- Advierte Hacienda riesgos financieros para 2008
- Dará reforma fiscal $120 mil millones más a la Federación
- Entidades dispondrán de 30% y el gobierno federal 70%
La Secretaría de Hacienda, que encabeza Agustín Carstens (en una imagen de archivo), anticipó una mejora en el crecimiento de la economía con la reforma hacendaria Foto: Francisco Olvera
La Secretaría de Hacienda estimó que con el paquete de la reforma hacendaria aprobada por el Congreso, el gobierno tendrá ingresos adicionales por 120 mil millones de pesos en 2008. La distribución de tales recursos será de 30 por ciento para las entidades federativas y 70 para el gobierno federal, sin incorporar los ingresos por el impuesto a la venta de gasolina. Indicó que la Cámara de Diputados tendrá la facultad de evaluar los resultados de la gestión financiera y advirtió riesgos para el próximo año, como menor desempeño en la economía de Estados Unidos, volatilidad de los mercados internacionales y cambios abruptos en los ingresos petroleros. En un análisis de la aprobación del paquete mencionado, la dependencia precisó que con los ingresos que se obtendrán se podrán destinar mayores recursos al desarrollo social y la inversión en infraestructura, a la vez que se fortalecerán las haciendas públicas de los tres órdenes de gobierno y se reducirá la dependencia de los ingresos petroleros. Todo ello se traducirá en un mayor crecimiento y creación de empleos.
Con las modificaciones legales, la Auditoría Superior de la Federación podrá realizar revisiones sobre el desempeño en el cumplimiento de los objetivos de los programas federales y se fiscalizará directamente los recursos federales que ejerza cualquier entidad, persona física o moral, pública o privada y los transferidos a fideicomisos, mandatos, fondos o cualquier otro acto jurídico. Las autoridades hacendarias anticiparon que la reforma hacendaria mejorará las perspectivas de crecimiento de la economía, principalmente por su efecto positivo en la inversión. Primero, la mayor infraestructura física derivada del mayor gasto en inversión pública incrementará la productividad de los factores de producción y reducirá los costos en la economía. Segundo, el esquema tributario será más favorable para la inversión, al permitir la deducibilidad inmediata a través del impuesto empresarial a tasa única (IETU) y tercero, al consolidar la sustentabilidad de las finanzas públicas en el mediato plazo, se observarán menores niveles de tasas de interés y riesgo país. Con base en las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, el valor real del producto interno bruto (PIB) podría crecer a un ritmo anual de 3.5 por ciento. Sin embargo, tal panorama económico previsto para 2008, a pesar de parecer más favorable que el de 2007, podría enfrentar los riesgos antes mencionados. Precisó que a pesar de que se ha incrementado la incertidumbre sobre la evolución de la actividad económica en Estados Unidos, debido principalmente a la volatilidad en los mercados financieros surgida por el deterioro de los créditos hipotecarios, que podría afectar al consumo y la inversión en ese país, es muy posible que el crecimiento económico estadunidense sea ligeramente superior al que se observará este año.
Lo anterior se debe a que se espera una cierta aceleración en la producción industrial de Estados Unidos, porque los problemas crediticios afectarán en menor medida esa actividad. Por tal motivo se puede esperar un impulso a las exportaciones de las manufacturas mexicanas que, aunado al comportamiento positivo previsto para los componentes de la demanda interna, incentivaría un mayor crecimiento de la producción del resto de la economía de México. Sin embargo, insistió en que los riesgos que enfrentará el país son: el desempeño menos propicio de la economía de Estados Unidos, constante volatilidad de los mercados internacionales y cambios abruptos en los ingresos petroleros.
La Secretaría de Hacienda estimó que con el paquete de la reforma hacendaria aprobada por el Congreso, el gobierno tendrá ingresos adicionales por 120 mil millones de pesos en 2008. La distribución de tales recursos será de 30 por ciento para las entidades federativas y 70 para el gobierno federal, sin incorporar los ingresos por el impuesto a la venta de gasolina. Indicó que la Cámara de Diputados tendrá la facultad de evaluar los resultados de la gestión financiera y advirtió riesgos para el próximo año, como menor desempeño en la economía de Estados Unidos, volatilidad de los mercados internacionales y cambios abruptos en los ingresos petroleros. En un análisis de la aprobación del paquete mencionado, la dependencia precisó que con los ingresos que se obtendrán se podrán destinar mayores recursos al desarrollo social y la inversión en infraestructura, a la vez que se fortalecerán las haciendas públicas de los tres órdenes de gobierno y se reducirá la dependencia de los ingresos petroleros. Todo ello se traducirá en un mayor crecimiento y creación de empleos.
Con las modificaciones legales, la Auditoría Superior de la Federación podrá realizar revisiones sobre el desempeño en el cumplimiento de los objetivos de los programas federales y se fiscalizará directamente los recursos federales que ejerza cualquier entidad, persona física o moral, pública o privada y los transferidos a fideicomisos, mandatos, fondos o cualquier otro acto jurídico. Las autoridades hacendarias anticiparon que la reforma hacendaria mejorará las perspectivas de crecimiento de la economía, principalmente por su efecto positivo en la inversión. Primero, la mayor infraestructura física derivada del mayor gasto en inversión pública incrementará la productividad de los factores de producción y reducirá los costos en la economía. Segundo, el esquema tributario será más favorable para la inversión, al permitir la deducibilidad inmediata a través del impuesto empresarial a tasa única (IETU) y tercero, al consolidar la sustentabilidad de las finanzas públicas en el mediato plazo, se observarán menores niveles de tasas de interés y riesgo país. Con base en las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, el valor real del producto interno bruto (PIB) podría crecer a un ritmo anual de 3.5 por ciento. Sin embargo, tal panorama económico previsto para 2008, a pesar de parecer más favorable que el de 2007, podría enfrentar los riesgos antes mencionados. Precisó que a pesar de que se ha incrementado la incertidumbre sobre la evolución de la actividad económica en Estados Unidos, debido principalmente a la volatilidad en los mercados financieros surgida por el deterioro de los créditos hipotecarios, que podría afectar al consumo y la inversión en ese país, es muy posible que el crecimiento económico estadunidense sea ligeramente superior al que se observará este año.
Lo anterior se debe a que se espera una cierta aceleración en la producción industrial de Estados Unidos, porque los problemas crediticios afectarán en menor medida esa actividad. Por tal motivo se puede esperar un impulso a las exportaciones de las manufacturas mexicanas que, aunado al comportamiento positivo previsto para los componentes de la demanda interna, incentivaría un mayor crecimiento de la producción del resto de la economía de México. Sin embargo, insistió en que los riesgos que enfrentará el país son: el desempeño menos propicio de la economía de Estados Unidos, constante volatilidad de los mercados internacionales y cambios abruptos en los ingresos petroleros.
Kikka Roja
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