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miércoles, 3 de octubre de 2007

Guadalupe Loaeza : Ese señor... : Francisco Gabilondo Soler

2 Oct. 07
Ese señor se llamaba Francisco Gabilondo Soler; era un señor muy guapo, de ojos claros que tenía el don de vivir y de cantarle al mundo de los niños. Siendo aún muy pequeño, no tenía ni nueve años, descubrió lo que era la tristeza; nunca se imaginó que la ausencia de una madre causara tanto vacío, pero sobre todo, tanto dolor. A pesar de que doña Emilia Soler Fernández gozaba de una vida aparentemente plena y confortable, al lado de don Tiburcio Gabilondo, tenedor de libros de la Cervecería de Orizaba, un buen día ya no acudió al colegio Manuel Oropeza a donde su hijo cursaba la primaria. Esta falta extrañó profundamente a Francisco, porque ella nunca fallaba. Llegando a su casa por más que buscó a su mamá por todos lados, nunca apareció. Doña Emilia ya estaba muy lejos, para colmo su corazón ya no le pertenecía al papá de Francisco, sino a Enrique González, un potentado avicultor, propietario de muchos terrenos por el sur de la ciudad. Afortunadamente allí estaba la abuela, doña Emilia Fernández Flores, ella fue la que se quedó con Francisco y sus dos hermanos. Además de ocuparse en cuerpo y alma de ellos, por las noches les leía cuentos cuyos personajes parecían cobrar vida ante los ojos de Francisco. ¡Qué vuelo le daba a su imaginación con los relatos narrados por esa abuela tan bondadosa! "Ahora dinos, ¿qué guardas en ese ropero, abuelita?", le preguntaba el niño ávido por satisfacer su curiosidad. Era evidente que ni las tareas ni la escuela tenían que ver con lo que a él le gustaba soñar, de ahí que nada más terminara la primaria para alejarse de ese colegio tan aburrido para un niño tan fantasioso. No obstante ya tenía 15 años, en lugar de estudiar Francisco se iba a nadar y a practicar box a los baños Mancera. Fue en esa época en que lo mandaron a estudiar linotipo a Nuevo Orleáns, pero en lugar de aprender este oficio se fue a tocar jazz.

A los 18 años, el mismo señor de quien hemos estado hablando se enamoró. Sí, se enamoró de una niña bien, llamada Rosario Patiño Domínguez. Se hicieron novios y cuando se casaron Francisco ya era campeón estatal peso welter. Para mantenerse en forma, seguía yendo diariamente al gimnasio. Una tarde descubrió una pianola que estaba en uno de los salones del deportivo. De pronto se le ocurrió tararear lo que después se convertiría en una de las canciones predilectas de millones de niñas y niños mexicanos, y en un homenaje a su abuela quien había muerto años atrás en 1927, El ropero. Ese mismo año de 1934, Francisco compuso La patita, inspirada precisamente en doña Rosario, a quien le decía "Mamá Patito", y quien sin duda era el sostén económico de la familia, ya que era publicista de los productos La Campana, que se anunciaban en la XEB y la XEW. Por lo tanto, el "pato sinvergüenza y perezoso" es el mismo Francisco. Gracias a las relaciones de su esposa, Francisco estrenó su primer programa Cri-Cri, el grillito cantor en la XEW el 15 de octubre de 1934, el cual duró 27 años al aire. Más tarde, doña Rosario se convirtió en la gerente de ventas de ambas estaciones, teniendo como anunciantes del programa de Francisco a la Lotería Nacional, a Nestlé y a los productos Campana. Él componía y ella, con una enorme habilidad, comercializaba los programas. Para 1935, ese señor llamado Francisco Gabilondo Soler ya era famosísimo. Todos los niños de México cantaban sus canciones y él apenas tenía 27 años. Dicen que le llovía el dinero; guapo como era ese señor también le llovían mujeres. Esto, claro, ya no le gustaba tanto a doña Rosario. Un día recibió una carta de Francisco que venía de Argentina.

"Buenos Aires, 20 de diciembre 1940.

"Charito linda: "Quiero que conozcas exactamente las dificultades con que he tropezado aquí: 1º. Un convenio de artistas radio-teatrales con sus respectivos empresarios para evitar que trabajen los artistas extranjeros más de 6 semanas por año; además el 80% del tiempo de cada programa debe ser cubierto por música de autores argentinos exceptuando escritos clásicos. 2º. El poco interés de las radiodifusoras locales en un numero 'para niños' que encuentran de difícil colocación en el comercio. 3º. La actual temporada de verano en que, igual que en México, disminuye la publicidad. 4º. La mala situación a causa de la guerra dado que este factor vive exclusivamente de sus exportaciones a Europa. 5º. La incapacidad en que me ponen las leyes para registrar mis obras y actuar personalmente por la forma en que entré al país. 6º. Mi desastrosa presentación; cosa que aquí es el 100%. 7º. La debilidad que tengo y que no me dejan a tocar por las cantinas a ganar la comida. He sido valiente, constante e ingenioso pero las circunstancias y sólo un milagro me puede sacar adelante. Con mi último peso te escribo para desearte feliz año nuevo ¿te acuerdas de aquella vez que nos emborrachamos y cantamos?... No creas que te escribo para pedirte dinero; yo no merezco nada, he sido muy malo contigo: en México hay otra mujer. Yo te quiero mucho y créeme que es una tortura tener el corazón dividido; para probártelo te envío un retratito que siempre traigo conmigo; por favor devuélvemelo, aunque te enojes por lo que te dije.

"Me paso el día ansiando en que llegue la noche, porque cuando me sube la calentura veo cosas maravillosas. Vienen Cri-Cri y los enanos y animales muy raros, todos se sientan a los pies de la cama, por la calle pasan barcos que apenas caben entre casa y casa. No creas que son mentiras porque la otra noche el borreguito dejó lana en el suelo. Luego pasan sombras frías y en el cielo se ve un arco iris de estrellas, la luna se vuelve cruz. Lo que no me gusta es cuando el río tapa la cuidad; luego hay que secarlo todo y amanezco muy cansado... Bueno ya no te aburro más con mis cosas. ¡Necesitarías tener ojos de resplandor, ojos que rompieran espejos! Adiós.

"Pancho".

Francisco y Rosario se divorciaron en 1955, sin embargo, ella nunca dejó de ser su representante durante 50 años. Dicen que fue por culpa de la fama, yo digo que porque ese señor era demasiado guapo, tenía los ojos claros y finalmente nunca dejó de ser un niño triste y feliz a la vez. Francisco se volvió a casar con Yvette Bullet con quien tuvo dos hijos y Rosario también se casó por segunda vez con Arturo Brisha. ¿Le gustaría conocer aún más de cerca el universo de ese señor llamado Cri-Cri? El próximo sábado 6 de octubre, cuando justo se cumplen 100 años del nacimiento de Francisco, podrá usted ver en el mero Zócalo el espectáculo ¿Y quién es ese señor? a las 19:00 horas. Allí estarán esperándolo los Tres Cochinitos, el Ratón Vaquero, el Negrito Bailarín, Bombón I y la Princesa Caramelo, entre muchos otros personajes. Allí podrá usted descubrir las obsesiones de Pancho Gabilondo: la astronomía, su amor por los viajes, su gusto por los toros y el box, pero sobre todo las 221 canciones que nos dejó ese señor... tan ¡¡¡maravilloso!!!

Kikka Roja

6 comentarios:

  1. RAFAEL ROJAS
    rapha@prodigy.net.mx

    HONOR... A QUIEN HONOR MERECE.

    Quizá el espinoso tema que voy a presentar en las siguientes líneas, pueda ofender a más de uno, y es que tratándose de una figura tan querida como lo es Gabilondo Soler, también conocido como Cri-cri, se pueden tocar fibras muy pero muy delicadas en los corazones de las personas.

    ¡Qué bonito es recordar las canciones que nos llevaban a mundos fantásticos! Como aquella que nos contaba de la abuelita que guardaba miles de secretos dentro el cajón. Pero ¿alguna vez nos hemos puesto a hacer un análisis sociolingüístico de dichas canciones?

    Antes que otra cosa, debemos situarnos en tiempo, lugar y espacio: Orizaba, Veracruz, 1907. Ávido lector de los hermanos Grimm, Andersen, Hauff, Verne y Salgari. Una de sus pasiones eran los toros y de hecho, trató de volverse un profesional de dicha “fiesta brava”. A los 18 años ya era todo un campeón de peso welter e iba todos los días al gimnasio; por esos días, conoció y se enamoró de Rosario Patiño Domínguez, oriunda de un pequeño y pintoresco pueblo llamado Coscomatepec, Veracruz, con quien contrajo nupcias el año siguiente.

    ¿A qué va todo esto? Antes de proseguir, lo invito a usted, querido lector, a echar un ojo a la siguiente carta escrita por el mítico señor Gabilondo Soler, y que después, me acompañe a hacer algunas conjeturas de la presunta autoría de las canciones del supuesto compositor.

    "Buenos Aires, 20 de diciembre 1940.
    "Charito linda: "Quiero que conozcas exactamente las dificultades con que he tropezado aquí: 1º. Un convenio de artistas radio-teatrales con sus respectivos empresarios para evitar que trabajen los artistas extranjeros más de 6 semanas por año; además el 80% del tiempo de cada programa debe ser cubierto por música de autores argentinos exceptuando escritos clásicos. 2º. El poco interés de las radiodifusoras locales en un numero 'para niños' que encuentran de difícil colocación en el comercio. 3º. La actual temporada de verano en que, igual que en México, disminuye la publicidad. 4º. La mala situación a causa de la guerra dado que este factor vive exclusivamente de sus exportaciones a Europa. 5º. La incapacidad en que me ponen las leyes para registrar mis obras y actuar personalmente por la forma en que entré al país. 6º. Mi desastrosa presentación; cosa que aquí es el 100%. 7º. La debilidad que tengo y que no me dejan a tocar por las cantinas a ganar la comida. He sido valiente, constante e ingenioso pero las circunstancias y sólo un milagro me puede sacar adelante. Con mi último peso te escribo para desearte feliz año nuevo ¿te acuerdas de aquella vez que nos emborrachamos y cantamos?... No creas que te escribo para pedirte dinero; yo no merezco nada, he sido muy malo contigo: en México hay otra mujer. Yo te quiero mucho y créeme que es una tortura tener el corazón dividido; para probártelo te envío un retratito que siempre traigo conmigo; por favor devuélvemelo, aunque te enojes por lo que te dije.
    "Me paso el día ansiando en que llegue la noche, porque cuando me sube la calentura veo cosas maravillosas. Vienen Cri-Cri y los enanos y animales muy raros, todos se sientan a los pies de la cama, por la calle pasan barcos que apenas caben entre casa y casa. No creas que son mentiras porque la otra noche el borreguito dejó lana en el suelo. Luego pasan sombras frías y en el cielo se ve un arco iris de estrellas, la luna se vuelve cruz. Lo que no me gusta es cuando el río tapa la cuidad; luego hay que secarlo todo y amanezco muy cansado... Bueno ya no te aburro más con mis cosas. ¡Necesitarías tener ojos de resplandor, ojos que rompieran espejos! Adiós.
    "Pancho".

    Como lingüista, me permito hacer unas observaciones del texto del supuesto compositor, pero antes, analicemos el texto de La Patita:


    La patita,
    de canasto y con rebozo de bolita,
    va al mercado
    a comprar todas las cosas del mandado.

    Se va meneando al caminar
    como los barcos en altamar.

    La patita
    va corriendo y buscando en su bolsita
    centavitos
    para darles de comer a sus patitos.
    Porque ella sabe que al retornar
    toditos ellos preguntarán:
    ¿Qué me trajiste, Mamá Cuac Cuac?
    ¿Qué me trajiste para cuac-cuac?

    La patita,
    como tú
    de canasto y con rebozo de bolita,
    como tú
    se ha enojado,
    como tú
    por lo caro que está todo en el mercado.


    Como no tiene para comprar
    se pasa el día en regatear.


    Sus patitos
    van creciendo y no tienen zapatitos,
    y su esposo
    es un pato sinvergüenza y perezoso
    que no da nada para comer,
    y la patita ¿pues qué va a hacer?
    Cuando le pidan, contestará:
    ¡Coman mosquitos
    para cuac-cuac!


    ¿Nota usted algo en la descripción de la canción? En efecto, ésta es por demás clara. Explica perfectamente cómo era la patita, cómo era su contoneo, cuál era su desesperación para poder comprar lo que tenía que comprarle a sus patitos.
    Ahora analicemos la descripción del problema de “Pancho” en Argentina ¿nota usted una diferencia? Nuevamente tiene usted razón, es una brevísima y somera explicación de la situación. Esto es, por lo que respecta la redacción de la descripción.

    Pasemos ahora al análisis de personalidad del señor Soler. ¿Usted realmente cree que un joven adolescente de 18 años campeón de peso, que gusta de la lectura de las poco infantiles obras de los hermanos Grimm iba a escribir un texto como: La patita?
    ¿Usted también cree que ese joven escribió: “Dame la muñequita de grandes ojos color de mar, deja que le pregunte a que jugaba con mi mamá”?

    Este texto, sin duda alguna y bajo el ojo crítico de un lingüista y una psicóloga, es claramente de una mujer. Es más, ¿por qué no vamos más afondo con el texto de la Patita?... pero antes quisiera contarle a usted, querido lector, una anécdota.

    Recuerdo que mi abuela, oriunda también de Coscomatepec, Veracruz, conocía bien a Charito y al susodicho señor Soler. ¿Sabe usted quién es Charito?
    Charito, como la mayor parte de las mujeres, estudió hasta la primaria, después estudió para ser maestra y al igual que mi abuela y todas sus amigas, terminaron sus estudios de maestra de preescolar a los quince años. Charito, dicho sea de paso, era la maestra de música y sí, estaba perdidamente enamorada de un joven de Orizaba llamado Gabilondo.

    La historia empieza a tener coherencia ¿no es así, querido lector?

    Pero ¿quién era ese joven llamado Gabilondo? Según la historia que se creó al mito, era un hombre bueno que amaba a los niños, pero, ¿esa historia es cierta?
    Si usted conoce a alguien de Coscomatepec, Veracruz, la historia será muy, pero muy diferente. Gabilondo era un hombre por demás petulante, antipático, tacaño y que además, tenía una característica: no le gustaban los niños.

    ¿Eso me lo dijo mi abuelita? Sí, en parte. Este mismo dato fue confirmado por los niños De la Peña, ex vecinos del supuesto compositor, mismas que usted ha visto en la película que se hizo con el primer actor, Ignacio López Tarso.

    Ahora, querido lector, lo invito a volver a leer el texto de La Patita y a hacer un análisis de contenido: ¿Quién es la Patita? ¿No es acaso Charito? La mujer que hizo las canciones, que las publicitó, la que hizo la agencia y que además, impulsó a Gabilondo para ser famoso? ¿El Pato sinvergüenza y perezoso que no da nada para comer no le parece que es el Señor Soler quien nunca se preocupó por el bienestar familiar?

    Y por último ¿no le parece a usted muy extraño que las canciones que cantaba Cri-cri antes de conocer a Charito ya se cantaban en los jardines de niños de Coscomatepec?

    Por último, dígame usted ¿quién es la muñeca fea de quien habla Cri-cri en sus canciones si no era Charito, quien hizo un autorretrato de su infelicidad en donde solo la escoba y el recogedor la entendían? Así, así fue como murió Charito, recuerda mi abuela, esa, quien siempre se sintió fea, la muñeca fea.

    Por vida de Dios, ¿quién va a creer que un hombre de la rodada de Agustín Lara y Pedro Vargas, que cantaban: “aquel amor, que marchitó mi vida ¿ónde andará aquel amor?” va a componerle una canción a una muñeca? Y máxime, ¿qué hombre va a escribir una canción sobre una muñeca fea que sólo la ama el sacudidor?

    Honor a quien honor merece, señores. Esta historia la he publicado y republicado y más de una persona estaría dispuesta a defender la autoría de las canciones de la escritoria Rosario Patiño Domínguez, familiar de Libia Domínguez, también ella, compositora y pianista, oriunda de mi querido Coscomatepec, Veracruz.

    En un momento donde pocas mujeres tenían oportunidad de ser un éxito, Rosario nos demuestra la inteligencia que tuvo al poner a ese que se emborrachaba como autor de sus canciones, pero creo que en este momento, donde las mujeres tienen y deben tener el derecho al éxito, es hora de darle honor… a quien honor merece.
    ¡Viva las mujeres y viva Veracruz!

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  2. Estimada Guadalupe,
    espero que como mujer, más allá de sentimientos y fibras de un ídolo, hagas una investigación al respecto. Tienes mi correo, si así lo deseas, te pongo en contacto con la gente de Coscomatepec.
    Me encantaría que como mujer, le dieras el espacio a esa mujer por la que nadie ha luchado y a la que nadie le ha hecho una estatua.
    ¿Quién es ese que anda ahí?
    Es Rosario... vestida de grillo cantor.

    Rafael

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  3. Pues táchame de escéptico pero dudo mucho que un lingüista y un psicólogo puedan "descubrir" toda una historia por la letra de dos canciones, no dudo de la gran calidad humana de Charito, pero para hacer acusaciones tan graves se deben tener pruebas concretas, lo demás es mera especulación. Y el hecho de que un hombre escriba para niños, no tiene nada de raro, ¿o acaso el "principito" lo escribió una mujer? Saludos.

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  4. La verdad no creo que esta información sea verídica y molesta que hasta las cosas buenas le encuentren algo negativo :-( por que buscar siempre algo negativo ?

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    Respuestas
    1. Que le molesta más, anónimo, una historia falsa, una historia verdadera o nunca nos digan la verdad?
      por mi, qué bueno, que pudo leer, y mejor, que le haya caido mal.
      Ahora falta ver que tanto se valora usted mismo.

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  5. Hola, considero que es importante que sepan que el verdadero autor del diseño del grillito Cri-Crí es José Luis Tamayo Barbosa, mi padre. Pueden ver mayor información sobre este tema en: http://niktelegal.blogspot.mx/2015/02/jose-luis-tamayo-barbosa-creador-del.html
    Muchas gracias por su atención.

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