- Tiene el no 50.7% de votos, por 49.29% del sí en un “final de fotografía”, a decir del presidente
- “No pudimos... por ahora”; acepta Hugo Chávez derrota en el referendo
- Atribuye el resultado al elevado abstencionismo
- Seguirá gobernando Venezuela hasta 2012
- Recomienda a detractores: “sepan administrar su victoria” y entiendan que “este es el camino”
- Festejo de los opositores; Manuel Rosales llama a la “apertura del diálogo” y al rencuentro
Arturo Cano (Enviado)
El presidente venezolano, Hugo Chávez, al reconocer en el Palacio de Miraflores los resultados del referendo sobre las reformas constitucionales impulsadas por su gobierno Foto: Reuters
El general Raúl Baduel, ex ministro de Defensa, quien advirtió que los cambios aún se pueden imponer con leyes habilitantes Foto: Ap
Ciudadanos venezolanos hacen fila para votar en el referendo sobre la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez Foto: Reuters
Una seguidora del gobernante lo espera afuera de su mesa de votación Foto: Reuters
Simpatizantes de Chávez tras conocer la derrota del sí Foto: Reuters
Antichavistas celebran en Caracas el triunfo del no Foto: Reuters
Caracas, lunes 3 de diciembre. La onceava fue la vencida. El presidente Hugo Chávez perdió lo invicto en un “final de fotografía”, según su propia definición, al ser derrotada por un estrecho margen (1.4 por ciento) su propuesta de reforma constitucional, necesaria, dijo en campaña, para “construir el socialismo del siglo XXI”.
En la derrota, cobijado por sus cercanos, Chávez recordó una de sus frases del fallido golpe de Estado de 1992: “No pudimos… por ahora”.
Chávez reconoció la derrota de su propuesta tras una tensa espera que mantuvo en vilo a Venezuela hasta la madrugada de este lunes 3 de diciembre, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio a conocer los primeros resultados “irreversibles”. El bloque A de propuestas recibió 4 millones 504 mil 354 votos por el no (50.7 por ciento) y 4 millones 379 mil 392 sufragios por el sí (49.29). El bloque B obtuvo 4 millones 522 mil votos por el no, (51.05 por ciento), mientras que por el sí se inclinaron 4 millones 335 mil 136 (48.94 por ciento). “Se ha determinado y se ha comprobado que es una tendencia que no es reversible”, dijo la presidenta del CNE, Tibisay Lucena. La veía y escuchaba el consejo de ministros de Hugo Chávez en pleno, en un salón del Palacio de Miraflores, donde poco antes habán hecho su arribo funcionarios, invitados y dirigentes del chavismo, todos con rostros de velorio.
Apenas terminó la lectura del boletín oficial, Hugo Chávez se presentó en el salón y recibió un prolongado aplauso. En cadena nacional de televisión y radio, el presidente, quien seguirá gobernando hasta 2012 pese a estos resultados porque su cargo no estaba en juego, hizo una primera lectura de los resultados electorales y se dio el lujo de hacer recomendaciones a la oposición: “Sepan administrar su victoria, Bueno, véanla matemáticamente, es una victoria pírrica, pero tampoco es que se las regalé, ustedes se la ganaron”. Chávez atribuyó su derrota al elevado abstencionismo, puesto que la oposición subió sólo unos 300 mil sufragios respecto de su “techo” alcanzado en la elección presidencial del año pasado, cuando obtuvo 4 millones 100 mil votos. En cambio, el chavismo perdió unos tres millones de electores, pues en 2006, el presidente fue relecto por 7 millones 300 mil ciudadanos. Mientras eso ocurría en Miraflores, y se desmantelaban los equipos de sonido a las afueras del Palacio, la oposición festejaba. Un reconocimiento especial merecería, en las alocuciones de sus líderes, el fundador del Movimiento al Socialismo y ahora líder opositor, Teodoro Petkoff, quien celebraba: “Está empezando el proceso de creación de una nueva mayoría en Venezuela”.
Esta misma madrugada, el diario Tal Cual, dirigido por Petkoff, recordó que “el resultado electoral eliminó por ahora la vía constitucional para una nueva relección de Chávez una vez que termine su actual mandato en 2012. Apenas el viernes, el presidente cerró la campaña electoral afirmando que estaba listo para gobernar hasta 2050”. Chávez, por su lado, insistió en que el triunfo del no le demuestra a la oposición venezolana que “este es el camino, y ojalá se olviden para siempre de tronchas, de las rutas al abismo, del desconocimiento a nuestras instituciones”. En su relato de las horas previas, Chávez narró que estuvo largas horas analizando la información electoral, con sus ministros, y viendo cómo se movían los resultados con estrechos márgenes siempre ligeramente favorables al no. Cuando supo que la tendencia no cambiaría, decidió reconocer la derrota porque “Venezuela no se merece una tensión como esta”.
“¡Lo prefiero así!”, machacó, en medio de los aplausos de pie de sus ministros y seguidores.
Sin embargo, contra lo hecho por Simón Bolívar que delegó “a la posteridad” algunas de sus ideas, Chávez anunció que seguirá con su proyecto político “en el marco que permite la Constitución de 1999”. Uno de los logros de este referéndum, dijo, es que la oposición reconoció la Constitución vigente, pese a que durante ocho años la rechazó. “Que haya votado 49 por ciento por el proyecto socialista es un gran paso. ¡Seguimos en la batalla construyendo el socialismo en el marco de la Constitución! Esta propuesta sigue viva”. Aludiendo quizás a su breve caída del poder en 2002 o al paro petrolero, Chávez se declaró corredor de fondo: “Hemos sabido convertir aparentes derrotas en victorias morales que después se convierten en victorias políticas”. De pie sus ministros y dos filas de militares uniformados, Chávez cerró la jornada con un “¡Hasta la victoria!”, que los demás completaron “¡Venceremos!” En el otro bando, la celebración se acompañó de llamados a la reconciliación: “Venezuela tiene que abrir los caminos del diálogo, del rencuentro y ojalá este resultado sirva para que en Venezuela busquemos la paz y la armonía”, dijo Manuel Rosales, el gobernador del estado Zulia que enfrentó a Chávez en la elección del año pasado.
“Somos venezolanos y se acabó el socialismo autoritario”, proclamó Leopodo López, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, en un acto donde además de los dirigentes partidistas tuvieron voz de primera línea los líderes estudiantiles. Un antiguo aliado de Chávez, el general Raúl Baduel, quien tuvo un papel protagónico en el regreso del presidente al poder en 2002 y fue ministro de Defensa, puso la nota discordante al advertir que Chávez podría intentar imponer los cambios de su rechazada propuesta a través de la “ley habilitante”, un mecanismo aprobado por el Congreso para que el presidente pueda gobernar mediante decretos.
El general Raúl Baduel, ex ministro de Defensa, quien advirtió que los cambios aún se pueden imponer con leyes habilitantes Foto: Ap
Ciudadanos venezolanos hacen fila para votar en el referendo sobre la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez Foto: Reuters
Una seguidora del gobernante lo espera afuera de su mesa de votación Foto: Reuters
Simpatizantes de Chávez tras conocer la derrota del sí Foto: Reuters
Antichavistas celebran en Caracas el triunfo del no Foto: Reuters
Caracas, lunes 3 de diciembre. La onceava fue la vencida. El presidente Hugo Chávez perdió lo invicto en un “final de fotografía”, según su propia definición, al ser derrotada por un estrecho margen (1.4 por ciento) su propuesta de reforma constitucional, necesaria, dijo en campaña, para “construir el socialismo del siglo XXI”.
En la derrota, cobijado por sus cercanos, Chávez recordó una de sus frases del fallido golpe de Estado de 1992: “No pudimos… por ahora”.
Chávez reconoció la derrota de su propuesta tras una tensa espera que mantuvo en vilo a Venezuela hasta la madrugada de este lunes 3 de diciembre, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio a conocer los primeros resultados “irreversibles”. El bloque A de propuestas recibió 4 millones 504 mil 354 votos por el no (50.7 por ciento) y 4 millones 379 mil 392 sufragios por el sí (49.29). El bloque B obtuvo 4 millones 522 mil votos por el no, (51.05 por ciento), mientras que por el sí se inclinaron 4 millones 335 mil 136 (48.94 por ciento). “Se ha determinado y se ha comprobado que es una tendencia que no es reversible”, dijo la presidenta del CNE, Tibisay Lucena. La veía y escuchaba el consejo de ministros de Hugo Chávez en pleno, en un salón del Palacio de Miraflores, donde poco antes habán hecho su arribo funcionarios, invitados y dirigentes del chavismo, todos con rostros de velorio.
Apenas terminó la lectura del boletín oficial, Hugo Chávez se presentó en el salón y recibió un prolongado aplauso. En cadena nacional de televisión y radio, el presidente, quien seguirá gobernando hasta 2012 pese a estos resultados porque su cargo no estaba en juego, hizo una primera lectura de los resultados electorales y se dio el lujo de hacer recomendaciones a la oposición: “Sepan administrar su victoria, Bueno, véanla matemáticamente, es una victoria pírrica, pero tampoco es que se las regalé, ustedes se la ganaron”. Chávez atribuyó su derrota al elevado abstencionismo, puesto que la oposición subió sólo unos 300 mil sufragios respecto de su “techo” alcanzado en la elección presidencial del año pasado, cuando obtuvo 4 millones 100 mil votos. En cambio, el chavismo perdió unos tres millones de electores, pues en 2006, el presidente fue relecto por 7 millones 300 mil ciudadanos. Mientras eso ocurría en Miraflores, y se desmantelaban los equipos de sonido a las afueras del Palacio, la oposición festejaba. Un reconocimiento especial merecería, en las alocuciones de sus líderes, el fundador del Movimiento al Socialismo y ahora líder opositor, Teodoro Petkoff, quien celebraba: “Está empezando el proceso de creación de una nueva mayoría en Venezuela”.
Esta misma madrugada, el diario Tal Cual, dirigido por Petkoff, recordó que “el resultado electoral eliminó por ahora la vía constitucional para una nueva relección de Chávez una vez que termine su actual mandato en 2012. Apenas el viernes, el presidente cerró la campaña electoral afirmando que estaba listo para gobernar hasta 2050”. Chávez, por su lado, insistió en que el triunfo del no le demuestra a la oposición venezolana que “este es el camino, y ojalá se olviden para siempre de tronchas, de las rutas al abismo, del desconocimiento a nuestras instituciones”. En su relato de las horas previas, Chávez narró que estuvo largas horas analizando la información electoral, con sus ministros, y viendo cómo se movían los resultados con estrechos márgenes siempre ligeramente favorables al no. Cuando supo que la tendencia no cambiaría, decidió reconocer la derrota porque “Venezuela no se merece una tensión como esta”.
“¡Lo prefiero así!”, machacó, en medio de los aplausos de pie de sus ministros y seguidores.
Sin embargo, contra lo hecho por Simón Bolívar que delegó “a la posteridad” algunas de sus ideas, Chávez anunció que seguirá con su proyecto político “en el marco que permite la Constitución de 1999”. Uno de los logros de este referéndum, dijo, es que la oposición reconoció la Constitución vigente, pese a que durante ocho años la rechazó. “Que haya votado 49 por ciento por el proyecto socialista es un gran paso. ¡Seguimos en la batalla construyendo el socialismo en el marco de la Constitución! Esta propuesta sigue viva”. Aludiendo quizás a su breve caída del poder en 2002 o al paro petrolero, Chávez se declaró corredor de fondo: “Hemos sabido convertir aparentes derrotas en victorias morales que después se convierten en victorias políticas”. De pie sus ministros y dos filas de militares uniformados, Chávez cerró la jornada con un “¡Hasta la victoria!”, que los demás completaron “¡Venceremos!” En el otro bando, la celebración se acompañó de llamados a la reconciliación: “Venezuela tiene que abrir los caminos del diálogo, del rencuentro y ojalá este resultado sirva para que en Venezuela busquemos la paz y la armonía”, dijo Manuel Rosales, el gobernador del estado Zulia que enfrentó a Chávez en la elección del año pasado.
“Somos venezolanos y se acabó el socialismo autoritario”, proclamó Leopodo López, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, en un acto donde además de los dirigentes partidistas tuvieron voz de primera línea los líderes estudiantiles. Un antiguo aliado de Chávez, el general Raúl Baduel, quien tuvo un papel protagónico en el regreso del presidente al poder en 2002 y fue ministro de Defensa, puso la nota discordante al advertir que Chávez podría intentar imponer los cambios de su rechazada propuesta a través de la “ley habilitante”, un mecanismo aprobado por el Congreso para que el presidente pueda gobernar mediante decretos.
Kikka Roja
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