- En seis años creció 239% la cifra de piezas apócrifas de 500 pesos, informa el BdeM
- Burla el hampa dispositivos contra la falsificación de billetes, alerta Banamex
- A pesar de ser un delito grave, va en expansión; se castiga con prisión hasta por 12 años
El grupo financiero Banamex-Citigroup alertó que la delincuencia ha logrado introducir piezas apócrifas a la circulación de dinero, a pesar de los dispositivos contra falsificación de billetes adoptados por el Banco de México (BdeM).
Propietario del segundo mayor banco comercial que opera en el país, el grupo financiero dio a conocer siete medidas básicas “para reconocer billetes presuntamente falsos”; en tanto, los más recientes informes del BdeM indican que la detección de piezas apócrifas de 500 pesos tuvo un crecimiento de 239 por ciento en los últimos seis años, mientras en los billetes de mil pesos se observó un incremento de 160 por ciento en tan sólo dos. “A pesar de los dispositivos contra falsificación implementados por el BdeM en los billetes mexicanos, los estafadores logran introducir copias falsas que, sin una revisión sencilla pero cuidadosa, pueden engañar a cualquiera”, advirtió Banamex-Citigroup. En el contexto de lo que parece un delito en expansión, los billetes falsos de 500 y mil pesos son los de mayor aumento en los últimos años, pero la proliferación de piezas apócrifas de 200 pesos y otras denominaciones ha sido detectada recientemente en Torreón, Querétaro, Ciudad Victoria, Reynosa, La Piedad y San Juan del Río.
A la espera de que el BdeM informe sobre la detección de billetes falsos durante 2007, parece que ese año se rompieron las marcas de aumento en la elaboración e introducción de piezas apócrifas a la circulación; una actividad considerada como “un delito grave” que se castiga con penas que van de uno a 12 años de prisión. Sin embargo, la rentabilidad de este ilícito parece justificar los riesgos. Durante 2006 fueron falsificadas unas 177 mil piezas de todas las denominaciones, por un valor nominal de 23.8 millones de pesos. Ambas cifras parecen muy pequeñas respecto a los 2 mil millones de billetes en circulación emitidos por el BdeM, pero se lesiona tanto la economía de quienes han sido sorprendidos con billetes apócrifos, con los que luego no pueden pagar, como la confianza en la validez del dinero de curso legal. Además, advierte el banco central, “también se castigará a quienes, a sabiendas, distribuyan piezas falsas”. La práctica de imprimir billetes de manera ilegal alcanzó dimensiones artísticas con el legendario dibujante, grabador y falsificador Enrico Sampietro, cuyo caso también dio notoriedad a Alfonso Quiroz Cuarón, el mayor criminólogo en la historia de México, quien atrapó a Sampietro.
La nueva familia
Con el objetivo explícito de facilitar a los invidentes la identificación de la denominación de las piezas, y con el propósito implícito de cerrar el paso a la falsificación, el BdeM dio a conocer desde septiembre de 2006 a los miembros de una nueva familia de billetes, de los cuales dos ya han entrado en circulación: el de 50 pesos a finales de ese año, y el de 20 en 2007. Las nuevas piezas tienen tamaño diferente para cada denominación, son más pequeñas que las actuales y contienen medidas adicionales de seguridad, porque “la tecnología para reproducciones gráficas mejora continuamente y se hace cada vez más accesible al público en general.” Se espera que en 2008 comience la circulación de los nuevos billetes de 200 y mil pesos, para que en 2009 entren los de 100 y 500. Entretanto, “los estafadores logran introducir copias falsas” tan parecidas a las originales, que pueden engañar a cualquiera.
Los billetes de mil pesos son los más extraños en los bolsillos de la mayor parte de los mexicanos. Aun así, en 2006 los estafadores falsificaron 2 mil 705 piezas de esta denominación con un valor de 2.7 millones de pesos. Con los billetes de 500 pesos el delito también ha ido a la alza. En 2005 las piezas hechizas de esta denominación tuvieron un aumento anual de 28.3 por ciento, a la que se adicionó otro incremento de 62.6 por ciento durante 2006, hasta llegar a 70.9 billetes por cada millón que circuló el año pasado. En total la delincuencia hizo pasar gato por liebre en 24 mil 761 piezas de esta denominación, con valor de unos 4.9 millones de pesos. Se introdujeron 43 mil 923 billetes apócrifos de 200 pesos, con valor nominal conjunto de casi 8.8 millones de pesos; mientras en los de a 100 la falsificación fue de 41 mil piezas (4.1 millones).
Propietario del segundo mayor banco comercial que opera en el país, el grupo financiero dio a conocer siete medidas básicas “para reconocer billetes presuntamente falsos”; en tanto, los más recientes informes del BdeM indican que la detección de piezas apócrifas de 500 pesos tuvo un crecimiento de 239 por ciento en los últimos seis años, mientras en los billetes de mil pesos se observó un incremento de 160 por ciento en tan sólo dos. “A pesar de los dispositivos contra falsificación implementados por el BdeM en los billetes mexicanos, los estafadores logran introducir copias falsas que, sin una revisión sencilla pero cuidadosa, pueden engañar a cualquiera”, advirtió Banamex-Citigroup. En el contexto de lo que parece un delito en expansión, los billetes falsos de 500 y mil pesos son los de mayor aumento en los últimos años, pero la proliferación de piezas apócrifas de 200 pesos y otras denominaciones ha sido detectada recientemente en Torreón, Querétaro, Ciudad Victoria, Reynosa, La Piedad y San Juan del Río.
A la espera de que el BdeM informe sobre la detección de billetes falsos durante 2007, parece que ese año se rompieron las marcas de aumento en la elaboración e introducción de piezas apócrifas a la circulación; una actividad considerada como “un delito grave” que se castiga con penas que van de uno a 12 años de prisión. Sin embargo, la rentabilidad de este ilícito parece justificar los riesgos. Durante 2006 fueron falsificadas unas 177 mil piezas de todas las denominaciones, por un valor nominal de 23.8 millones de pesos. Ambas cifras parecen muy pequeñas respecto a los 2 mil millones de billetes en circulación emitidos por el BdeM, pero se lesiona tanto la economía de quienes han sido sorprendidos con billetes apócrifos, con los que luego no pueden pagar, como la confianza en la validez del dinero de curso legal. Además, advierte el banco central, “también se castigará a quienes, a sabiendas, distribuyan piezas falsas”. La práctica de imprimir billetes de manera ilegal alcanzó dimensiones artísticas con el legendario dibujante, grabador y falsificador Enrico Sampietro, cuyo caso también dio notoriedad a Alfonso Quiroz Cuarón, el mayor criminólogo en la historia de México, quien atrapó a Sampietro.
La nueva familia
Con el objetivo explícito de facilitar a los invidentes la identificación de la denominación de las piezas, y con el propósito implícito de cerrar el paso a la falsificación, el BdeM dio a conocer desde septiembre de 2006 a los miembros de una nueva familia de billetes, de los cuales dos ya han entrado en circulación: el de 50 pesos a finales de ese año, y el de 20 en 2007. Las nuevas piezas tienen tamaño diferente para cada denominación, son más pequeñas que las actuales y contienen medidas adicionales de seguridad, porque “la tecnología para reproducciones gráficas mejora continuamente y se hace cada vez más accesible al público en general.” Se espera que en 2008 comience la circulación de los nuevos billetes de 200 y mil pesos, para que en 2009 entren los de 100 y 500. Entretanto, “los estafadores logran introducir copias falsas” tan parecidas a las originales, que pueden engañar a cualquiera.
Los billetes de mil pesos son los más extraños en los bolsillos de la mayor parte de los mexicanos. Aun así, en 2006 los estafadores falsificaron 2 mil 705 piezas de esta denominación con un valor de 2.7 millones de pesos. Con los billetes de 500 pesos el delito también ha ido a la alza. En 2005 las piezas hechizas de esta denominación tuvieron un aumento anual de 28.3 por ciento, a la que se adicionó otro incremento de 62.6 por ciento durante 2006, hasta llegar a 70.9 billetes por cada millón que circuló el año pasado. En total la delincuencia hizo pasar gato por liebre en 24 mil 761 piezas de esta denominación, con valor de unos 4.9 millones de pesos. Se introdujeron 43 mil 923 billetes apócrifos de 200 pesos, con valor nominal conjunto de casi 8.8 millones de pesos; mientras en los de a 100 la falsificación fue de 41 mil piezas (4.1 millones).
http://www.banamex.com/esp/articulos/billetes_falsos.html
Con el objetivo de poder observar un ejemplo más fiel de estas medidas y algunas otras, te invitamos a que copies la siguiente dirección electrónica y la pegues en tu navegador:
www.banxico.org.mx/cMoneda/BilletesMonedas/BilletesCursoLegal/BilleteMil/images/FolletoMil.pdf
A pesar de los dispositivos contra falsificación implementados por el Banco de México en los billetes mexicanos, los estafadores logran introducir copias falsas que, sin una revisión sencilla pero cuidadosa, pueden engañar a cualquiera.
Para evitar que esto suceda, a continuación te presentamos siete medidas de seguridad con que cuentan los billetes en moneda nacional auténticos y que puedes verificar de forma rápida cuando tengas uno en la mano:
1. Tipo de material:
Todo billete real debe estar fabricado en papel moneda. Este tipo de papel se siente un tanto rugoso al tacto, a excepción de los billetes de $20 pesos que, por ser de polímero, son prácticamente lisos.
2. Línea micro-impresa (externa)
Línea que rodea la imagen central del billete en su anverso y en el reverso se presenta como dos líneas paralelas: una en la parte superior y otra en la parte inferior. La línea micro-impresa muestra en letras diminutas y repetidamente la leyenda: BANCO DE MÉXICO.
3. Marca de agua
Es una repetición de la imagen del personaje histórico (a la derecha en el anverso y a la izquierda en el reverso), que únicamente se percibe viendo el billete a contra luz. Los billetes de $20 y $50 no cuentan con esta medida.
4. Registro perfecto
Son figuras impresas que al verse a contraluz completan en conjunto una imagen que muestra la denominación numérica del billete. Éstas se encuentran, una en la parte media-izquierda del anverso y la otra, en la parte media-derecha del reverso.
5. Banda iridiscente
Es una banda que atraviesa verticalmente al billete y se encuentra a la izquierda del anverso. Según el ángulo de visión se vuelve opaca o brillante, mostrando la denominación numérica del billete. Los billetes de $20 no cuentan con esta medida.
6. Numeral impreso con tinta que cambia de color
Se encuentra en la esquina superior derecha del anverso. Es un pequeño rectángulo que muestra la denominación del billete en número y que cambia de color dependiendo del ángulo en que se observe.
7. Hilo micro-impreso (interno)
Banda muy delgada que atraviesa verticalmente al billete y presenta la denominación del mismo con letras diminutas y repetidamente.
Verificar una sola de las medidas no garantiza la autenticidad o falsedad de los billetes; sin embargo, la revisión acertada de cada una de éstas te dará la confianza de que el billete que está en tu poder es auténtico.
Kikka Roja
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ResponderBorrarDetector Billetes falsos