- Muchas, y en menor proporción hombres, viven con parejas donde la violencia es constante
- Sufre abuso emocional severo una de cada tres mexicanas: UNAM
- La mayoría no sabe qué es una relación saludable, destaca experto de la Facultad de Sicología
- En la Endereh 2006, de cada 100 mujeres de 15 años y más, 43 dijeron haber vivido alguna agresión
Laura Poy Solano
Se estima que en México una de cada tres mujeres ha sido sometida a abuso emocional severo, y de ellas, al menos 10 por ciento enfrenta una agresión grave, señalaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes advirtieron que muchas, y en menor proporción hombres, están inmersas en relaciones de abuso y maltrato constante. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endereh) 2006, de cada 100 mujeres de 15 años y más, 43 afirmó haber vivido situaciones de violencia emocional, física o sexual en su último vínculo con una pareja, a lo que se suma que cada año se realizan 3 mil divorcios principalmente por la violencia intrafamiliar. Carolina Grajales, catedrática de la Escuela Nacional de Trabajo Social, afirmó que en los casos en que existe violencia no sólo influyen aspectos sicológicos, también hay un factor social, pues la relación de pareja se establece de manera inequitativa, desigual y jerárquica. Agregó que las conductas y actitudes destructivas se dan en varias relaciones, pero en las que se construyen en el matrimonio tienden a ser fácilmente reproducidas.
Al respecto, la Endereh destaca que las mujeres más jóvenes tienen mayor propensión a sufrir agresión emocional, económica y física, mientras que la violencia sexual, si bien no tiene un patrón definido, tiende a exacerbarse entre las que tienen de 30 a 44 años. En cuanto a la violencia económica, se detectó que las menores de 25 años tienen tres veces más riesgo de padecerla que las mayores de 60 años, mientras que es casi 50 por ciento mayor en comparación con las de entre 35 y 50 años, y lo mismo ocurre con la violencia física. Por su parte, Rolando Díaz Loving, profesor de la Facultad de Sicología de la UNAM, señaló que la mayoría de las personas no sabe con claridad qué es una relación saludable ni cómo se construye y desarrolla alrededor de ella. En una relación destructiva –agregó–, la persona se vuelve esclavizante, obsesiva, celosa, y si su pareja no le presta atención suficiente para mantener su ego y autoestima a buen nivel, la contraparte se torna violenta y grosera.
En cuanto a los efectos de la violencia en la pareja, que afecta principalmente a las mujeres, la Endereh reveló que al menos 19.4 por ciento de las víctimas dejó de comer, 15.6 por ciento ya no salió de casa; 12.1 dejó de ver a sus familiares y amigos, mientras que 5.4 por ciento ya no estudió. A ello se suma que al menos 48 por ciento de las mujeres afectadas por la violencia sintió tristeza, aflicción o depresión; 20 por ciento padeció insomnio y 23.5 por ciento tuvo pérdida o aumento del apetito, y 31.3 por ciento tuvo problemas nerviosos.
Se estima que en México una de cada tres mujeres ha sido sometida a abuso emocional severo, y de ellas, al menos 10 por ciento enfrenta una agresión grave, señalaron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes advirtieron que muchas, y en menor proporción hombres, están inmersas en relaciones de abuso y maltrato constante. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endereh) 2006, de cada 100 mujeres de 15 años y más, 43 afirmó haber vivido situaciones de violencia emocional, física o sexual en su último vínculo con una pareja, a lo que se suma que cada año se realizan 3 mil divorcios principalmente por la violencia intrafamiliar. Carolina Grajales, catedrática de la Escuela Nacional de Trabajo Social, afirmó que en los casos en que existe violencia no sólo influyen aspectos sicológicos, también hay un factor social, pues la relación de pareja se establece de manera inequitativa, desigual y jerárquica. Agregó que las conductas y actitudes destructivas se dan en varias relaciones, pero en las que se construyen en el matrimonio tienden a ser fácilmente reproducidas.
Al respecto, la Endereh destaca que las mujeres más jóvenes tienen mayor propensión a sufrir agresión emocional, económica y física, mientras que la violencia sexual, si bien no tiene un patrón definido, tiende a exacerbarse entre las que tienen de 30 a 44 años. En cuanto a la violencia económica, se detectó que las menores de 25 años tienen tres veces más riesgo de padecerla que las mayores de 60 años, mientras que es casi 50 por ciento mayor en comparación con las de entre 35 y 50 años, y lo mismo ocurre con la violencia física. Por su parte, Rolando Díaz Loving, profesor de la Facultad de Sicología de la UNAM, señaló que la mayoría de las personas no sabe con claridad qué es una relación saludable ni cómo se construye y desarrolla alrededor de ella. En una relación destructiva –agregó–, la persona se vuelve esclavizante, obsesiva, celosa, y si su pareja no le presta atención suficiente para mantener su ego y autoestima a buen nivel, la contraparte se torna violenta y grosera.
En cuanto a los efectos de la violencia en la pareja, que afecta principalmente a las mujeres, la Endereh reveló que al menos 19.4 por ciento de las víctimas dejó de comer, 15.6 por ciento ya no salió de casa; 12.1 dejó de ver a sus familiares y amigos, mientras que 5.4 por ciento ya no estudió. A ello se suma que al menos 48 por ciento de las mujeres afectadas por la violencia sintió tristeza, aflicción o depresión; 20 por ciento padeció insomnio y 23.5 por ciento tuvo pérdida o aumento del apetito, y 31.3 por ciento tuvo problemas nerviosos.
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