22 de octubre de 2008.
Por Juan José Mena Carrizales.
Regio en resistencia
Cuando una persona a la que admiras fallece, se resiente una pérdida lamentable. Cuando un amigo perece, el dolor es mucho. Pero cuando a una persona por la que uno siente admiración personal y además se le considera cercana, al menos subjetivamente, la situación es incalificable. Algo así me pasó cuando me enteré hoy del deceso del maestro Gustavo Iruegas, aunque la amistad que pretendo tan sólo resida en un aprecio subjetivo mío y él pues no me haya visto más que como "un radical", entre tantos jóvenes o grupos que nuestras condiciones históricas actuales generan.
El maestro Iruegas, por cierto, no era alguien que temiera el "radicalismo". De hecho, tras su fachada de intelectual y tal vez la prudencia que su carrera diplomática le enseñó, en realidad se encontraba una persona con muchísima agudeza intelectual y que compartía en privado, las posturas políticas más radicales y precisas que uno se pudiera imaginar.
La primera vez que tuve el honor y el gusto de tratarlo fue durante la realización de una conferencia, un mucho improvisada, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México que con otros compañeros "radicales" realizamos. Previamente, lo habíamos contactado en una conferencia que había realizado en un cafe de alguno de sus amigos, en una conferencia sobre el militarismo estadounidense y la doctrina de "las guerras perpetuas", después de darnos cuenta de la gran capacidad de análisis y la importancia de compartir la visión de lo que estaba aconteciendo internacionalmente, fue que decidimos organizar una conferencia para llevar al Gabinete Legítimo, al sector de la población que siempre sostendré, como lo hizo en nuestra Guadalajara el presidente chileno Dr. Allende, el sector de la población que posee las potencialidades más revolucionarias. Con ese propósito, el maestro Iruegas y con la participación de Mario Di Costanzo quien también muy amablemente aceptó la invitación que le realizamos, se realizó una conferencia en esta universidad, que si bien no fue muy exitosa, por nuestra timidez de evadir a los "ultras" -de quienes hablaré más adelante-, creo que fue detonador para que otros grupos se acercarán al Gabinete Legítimo y los bajarán de su "pedestal", literalmente para llevar a cabo un proceso de educación política de ciudadanos comunes y a nivel de barriada.
Ciertamente, Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la revolución política que requiere nuestro país tiene que ser realizada "desde los de abajo hacia arriba", si acaso en algo se puede complementar su propuesta dentro de su misma filosofía, se puede agregar es que este movimiento se tiene que construir con "las mejores ideas desde arriba hacia abajo". Y ciertamente el grupo que eligió como su equipo cercano cumple esa función. Mas sin embargo, tengo que reconocer con todo y lo valioso que son los miembros de su equipo, el maestro Iruegas poseía cualidades de tipo excepcional. El maestro Iruegas, por su formación excepcional, se movía en el más alto nivel de estadismo, el no caía en los vericuetos de algunos pseudo-pensadores, y defendía el papel histórico, que para el estudioso vulgar de la historia son tan disímiles como Franklin D. Roosevelt, el presidente chileno Salvador Allende o nuestro presidente José López¨Portillo, en tanto promotores de los beneficios económicos que sus visiones desarrollistas aportaron al mundo.
Con el maestro Iruegas, los últimos contactos personales que tuvimos, fueron para buscar la visita de Amelia Boyton Robinson, dirigente afroamericana del Movimiento de los Derechos Civiles y actualmente presidenta del Instituto Schiller en los Estados Unidos. Diversas coyonturas políticas simplemente postergaron este plan, de la visita de esta admirable señora quien tuvo a bien escribir una carta dirigida al Movimiento de Resistencia Civil Pacífica en septiembre de 2006, estimulándonos a continuar con la defensa civil y pacífica de nuestros derechos electorales, pero sin declinar en nuestras convicciones, tal y como ella, en su juventud lo hiciera como dirigente a lado del reverendo Dr. Martin Luther King lo hizo.
La pesada agenda trabajo del maestro Iruegas alargó esta posible visita, por ejemplo, su gira en Sudamérica, y creo que ahora lo puedo decir sin violar ningún privilegio de privacidad , tuvimos la oportunidad de enterarnos de su propia voz que en Ecuador, por comisión expresa aunque con toda la prudencia que el caso ameritaba, se reuniría con Lucía Moret para asesorarla y apoyarlo en todo aquello que su conocimiento de las relaciones internaciones entre los países, le pudiera ayudar. Y ésto lo comento más que nada con dedicatoria para aquellos compañeros que a veces, bajo la inmerecida camiseta de "ultras", tienen actitudes sectarias y no se dan cuenta que la lucha de la "izquierda" debiera ser una sola: el interés común (y disculpen si me pasé de "neto", pero ya saben que entre pumas se vale).
Y este último comentario, creo no hacerlo tan sólo a título propio, sino más bien en el espíritu del pensamiento del maestro Iruegas quien no tenía ningún tipo de miramiento respecto a la autocrítica que solía hacer con algo con lo que él se identifica a un nivel muy personal cuando hacia comentarios y se manifestaba él mismo como de "izquierda". Alguna vez se manifestó, en privado, en términos muy duros contra "la anarquía" y "la condescencia" o "pasividad" que teníamos como movimiento, y comentaba que si tuviéramos un poco de disciplina militar, un poco más de organización podríamos realizar muchos avances. Y que conste que en este comentario no existía ninguna intención oculta del autoritarismo de derecha, sino más bien una comparación lógica y realista con el alto grado de organización que el Movimiento de los Derechos Civiles en E.U., la disciplina religiosa del movimiento encabezado por Gandhi o aunque con otros métodos que nosotros no sostenemos, la disciplina militar de las guerrillas de izquierda. Nosotros sostenemos el método de la Resistencia Pacífica, pero el maestro Iruegas sostenía que aún para éso se necesitaba el coraje o el valor de gente como el Ché Guevara. Si me atrevo a compartir estas observaciones del maestro Iruegas, que más bien fueron de carácter privado, es con la más sincera intención de que nos ayuden en la reflexión sobre las tareas de organización que tenemos que tener para llevar a cabo como parte de las tareas de la RCP y que nos enseñe y nos motive en mucho.
En el último reporte que me hicieron llegar, sobre una charla que dió en mi ciudad natal de Monterrey, me sorprendió escuchar su defensa apasionada del modelo desarrollista de López Portillo, frente a una ciudad que ha sido casi comida por la campaña en contra de de propanga de los banqueros resentidos a quienes López Portllo expropió. Y aún más, lo que más me admiró, que enmedio de la propaganda masiva contra la energía nuclear, se tomó el tiempo de defenderla como la más limpia, la más eficiente y la necesaria para el desarrollo de la humanidad en este nuevo milenio.
Todavía apenas el domingo, sin saber nada sobre la situación médica del maestro Iruegas, discutía con unos compañeros sobre mi desacuerdo con algunos conceptos de Derecho Internacional Público, que había tenido oportunidad de conocer de primera mano en términos prácticos de él y que tan sólo repasaba en preparación para un examen. Mis amigos, muy sabiamente, me dijeron que me callara y no pretendiera en esos vuelos de soberbia que a veces la inexperiencia nos permite, propasarme.
Con mucha justicia, la SRE emitió un comunicado lamentando su pérdida. No es para menos. Si bien al menos en términos de militarismo internacional, la SRE es la única de las institucionales nacionales que todavía se rige por preceptos constitucionales, pienso que un intelectual del calibre del maestro Iruegas, aún en su papel de externo, hubiera sido fundamental para la comprensión de los procesos y desafíos que tenemos como humanidad, como la cumbre por la formación de un nuevo sistema financiero internacional, en la que el maestro Iruegas consciente plenamente de la tradicion y el aporte mexicano en la iniciativa de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) y así como el papel de intelectuales mexicanos como el Dr. Rabasa, otro gran internacionalista que también en este 2008 se nos fue, en la creación de la Carta de los Derechos y Obligaciones de los Estados. El NOEI y esta Carta, despúes del Tratado de Bretton Woods original de post-guerra, tal vez sean las aportaciones más importantes en Derecho Público Internacional desde el Tratado de Westefalia.
Creo que ya habrá otros espacios y muchas más plumas más ilustradas, para analizar a fondo las aportaciones del maestro Iruegas, como la Doctrina Multimensional de Seguridad Nacional, o la Doctrina del Ejército Latinoamericano (en la que el ejército debe jugar principalmente tareas de mantenimiento social, más que bélicas). Aunque por el contexto actual de las desintegración del sistema financiero internacional, aprovecho para comentar en este espacio que aunque el maestro Iruegas no se hubiera pronunciado públicamente al respecto, hubiera hecho los comentarios puntuales que nos llevarían como mexicanos a entender la importancia de iniciativas de un Nuevo Bretton Woods como el que LaRouche propone, y su relación con el NOEI y la Carta de los Derechos y Obligaciones de los Estados, pero más fundamentalmente el papel histórico que México debe jugar en el concierto internacional, desde la tradición intelectual del juarismo y cardenismo y la defensa de los principios de libre autodeterminación y solidaridad internacional. Ahora quedaremos como aprendices huérfanos, con el doble de desafío para alcanzar los pensamientos del maestro.
Me entristece hoy enterarme mucho de su perdida. Si la filosofía cristiana nos permitiera desentrañar los misterios de la muerte seguramente, entederíamos que es más pesada la vida para los que tenemos encomendada la misión de seguir luchando por hacer de este mundo, un mudo mejor, que el destino dichoso de aquellos que se nos adelantan.
Dedico este pensamiento con mucho cariño y respeto, a la memoria de maestro Iruegas, que en paz descanse como en paz trabajó arduamente, regalándonos en algún artículo de La Jornada, un artículo analizando el principio vedántico del ahimsa o no-violencia, aunque estoy seguro que en una fe que si gustan, no se pueda defender de ninguna manera de catalogarse como ingenua, le será autorizado desde Lo Alto, acompañarnos en espíritu todas las veces que sea necesario como -si también se me da licencia de usar una metáfora shakesperiana- con con el pecho encendido y los ojos llameantes como Martes plateados, que no se tuercen, sino que emanan destellos del fuego de la Verdad, para llevar a cabo tareas como la que Mañana muy temprano tenemos que realizar.
Viva pues Ud. en paz (en RCP) en nuestra memoria eternamente, nuestro siempre estimado maestro Gustavo Iruegas, como lo dijo una señora muy cariñosa y con mucha admiración: "El Embajador de Andrés Manuel López Obrador".
El maestro Iruegas, por cierto, no era alguien que temiera el "radicalismo". De hecho, tras su fachada de intelectual y tal vez la prudencia que su carrera diplomática le enseñó, en realidad se encontraba una persona con muchísima agudeza intelectual y que compartía en privado, las posturas políticas más radicales y precisas que uno se pudiera imaginar.
La primera vez que tuve el honor y el gusto de tratarlo fue durante la realización de una conferencia, un mucho improvisada, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México que con otros compañeros "radicales" realizamos. Previamente, lo habíamos contactado en una conferencia que había realizado en un cafe de alguno de sus amigos, en una conferencia sobre el militarismo estadounidense y la doctrina de "las guerras perpetuas", después de darnos cuenta de la gran capacidad de análisis y la importancia de compartir la visión de lo que estaba aconteciendo internacionalmente, fue que decidimos organizar una conferencia para llevar al Gabinete Legítimo, al sector de la población que siempre sostendré, como lo hizo en nuestra Guadalajara el presidente chileno Dr. Allende, el sector de la población que posee las potencialidades más revolucionarias. Con ese propósito, el maestro Iruegas y con la participación de Mario Di Costanzo quien también muy amablemente aceptó la invitación que le realizamos, se realizó una conferencia en esta universidad, que si bien no fue muy exitosa, por nuestra timidez de evadir a los "ultras" -de quienes hablaré más adelante-, creo que fue detonador para que otros grupos se acercarán al Gabinete Legítimo y los bajarán de su "pedestal", literalmente para llevar a cabo un proceso de educación política de ciudadanos comunes y a nivel de barriada.
Ciertamente, Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la revolución política que requiere nuestro país tiene que ser realizada "desde los de abajo hacia arriba", si acaso en algo se puede complementar su propuesta dentro de su misma filosofía, se puede agregar es que este movimiento se tiene que construir con "las mejores ideas desde arriba hacia abajo". Y ciertamente el grupo que eligió como su equipo cercano cumple esa función. Mas sin embargo, tengo que reconocer con todo y lo valioso que son los miembros de su equipo, el maestro Iruegas poseía cualidades de tipo excepcional. El maestro Iruegas, por su formación excepcional, se movía en el más alto nivel de estadismo, el no caía en los vericuetos de algunos pseudo-pensadores, y defendía el papel histórico, que para el estudioso vulgar de la historia son tan disímiles como Franklin D. Roosevelt, el presidente chileno Salvador Allende o nuestro presidente José López¨Portillo, en tanto promotores de los beneficios económicos que sus visiones desarrollistas aportaron al mundo.
Con el maestro Iruegas, los últimos contactos personales que tuvimos, fueron para buscar la visita de Amelia Boyton Robinson, dirigente afroamericana del Movimiento de los Derechos Civiles y actualmente presidenta del Instituto Schiller en los Estados Unidos. Diversas coyonturas políticas simplemente postergaron este plan, de la visita de esta admirable señora quien tuvo a bien escribir una carta dirigida al Movimiento de Resistencia Civil Pacífica en septiembre de 2006, estimulándonos a continuar con la defensa civil y pacífica de nuestros derechos electorales, pero sin declinar en nuestras convicciones, tal y como ella, en su juventud lo hiciera como dirigente a lado del reverendo Dr. Martin Luther King lo hizo.
La pesada agenda trabajo del maestro Iruegas alargó esta posible visita, por ejemplo, su gira en Sudamérica, y creo que ahora lo puedo decir sin violar ningún privilegio de privacidad , tuvimos la oportunidad de enterarnos de su propia voz que en Ecuador, por comisión expresa aunque con toda la prudencia que el caso ameritaba, se reuniría con Lucía Moret para asesorarla y apoyarlo en todo aquello que su conocimiento de las relaciones internaciones entre los países, le pudiera ayudar. Y ésto lo comento más que nada con dedicatoria para aquellos compañeros que a veces, bajo la inmerecida camiseta de "ultras", tienen actitudes sectarias y no se dan cuenta que la lucha de la "izquierda" debiera ser una sola: el interés común (y disculpen si me pasé de "neto", pero ya saben que entre pumas se vale).
Y este último comentario, creo no hacerlo tan sólo a título propio, sino más bien en el espíritu del pensamiento del maestro Iruegas quien no tenía ningún tipo de miramiento respecto a la autocrítica que solía hacer con algo con lo que él se identifica a un nivel muy personal cuando hacia comentarios y se manifestaba él mismo como de "izquierda". Alguna vez se manifestó, en privado, en términos muy duros contra "la anarquía" y "la condescencia" o "pasividad" que teníamos como movimiento, y comentaba que si tuviéramos un poco de disciplina militar, un poco más de organización podríamos realizar muchos avances. Y que conste que en este comentario no existía ninguna intención oculta del autoritarismo de derecha, sino más bien una comparación lógica y realista con el alto grado de organización que el Movimiento de los Derechos Civiles en E.U., la disciplina religiosa del movimiento encabezado por Gandhi o aunque con otros métodos que nosotros no sostenemos, la disciplina militar de las guerrillas de izquierda. Nosotros sostenemos el método de la Resistencia Pacífica, pero el maestro Iruegas sostenía que aún para éso se necesitaba el coraje o el valor de gente como el Ché Guevara. Si me atrevo a compartir estas observaciones del maestro Iruegas, que más bien fueron de carácter privado, es con la más sincera intención de que nos ayuden en la reflexión sobre las tareas de organización que tenemos que tener para llevar a cabo como parte de las tareas de la RCP y que nos enseñe y nos motive en mucho.
En el último reporte que me hicieron llegar, sobre una charla que dió en mi ciudad natal de Monterrey, me sorprendió escuchar su defensa apasionada del modelo desarrollista de López Portillo, frente a una ciudad que ha sido casi comida por la campaña en contra de de propanga de los banqueros resentidos a quienes López Portllo expropió. Y aún más, lo que más me admiró, que enmedio de la propaganda masiva contra la energía nuclear, se tomó el tiempo de defenderla como la más limpia, la más eficiente y la necesaria para el desarrollo de la humanidad en este nuevo milenio.
Todavía apenas el domingo, sin saber nada sobre la situación médica del maestro Iruegas, discutía con unos compañeros sobre mi desacuerdo con algunos conceptos de Derecho Internacional Público, que había tenido oportunidad de conocer de primera mano en términos prácticos de él y que tan sólo repasaba en preparación para un examen. Mis amigos, muy sabiamente, me dijeron que me callara y no pretendiera en esos vuelos de soberbia que a veces la inexperiencia nos permite, propasarme.
Con mucha justicia, la SRE emitió un comunicado lamentando su pérdida. No es para menos. Si bien al menos en términos de militarismo internacional, la SRE es la única de las institucionales nacionales que todavía se rige por preceptos constitucionales, pienso que un intelectual del calibre del maestro Iruegas, aún en su papel de externo, hubiera sido fundamental para la comprensión de los procesos y desafíos que tenemos como humanidad, como la cumbre por la formación de un nuevo sistema financiero internacional, en la que el maestro Iruegas consciente plenamente de la tradicion y el aporte mexicano en la iniciativa de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) y así como el papel de intelectuales mexicanos como el Dr. Rabasa, otro gran internacionalista que también en este 2008 se nos fue, en la creación de la Carta de los Derechos y Obligaciones de los Estados. El NOEI y esta Carta, despúes del Tratado de Bretton Woods original de post-guerra, tal vez sean las aportaciones más importantes en Derecho Público Internacional desde el Tratado de Westefalia.
Creo que ya habrá otros espacios y muchas más plumas más ilustradas, para analizar a fondo las aportaciones del maestro Iruegas, como la Doctrina Multimensional de Seguridad Nacional, o la Doctrina del Ejército Latinoamericano (en la que el ejército debe jugar principalmente tareas de mantenimiento social, más que bélicas). Aunque por el contexto actual de las desintegración del sistema financiero internacional, aprovecho para comentar en este espacio que aunque el maestro Iruegas no se hubiera pronunciado públicamente al respecto, hubiera hecho los comentarios puntuales que nos llevarían como mexicanos a entender la importancia de iniciativas de un Nuevo Bretton Woods como el que LaRouche propone, y su relación con el NOEI y la Carta de los Derechos y Obligaciones de los Estados, pero más fundamentalmente el papel histórico que México debe jugar en el concierto internacional, desde la tradición intelectual del juarismo y cardenismo y la defensa de los principios de libre autodeterminación y solidaridad internacional. Ahora quedaremos como aprendices huérfanos, con el doble de desafío para alcanzar los pensamientos del maestro.
Me entristece hoy enterarme mucho de su perdida. Si la filosofía cristiana nos permitiera desentrañar los misterios de la muerte seguramente, entederíamos que es más pesada la vida para los que tenemos encomendada la misión de seguir luchando por hacer de este mundo, un mudo mejor, que el destino dichoso de aquellos que se nos adelantan.
Dedico este pensamiento con mucho cariño y respeto, a la memoria de maestro Iruegas, que en paz descanse como en paz trabajó arduamente, regalándonos en algún artículo de La Jornada, un artículo analizando el principio vedántico del ahimsa o no-violencia, aunque estoy seguro que en una fe que si gustan, no se pueda defender de ninguna manera de catalogarse como ingenua, le será autorizado desde Lo Alto, acompañarnos en espíritu todas las veces que sea necesario como -si también se me da licencia de usar una metáfora shakesperiana- con con el pecho encendido y los ojos llameantes como Martes plateados, que no se tuercen, sino que emanan destellos del fuego de la Verdad, para llevar a cabo tareas como la que Mañana muy temprano tenemos que realizar.
Viva pues Ud. en paz (en RCP) en nuestra memoria eternamente, nuestro siempre estimado maestro Gustavo Iruegas, como lo dijo una señora muy cariñosa y con mucha admiración: "El Embajador de Andrés Manuel López Obrador".
Kikka Roja
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