El líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, convocó a los dirigentes de otras organizaciones gremiales del sector energía (trabajadores de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad, entre otros) a sostener una reunión para definir una propuesta alterna y una estrategia común ante la pretendida reforma a Pemex. El SME considera que cualquier enmienda tiene efectos no sólo en la paraestatal, sino en otras áreas estratégicas para el país, de ahí que la movilización social se convierta en la manera de parar la iniciativa del presidente Felipe Calderón, enviada al Congreso en abril pasado. “La única manera de pararlos es con la movilización (…) Si permitimos que pase esta iniciativa, en el futuro ya no habrá nada que defender y estaremos condenados a ser una colonia. Las únicas herramientas de lucha que tienen los trabajadores son la movilización y la discusión”, advirtió el líder del SME, sindicato con experiencia de lucha desde hace 93 años. Reiteró que este gremio (en el cual están afiliados los 41 mil 900 empleados en activo de Luz y Fuerza del Centro y 22 mil jubilados) estará presente en las calles para defender el carácter público del sector energético nacional. Actualmente participan en el Frente Nacional en Defensa del Petróleo, grupo plural. Esparza está convencido, como lo expone en el prólogo del libro 1938: El petróleo que fue de México. Argumento histórico para una película que aun no se ha filmado, del escritor Carlos Montemayor (México, 2008), que cualquier reforma al sector energético tendrá que ser sometida al juicio ciudadano. “Este libro (coeditado por el SME y La Jornada Ediciones) nos permite saber cómo un gobierno nacionalista, como el de Lázaro Cárdenas, impulsa con el apoyo del pueblo y los sindicatos la salida de empresas extranjeras que tenían el control de la explotación del petróleo. El escenario de entonces se repite y los trabajadores deben participar. Hay conciencia de clase”, dijo. A continuación, un extracto de la entrevista con el secretario general del SME. –¿Cuál es el diagnóstico del sindicato acerca de la iniciativa de reforma a Pemex presentada por el presidente Calderón? –Las iniciativas contravienen el espíritu de la Constitución y tienen que ser desechadas. Tratan de confundir a los mexicanos; ese consejo de administración que proponen es dejarle las manos libres al presidente de la República para que ponga a la gente de su conveniencia, pero en los hechos vemos los inconvenientes. El gobierno creó una Comisión Reguladora de Energía –para ayudar en la planeación estratégica del sector– y prácticamente es una oficina de negocios en la cual le dan permisos a productores independientes. Hay más de 500 que ya otorgaron para generar electricidad en el país, aun cuando se trata de una actividad exclusiva del Estado, como señala el párrafo sexto del artículo 27 constitucional. –¿No sirve la inversión de particulares? –Los argumentos que esgrime el gobierno actual son los mismos de las empresas privadas en los años treinta: que no teníamos capacidad técnica para que los mexicanos pudiéramos explorar y explotar el petróleo. Ahora nos dicen nuevamente que deben venir los extranjeros a participar en áreas estratégicas como la única forma de salvar a Pemex. Actualmente persiste un nivel de excedentes petroleros que lo único para lo que han servido es para adelantar pagos de deuda, para las campañas políticas y para el gasto corriente del propio gobierno, en lugar de construir las refinerías que hacen falta. –¿Por qué el SME está involucrado en esta defensa de Pemex? –El sector energético no se puede ver de manera aislada, es integral, porque los productos petroleros sirven para generar electricidad. Y ambos, petróleo y electricidad, están regulados por el artículo 27 constitucional, parte de la soberanía, parte estratégica del desarrollo nacional. No puede quedar este sector a la discreción y a la especulación de particulares. Además, hay un mandato de asamblea general (del SME) para oponernos a cualquier modificación constitucional en ese sentido. –¿Qué experiencia tienen ante cambios similares en el sector eléctrico? –No pasó la reforma constitucional (1992); sin embargo, han utilizado esquemas (de participación de particulares en cogeneración y abastecimiento de energía eléctrica) a través de las leyes secundarias anticonstitucionales, que es lo mismo que está planteando ahora Calderón para darle apertura a Pemex con la participación de empresas privadas en todas las actividades de la paraestatal. Los particulares quieren todo el pastel. –¿Cuál será ahora la participación del SME? –La única forma de pararlos es con un movimiento social en el cual la mayoría de los mexicanos sepa lo que está ocurriendo. Es un tema muy sentido, los mexicanos sí tenemos memoria y sabemos que a nuestros antecesores les costó forjar Pemex; de ahí que debemos tener un contacto con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (encabezado por Carlos Romero Deschamps) y otros sindicatos del sector, para construir una propuesta alterna y decirles que la única forma de resolver los problemas es dándole autonomía a las empresas, cambios a sus respectivos regímenes fiscales y también revisando el tema de la productividad de los trabajadores, y que se transparenten las finanzas y políticas de las empresas. –¿Qué hacer ante organizaciones y líderes del sector que han sido criticados adentro y fuera de sus sindicatos? –La forma interna de elegir a los dirigentes es un tema de cada sindicato; aquí lo que nos interesa es qué podemos discutir en común ante la forma en que está integrado el sector y cómo lo vienen desincorporando, pero sobre todo analizar el proyecto real del gobierno, mismo que viene desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que empujan hacia la apertura en favor de la empresa privada con base en la garantía petrolera. –¿Qué hacer ante ello? –Tenemos una reunión pendiente con Romero Deschamps, la vamos a hacer y otra que estamos buscando con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) para buscar coincidencias. Esas son las alianzas que podemos hacer y están reguladas en los estatutos de cada uno. Donde haya coincidencias iremos juntos, y donde no las haya cada quien continuará su camino, su forma de hacer política a nivel nacional. El objetivo sería presentar una propuesta alterna para Pemex, elaborada por los propios trabajadores. |
Kikka Roja