- El tabasqueño expresa abierto apoyo al candidato para presidir el partido
- El PRD no quiere moderados ni modositos: AMLO y Encinas
- Los primeros no son sino conservadores más despiertos, afirma el ex candidato presidencial
- Se precisa un anclaje que mantenga al partido como instrumento de lucha, sostiene
- El aspirante llama a que el instituto político camine junto al “gobierno legítimo” y la CND
En momentos como los actuales, los perredistas moderados no son otra cosa que conservadores más despiertos, afirmó Andrés Manuel López Obrador al expresar su abierto apoyo a la candidatura de Alejandro Encinas Rodríguez a la presidencia nacional del PRD. Éste, a su vez, advirtió que en ese partido “no queremos una izquierda dócil, legitimadora, modosita”, en alusión al candidato de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, a quien ambos, sin mencionarlo, recriminaron su cercanía con las ideas y proyectos de la administración de Felipe Calderón.
En un desayuno de público apoyo en el que coincidieron funcionarios de los gobiernos “legítimo” y del Distrito Federal, diputados, senadores, presidentes municipales y otras corrientes perredistas, López Obrador enfatizó, siempre en alusión a la corriente Nueva Izquierda que encabeza Ortega, que es preciso “un anclaje” que mantenga al PRD como instrumento de lucha al servicio de la sociedad; “no creo en el zigzagueo, necesitamos una línea clara para no perder nuestro objetivo, que es el bien de la nación”. Durante el espaldarazo a Encinas, López Obrador fue enfático al destacar que su apoyo no deriva de una simpatía personal, sino de la coincidencia en los proyectos. “Yo estoy aquí porque coincido plenamente con los propósitos que está postulando Alejandro Encinas. Coincido plenamente en que hay que imprimirle principios al partido, tienen que estar los ideales por delante, tienen que ser como la estrella polar que orienta a los marineros hacia donde ir. Principios e ideales, para no hundirnos, como le está sucediendo a otros partidos”. Desde el punto de vista del movimiento que encabeza, el tabasqueño aseguró: “Yo veo muy bien las cosas, tenemos la posibilidad de transformar al país, vamos a seguir haciendo historia”. Y después de reiterar su plena coincidencia con Encinas, sostuvo que el objetivo principal debe ser la transformación de México.
“Nosotros no tenemos por qué tener otro propósito. No podemos aceptar la política tradicional, ésa donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo. No es para eso que estamos en esta lucha. No fue para eso que se construyó el PRD”, subrayó. A su vez, Alejandro Encinas se pronunció por una izquierda que no claudica ni recula frente a las presiones, y que ante la adversidad sabe salir adelante. Lamentó que al interior del PRD hayan sido más los intereses que las ideas los que han dado cohesión a los distintos grupos; “queremos una izquierda llamada a hacer la transformación del país y no a recibir las migajas de la representación proporcional que es muy cómoda, pero no cambia nada”. Destacó que lo que debe cohesionar a los perredistas son los principios, los valores y las causas que le dieron origen a su partido: “la lucha contra la injusticia, la lucha contra la desigualdad, la lucha contra cualquier forma de discriminación o de exclusión, y por eso queremos una izquierda democrática, plural, abierta y tolerante, pero que finalmente recupere los grandes valores, el tener vocación de mayoría, el tener vocación de gobierno, el tener vocación de transformar para bien la vida de la inmensa mayoría de los mexicanos. No queremos una izquierda dócil, una izquierda legitimadora, una izquierda modosita”, apuntó.Encinas consideró que hay un enorme divorcio entre la dirección del PRD y su base partidaria, pues mientras ésta camina en una dirección en la búsqueda de un proyecto democratizador del país, los dirigentes y las propias corrientes caminan en la acera de enfrente y en sentido contrario.
Convocó a dejar atrás la vida tribal y de desgaste que los ha caracterizado. Debemos “tener una política abierta, el partido no puede cerrarse solamente a sus corrientes; yo he sostenido que, en esta lógica, debe ser la columna vertebral del gobierno legítimo y de la Convención Nacional Democrática, como también estoy convencido de que el gobierno legítimo y la CND tienen que ayudarnos al fortalecimiento orgánico, político y electoral del PRD. Y tenemos que caminar juntos. Porque ahora resulta que para algunos compañeros Andrés Manuel López Obrador es un peligro para el partido y yo estoy convencido de que lo que tenemos que hacer es ir caminando juntos, cada quien en el ámbito de sus responsabilidades”.
Kikka RojaEn un desayuno de público apoyo en el que coincidieron funcionarios de los gobiernos “legítimo” y del Distrito Federal, diputados, senadores, presidentes municipales y otras corrientes perredistas, López Obrador enfatizó, siempre en alusión a la corriente Nueva Izquierda que encabeza Ortega, que es preciso “un anclaje” que mantenga al PRD como instrumento de lucha al servicio de la sociedad; “no creo en el zigzagueo, necesitamos una línea clara para no perder nuestro objetivo, que es el bien de la nación”. Durante el espaldarazo a Encinas, López Obrador fue enfático al destacar que su apoyo no deriva de una simpatía personal, sino de la coincidencia en los proyectos. “Yo estoy aquí porque coincido plenamente con los propósitos que está postulando Alejandro Encinas. Coincido plenamente en que hay que imprimirle principios al partido, tienen que estar los ideales por delante, tienen que ser como la estrella polar que orienta a los marineros hacia donde ir. Principios e ideales, para no hundirnos, como le está sucediendo a otros partidos”. Desde el punto de vista del movimiento que encabeza, el tabasqueño aseguró: “Yo veo muy bien las cosas, tenemos la posibilidad de transformar al país, vamos a seguir haciendo historia”. Y después de reiterar su plena coincidencia con Encinas, sostuvo que el objetivo principal debe ser la transformación de México.
“Nosotros no tenemos por qué tener otro propósito. No podemos aceptar la política tradicional, ésa donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo. No es para eso que estamos en esta lucha. No fue para eso que se construyó el PRD”, subrayó. A su vez, Alejandro Encinas se pronunció por una izquierda que no claudica ni recula frente a las presiones, y que ante la adversidad sabe salir adelante. Lamentó que al interior del PRD hayan sido más los intereses que las ideas los que han dado cohesión a los distintos grupos; “queremos una izquierda llamada a hacer la transformación del país y no a recibir las migajas de la representación proporcional que es muy cómoda, pero no cambia nada”. Destacó que lo que debe cohesionar a los perredistas son los principios, los valores y las causas que le dieron origen a su partido: “la lucha contra la injusticia, la lucha contra la desigualdad, la lucha contra cualquier forma de discriminación o de exclusión, y por eso queremos una izquierda democrática, plural, abierta y tolerante, pero que finalmente recupere los grandes valores, el tener vocación de mayoría, el tener vocación de gobierno, el tener vocación de transformar para bien la vida de la inmensa mayoría de los mexicanos. No queremos una izquierda dócil, una izquierda legitimadora, una izquierda modosita”, apuntó.Encinas consideró que hay un enorme divorcio entre la dirección del PRD y su base partidaria, pues mientras ésta camina en una dirección en la búsqueda de un proyecto democratizador del país, los dirigentes y las propias corrientes caminan en la acera de enfrente y en sentido contrario.
Convocó a dejar atrás la vida tribal y de desgaste que los ha caracterizado. Debemos “tener una política abierta, el partido no puede cerrarse solamente a sus corrientes; yo he sostenido que, en esta lógica, debe ser la columna vertebral del gobierno legítimo y de la Convención Nacional Democrática, como también estoy convencido de que el gobierno legítimo y la CND tienen que ayudarnos al fortalecimiento orgánico, político y electoral del PRD. Y tenemos que caminar juntos. Porque ahora resulta que para algunos compañeros Andrés Manuel López Obrador es un peligro para el partido y yo estoy convencido de que lo que tenemos que hacer es ir caminando juntos, cada quien en el ámbito de sus responsabilidades”.
LOS CHUCHOS SON LOS MOCHOS DE IZQUIERDA, Y ESO NO EXISTE, SI SON MOCHOS, SON DE DERECHA. EL DISFRAZ SE LES CAYÓ.