Algunas personas se preguntan qué hacen los adolescentes tanto tiempo en las computadoras y cada vez más los fenómenos que vinculan a menores con la tecnología va en aumento, principalmente por la expansión que hay del uso de los teléfonos celulares y su bajo costo. A partir de que los celulares cuentan con la posibilidad de fotografiar, videograbar y de comunicarse en las redes sociales conocemos más hacia donde se mueven las preferencias de los jóvenes. Por ejemplo, los problemas entre menores de secundaria de golpearse, de videograbarse y subir a las redes sus agresiones, fenómeno conocido como bullying, tiene como nuevo el hecho de que las golpizas entre escolares las pueden ver y compartir a sus amigos, la escuela y la sociedad. Pero el fenómeno de violencia ya existía en ese nivel y tiene que ver con la falta de valores en la familia, el deterioro de la disciplina escolar y el rompimiento del tejido social que lastima por lo más delgado y vulnerable: los adolescentes.
También hay un fenómeno tecnológico en donde los jóvenes quizá no tengan acceso a una computadora diario, pero están en redes a través de su celular y de los videojuegos. Se calcula que sólo 30% de la población tiene acceso a internet y de manera creciente va subiendo a las redes sociales la población más joven por diferentes intereses. Esa proximidad a la tecnología puede ser aprovechada para potenciar el acceso a la información y socializar el conocimiento que permita cruzar transversalmente los diferentes estratos sociales, por eso debemos de acelerar el acceso a la tecnología a más temprana edad, preferentemente a través de la educación pública y privada, que es donde podemos agregarle valor para la formación de adolescentes y jóvenes. Está marcándose una tendencia en donde los jóvenes prefieren el internet que la televisión. ¿Por qué? Porque pueden realizar varias actividades de manera simultánea y buscan la información que verdaderamente les interesa y no necesariamente la programación de las televisoras. Además, que el estar conectados en redes e internet representa ya un estatus social.
Con respecto a Facebook, no obstante que existen lineamientos para que los menores no puedan registrarse, en los hechos suelen utilizar mails y datos creados ex profeso para poder enlazarse. Los adolescentes están buscando la información relativa al ocio y las aficiones (música, juegos, humor) , los relativos a la educación y cultura (desarrollo de tareas escolares), contenidos clasificados para adultos y otros que no se clasifican en las anteriores, se estima que pasan de dos a tres horas diarias en las computadoras, los que tienen acceso. En teoría todos los niños, adolescentes y jóvenes pueden tener un mail, pero es responsabilidad de los padres estar al tanto que no tengan una cuenta en Facebook mientras sean menores de edad. Investigadores del Tec de Monterrey han medido que solo 11% de los padres de familia se sientan con ellos a ver que sitios están visitando.
Como no existe una legislación al respecto y muy difícilmente se podrá legislar en un ordenamiento que se pueda hacer cumplir, es importante que los menores cuenten con una vigilancia de los padres. Hay que evitar que datos que tienen que ver identidad, sexualidad, patrimonio, viajes, ubicación, estén en la red. ¿Por qué? Porque los menores pueden estar compartiendo información que puede ser usada por delincuentes para secuestros, extorsiones, seducciones, engaños y hasta robos comunes.
http://www.eluniversalmas.com.mx
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kikka-roja.blogspot.com/
También hay un fenómeno tecnológico en donde los jóvenes quizá no tengan acceso a una computadora diario, pero están en redes a través de su celular y de los videojuegos. Se calcula que sólo 30% de la población tiene acceso a internet y de manera creciente va subiendo a las redes sociales la población más joven por diferentes intereses. Esa proximidad a la tecnología puede ser aprovechada para potenciar el acceso a la información y socializar el conocimiento que permita cruzar transversalmente los diferentes estratos sociales, por eso debemos de acelerar el acceso a la tecnología a más temprana edad, preferentemente a través de la educación pública y privada, que es donde podemos agregarle valor para la formación de adolescentes y jóvenes. Está marcándose una tendencia en donde los jóvenes prefieren el internet que la televisión. ¿Por qué? Porque pueden realizar varias actividades de manera simultánea y buscan la información que verdaderamente les interesa y no necesariamente la programación de las televisoras. Además, que el estar conectados en redes e internet representa ya un estatus social.
Con respecto a Facebook, no obstante que existen lineamientos para que los menores no puedan registrarse, en los hechos suelen utilizar mails y datos creados ex profeso para poder enlazarse. Los adolescentes están buscando la información relativa al ocio y las aficiones (música, juegos, humor) , los relativos a la educación y cultura (desarrollo de tareas escolares), contenidos clasificados para adultos y otros que no se clasifican en las anteriores, se estima que pasan de dos a tres horas diarias en las computadoras, los que tienen acceso. En teoría todos los niños, adolescentes y jóvenes pueden tener un mail, pero es responsabilidad de los padres estar al tanto que no tengan una cuenta en Facebook mientras sean menores de edad. Investigadores del Tec de Monterrey han medido que solo 11% de los padres de familia se sientan con ellos a ver que sitios están visitando.
Como no existe una legislación al respecto y muy difícilmente se podrá legislar en un ordenamiento que se pueda hacer cumplir, es importante que los menores cuenten con una vigilancia de los padres. Hay que evitar que datos que tienen que ver identidad, sexualidad, patrimonio, viajes, ubicación, estén en la red. ¿Por qué? Porque los menores pueden estar compartiendo información que puede ser usada por delincuentes para secuestros, extorsiones, seducciones, engaños y hasta robos comunes.
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