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lunes, 11 de febrero de 2008

5 mil mexicanos pidieron asilo en Canada

  • El fenómeno, “reflejo de un país donde las instituciones no garantizan la seguridad”
  • Buscaron asilo en Canadá más de 5 mil mexicanos en 2007; rechazan a la mayoría
  • La cerrazón del gobierno de Harper preocupa a activistas que trabajan con los solicitantes
Blanche Petriche / I

Toronto. La cifra de mexicanos que solicitan asilo en Canadá –cerca de 5 mil 500 en 2007– supera hoy en día a los fugitivos de Colombia y Afganistán, que son países en guerra, y China. “¿Por qué?”, se pregunta el abogado Donald Summers, especializado en casos de inmigración y refugio. “¿Qué realidad están evidenciando estos números? ¿Qué está pasando en México?” Reflejo de un país donde las instituciones son incapaces de garantizar la seguridad de ciudadanos en riesgo, las historias individuales de estos solicitantes de asilo responden a la pregunta de Summers con más fidelidad y detalle que los informes oficiales sobre México que utilizan las autoridades migratorias canadienses como contexto para juzgar y rechazar la mayor parte de sus solicitudes. El asilo provocado por persecución política hace tiempo que dejó de estar entre las primeras causas de quienes llegan a territorio canadiense en busca de un lugar seguro. Hoy son otros los motivos que empujan esta migración forzada.

Hay, por ejemplo, un arquitecto que alguna vez recibió un inusual encargo: construir una casa sin ventanas. El cliente resultó ser un narcotraficante. Concluida la obra, el profesionista se convirtió en testigo involuntario de una organización criminal que había que eliminar. También está el caso de un policía que recibió una jugosa oferta de un cártel del narcotráfico. O la aceptaba o sería ejecutado. No había opción. O el de un trabajador gay despedido de su empleo por discriminación sexual. Está la historia de una familia –él, abogado; ella, empleada de una delegación estatal de la Secretaría de la Función Pública– que descubrió la desviación de fondos de un alto funcionario del gobierno de Arturo Montiel, en el estado de México. Lo que siguió fueron presiones laborales y después amenazas de muerte.

O la de una mujer golpeada y violada por su marido. Intentó demandar al agresor, pero desde el momento en que se sentó ante el Ministerio Público el hombre la llamaba al celular para amenazarla. Desde la oficina responsable de protegerla la habían delatado. Al salir de la delegación fue brutalmente golpeada por policías amigos del esposo. O el caso de una joven que, después de sufrir la experiencia límite de un secuestro, se decidió levantar un acta. Dos semanas después recibió una sentencia de muerte de sus secuestradores, puntualmente informados por la propia policía a la que acudió. De todos los mexicanos solicitantes de asilo entrevistados en Toronto, sólo dos –Luz Gutiérrez Gasca y Anayelli Aguilar– se atreven a dar su nombre y acceden a que sus historias sean publicadas. Para la mayoría, el miedo es parte inseparable de su equipaje. “Por favor, no diga que me vio. No publique nada”, suplica un hombre que figuró en un sonado caso de corrupción gubernamental del sexenio foxista. Pugna por controlar un sollozo. Como regla no escrita, en los colectivos que trabajan con solicitantes de asilo nadie pregunta nombres, lugares de origen o motivos de su presencia en Canadá.

Mexicanos, los más rechazados

En 2005, la División de Protección al Refugiado de la Junta de Inmigración y Refugio de Canadá, especie de tribunal especializado, recibió 3 mil 500 peticiones de asilo de mexicanos; el número había “brincado” respecto de las 2 mil 500 solicitudes presentadas un año antes, 2004. Pero fue en 2006 cuando el flujo realmente se disparó: casi cinco mil mexicanos pidieron asilo. Aunque estos mexicanos alegan “temor fundado de persecución” al pedir asilo –como ordena la Convención de Ginebra–, las autoridades canadienses han cerrado las puertas. Las negativas y las consecuentes deportaciones son abrumadoras. En 2007 sólo fueron recibidos nueve de cada 100 solicitantes. México es el segundo país en cuanto al índice de rechazo de refugiados –12 por ciento–, solamente después de Estados Unidos, de donde sólo se aceptan 3 por ciento de las solicitudes. Le sigue la India, con 13 por ciento. En el extremo opuesto están Burundi, Sri Lanka, Etiopía, de donde se aceptan más de 80 por ciento de las peticiones. Los jueces de la Junta de Inmigración y Refugio (JIR) alegan que el gobierno de México ha hecho “esfuerzos” y “progresos” por “hacer más confiables” los cuerpos policiacos. Señalan que los solicitantes de asilo no “aprovechan plenamente” el sistema de procuración de justicia y la “notable infraestructura” de protección a los derechos humanos.

Sectores progresistas y defensores de derechos humanos critican frontalmente estos criterios. Jim Hodgson, coordinador de un programa que trabaja con estos grupos en la iglesia Unión de Iglesias de Canadá, asegura que su gobierno niega la “clara evidencia” de que las estructuras policiacas, de justicia y de derechos humanos del Estado “están fallando en su capacidad de proteger a los ciudadanos” mexicanos. La creciente cerrazón del gobierno canadiense preocupa a los colectivos que trabajan con los solicitantes de asilo. A finales de enero el centro de estudios latinoamericanos de la Universidad de Toronto y la Universidad Ryerson realizaron en esta ciudad dos seminarios bajo el título: ¿Por qué refugiados de México?, convocados por la Iglesia Anglicana, la Unión de Iglesias de Canadá, el Servicio Jesuita para Migrantes y Refugiados, y la Casa Romero.

La preocupación de los activistas y los propios asilados y solicitantes gira en torno a la definición del gobierno conservador de Stephen Harper hacia México, quien, en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad privilegia la relación comercial y económica, abandonando lo que, en opinión de estas organizaciones, es también responsabilidad de su gobierno: el enfoque humanitario y el apego a la tradición canadiense como tierra de asilo y refugio. Se trata, según asentó Judith Teichman, de “un problema ideológico” que entiende la democratización de México en el contexto de la cadena de “más comercio, más prosperidad y, por tanto, solución a los problemas”, sin considerar que México, dados los problemas de corrupción institucional y penetración del narcotráfico, se acerca más al modelo “de las democracias mínimas, al Estado fallido”.

Juega también la presión xenófoba de sectores de derecha, que perciben el creciente número de solicitantes de asilo como un tsunami que amenaza con invadirlos; aseguran que los mexicanos “abusan” como socios del TLCAN que no requieren visas y se “aprovechan” del sistema de bienestar social y refugio de su país. En opinión del articulista Jeffrey Simpson, en un artículo de The Globe and Mail, el solo hecho de que Canadá considere dar asilo a un mexicano es “una bofetada a nuestro amigo y socio comercial”. A esto, Kevin Sylvester, popular comentarista de la Radio y Televisión Canadiense (CBC por sus siglas en inglés), responde: “En ocasiones hay que darle una bofetada al amigo para hacerlo enfrentar la realidad”. Y en este caso la realidad, agregó, es hacer ver “que nuestro gobierno está faltando a su responsabilidad al restringir el asilo a mexicanos que son víctimas de las fallas de su propio sistema”. Abogados que asesoran a los solicitantes de asilo, representantes de albergues y defensores de derechos humanos destacaron que la JIR y la Corte Federal canadienses traicionan los principios del asilo al negar protección a víctimas de persecución en México bajo la “premisa errada” de que tienen la alternativa de acogerse al sistema de derechos humanos que ofrecen las instituciones mexicanas y a la opinión del “vuelo interno”, es decir, cambio de ciudad y de entidad federativa para eludir a sus victimarios.


Kikka Roja

1 comentario:

  1. Con gran asombro leímos los dos textos de la Premio Nacional de Periodismo, Blanche Petriche de el once y doce de febrero de 2008 sobre El Asilo Político que confiere Canadá a las personas.

    Ese texto muy bien documentado, así y todo, a mi fe presenta unos cuántos yerros:

    Las cifras que dio últimamente la nacional cadena de comunicaciones en dos idiomas denominada respectivamente Radio Canadá y Canadian Broadcasting Corporation CBC, son que sólo el cuarenta por cien de los mejicanos quiénes recuestan el asilo político lo logran, Blanche Petriche nos habla de un magro nueve por cien, seguro que ha bajado ese porcentaje a ese magro nueve por cien, interesante es ver que esos artículos no dan sino como causa el conservador y abyecto gobierno deshonesto moralmente de Stephen Harper, hecho que no sabía yo y que debe ser muy cierto pues, todo dios sabe que todo gobierno conservador es mendaz, manipulador, pletórico de ocultamientos y ardides deshonestos para, en vez de gobernar como adulto, se la vive en campaña permanente de propaganda y proselitismo, lo que es abyecto en sí. La causa de que ha desplomádose dramáticamente ese porcentaje de mejicanos aceptados por la Comisión de el Estado de Asilo, es en mucho el que la gente viene con historias estúpidas y que no se vinculan de lejos ni de cerca con el marco de el Asilo Político.

    Yo llevo años ayudando con trabajo y asesoría a candidatos y solicitantes de Asilo y, para dar un caso concreto, recuerdo cuando el hermoso gay hombre, decentísimo y fino, a quién yo le di posada durante un mes, me llevó a uno de sus amigos quién venía de su León Guanaxuato. Este amigo narraba su crónica con el solo hecho que alguien le había lanzado una piedra a la ventana de su recámara en su casa y que, le habían pintado en su barda de ésa su casa, un pasquín con injurias que obedecían a su homosexualidad. No más.

    Mi adorada amiga Laura me contó que cuando estuvo en Migración de el aeropuerto, conoció a una familia compuesta, para abreviar, por todo el pueblo: tíos, primos, abuelos, nietos (ñetos decía doña Mari la del Mercado), vecinitos, amigos, et sequence. Esta familia solicitaba el asilo político de el Canadá porque el carnicero los quería matar.

    Estos elementos inocultables no nos los dio la grande y admirada Petriche.

    Es una Leyenda el que en el Tribunal la Comisión de el Estado de Asilo Político a uno le dicen, si uno se ha hecho acreedor al dicho Asilo: "Bienvenido a Canadá". Esta leyenda la reproduce ese premio nacional de periodismo. En la realidad el Comisario hace un breve, esto es, da fe de los hechos aceptados como verdaderos y verificados, hace mención si ha el caso, de las contradicciones y, menciona la sentencia que es "se le confiere a tal persona el Asilo Político" acto seguido se menciona los riesgos y, al final, que esos hechos potencial y eventualmente lo llevarían a la muerte si regresare a su Méjico lindo y querido. Jamás esos graves jueces salen con la payasada de desear felicidades a un procesado.

    La egregia Blanche nos da otra leyenda más sacada de los hechos gringos que de el Canadá: la de que el Canadá teme a tanto mejicano. Eso queda para los estados unidos gringos de América (sic.) y, para México dónde priva la sempiterna xenofobia siempre jamás, quien lo dude vea la estulticia de escandalizarse porque Juan Camilo Mouriño Terrazo es español y no mejicano, como si los mejicanos jamás fueran secuestradores, narcotraficantes ni corruptos ni asesinos, este ministro escandaliza porque es español, como si México no fuera el país más español del Mundo, después de Españ claro es, la ínclita Premio Nacional en periodismo desconoce que en el Canadá hay diputados de la India, amerindios de Indoafrohispanoamérica, nosotros gozamos de diputados nacidos en Arabia, auténticamente el Canadá no ostenta miedo a los inmigrantes extranjeros y la evidencia es que la misma Virreina fue nacida en Hong Kong la predecesora de la actual quién nace en Haití, luego, hay que desconocer totalmente el Canadá como para afirmar que el país presenta miedo a la inmigración de Mexicanos habiendo ya habido la de italianos, griegos, chinos, ruros, alemanes, chilenos, dominicanos, portorriqueños, feos salvadoreños, colombianos, fermosos argentinos, kosovares, afganos, rumanos, paquistaníes, etc. etc. etc.

    Ha menester saber que el Imperio de Su Sagrada Majestad, Nuestra Señora, se caracteriza por saber recibir en su seno a todas las culturas siempre en el respeto de éstas, ése es uno de los grandes secretos que le confieren el logro a ese imperio que lo fue de un tercio de la Humanidad, no poca cosa dicho sea de paso. Yo jamás he escuchado de que ya el Canadá está harto o presenta miedo o fobias por los mejicanos si, hasta son pagados los miles que vienen cada año a labrar la tierra y a cosecharla, cifra ésa que se incrementa año con año.

    Basta sacar la cabeza al través de el vano para ver que el Canadá está henchida de negros africanos, haitianos, ruandeses, guadalupenses, basta sacar la cabeza para ver que hay cientos de miles de chinos, véase Columbia Británica que es CHina entera metida allí, el canadá está pletórica de musulmanes, árabes, rumanos, chilenos, paquistaníes, afganos, polacos, rusos, en fin, cien lenguas, cien naciones y cien religiones perviven en el Canadá.

    A mi fe que es un dislate decir que el Canadá presenta miedo de la invasión mejicana siendo inconmensurable la lista de razas, religiones y nacionalidades que pervivimos en el Canadá. En el Canadá pervivimos juntos en armonía judíos y musulmnes, ateos e integristas musulmanes, nazis y judíos, musulmanes y homosexuales, mormones y lesbianas, dogmáticos cristianos integristas con dogmáticos integristas musulmanes y con dogmáticos integristas judíos, los ejemplos son a nunca terminar: es la hipóstasis este reino del Canadá de Su Majestad, es la realización de un sueño pues que pervivimos antípodas en buena lid y armonía, lo que no se logra allende las fronteras de éste mi reino, el que goza siempre los mayores sitios en hablando de Derechos Humanos y Calidad de vida conferidos por la Organización de las Naciones Unidas. Un concreo ejemplo desto es el dúo de cantaores "Josh"

    http://www.planetjosh.com/theband.asp

    en la que Rup es un indú sikh y Q es paquistaní, enemigos acérrimos históricos por antonomasia, pero salidos de Canadá componen y cantan juntos con fama mundial.

    Laudable es la grande ayuda que hace Blanche Petriche a los solicitantes de Asilo Político, pero también hubiere sido bueno enviarles en mensaje que los que han comprado cien veces la misma crónica de hechos con el traficante de humanos quien ofrece conferencias en el Hotel de Méjico a mil pesos la testa, ofreciendo servicios para migrar al Canadá, corre el peligro que la Comisión del Estado de Asilo, ya ha escuchado y conoce esa historia desde hace cuatro años y, sólo han cambiado los personajes.

    Cada persona es un caso único en hablando de estas recuestas de Asilo Político, cada persona presenta matices en sus hechos y en sus frespeustas en su entrevista ante el Comisario de la Comisión de el Asilo Político, staff de el Ministerio de Inmigración. Complicado es generalizar sobre estos casos.

    Salí yo en volandas con mi amiga Laura a ver a su abogada, a la que interpelé con firmeza sobre el escándalo que denunciaba la Premio Nacional de Periodismo en LA JORNADA, la abogada me dijo con aplomo que es falso que la mujer mejicana golpeada pierde una solicitud de asilo político en Canadá, la abogada asiente con Petriche que la mujer al denunciar al marido, y peor al amante o pareja de unión libre, ante el Ministerio Público en México, este Ministerio Público avisa al marido o a la pareja o al amante hombre de la golpeada para que siga y prosiga con su tarea de eliminarle el espíritu de independencia y de libertd a la barragana y abarraganada mujer, esto con golpes y palizas, lo que termina en dar su control al marido, o novio o amante.

    A más dello, la abogada me aclara que si es hoy nueve por cien como lo afirma Petriche en ese par de artículos deste año de Gracia de 2008, es debido a las bromas (así las calificó la abogada) que a guisa de asertos ponen los mejicanos en sus solicitudes de Asilo Político, me clarifica esta abogada que son notorias, patentes, evidentes y manifiesas las mentiras, jaladas, chistosadas, dislates, ridiculeces, aberraciones y payasadas que ponen a guisa de asertos los mejicanos en sus demandas de asilo político en Canadá.

    Finalmente ese artículo ayuda a el caso de Laura pues ella unos meses antes afirma que el mismo Ministerio Públco avisó a su pareja para que fuera a golpearla a la misma comisaría de policía.

    Esos artículos de Blanche Petriche ayudarán a muchas personas, a más que denunciar que el 22 premier Stephen Harper, cristiano redivivo, desprecia la ayuda a mejicanos justamente como siempre desprecia los Derechos Humanos, es grave y, logrará un impacto grande para aumentar el porcentaje de los mejicanos y mejicanas que ganarán en esa Comisión de el Asilo Político en Canadá, el Asilo Político de el Canadá.

    Alea Jacta Est

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