Empezó trámites para comprar uno cuando el fabricante informó sobre riesgos para controlarlos Desatendió el gobierno alerta de EU sobre fallas en Learjet 45 La empresa mexicana que ganó la licitación para adquirirlo también tenía “antecedentes negativos” en la Contraloría Además, la firma suiza que lo vendió estaba reportada por irregularidades de operación Fabiola Martínez /II y última Ampliar la imagen Ampliar la imagen 2 Documento que hasta el pasado viernes podía consultarse en la página electrónica www.compranet.gob.mx y que ayer ya no fue posible abrir Los últimos cuatro titulares de la Secretaría de Gobernación fueron transportados en una aeronave con irregularidades de origen, lo mismo en la fabricación que en los servicios de mantenimiento, siempre a cargo de empresas privadas. Documentos oficiales –del gobierno federal mexicano y de organismos internacionales de aviación– dan cuenta de los antecedentes y peripecias del Learjet 45 siniestrado el pasado 4 de noviembre, hecho en que perdió la vida Juan Camilo Mouriño, quien en ese momento era titular de la dependencia; algunos de sus colaboradores; la tripulación de la nave y cinco personas en tierra. El gobierno mexicano empezó los trámites para la compra de la aeronave casi al mismo tiempo que la estadunidense Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) emitió una advertencia acerca de fallas estructurales en por lo menos 222 naves de ese tipo, fabricadas por Bombardier, debido a problemas en una pieza del estabilizador horizontal, ubicado en la parte trasera. El reporte emitido por la FAA (Docket No. 2003-NM-141-AD; Amendment 39-13262; AD 2003-16-09), en agosto de 2003, hace referencia a que el fabricante del Learjet le informó acerca de las condiciones de fatiga en el tren de aterrizaje, situación que significaba un drástico obstáculo para cumplir la expectativa de vida del aparato respecto al número de aterrizajes, pero, sobre todo, un riesgo que reduciría la capacidad de control del jet. Además, existen reportes de agencias, como la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte, acerca de incidentes y accidentes en diversas partes del mundo (Rusia e Italia, por ejemplo) con este tipo de aeronave, cuyo valor era de 7.1 millones de dólares, en 2001. Pese a ello, el gobierno mexicano, a través del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), emitió una licitación pública para que una empresa privada (Servicios Aéreos Estrella) gestionara la compra de un Learjet 45. Esa empresa tiene diversos antecedentes negativos que motivaron al menos una advertencia, emitida el 13 de diciembre de 2005 por la entonces Secretaría de la Contraloría, para no contratarla. Servicios Aéreos Estrella gestionó en Europa la adquisición del avión ante la compañía suiza TAG, la cual había sido multada con 10 millones de dólares por la FAA debido a irregularidades de operación en Estados Unidos. La transacción ocurrió en momentos en que el aparato tenía un precio castigado (posiblemente por el boletín de la FAA) cercano a 5 millones de dólares. Una vez con el jet en casa, el Cisen otorgó el contrato de los servicios de mantenimiento a otra compañía privada. A diferencia de las bases de licitación referentes al Learjet siniestrado, donde se colocó el enunciado “La convocante de la licitación (Gobernación) será quien valide la tripulación para cada vuelo” (La Jornada, 15/11/08), el Cisen sólo precisa que la tripulación deberá contar con los permisos correspondientes, avalados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como la especialidad para la operación del Learjet modelo 45. La adquisición se concretó en diciembre de 2003, con base en una licitación, pero la aeronave fue “transferida” a Gobernación apenas en mayo de 2007, aunque –como se ha difundido– también sirvió para transportar a los cuatro anteriores responsables de la política interna del país: Santiago Creel Miranda, quien dejó el cargo en mayo de 2005; Carlos Abascal Carranza, quien encabezó la dependencia hasta diciembre de 2006; Francisco Ramírez Acuña, en cuya gestión se contrató la empresa que daba mantenimiento y contrataba a la tripulación, y, finalmente, Juan Camilo Mouriño. “Fabricados para aguantar turbulencia de un avión” José Luis Moyá, ciudadano que interpuso una denuncia ante el órgano interno de control en la Secretaría de Gobernación, afirmó que los aparatos de Bombardier están manufacturados para aguantar la turbulencia provocada por un avión, según lo que establece en sus reportes la compañía en referencia. Moyá, quien es identificado como el ciudadano que más solicitudes ha interpuesto ante el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), comentó que el suceso del pasado 4 de noviembre debe ser aclarado plenamente por las autoridades, sobre todo el proceso de mantenimiento –a cargo de la empresa contratada por el Cisen–, en el cual debió garantizar que, en efecto, el Learjet 45 quedó corregido en cuanto a la falla mecánica expuesta. De igual forma –agrego–, “debe ofrecer una explicación de la supuesta impericia de los pilotos, porque si la hubo, no sólo están en riesgo los funcionarios, sino todos los mexicanos”. Asimismo, el gobierno debe dejar en claro los procesos con base en los cuales descartó el sabotaje. “Yo no vi perros del Ejército en el lugar del suceso, y tampoco medidas estrictas de seguridad para preservar la escena.” El reglamento de rescate y salvamento –indicó– data de 1950. También habrá que ver la suerte que corre el pago de la póliza del seguro de la aeronave si se concluye que fue piloteada por personas inexpertas. “El asunto será largo. Hay un historial del avión con diversas irregularidades y, en términos de seguridad nacional, ¿a quién se le ocurrió subir en un mismo avión al secretario de Gobernación y a un ex fiscal antidrogas presuntamente amenazado por narcotraficantes?”, concluyó. |
Kikka Roja
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