- Premian a la actriz noruega en el festival de San Sebastián por sus 40 años de carrera
- Lo que más me importa es la emancipación de la mujer: Ullman
- Los hombres no lo entienden muy bien, pero yo sí porque las conozco, afirma la directora
San Sebastián, 28 de septiembre. La labor de Liv Ullman va más allá de las cintas que filmó con el recién fallecido Ingmar Bergman. La directora, escritora y activista en favor de los refugiados y de los derechos de las mujeres recibió este viernes por la noche, de manos de la actriz española Marisa Paredes, el Premio Donostia como un reconocimiento a su carrera. En la ceremonia, Diego Luna fue el encargado de presentar una retrospectiva de la galardonada.
Liv Ullman hizo un llamado en favor de las mujeres, quiero utilizar este escenario, dijo, “para pedir que no olvidemos a esas mujeres que no son tan privilegiadas como ustedes y como yo; mujeres que son torturadas, viven en el terror o ven a su padres, hijos o esposos, morir. Como mujer quiero que las recordemos. Y por último decir que los seres humanos sabemos cómo tocar la Luna, pero no cómo tocar a la persona que está a nuestro lado. Creo que con el cine podemos compartir sentimientos y de una u otra manera al compartirlos estamos tocando a esa persona sentada junto a nosotros”. Ya durante el día Ullman compartió en varias ocasiones su preocupación por los derechos humanos y habló de su trayectoria fílmica, en la que una y otra vez se le preguntó sobre Ingmar Bergman. “Soy privilegiada al tener este trabajo. He tenido una carrera maravillosa. Hice filmes en Hollywood, Argentina y Gran Bretaña. Escribí dos libros que fueron best sellers (Changing y Choises) y se tradujeron a 25 idiomas, pero lo más importante es mi trabajo con los refugiados: viajé por todo el mundo y fui privilegiada al tener la posibilidad de ser vocera de mujeres y niños que no tienen la oportunidad de hablar. Lo hice durante 20 años, aún estoy muy involucrada, pero ya no viajo”, dijo la actriz en una breve entrevista horas antes de la entrega del premio, que llegó casi 20 años después de otro galardón en San Sebastián: en 1988 obtuvo la Concha de Plata como mejor actriz por la cinta La amiga. Como directora, añadió, “el tema que más me importa es la emancipación de la mujer. Así que todos los filmes que he hecho son sobre ellas, porque nadie puede entenderlas mejor que otra mujer. Los hombres no entienden muy bien, pero yo sí conozco a las mujeres”.
–Aún no ha realizado ninguna cinta con un tema específico sobre refugiados.
–Me gustaría, pero no creo que pueda. Preferiría escribir un guión sobre eso y que alguien más lo dirigiera. En este momento estoy involucrada en un guión sobre la Segunda Guerra Mundial y toca un poco lo que es ser un refugiado.
El día de Liv Ullman continuó con una conferencia de prensa en la que hizo un homenaje a Bergman y a Michelangelo Antonioni, ambos fallecidos, con unas horas de diferencia, en julio pasado. “Hemos perdido a dos grandes directores de cine, Bergman y Antonioni, dos personas que no eran políticos (...) su trabajo ha sido importante para el mundo por su cine. Estos dos hombres decidieron tomar y trabajar con la verdad, no como los primeros ministros y políticos, quienes afortunadamente escriben en la arena las mentiras que no deberían ser parte de nuestra vida. “Estoy orgullosa de formar parte de algo como el cine, porque sigue siendo un sitio para los conciertos, el ballet y la literatura; donde seguimos teniendo la oportunidad de poder influir en las personas y recordarles que estamos aquí, todos juntos, que somos iguales y que no solamente somos testigos sino participantes en el mundo en el que vivimos.”
No soy política
Frente a los problemas mundiales, Liv Ullman, señaló: “No estoy aquí como política, aunque quizá tomar decisiones es una forma de ser política. Creo que en las guerras que asolan ahora el mundo, guerras contra los civiles, guerras por razones equivocadas, no solamente mueren inocentes, sino quedan heridos de por vida y los niños pierden su futuro porque crecen con temor. Lo que puedo hacer es hablar acerca de esto, escribir sobre esto, no sé cómo hacer documentales, pero quizá un día tenga la suerte de hacer algo de este tipo. Vivimos en un mundo donde la violencia, el terror y la tortura es enorme y si yo pertenezco a un medio que es el cine no lo veo como lujo, sino como la oportunidad de decir algo, para que de cierta manera pueda hacer una diferencia”. Inevitable preguntarle sobre Bergman, con quien filmó 11 películas. Al respecto la actriz dijo: “tuvimos una relación rica y maravillosa durante más de 40 años, es el padre de mi hija. Dirigí dos películas basada en sus guiones. Es la relación más importante que he tenido en el cine.
“Sin embargo, debo decir que realmente creo que fui muy importante para él; quizá sus películas habrían sido buenas sin mí, pero habrían sido diferentes”. Como parte del reconocimiento que le hace el Festival de Cine de San Sebastián, que concluye este sábado, se proyectaron las cuatro cintas que ha dirigido: Sofie, Kristin Lavransdatter, Confesiones Privadas, e Infiel, así como el documental sobre su vida Liv Ullman, scenes from a life; mientras que Sarabande, la última película que filmó Ingmar Bergman y en la que ella es protagonista, cerró el ciclo de cine nórdico Fiebre Helada.
Liv Ullman hizo un llamado en favor de las mujeres, quiero utilizar este escenario, dijo, “para pedir que no olvidemos a esas mujeres que no son tan privilegiadas como ustedes y como yo; mujeres que son torturadas, viven en el terror o ven a su padres, hijos o esposos, morir. Como mujer quiero que las recordemos. Y por último decir que los seres humanos sabemos cómo tocar la Luna, pero no cómo tocar a la persona que está a nuestro lado. Creo que con el cine podemos compartir sentimientos y de una u otra manera al compartirlos estamos tocando a esa persona sentada junto a nosotros”. Ya durante el día Ullman compartió en varias ocasiones su preocupación por los derechos humanos y habló de su trayectoria fílmica, en la que una y otra vez se le preguntó sobre Ingmar Bergman. “Soy privilegiada al tener este trabajo. He tenido una carrera maravillosa. Hice filmes en Hollywood, Argentina y Gran Bretaña. Escribí dos libros que fueron best sellers (Changing y Choises) y se tradujeron a 25 idiomas, pero lo más importante es mi trabajo con los refugiados: viajé por todo el mundo y fui privilegiada al tener la posibilidad de ser vocera de mujeres y niños que no tienen la oportunidad de hablar. Lo hice durante 20 años, aún estoy muy involucrada, pero ya no viajo”, dijo la actriz en una breve entrevista horas antes de la entrega del premio, que llegó casi 20 años después de otro galardón en San Sebastián: en 1988 obtuvo la Concha de Plata como mejor actriz por la cinta La amiga. Como directora, añadió, “el tema que más me importa es la emancipación de la mujer. Así que todos los filmes que he hecho son sobre ellas, porque nadie puede entenderlas mejor que otra mujer. Los hombres no entienden muy bien, pero yo sí conozco a las mujeres”.
–Aún no ha realizado ninguna cinta con un tema específico sobre refugiados.
–Me gustaría, pero no creo que pueda. Preferiría escribir un guión sobre eso y que alguien más lo dirigiera. En este momento estoy involucrada en un guión sobre la Segunda Guerra Mundial y toca un poco lo que es ser un refugiado.
El día de Liv Ullman continuó con una conferencia de prensa en la que hizo un homenaje a Bergman y a Michelangelo Antonioni, ambos fallecidos, con unas horas de diferencia, en julio pasado. “Hemos perdido a dos grandes directores de cine, Bergman y Antonioni, dos personas que no eran políticos (...) su trabajo ha sido importante para el mundo por su cine. Estos dos hombres decidieron tomar y trabajar con la verdad, no como los primeros ministros y políticos, quienes afortunadamente escriben en la arena las mentiras que no deberían ser parte de nuestra vida. “Estoy orgullosa de formar parte de algo como el cine, porque sigue siendo un sitio para los conciertos, el ballet y la literatura; donde seguimos teniendo la oportunidad de poder influir en las personas y recordarles que estamos aquí, todos juntos, que somos iguales y que no solamente somos testigos sino participantes en el mundo en el que vivimos.”
No soy política
Frente a los problemas mundiales, Liv Ullman, señaló: “No estoy aquí como política, aunque quizá tomar decisiones es una forma de ser política. Creo que en las guerras que asolan ahora el mundo, guerras contra los civiles, guerras por razones equivocadas, no solamente mueren inocentes, sino quedan heridos de por vida y los niños pierden su futuro porque crecen con temor. Lo que puedo hacer es hablar acerca de esto, escribir sobre esto, no sé cómo hacer documentales, pero quizá un día tenga la suerte de hacer algo de este tipo. Vivimos en un mundo donde la violencia, el terror y la tortura es enorme y si yo pertenezco a un medio que es el cine no lo veo como lujo, sino como la oportunidad de decir algo, para que de cierta manera pueda hacer una diferencia”. Inevitable preguntarle sobre Bergman, con quien filmó 11 películas. Al respecto la actriz dijo: “tuvimos una relación rica y maravillosa durante más de 40 años, es el padre de mi hija. Dirigí dos películas basada en sus guiones. Es la relación más importante que he tenido en el cine.
“Sin embargo, debo decir que realmente creo que fui muy importante para él; quizá sus películas habrían sido buenas sin mí, pero habrían sido diferentes”. Como parte del reconocimiento que le hace el Festival de Cine de San Sebastián, que concluye este sábado, se proyectaron las cuatro cintas que ha dirigido: Sofie, Kristin Lavransdatter, Confesiones Privadas, e Infiel, así como el documental sobre su vida Liv Ullman, scenes from a life; mientras que Sarabande, la última película que filmó Ingmar Bergman y en la que ella es protagonista, cerró el ciclo de cine nórdico Fiebre Helada.
Que ni se preocupe, ella es más que, los politicos que son una clase de desarraigados, ineptos, ignorantes, gárrulos sin sentido común.Kikka Roja
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