CAÑONAZOS DE DINERO VAN Y VIENEN, ¿FELIPE CALDERÓN ESTARÁ DISPUESTO A MANTENER A LOS CHUCHOS CHAMUSCADOS?
EL FAP TIENE AL PODER POPULAR DE SU LADO, AMLO Y LA GENTE.
- Ruth Zavaleta busca cobijo del PRD, pues llamará a la policía si se bloquea San Lázaro
- Se desligan los chuchos de movilizaciones pacíficas del FAP en defensa de Pemex
- El desafío de Ortega, durante el Consejo Nacional; “no fue ocurrencia de última hora”, afirma
La corriente Nueva Izquierda utilizó ayer el sexto Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para aprobar –fuera del orden del día– una propuesta de Jesús Ortega para que el partido inicie su propia jornada de defensa del petróleo, y expresar su rechazo a las acciones de resistencia civil previstas por el Frente Amplio Progresista, como la toma de carreteras y aeropuertos. En un discurso que confrontó abiertamente la posición de Andrés Manuel López Obrador, el dirigente de los chuchos afirmó que “Pemex no se defiende sólo en el Zócalo” –espacio del que él y sus colaboradores se alejaron en las dos concentraciones recientes– y advirtió que están contra la privatización de la paraestatal, “pero también de los intentos por privatizar esta lucha”. La presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, quien forma parte de la misma corriente, afirmó que desde el “gobierno legítimo se nos exige actuar como agitadores sociales y no como legisladores”, y pidió el respaldo del consejo, “porque es obvio que, a la hora de tomar una decisión de pedir la policía (en la Cámara), seré yo la afectada, porque seré cuestionada públicamente”.
La virtual advertencia de Zavaleta de recurrir a la fuerza pública para reprimir fue hecho apenas una hora después de que, a unas calles de donde se realizó el consejo, López Obrador tomó protesta a 10 mil mujeres que forman parte de las brigadas en defensa del petróleo, y que se declararon listas a bloquear las dos cámaras del Congreso para impedir que se apruebe la apertura de Petróleos Mexicanos.
Consideró que el PRD no debe cerrarse al debate de la reforma energética, porque “lo que viene no es menor y necesitamos definir qué es lo que quiere este consejo, y para que después no nos señalen como traidores”. En la postura de no sumarse a la resistencia civil pacífica, el senador Graco Ramírez Garrido –también de los chuchos– afirmó que el PRD no puede estar en favor de “movilizaciones que afecten a terceros”. Por ejemplo, dijo, en Morelos, de donde es originario y fue candidato a gobernador, “no compartimos el bloqueo de la autopista México-Cuernavaca, porque sería un revés a la lucha democrática en el estado y en Guerrero”. Exclamó: “¡La razón es suficiente y no la fuerza desatada contra todos los mexicanos!” Ramírez Garrido respaldó la postura de Zavaleta de solicitar la fuerza pública para disolver cualquier bloqueo a San Lázaro.
“Su obligación –expuso– es presidir la Cámara y no a un grupo parlamentario. Y los que le exigen un comportamiento sectario están contra una institución que se ganó en la lucha, y ésa es una actitud facciosa”. Antes, al presentar su propuesta en el pleno del consejo, Ortega afirmó que la defensa de los recursos energéticos “no es una ocurrencia de última hora”, sino que es parte del programa del partido, desde que se fundó; “no es un capricho de nadie”. Por eso, dijo, el PRD “se opone por convicción y principios a la privatización de Pemex, pero con la misma energía a los intentos por privatizar la lucha contra la privatización de Pemex. La defensa de Pemex no es patrimonio de ninguna organización ni de ningún individuo. No es patrimonio de nadie, es deber de toda la izquierda. Y por ello, no se defiende sólo en el Zócalo; Pemex se defiende en todo el territorio nacional”.
En ese contexto presentó la propuesta de una jornada nacional, que consistirá, dijo, en que “todos los municipios del país donde esté el PRD, a partir de la próxima semana realicemos todo tipo de acciones en contra de la privatización” de la paraestatal. Más tarde, en entrevista, declaró que la defensa del petróleo “es una lucha de mucha gente, de muchos perredistas, de todos los perredistas, no de unos cuantos”.
–¿Respalda las acciones de resistencia civil pacífica?
–No comparto la idea de que bloqueemos la ciudad de México, obstruyendo carreteras de acceso. No comparto cualquier intención de afectar derechos de ciudadanos cerrando aeropuertos. Se puede dar una lucha enérgica, firme e impedir que se privatice Pemex, sin actos que prefiguren violencia.
La virtual advertencia de Zavaleta de recurrir a la fuerza pública para reprimir fue hecho apenas una hora después de que, a unas calles de donde se realizó el consejo, López Obrador tomó protesta a 10 mil mujeres que forman parte de las brigadas en defensa del petróleo, y que se declararon listas a bloquear las dos cámaras del Congreso para impedir que se apruebe la apertura de Petróleos Mexicanos.
Consideró que el PRD no debe cerrarse al debate de la reforma energética, porque “lo que viene no es menor y necesitamos definir qué es lo que quiere este consejo, y para que después no nos señalen como traidores”. En la postura de no sumarse a la resistencia civil pacífica, el senador Graco Ramírez Garrido –también de los chuchos– afirmó que el PRD no puede estar en favor de “movilizaciones que afecten a terceros”. Por ejemplo, dijo, en Morelos, de donde es originario y fue candidato a gobernador, “no compartimos el bloqueo de la autopista México-Cuernavaca, porque sería un revés a la lucha democrática en el estado y en Guerrero”. Exclamó: “¡La razón es suficiente y no la fuerza desatada contra todos los mexicanos!” Ramírez Garrido respaldó la postura de Zavaleta de solicitar la fuerza pública para disolver cualquier bloqueo a San Lázaro.
“Su obligación –expuso– es presidir la Cámara y no a un grupo parlamentario. Y los que le exigen un comportamiento sectario están contra una institución que se ganó en la lucha, y ésa es una actitud facciosa”. Antes, al presentar su propuesta en el pleno del consejo, Ortega afirmó que la defensa de los recursos energéticos “no es una ocurrencia de última hora”, sino que es parte del programa del partido, desde que se fundó; “no es un capricho de nadie”. Por eso, dijo, el PRD “se opone por convicción y principios a la privatización de Pemex, pero con la misma energía a los intentos por privatizar la lucha contra la privatización de Pemex. La defensa de Pemex no es patrimonio de ninguna organización ni de ningún individuo. No es patrimonio de nadie, es deber de toda la izquierda. Y por ello, no se defiende sólo en el Zócalo; Pemex se defiende en todo el territorio nacional”.
En ese contexto presentó la propuesta de una jornada nacional, que consistirá, dijo, en que “todos los municipios del país donde esté el PRD, a partir de la próxima semana realicemos todo tipo de acciones en contra de la privatización” de la paraestatal. Más tarde, en entrevista, declaró que la defensa del petróleo “es una lucha de mucha gente, de muchos perredistas, de todos los perredistas, no de unos cuantos”.
–¿Respalda las acciones de resistencia civil pacífica?
–No comparto la idea de que bloqueemos la ciudad de México, obstruyendo carreteras de acceso. No comparto cualquier intención de afectar derechos de ciudadanos cerrando aeropuertos. Se puede dar una lucha enérgica, firme e impedir que se privatice Pemex, sin actos que prefiguren violencia.
- Exige que se concluya el conteo de los sufragios en un plazo máximo de 48 horas
- Nueva Izquierda rompe pacto y agrava la crisis perredista; arremete contra AMLO
- Esa corriente apuesta a que Felipe Calderón ponga al líder nacional del sol azteca: Encinas
La crisis en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se recrudeció, luego de que la corriente Nueva Izquierda no respetó el acuerdo de que el Consejo Nacional no reanudara sus trabajos hasta conocer el cómputo para la elección de dirigente nacional, y aprobó un resolutivo para exigir a la Comisión Técnica Electoral (CTE) terminar el conteo en un plazo máximo de 48 horas. Además, a sugerencia del secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, quien forma parte de esa corriente, los consejeros avalaron un pronunciamiento para no permitir que se imponga la línea de Andrés Manuel López Obrador en las decisiones partidarias. “No nos avergüenza estar en contra de la línea. El PRD es más grande que cualquier presidente legítimo, por muy importante que sea”, sostuvo Acosta.
Más aún, anoche Nueva Izquierda presentó ante la Comisión Nacional de Garantías un recurso de juicio de protección de derechos políticos electorales para que su vez lo turne al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Con ese recurso impugnará la resolución emitida la noche del sábado por esa instancia partidaria para que, en el cómputo, se separen “casillas controvertidas y no controvertidas”. El representante de Jesús Ortega, candidato de Nueva Izquierda a la presidencial del sol azteca, Rafael Hernández, aseguró que Garantías autorizó dos cómputos “para favorecer a Alejandro Encinas, porque las casillas ‘controvertidas’ son las que él ha dicho no deben computarse, y entonces se impulsa un conteo a contentillo”.
Asimismo, y en respuesta a la celebración del consejo, Alejandro Encinas dijo que en Nueva Izquierda “están pensando que Felipe Calderón será quien ponga al presidente (nacional) del PRD… Le están apostando a que le levante la mano a Jesús (Ortega)” lo cual, aseveró, sería “sumamente delicado y no lo aceptaremos”. Según el ex jefe de gobierno capitalino, la expresión de su oponente dejó en claro que esperan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJ) revierta su triunfo, aunque no descartó la posibilidad de que busquen anular la elección del 16 de marzo pasado con ese mismo objetivo. También acusó, en entrevista con este diario, que el presidente de la mesa directiva del sexto consejo nacional, Camilo Valenzuela, “se prestó y ha negociado con ellos”, pues la propuesta de formar un nuevo partido en realidad “es de Ortega, y la estuvo anunciando Guadalupe Acosta Naranjo en declaraciones anteriores”.
Así que, manifestó, es evidente que “nos han querido meter un albazo que no tiene posibilidad de prosperar. Lo mejor sería que se acaten las resoluciones de los órganos internos del PRD y Ortega acepte que yo gané la elección”. Encinas aseguró que fue un lamentable error que “no se cumpliera el acuerdo que habíamos asumido (el jueves, ante los mandatarios Marcelo Ebrard y Leonel Godoy; el presidente del partido, Leonel Cota Montaño; el secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo; y el comisionado electoral, Arturo Núñez) para que la reinstalación del consejo fuera consensuada”. Pero ante la decisión de Nueva Izquierda, se mostró seguro de que la reunión de los consejeros, este domingo, no tiene validez. En primer lugar porque los temas allí abordados no estaban contemplados en la orden del día; segundo, porque la instancia “no tiene facultades electorales, menos aún siendo candidatos la mayor parte de los que asistieron”; y tercero, porque duda que se haya completado el quórum para instalar el consejo.
Encinas se negó a reconocer que el partido esté dividido. “Veo un conflicto de intereses de un sector de la burocracia que ha perdido no sólo las elecciones sino el control del partido, y eso los está llevando a cometer este tipo de equívocos y errores”. Más tarde, el comisionado electoral Edmundo Cancino aseguró que entregarán resultados en el plazo que les fue marcado por la Comisión Nacional de Garantías (CNG), aunque admitió que esto tendría mayor celeridad “si no hubiera impedimentos” de las delegaciones de ambos candidatos en las sesiones de cómputo. Sin embargo, manifestó: “tenemos bien definidos los esfuerzos para acabar el cómputo y dar por terminada esta crisis mediática pos electoral, y pasemos a la restructuración del partido”, precisó. Manifestó que en la Comisión Técnica Electoral les falta conocer de fondo los resolutivos tomados este domingo por el Consejo Nacional para emitir una respuesta. Y es que este domingo, y fuera del acuerdo para que el consejo se instalara el viernes –como ocurrió, a pesar de las dudas sobre el quórum– y se declarara en sesión permanente hasta que concluyera el proceso interno perredista, los chuchos reanudaron los trabajos para imponer su propia agenda.
En ese contexto, la corriente que lidera Jesús Ortega acordó exigir a la CTE que, en un plazo no mayor de 48 horas, concluya el cómputo de todas y cada una de las elecciones del 16 de marzo pasado, “sin consideraciones de índole política o subordinados a acuerdos entre las partes”. También, para exhortar a los involucrados en el proceso a sujetarse a los estatutos, e “instruir” a garantías “para que su actuación se sujete y limite a las facultades de su competencia, hasta que concluya el cómputo, y que asuma una actitud imparcial”.
Más aún, anoche Nueva Izquierda presentó ante la Comisión Nacional de Garantías un recurso de juicio de protección de derechos políticos electorales para que su vez lo turne al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Con ese recurso impugnará la resolución emitida la noche del sábado por esa instancia partidaria para que, en el cómputo, se separen “casillas controvertidas y no controvertidas”. El representante de Jesús Ortega, candidato de Nueva Izquierda a la presidencial del sol azteca, Rafael Hernández, aseguró que Garantías autorizó dos cómputos “para favorecer a Alejandro Encinas, porque las casillas ‘controvertidas’ son las que él ha dicho no deben computarse, y entonces se impulsa un conteo a contentillo”.
Asimismo, y en respuesta a la celebración del consejo, Alejandro Encinas dijo que en Nueva Izquierda “están pensando que Felipe Calderón será quien ponga al presidente (nacional) del PRD… Le están apostando a que le levante la mano a Jesús (Ortega)” lo cual, aseveró, sería “sumamente delicado y no lo aceptaremos”. Según el ex jefe de gobierno capitalino, la expresión de su oponente dejó en claro que esperan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJ) revierta su triunfo, aunque no descartó la posibilidad de que busquen anular la elección del 16 de marzo pasado con ese mismo objetivo. También acusó, en entrevista con este diario, que el presidente de la mesa directiva del sexto consejo nacional, Camilo Valenzuela, “se prestó y ha negociado con ellos”, pues la propuesta de formar un nuevo partido en realidad “es de Ortega, y la estuvo anunciando Guadalupe Acosta Naranjo en declaraciones anteriores”.
Así que, manifestó, es evidente que “nos han querido meter un albazo que no tiene posibilidad de prosperar. Lo mejor sería que se acaten las resoluciones de los órganos internos del PRD y Ortega acepte que yo gané la elección”. Encinas aseguró que fue un lamentable error que “no se cumpliera el acuerdo que habíamos asumido (el jueves, ante los mandatarios Marcelo Ebrard y Leonel Godoy; el presidente del partido, Leonel Cota Montaño; el secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo; y el comisionado electoral, Arturo Núñez) para que la reinstalación del consejo fuera consensuada”. Pero ante la decisión de Nueva Izquierda, se mostró seguro de que la reunión de los consejeros, este domingo, no tiene validez. En primer lugar porque los temas allí abordados no estaban contemplados en la orden del día; segundo, porque la instancia “no tiene facultades electorales, menos aún siendo candidatos la mayor parte de los que asistieron”; y tercero, porque duda que se haya completado el quórum para instalar el consejo.
Encinas se negó a reconocer que el partido esté dividido. “Veo un conflicto de intereses de un sector de la burocracia que ha perdido no sólo las elecciones sino el control del partido, y eso los está llevando a cometer este tipo de equívocos y errores”. Más tarde, el comisionado electoral Edmundo Cancino aseguró que entregarán resultados en el plazo que les fue marcado por la Comisión Nacional de Garantías (CNG), aunque admitió que esto tendría mayor celeridad “si no hubiera impedimentos” de las delegaciones de ambos candidatos en las sesiones de cómputo. Sin embargo, manifestó: “tenemos bien definidos los esfuerzos para acabar el cómputo y dar por terminada esta crisis mediática pos electoral, y pasemos a la restructuración del partido”, precisó. Manifestó que en la Comisión Técnica Electoral les falta conocer de fondo los resolutivos tomados este domingo por el Consejo Nacional para emitir una respuesta. Y es que este domingo, y fuera del acuerdo para que el consejo se instalara el viernes –como ocurrió, a pesar de las dudas sobre el quórum– y se declarara en sesión permanente hasta que concluyera el proceso interno perredista, los chuchos reanudaron los trabajos para imponer su propia agenda.
En ese contexto, la corriente que lidera Jesús Ortega acordó exigir a la CTE que, en un plazo no mayor de 48 horas, concluya el cómputo de todas y cada una de las elecciones del 16 de marzo pasado, “sin consideraciones de índole política o subordinados a acuerdos entre las partes”. También, para exhortar a los involucrados en el proceso a sujetarse a los estatutos, e “instruir” a garantías “para que su actuación se sujete y limite a las facultades de su competencia, hasta que concluya el cómputo, y que asuma una actitud imparcial”.
Kikka Roja
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