Obama: 'No tengo pruebas de que se revelara información clasificada'
Obama, en su primera rueda de prensa tras ser reelegido. | Reuters
Agencias | Washington
Actualizado miércoles 14/11/2012 15:29 horas
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha asegurado que, hasta donde sabe, no le consta que en el marco del escándalo por una relación extramatrimonial que provocó la dimisión del jefe de la CIA, David Petraeus, se haya revelado información clasificada que pueda afectar a la seguridad del país.
"No tengo pruebas en estos momentos de que fuera revelada información clasificada que tuviera un impacto negativo de alguna forma en la seguridad nacional", dijo Obama en su primera rueda de prensa tras su victoria electoral la semana pasada, y la primera también en meses.
Con todo, Obama ha subrayado que hay una "investigación en marcha" y que su gobierno trata de no "entrometerse" en algo que está en manos del FBI.
Asimismo, Obama ha resaltado la "carrera extraordinaria" de Petraeus y ha sostenido que, gracias a él, EEUU es hoy en día "más seguro".
El general comparecerá el próximo jueves en el Congreso para hablar sobre el ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), en el que murió el embajador Christopher Stevens y otros tres ciudadanos norteamericanos.
Además del 'affaire' con Paula Broadwell, su biógrafa, la investigación dejó en evidencia también la relación de Petraus con una conocida mujer en los círculos sociales de Tampa, Jill Kelley. Fue ella y su denuncia sobre los correos amenazadores que Broadwell le enviaba, la que destapó el escándalo, en el que se ha visto también relacionado el jefe de las Fuerzas de la OTAN en Afganistán, John Allen.
Los republicanos del Congreso quieren saber cómo es posible que una investigación tan delicada, que afecta al jefe de la agencia de inteligencia nacional, ha podido llevarse a caso durante tantos meses sin advertir a las comisiones correspondientes en el Congreso.
Críticas a la embajadora ante la ONU
Por otro lado, Obama ha pedido al Congreso que detenga sus "intolerables" críticas a la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, sobre el ataque al consulado en Bengasi (Libia), y las dirija en su lugar a él. "Si el senador (republicano John) McCain, o (el senador republicano Lindsay) Graham u otros, quieren perseguir a alguien, deberían ir a por mí".
"Pero que persigan a la embajadora ante la ONU, que no tuvo nada que ver con Bengasi y que simplemente hizo una presentación basada en informes de inteligencia que había recibido, y que mancillen su reputación, es intolerable", sentenció.
Rice ha estado en el centro de las críticas republicanas a la gestión del gobierno de Obama tras el ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi, el pasado 11 de septiembre, en el que murió el embajador estadounidense, Chris Stevens, y tres funcionarios de ese país.
Tras el ataque, Rice apareció en varias cadenas de televisión atribuyendo lo ocurrido a "protestas espontáneas", una hipótesis que más tarde se descartó y se consideró que había sido un ataque premeditado de elementos extremistas.
El nombre de la diplomática encabeza las quinielas para reemplazar a Hillary Clinton como secretaria de Estado en el segundo mandato de Obama, y tanto McCain como Graham aseguraron que bloquearán su nominación para ese cargo si la Casa Blanca la elige. "Si persiguen a la embajadora ante la ONU, aparentemente porque creen que es un objetivo fácil, entonces tienen un problema conmigo", ha advertido Obama.
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Obama, en su primera rueda de prensa tras ser reelegido. | Reuters
Agencias | Washington
Actualizado miércoles 14/11/2012 15:29 horas
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha asegurado que, hasta donde sabe, no le consta que en el marco del escándalo por una relación extramatrimonial que provocó la dimisión del jefe de la CIA, David Petraeus, se haya revelado información clasificada que pueda afectar a la seguridad del país.
"No tengo pruebas en estos momentos de que fuera revelada información clasificada que tuviera un impacto negativo de alguna forma en la seguridad nacional", dijo Obama en su primera rueda de prensa tras su victoria electoral la semana pasada, y la primera también en meses.
Con todo, Obama ha subrayado que hay una "investigación en marcha" y que su gobierno trata de no "entrometerse" en algo que está en manos del FBI.
Asimismo, Obama ha resaltado la "carrera extraordinaria" de Petraeus y ha sostenido que, gracias a él, EEUU es hoy en día "más seguro".
El general comparecerá el próximo jueves en el Congreso para hablar sobre el ataque al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), en el que murió el embajador Christopher Stevens y otros tres ciudadanos norteamericanos.
Además del 'affaire' con Paula Broadwell, su biógrafa, la investigación dejó en evidencia también la relación de Petraus con una conocida mujer en los círculos sociales de Tampa, Jill Kelley. Fue ella y su denuncia sobre los correos amenazadores que Broadwell le enviaba, la que destapó el escándalo, en el que se ha visto también relacionado el jefe de las Fuerzas de la OTAN en Afganistán, John Allen.
Los republicanos del Congreso quieren saber cómo es posible que una investigación tan delicada, que afecta al jefe de la agencia de inteligencia nacional, ha podido llevarse a caso durante tantos meses sin advertir a las comisiones correspondientes en el Congreso.
Críticas a la embajadora ante la ONU
Por otro lado, Obama ha pedido al Congreso que detenga sus "intolerables" críticas a la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, sobre el ataque al consulado en Bengasi (Libia), y las dirija en su lugar a él. "Si el senador (republicano John) McCain, o (el senador republicano Lindsay) Graham u otros, quieren perseguir a alguien, deberían ir a por mí".
"Pero que persigan a la embajadora ante la ONU, que no tuvo nada que ver con Bengasi y que simplemente hizo una presentación basada en informes de inteligencia que había recibido, y que mancillen su reputación, es intolerable", sentenció.
Rice ha estado en el centro de las críticas republicanas a la gestión del gobierno de Obama tras el ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi, el pasado 11 de septiembre, en el que murió el embajador estadounidense, Chris Stevens, y tres funcionarios de ese país.
Tras el ataque, Rice apareció en varias cadenas de televisión atribuyendo lo ocurrido a "protestas espontáneas", una hipótesis que más tarde se descartó y se consideró que había sido un ataque premeditado de elementos extremistas.
El nombre de la diplomática encabeza las quinielas para reemplazar a Hillary Clinton como secretaria de Estado en el segundo mandato de Obama, y tanto McCain como Graham aseguraron que bloquearán su nominación para ese cargo si la Casa Blanca la elige. "Si persiguen a la embajadora ante la ONU, aparentemente porque creen que es un objetivo fácil, entonces tienen un problema conmigo", ha advertido Obama.
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