- Hay avances, pero aún son insuficientes, advierte el organismo en estudio regional
- Frenan partidos participación de mujeres en cargos de gobierno en AL, dice Cepal
- “Déficit democrático” en la región
- En México confluyen machismo y frágil institucionalidad
La presencia de mujeres en cargos de gobierno y de representación popular registra avances en América Latina, pero en un rango insuficiente, en particular por la resistencia de los partidos políticos a incorporar a ese sector de la población. “La ausencia de mujeres (en la participación política y en cargos que inciden en la toma de decisiones) significa un déficit democrático en la región (...) En el caso de México, influye la combinación de machismo o discriminación con frágil institucionalidad”, advirtió Sonia Montaño, jefa de la Unidad Mujer y Desarrollo, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Respecto al último informe en torno a la igualdad entre los sexos (difundido ayer en Santiago de Chile), precisó que los partidos representan la cara más dura de la política respecto a la incorporación del sector femenino, con baja sensibilidad y “activa resistencia” al cambio.
Insistió en que si bien hay avance en la incorporación de las mujeres a la educación, la vida laboral y el Poder Legislativo, en el caso de la participación política –principalmente en el Ejecutivo– “estamos muy lejos de la paridad”. Sin embargo, para la Cepal resulta una esperanza la toma de posesión de Cristina Fernández, en la presidencia de Argentina. El punto anterior cobra relevancia si se considera que, de acuerdo con investigaciones recientes, las leyes contra la violencia, de acceso a la salud reproductiva o derecho a la maternidad han contado con el liderazgo de mujeres. Para México, la Cepal reporta –en los 10 años recientes– un retroceso en las alcaldías ocupadas por el sector femenino, al bajar de 3.8 a 3.5 por ciento, nivel bajo si se compara con los alcanzados en otros países, donde es superior a 20 por ciento, como el caso de Costa Rica, República Dominicana y Cuba, que actualmente tienen 28.4, 11.9 y 14.8 por ciento, respectivamente. Así, con 3.5 por ciento, México tiene un retroceso, que también han experimentado Puerto Rico (1.3 por ciento), Jamaica (7.4), Panamá (9.3), Honduras (6.7) y Venezuela, con 7.7.
En este momento, 11 naciones de la región poseen leyes de cuotas (de participación de mujeres). En 2006, América Latina promediaba 20.34 por ciento de presencia femenina en las cámaras bajas o únicas del Poder Legislativo, pero en el caso de las alcaldesas se preserva el nivel de entre 5 y 6 por ciento de representación. El estudio de la Cepal busca ubicar el avance a las metas del Milenio en materia de igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer. Aunque la información es escasa en cuanto a violencia contra dicho sector de la población, de acuerdo con los últimos datos disponibles, Bolivia tiene el mayor porcentaje de agresiones físicas y “violencia emocional” (con más de 50 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años víctimas de maltrato). México se ubica en el quinto sitio, con 9.3 por ciento de violencia física (con base en la encuesta de 2003), 7.8 de agresión sexual y 38.4 por ciento en lo que toca a “violencia emocional”. En cuanto al ejercicio de los derechos y la salud sexual y reproductiva, la Cepal recomienda la extensión de la protección social, “porque un alto porcentaje de la población femenina sigue excluida de los dispositivos de protección”, por lo que es necesario garantizar el acceso equitativo a la atención obstétrica de emergencia y, en particular, asegurar el acceso de los adolescentes a la educación en sexualidad y a servicios de salud sexual y reproductiva.
En los temas tratados destaca la problemática de los embarazos en mujeres de 15 a 19 años, de acuerdo con censos levantados en las dos recientes décadas. México registra un aumento paulatino de este indicador, y en un balance del lapso referido se coloca con 12.1 por ciento en tal situación. La comisión señala que las leyes o los mecanismos que favorecen la participación política de las mujeres deben aplicarse con decisión, mediante sanciones efectivas, mandatos legales claros y tribunales facultados para hacer cumplir las leyes cada vez que no se respeten. “Más allá de las reformas institucionales y las leyes, el empoderamiento de las mujeres mediante su mayor participación política y en la toma de decisiones de la sociedad supone un profundo cambio cultural”, advierte la Cepal.
Insistió en que si bien hay avance en la incorporación de las mujeres a la educación, la vida laboral y el Poder Legislativo, en el caso de la participación política –principalmente en el Ejecutivo– “estamos muy lejos de la paridad”. Sin embargo, para la Cepal resulta una esperanza la toma de posesión de Cristina Fernández, en la presidencia de Argentina. El punto anterior cobra relevancia si se considera que, de acuerdo con investigaciones recientes, las leyes contra la violencia, de acceso a la salud reproductiva o derecho a la maternidad han contado con el liderazgo de mujeres. Para México, la Cepal reporta –en los 10 años recientes– un retroceso en las alcaldías ocupadas por el sector femenino, al bajar de 3.8 a 3.5 por ciento, nivel bajo si se compara con los alcanzados en otros países, donde es superior a 20 por ciento, como el caso de Costa Rica, República Dominicana y Cuba, que actualmente tienen 28.4, 11.9 y 14.8 por ciento, respectivamente. Así, con 3.5 por ciento, México tiene un retroceso, que también han experimentado Puerto Rico (1.3 por ciento), Jamaica (7.4), Panamá (9.3), Honduras (6.7) y Venezuela, con 7.7.
En este momento, 11 naciones de la región poseen leyes de cuotas (de participación de mujeres). En 2006, América Latina promediaba 20.34 por ciento de presencia femenina en las cámaras bajas o únicas del Poder Legislativo, pero en el caso de las alcaldesas se preserva el nivel de entre 5 y 6 por ciento de representación. El estudio de la Cepal busca ubicar el avance a las metas del Milenio en materia de igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer. Aunque la información es escasa en cuanto a violencia contra dicho sector de la población, de acuerdo con los últimos datos disponibles, Bolivia tiene el mayor porcentaje de agresiones físicas y “violencia emocional” (con más de 50 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años víctimas de maltrato). México se ubica en el quinto sitio, con 9.3 por ciento de violencia física (con base en la encuesta de 2003), 7.8 de agresión sexual y 38.4 por ciento en lo que toca a “violencia emocional”. En cuanto al ejercicio de los derechos y la salud sexual y reproductiva, la Cepal recomienda la extensión de la protección social, “porque un alto porcentaje de la población femenina sigue excluida de los dispositivos de protección”, por lo que es necesario garantizar el acceso equitativo a la atención obstétrica de emergencia y, en particular, asegurar el acceso de los adolescentes a la educación en sexualidad y a servicios de salud sexual y reproductiva.
En los temas tratados destaca la problemática de los embarazos en mujeres de 15 a 19 años, de acuerdo con censos levantados en las dos recientes décadas. México registra un aumento paulatino de este indicador, y en un balance del lapso referido se coloca con 12.1 por ciento en tal situación. La comisión señala que las leyes o los mecanismos que favorecen la participación política de las mujeres deben aplicarse con decisión, mediante sanciones efectivas, mandatos legales claros y tribunales facultados para hacer cumplir las leyes cada vez que no se respeten. “Más allá de las reformas institucionales y las leyes, el empoderamiento de las mujeres mediante su mayor participación política y en la toma de decisiones de la sociedad supone un profundo cambio cultural”, advierte la Cepal.
Kikka Roja
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