desde el mediodía nos reunimos aquí. Les propongo también que el 16 de septiembre iniciemos la Convención Nacional Democrática a las 3 de la tarde. ¿Por qué a esa hora? Porque vamos a permitir que el Ejército mexicano lleve a cabo el desfile militar, como lo tiene programado la Secretaría de la Defensa. Hemos dicho que somos respetuosos de esa institución que es fundamental para la defensa de la soberanía nacional. También hemos sostenido que nunca más el Ejército debe ser usado para suplir las incapacidades de los gobiernos antidemocráticos y corruptos, y mucho menos nunca más el Ejército debe ser utilizado para reprimir al pueblo que lucha por los ideales de libertad, justicia y democracia. Tres añadidos. Primero, que la institución militar no es un órgano de gobierno, pertenece al Estado y tiene que defender a todos los mexicanos, al pueblo. Segundo, que no queremos, y esto lo planteamos desde el Zócalo de manera respetuosa, que se disfracen militares de Policía Federal Preventiva, que una agresión de la Policía Federal Preventiva al pueblo la tomamos como una agresión del Ejército, que quede claro. Y ya ni hablar del Estado Mayor Presidencial, que orgánicamente depende de las Fuerzas Armadas. No tenemos problema, repito, con la institución militar, con el Ejército mexicano, porque es una institución garante de la soberanía nacional. Tan no tenemos problemas que estamos muy concientes de que la mayoría de la tropa, de los soldados, pertenecen al pueblo, sin hijos, son familiares de gente que está en este movimiento. ¿Ustedes creen que si ganamos en Oaxaca, que si ganamos en Guerrero, no ganamos también por el voto de familiares de soldados? Claro que sí. Inclusive, una de sus demandas que me hicieron en campaña las vamos a atender si se constituye, si así lo resuelve la Convención, el nuevo gobierno, porque el soldado raso, como el pueblo raso, está muy mal pagado, están ganando 3 mil pesos, que es un sueldo muy bajo, muy raquítico. Todo esto se va a tomar en cuenta, este es un movimiento incluyente, aquí no hacemos a un lado a nadie, sólo nos reservamos el derecho de admisión para los mafiosos, para el hampa de la política. ¿Cómo ven el planteamiento? El 15 celebramos en la noche, a las 2 o 3 de la mañana buscamos la manera de hacernos a un lado, que lleven a cabo el desfile y a las 3 de la tarde estamos de nuevo en el Zócalo con la Covención. ¿Están de acuerdo? A ver, que levanten la mano los que están de acuerdo. Ahí nos fuimos.
Amigas y amigos:
Todos los días de aquí a la Convención vamos a seguir hablando de muchos temas, ahora no me voy a alargar mucho, no me voy a extender mucho. Vamos a la Convención. Vamos a la Convención con la decisión y el entusiasmo que se necesita. Vamos a hacer historia. Repito lo que decía José Martí: los sueños de las mujeres y de los hombres de hoy serán las realidades del mañana. México y su pueblo merecen un mejor destino.
¡Que viva la Convención Nacional Democrática!
¡Que viva México!
Muchas gracias.
Nunca se había dado una resistencia civil tan intensa y prolongada como lo hemos hecho en estas semanas.
En todo este tiempo no se ha dañado un solo edificio, no se ha destruido el espacio público, no se ha roto un sólo vidrio, no hemos caído en ninguna provocación y no ha habido un solo acto de violencia. Hemos reafirmado el carácter pacífico y ciudadano de nuestro movimiento. En estos días, desde el inicio de la primera etapa de la resistencia civil, dejamos claramente definida la demanda de millones de mexicanos en favor del recuento voto por voto y casilla por casilla. Advertimos, en los primeros días de esa primera etapa, que sólo limpiando la elección, que sólo contando los votos en todas las casillas se podría encontrar una salida a la crisis política. Lo advertimos en su momento, envié incluso una carta al candidato de la derecha invitándolo a que aceptara que se limpiara la elección y que se llevara a la práctica la consigna de voto por voto, casilla por casilla. No aceptó nuestra propuesta, que también incluía el compromiso de aceptar el resultado y de dejar de movilizar al pueblo. Sin embargo, se fue por la tangente, le dio la vuelta y no aceptó la transparencia que nosotros estábamos proponiendo, de modo que no pueden culparnos a nosotros de esta crisis política. Nosotros nos estamos defendiendo legítimamente ante quienes de manera irresponsable hundieron al país en esta situación de crisis política y de confrontación. Por eso tienen nuestros adversarios, sus voceros, los intelectuales, algunos, pocos, alcahuetes del régimen, comunicadores, alcahuetes de la derecha, tienen que tomar en cuenta que nosotros no hemos desatado esta crisis política que vive nuestro país. Los que desataron esta crisis política fueron los que hicieron el fraude y se niegan a la transparencia y están violentando la Constitución y pisoteando la dignidad de nuestro pueblo.
En su momento sostuvimos que, si no se limpiaba la elección, no podría haber en México un gobierno legítimo, así, con toda claridad, si no hay democracia no puede haber un gobierno legal, legítimo, surgido del fraude, tampoco se puede contribuir, después de un agravio político, electoral, después de un fraude, a la paz social ni se puede lograr la armonía entre los mexicanos. Por eso la mejor salida era aceptar limpiar la elección y contar todos los votos casilla por casilla. Dijimos que sólo se iban a terminar las dudas sobre los resultados de las elecciones si se llevaba a cabo un proceso transparente y las autoridades electorales actuaban con rectitud y con decoro. Dijimos también que no íbamos a aceptar un gobierno ilegal, ilegítimo, un gobierno espurio. Sin embargo, nuestros adversarios rechazaron esta propuesta y optaron por entero por consumar el fraude electoral. No les importó que hubo miles de votos que fueron introducidos o sacados ilegalmente de las urnas. Y el Tribunal Electoral resolvió validar la elección a pesar de reconocer las graves violaciones a los principios constitucionales de equidad, certeza y de legalidad, que se cometieron. Con el fraude electoral, así de claro, se desconoció la voluntad popular, se quebrantó el orden constitucional y se cometió un golpe de Estado. Por eso hemos tomado el camino de convocar a la Convención Nacional Democrática, amparados en el artículo 39 de la Constitución, que establece, lo reitero una vez más, que la soberanía reside en el pueblo y que éste tiene el derecho inalienable de cambiar o modificar la forma de su gobierno. De modo que en la Convención Nacional Democrática, con la participación de todos los pueblos, comunidades, colonias, barrios de México, decidiremos sobre nuestra actuación en la vida pública de México y el rumbo de nuestro movimiento.
Les informo a ustedes que para el día de hoy calculamos ya medio millón, 500 mil ciudadanos registrados que van a participar en la Convención Nacional Democrática y estamos seguros de que vamos a llegar al millón de delegados para el día 16. En la Convención vamos a resolver si aceptamos la República simulada o declaramos la abolición del régimen de corrupción y privilegios; vamos a decidir si desconocemos al gobierno de la usurpación o lo reconocemos; si creamos un gobierno, nuestro propio gobierno legítimo o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil Pacífica; vamos a decidir también si reconocemos y ratificamos a un Presidente de México o nombramos a un titular del Ejecutivo, un Jefe de Gobierno en Resistencia o a un Coordinador de la Resistencia Civil Pacífica. También en la Convención decidiremos, entre otras cosas, si convocamos a un nuevo constituyente para la refundación de la República y la transformación radical de las instituciones. El propósito central de este acuerdo será el de iniciar el rescate de las instituciones, que hoy permanecen secuestradas por un grupo privilegiado, para liberar esas instituciones y que efectivamente sean del pueblo y para el pueblo. ¿Qué significaría en la práctica si la Convención decide constituir un gobierno? En primer término, esta decisión sería una manera de protestar, en el marco de la resistencia civil pacífica, ante el fraude y la ruptura del orden constitucional. Crear un gobierno significa protestar por la usurpación. Sería un acto permanente de desobediencia civil ante la violación a la voluntad popular y la usurpación. Sería una respuesta al hampa de la política por la falta de respeto al pueblo de México. En pocas palabras, sería un tengan para que aprendan. Un tengan para que aprendan a respetar al pueblo de México. Pero, además, un gobierno surgido de la Convención tendría toda la legitimidad necesaria para llevar a la práctica acciones de apoyo y protección a los humildes y a los pobres de México, defendería el patrimonio nacional, combatiría la impunidad y la corrupción, haría valer el derecho a la información e insistiría constantemente en la transformación democrática de las instituciones. Sí hay materia de trabajo. Serían muchas las tareas de un gobierno de la República, mucho más eficaz que lo que podría hacer el gobierno de la mafia, el gobierno del hampa de la política.
Amigas y amigos:
Estoy absolutamente convencido de que vamos por buen camino, eso es el mejor deseo. Aquí, en el Valle de México, los pueblos indígenas para despedir a alguien y desearle lo mejor tienen esa expresión: buen camino. Vamos por buen camino. Saben que vamos por buen camino porque no es fácil, no es fácil encontrar las salidas, porque nos meten en una situación muy complicada, no sólo hacen el fraude sino luego le dejan a uno la responsabilidad. Si uno lleva el movimiento al desbordamiento, si el movimiento se desborda, ahí está, violento, si uno es demasiado pasivo, no hace nada, ya se aflojó, ya se vendió, ya traicionó. Entonces, fíjense qué difícil es salir de la trampa, teniendo además encima a muchos medios de comunicación que nada más están viendo en qué nos equivocamos para lanzarse contra nosotros. Por eso ahora les digo, este domingo les digo, estoy contento porque ya encontramos la salida. Vamos por buen camino. En la actualidad, por las circunstancias, por todo esto que sacó a relucir el fraude, por todo esto que brotó, sabemos que necesitamos un cambio de fondo, de raíz, en México, y estamos en condiciones inmejorables no sólo para gobernar sino para lo que es más importante, para transformar a nuestro país. Estamos, y así nos han colocado las circunstancias, en la posibilidad de hacer historia, de llevar a cabo una renovación tajante, una verdadera purificación de la vida pública. El actual régimen está podrido, desacreditado y nuestros adversarios no tienen autoridad moral ni política. La derecha se arrancó la máscara y ha enseñado su verdadero rostro. No cabe duda de que no hay mal que por bien no venga, ya enseñaron su verdadero rostro, el rostro del clasismo, del racismo, de la intolerancia, de la antidemocracia y del autoritarismo. Han quedado al desnudo mostrando que su verdadera doctrina es la hipocresía. Para lograr nuestro objetivo de construir una patria nueva, justa, humanitaria, democrática y digna, sólo tenemos que librar cuando menos tres escollos y esto lo tenemos que tener muy en cuenta.
Primero. No caer en la violencia. Evadir el acoso y mantener nuestro movimiento siempre en el marco de la resistencia civil pacífica. Segundo. No transar, no vendernos, no caer en el juego de siempre, el de la cooptación o compra de lealtades o conciencias disfrazadas de negociación. Y tercero. Buscar romper el cerco informativo que nos han impuesto algunos medios de comunicación. No todos, y aquí lo quiero aclarar, no son todos los medios de comunicación, hay medios de comunicación que están a la altura de las circunstancias, que están cerca del pueblo y distantes del poder, del régimen, de la derecha. A lo mejor no ayuda lo que voy a decir pero es realmente ejemplar y digno de reconocimiento lo que han hecho periódicos como La Jornada. En la radio, Monitor, que todas las noches transmite nuestras asambleas. No le pagamos, lo aclaro, lo ven como información, como noticia. Para los otros medios no somos información, no somos noticia. Imagínense ustedes si no hubiésemos tomado la decisión de venirnos aquí, al corazón político de México, al Zócalo, a Reforma, no existiríamos, menos fuésemos noticia. Por eso, entre otras cosas, tomamos la decisión de estar aquí. Por eso nuestro reconocimiento a periódicos, a las radios, de manera particular a Monitor, Ricardo Rocha, Carmen Aristegui, que hace un periodismo profesional, plural, Jorge Saldaña, y yo creo que hasta ahí nada más, la revista Proceso y otros más, para que no se sientan, desde luego Radio UNAM, Radio Universidad. De todas maneras vamos a buscar romper el cerco informativo que nos han impuesto algunos medios de comunicación, para que la verdad se abra paso y llegue hasta el último rincón de nuestro país. No nos van a silenciar, se los aseguro. Aquí precisamente aprovecho para convocar a mujeres y hombres con talento que sepan y tengan algo que aportar sobre esta materia para diseñar y llevar a la práctica nuevas formas de comunicación, que podamos tener comunicación alternativa para romper el bloqueo, para evadir el cerco informativo. De boca a boca, no, que se corra la voz mejor, con volantes, con el Internet, con programas de radio, tenemos que buscar la forma y convocar a quienes saben de esta materia para que nos ayuden y elaboremos un proyecto alternativo de comunicación. En suma, tenemos que cuidar nuestro movimiento, tomando en cuenta que un gobierno repudiado, ilegítimo, débil, enclenque, sólo tendrá como salida la represión y la cooptación. Y en consecuencia, nosotros no debemos caer en la provocación y tenemos que mantener en alto nuestra dignidad. Con eso es más que suficiente, no caer en la trampa de la violencia y no dejarnos comprar, no permitir la cooptación, que no se compren conciencias, lealtades. Yo estoy seguro, no me preocupo, les digo a ustedes, por el pueblo, porque en el pueblo hay mucha dignidad. Tengo algunas dudas de que le puedan agarrar la pierna, políticamente hablando, a algún dirigente, pero tampoco va a suceder nada porque la mayoría de los dirigentes del movimiento mantiene una actitud de firmeza y de dignidad. Arriba los dirigentes de la Coalición.
Quiero, amigas y amigos, plantear a ustedes lo que haremos el 15 y el 16 de septiembre. El 15 de septiembre, que es viernes, les propongo que celebremos aquí el grito de Independencia. Hay que invitar a más gente. Con ese propósito, desde mediodía habrá un festival artístico y cultural de primer orden. Van a estar con nosotros, según me ha informado Jesusa Rodríguez, artistas de primera, de lo mejor que hay en nuestro país y de lo mejor del mundo. Aquí vamos a conmemorar esta fecha histórica que tiene mucho que ver con lo que hoy estamos defendiendo. ¿Por qué fue la lucha de Hidalgo? No sólo por la Independencia, sino por la justicia, porque no estaba de acuerdo con la esclavitud, porque no estaba de acuerdo con el sistema que imperaba de dominación de los hacendados y por eso con el pueblo más pobre, con los desarrapados, con los humildes, echó a andar el movimiento para lograr la Independencia nacional y proclamar la abolición de la esclavitud. A veces se olvida eso, se olvida que lo cuestionaban, lo criticaban, lo agredían los poderosos de esa época, con lo mismo de siempre, llamándolo alborotador del pueblo, demagogo. Por eso lo consideraron hereje, lo excomulgaron y es nuestro gran héroe de la Independencia nacional, como muchos otros. Entonces, el 15 en la noche, desde el mediodía nos reunimos aquí. Les propongo también que el 16 de septiembre iniciemos la Convención Nacional Democrática a las 3 de la tarde. ¿Por qué a esa hora? Porque vamos a permitir que el Ejército mexicano lleve a cabo el desfile militar, como lo tiene programado la Secretaría de la Defensa. Hemos dicho que somos respetuosos de esa institución que es fundamental para la defensa de la soberanía nacional. También hemos sostenido que nunca más el Ejército debe ser usado para suplir las incapacidades de los gobiernos antidemocráticos y corruptos, y mucho menos nunca más el Ejército debe ser utilizado para reprimir al pueblo que lucha por los ideales de libertad, justicia y democracia. Tres añadidos. Primero, que la institución militar no es un órgano de gobierno, pertenece al Estado y tiene que defender a todos los mexicanos, al pueblo. Segundo, que no queremos, y esto lo planteamos desde el Zócalo de manera respetuosa, que se disfracen militares de Policía Federal Preventiva, que una agresión de la Policía Federal Preventiva al pueblo la tomamos como una agresión del Ejército, que quede claro. Y ya ni hablar del Estado Mayor Presidencial, que orgánicamente depende de las Fuerzas Armadas. No tenemos problema, repito, con la institución militar, con el Ejército mexicano, porque es una institución garante de la soberanía nacional. Tan no tenemos problemas que estamos muy concientes de que la mayoría de la tropa, de los soldados, pertenecen al pueblo, sin hijos, son familiares de gente que está en este movimiento. ¿Ustedes creen que si ganamos en Oaxaca, que si ganamos en Guerrero, no ganamos también por el voto de familiares de soldados? Claro que sí. Inclusive, una de sus demandas que me hicieron en campaña las vamos a atender si se constituye, si así lo resuelve la Convención, el nuevo gobierno, porque el soldado raso, como el pueblo raso, está muy mal pagado, están ganando 3 mil pesos, que es un sueldo muy bajo, muy raquítico. Todo esto se va a tomar en cuenta, este es un movimiento incluyente, aquí no hacemos a un lado a nadie, sólo nos reservamos el derecho de admisión para los mafiosos, para el hampa de la política. ¿Cómo ven el planteamiento? El 15 celebramos en la noche, a las 2 o 3 de la mañana buscamos la manera de hacernos a un lado, que lleven a cabo el desfile y a las 3 de la tarde estamos de nuevo en el Zócalo con la Covención. ¿Están de acuerdo? A ver, que levanten la mano los que están de acuerdo. Ahí nos fuimos.
Amigas y amigos:
Todos los días de aquí a la Convención vamos a seguir hablando de muchos temas, ahora no me voy a alargar mucho, no me voy a extender mucho. Vamos a la Convención. Vamos a la Convención con la decisión y el entusiasmo que se necesita. Vamos a hacer historia. Repito lo que decía José Martí: los sueños de las mujeres y de los hombres de hoy serán las realidades del mañana. México y su pueblo merecen un mejor destino.
¡Que viva la Convención Nacional Democrática!
¡Que viva México!
Muchas gracias.
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