- Las instalaciones del Campo Militar número uno “no eran lo ideal”, acepta funcionario
- Pifia de la SEP al “acuartelar” a niños de la Olimpiada del Conocimiento
- La madrugada del lunes mil 300 alumnos y 380 maestros fueros trasladados a hoteles
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón entregó reconocimientos de la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2008 en el Museo Nacional de Antropología e Historia El presidente Felipe Calderón entregó reconocimientos de la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2008 en el Museo Nacional de Antropología e Historia Foto: María Luisa Severiano
Debido a la inconformidad que suscitaron las condiciones de alojamiento en el Campo Militar número uno, los estudiantes más aplicados del país y sus maestros permanecieron hospedados sólo unas horas en esas instalaciones y luego fueron trasladados, la madrugada del lunes, a dos hoteles de la ciudad de México.
Lejos de los planes de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que pretendía mantener una semana a los mil 300 ganadores de la Olimpiada del Conocimiento y a sus 380 profesores en el área del Segundo Batallón de Infantería Independiente, los maestros protestaron y lograron el cambio de última hora. De acuerdo con testimonios recabados durante la ceremonia en que el presidente Felipe Calderón entregó reconocimientos a los alumnos, sus profesores se quejaron el mismo domingo ante el director general de Operación de Servicios Educativos en el Distrito Federal, Antonio Ávila, porque había apenas 10 baños –algunos inservibles– para cada cien niños, que los dormitorios y regaderas eran comunes, las literas pequeñas y sin escaleras, y que a los estudiantes se les había prohibido diversas actividades.
“No es posible que si vienen premiados, los pongan en esas literas incómodas. Ellos esperan que los traten bien”, comentó la maestra María Elena Vega, de Querétaro, quien relató que en su caso, dos estudiantes de escuelas privadas pidieron hablar con sus padres para que fuesen por ellas, porque no estaban dispuestas a dormir ahí. Como la maestra, Víctor Samuel Ruiz Esquer, profesor de Sonora, se congratuló con el hecho de que la SEP reconsiderara, porque los baños estaban en malas condiciones: “No había ni papel sanitario” y como sólo había 10 por cada dormitorio, donde se alojaban en promedio cien niños, “creíamos que ni bañándonos en un minuto íbamos a salir a tiempo”. Refirió que algunos de sus alumnos presentaron problemas estomacales, luego de que comieron frijoles negros, pan y yogurt.
Profesores que prefirieron mantener el anonimato para evitar represalias, explicaron que algunos niños se asustaron y preguntaban cuándo iban a regresar a sus lugares de origen. Las maestras también se incomodaron y sugirieron la reubicación de las niñas (363), porque “las instalaciones son para hombres adultos”. Otro punto que generó molestia fue que cuando los alumnos llegaron al Campo Militar número uno, se les prohibió el uso de cámaras fotográficas y de celulares, siendo que algunas delegaciones recibieron de obsequio estos aparatos por parte de los gobiernos estatales. “Los niños vienen por un premio, no de castigo para estar acuartelados y sin poder tomarse fotos”, comentó una docente. De igual forma, otro docente señaló que el argumento de la SEP era válido, en el sentido de que las instalaciones militares eran muy seguras, pero consideró que la seguridad era parcial, porque “las literas no tenían escaleras y los sanitarios eran muy pocos”.
Versiones encontradas
Entre los jovencitos había opiniones encontradas. Édgar Vera, estudiante de Sonora, comentó que en el “cuartel” no comieron bien, mientras que otro compañero, dijo que había alimentos disponibles a toda hora aunque no se les permitía pisar el pasto ni correr por los pasillos. Por la noche, el administrador Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal, Luis Ignacio Sánchez Gómez, confirmó el traslado a este diario con el argumento de que las instalaciones de los militares “no eran lo ideal”, ya que no tenían las condiciones necesarias para la estancia conjunta de niños, niñas, maestras y maestros.
De esta manera, dijo que sólo la ceremonia de inauguración se llevó a cabo el pasado domingo en dicho campo militar y, después de cenar, los niños fueron traslados a un hotel en Tlalpan y a otro ubicado en la colonia Nápoles. El pasado 16 de julio la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, agradeció al secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, porque iba a hospedar a los pequeños en el campo militar, y le pidió un espacio para que saludara a sus futuros huéspedes. Vázquez Mota expresó en esa ocasión: “Creo que para los niños será un honor estar en sus instalaciones y también, mi general secretario, aprovechando su generosidad y apoyo, queremos pedirle nos pueda permitir el uso de sus instalaciones deportivas, para que los niños puedan disfrutar mejor de su estancia con ustedes”.
Debido a la inconformidad que suscitaron las condiciones de alojamiento en el Campo Militar número uno, los estudiantes más aplicados del país y sus maestros permanecieron hospedados sólo unas horas en esas instalaciones y luego fueron trasladados, la madrugada del lunes, a dos hoteles de la ciudad de México.
Lejos de los planes de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que pretendía mantener una semana a los mil 300 ganadores de la Olimpiada del Conocimiento y a sus 380 profesores en el área del Segundo Batallón de Infantería Independiente, los maestros protestaron y lograron el cambio de última hora. De acuerdo con testimonios recabados durante la ceremonia en que el presidente Felipe Calderón entregó reconocimientos a los alumnos, sus profesores se quejaron el mismo domingo ante el director general de Operación de Servicios Educativos en el Distrito Federal, Antonio Ávila, porque había apenas 10 baños –algunos inservibles– para cada cien niños, que los dormitorios y regaderas eran comunes, las literas pequeñas y sin escaleras, y que a los estudiantes se les había prohibido diversas actividades.
“No es posible que si vienen premiados, los pongan en esas literas incómodas. Ellos esperan que los traten bien”, comentó la maestra María Elena Vega, de Querétaro, quien relató que en su caso, dos estudiantes de escuelas privadas pidieron hablar con sus padres para que fuesen por ellas, porque no estaban dispuestas a dormir ahí. Como la maestra, Víctor Samuel Ruiz Esquer, profesor de Sonora, se congratuló con el hecho de que la SEP reconsiderara, porque los baños estaban en malas condiciones: “No había ni papel sanitario” y como sólo había 10 por cada dormitorio, donde se alojaban en promedio cien niños, “creíamos que ni bañándonos en un minuto íbamos a salir a tiempo”. Refirió que algunos de sus alumnos presentaron problemas estomacales, luego de que comieron frijoles negros, pan y yogurt.
Profesores que prefirieron mantener el anonimato para evitar represalias, explicaron que algunos niños se asustaron y preguntaban cuándo iban a regresar a sus lugares de origen. Las maestras también se incomodaron y sugirieron la reubicación de las niñas (363), porque “las instalaciones son para hombres adultos”. Otro punto que generó molestia fue que cuando los alumnos llegaron al Campo Militar número uno, se les prohibió el uso de cámaras fotográficas y de celulares, siendo que algunas delegaciones recibieron de obsequio estos aparatos por parte de los gobiernos estatales. “Los niños vienen por un premio, no de castigo para estar acuartelados y sin poder tomarse fotos”, comentó una docente. De igual forma, otro docente señaló que el argumento de la SEP era válido, en el sentido de que las instalaciones militares eran muy seguras, pero consideró que la seguridad era parcial, porque “las literas no tenían escaleras y los sanitarios eran muy pocos”.
Versiones encontradas
Entre los jovencitos había opiniones encontradas. Édgar Vera, estudiante de Sonora, comentó que en el “cuartel” no comieron bien, mientras que otro compañero, dijo que había alimentos disponibles a toda hora aunque no se les permitía pisar el pasto ni correr por los pasillos. Por la noche, el administrador Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal, Luis Ignacio Sánchez Gómez, confirmó el traslado a este diario con el argumento de que las instalaciones de los militares “no eran lo ideal”, ya que no tenían las condiciones necesarias para la estancia conjunta de niños, niñas, maestras y maestros.
De esta manera, dijo que sólo la ceremonia de inauguración se llevó a cabo el pasado domingo en dicho campo militar y, después de cenar, los niños fueron traslados a un hotel en Tlalpan y a otro ubicado en la colonia Nápoles. El pasado 16 de julio la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, agradeció al secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, porque iba a hospedar a los pequeños en el campo militar, y le pidió un espacio para que saludara a sus futuros huéspedes. Vázquez Mota expresó en esa ocasión: “Creo que para los niños será un honor estar en sus instalaciones y también, mi general secretario, aprovechando su generosidad y apoyo, queremos pedirle nos pueda permitir el uso de sus instalaciones deportivas, para que los niños puedan disfrutar mejor de su estancia con ustedes”.
NO PRESTEN A SUS NIÑOS PARA QUE FECAL SE HAGA PUBLICIDAD, VEJACIONES INNECESARIAS PARA LOS INFANTES,
LOS NIÑOS QUE PIENSAN QUE SALIR CON EL "PRESIDENTE" ES LO MAS CHINGÓN DEL MUNDO, SON NIÑOS APENDEJADOS POR UNA BOLA DE VULGARES Y CORRIENTES CAPITALISTAS
SON CARNE DE CAÑON ¿Y SI NO? AL TIEMPO
Kikka Roja
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